Nuevamente se ha registrado un episodio entre fuerzas de la OTAN y las Fuerzas Aeroespaciales Rusas en el Báltico, con cazas Rafale del Ejército del Aire y del Espacio francés y un avión de inteligencia de señales IL-20M Coot-A como protagonistas. El hecho fue confirmado por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Francia el 17 de febrero, en el marco de las Misiones de Policía Aérea que los aviones de combate galos están llevando a cabo en la región.
Desde el pasado mes de diciembre, el Ejército del Aire y del Espacio francés ha fortalecido su presencia en el Báltico para la realización de Misiones de Policía Aérea de la OTAN. En detalle, desde el 1 de diciembre, un nuevo destacamento de cazas Rafale opera desde la Base Aérea de Šiauliai, en Lituania, complementando así a los Eurofighter de la Aeronautica Militare (Fuerza Aérea Italiana).
“A partir del 1 de diciembre, los cazas Rafale de la Fuerza Aérea Francesa reforzarán a los Eurofighter italianos en Lituania, proporcionando a la OTAN una capacidad efectiva de Policía Aérea. Francia ha participado en la misión de Policía Aérea de la OTAN en la región báltica desde 2007; este año marca la duodécima vez que la Fuerza Aérea y Espacial Francesa despliega sus aviones, consolidándose como un firme defensor de esta misión colectiva permanente”, reportaba el Comando Aéreo Aliado de la OTAN en dicha ocasión.
En cuanto al incidente reportado el 17 de febrero, es presumible que la aeronave militar rusa realizara un vuelo de exploración y reconocimiento sin haber informado debidamente su plan de vuelo y con los transpondedores apagados, activando así el protocolo QRA, llevado a cabo por los cazas franceses.
Tras la interceptación, los Rafale identificaron al avión como un IL-20M Coot-A, una variante especializada en misiones de recolección de inteligencia de señales SIGINT/COMINT, basada en el Ilyushin Il-18 y habitualmente desplegada por las VKS para medir los tiempos de respuesta de las fuerzas de la OTAN.
Este nuevo episodio entre cazas franceses y aviones rusos se suma al registrado a mediados de enero, cuando el gobierno de Francia denunció que un sistema de defensa aérea S-400 de las Fuerzas Armadas Rusas iluminó a un avión de patrullaje Atlantique 2 (ATL2) de la Marina