El reciente cambio en la relación entre el gobierno de Estados Unidos y Ucrania está teniendo un impacto en las capacidades que las Fuerzas Armadas Ucranianas han desplegado en los últimos meses. La decisión de la administración Trump de suspender temporalmente la provisión de información de inteligencia también afectaría las capacidades de los cazas F-16 de la Fuerza Aérea de Ucrania, en particular los diversos subsistemas de guerra electrónica que emplean para operar en el disputado teatro de operaciones. En este entorno, los sistemas de contramedidas electrónicas y de autoprotección son clave para aumentar la supervivencia de las aeronaves desplegadas.

Créditos: Fuerza Aérea de Ucrania

Los últimos reportes de medios estadounidenses señalan que el gobierno republicano habría suspendido, en el mejor de los casos, o cancelado por completo, en el peor, el apoyo y mantenimiento de los sistemas de contramedidas electrónicas AN/ALQ-131, que equipan a los aviones de combate transferidos por los aliados europeos.

Desde su presentación oficial e incorporación en agosto pasado, el equipamiento de los cazas F-16 transferidos por una coalición de países europeos, con la aprobación de Estados Unidos, ha sido objeto de análisis y escrutinio por parte de la comunidad de especialistas. Cada nueva imagen divulgada oficialmente por la Fuerza Aérea Ucraniana, así como aquellas obtenidas por medios OSINT, es examinada para evaluar las capacidades que los Fighting Falcon están desplegando en misiones que van desde la cobertura aérea y la interceptación hasta, más recientemente, el ataque a objetivos terrestres.

En este último aspecto, por ejemplo, hace unos días se viralizaron en redes sociales imágenes y videos que revelaron la configuración de armamento empleada por los cazas F-16 ucranianos. A través de estas secuencias, se confirmó que los aviones de combate ya estaban utilizando bombas planeadoras GBU-39 SDB. Además, en una de las aeronaves que regresaban de una misión se observó la presencia de misiles aire-aire AIM-120C AMRAAM, AIM-9L y AIM-9X Sidewinder.

Sin embargo, en esas mismas imágenes también se pudo ver el sistema de contramedidas electrónicas AN/ALQ-131, desarrollado y fabricado por Northrop Grumman. En combinación con otros subsistemas de guerra electrónica, este equipo proporciona a los F-16 capacidades esenciales para aumentar su supervivencia en un entorno altamente disputado, donde la presencia de radares de vigilancia y sistemas de defensa aérea rusos de diferentes tipos y alcances es una amenaza constante.

Aunque no se han divulgado detalles oficiales adicionales, la ceremonia de entrega e incorporación en agosto permitió vislumbrar algunas de las capacidades de guerra electrónica que poseen los F-16 ucranianos, además de los mencionados AN/ALQ-131. En aquella ocasión, la presencia de pilones Terma confirmó que las primeras aeronaves provenían de los inventarios de la Real Fuerza Aérea de Dinamarca. En detalle, se identificaron los pilones ECIPS+ (Electronic Combat Integrated Pylon System with Missile Warning System), junto con el PIDS+ (Pylon Integrated Dispenser System with Missile Warning System), característicos de los F-16AM/BM daneses.

El fortalecimiento de estas capacidades es tan crítico que la propia Fuerza Aérea de EE.UU. ha brindado asistencia para optimizar los sistemas que equipan a los F-16 ucranianos, tal como confirmó la misma institución. Un ejemplo de ello fue la participación del 68.º Escuadrón de Guerra Electrónica de la USAF, que colaboró en la preparación de los cazas transferidos a Ucrania por Dinamarca, Noruega y los Países Bajos.

En cuanto a los sistemas AN/ALQ-131, cabe destacar que se trata de un avanzado sistema de contramedidas electrónicas instalado en los F-16 a través de un pilón ubicado en la parte ventral del fuselaje. Según Northrop Grumman, este equipo permite detectar e identificar amenazas, además de emplear técnicas de interferencia coherente y no coherente para neutralizarlas. Asimismo, la compañía destaca que las versiones más recientes del sistema incorporan una arquitectura derivada de tecnologías presentes en cazas avanzados como el F-16 Block 60 y el F-35 Joint Strike Fighter. Estas mejoras, según la firma, “no modifican el tamaño, el peso ni los requisitos de energía del sistema, ni requieren modificaciones obligatorias en la aeronave“.

Según un artículo reciente publicado en la revista Forbes, el gobierno de EE.UU. habría suspendido el apoyo a estos sistemas de guerra electrónica, vitales para que los F-16 ucranianos puedan operar en entornos disputados y contrarrestar los ajustes que las Fuerzas Armadas Rusas implementan en sus sistemas de defensa aérea, como cambios de frecuencia y modos de operación.

El artículo menciona que “…la fuerza aérea rusa podría eludir la interferencia reprogramando sus radares para operar en frecuencias ligeramente diferentes. Bajo la administración de Biden, el equipo de la USAF podría haber seguido el ritmo de la adaptación rusa ajustando constantemente las propias frecuencias del AN/ALQ-131. Bajo Trump, los aviadores ucranianos están atrapados con sistemas cuya programación podría quedar obsoleta en poco tiempo”.

A la fecha, este asunto está generando preocupación tanto dentro como fuera de Ucrania, ya que la postura ambigua de la nueva administración republicana hace dudar a los socios europeos sobre el compromiso de Estados Unidos, el cual ya está en entredicho. También plantea incertidumbre sobre el futuro del sostenimiento de las plataformas de origen estadounidense en servicio en la mayoría de las fuerzas armadas europeas.

Diversas fuentes sugieren que esta medida, posiblemente enmarcada dentro de la suspensión de la provisión de inteligencia a las Fuerzas Armadas de Ucrania, busca presionar al gobierno de Zelenski para que adopte una postura más abierta en las negociaciones para poner fin a la guerra con Rusia.

Por último, en el contexto de la viralización de esta noticia, el propio presidente Trump, en una ronda de preguntas y respuestas a bordo del Air Force One, adelantó que la suspensión de la provisión de inteligencia a Ucrania podría ser levantada en poco tiempo. Sin embargo, no se han dado detalles sobre el plazo previsto ni sobre si, en caso de levantarse la suspensión, se normalizará el apoyo a los sistemas de guerra electrónica de los F-16 ucranianos.

*Fotografías empleadas a modo de ilustración.

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6 COMENTARIOS

  1. De esto ya sabemos …hay que ir pensando en los F16 «argentinos» y en los parches, reemplazos de solución local que se puede usar… cuando a los dirigentes de EEUU no le guste algun futuro gesto de Argentina. Pensemos que los sistemas Terma (incluidos en los F16 «argentino» son una solución danesa para no quedar atrasados…)

  2. De esto siempre tuve dudas, el soporte, logística y armamento de estos sistemas de armas están bajo el paraguas de yankeelandia. Nuestros posibles conflictos a la vista están en Las Malvinas y en la Antártida argentina, piratas de un lado, traidores de otro. Es muy probable que ante el primer reclamo entre ANGLOS, Argentina pierda capacidad de uso de estos aviones, que por cierto no dejan de tener 40 y tantos años con algunas cuantas horas en sus fuselajes

  3. El problema.de.comprarles a EEUU. Si hace esto con Ucrania imagínense con nosotros ante el más mínimo reclamo soberano sobre Antártida y Atlántico Sur. Nunca es buena idea comprarles a EEUU.

  4. Totalmente de acuerdo con los comentarios..argentina se equivoca en acordar con EEUU…la idea era comprarles a india y a China…más baratos y más actualizados..además tendriamos mejores aliados en un conflicto..

  5. Como para gastarnos el pastón que cuestan los F-35. Espero que impere el sentido común y España sustituya los F-18 por cazas Rafale como complemento a los Eurofighter.

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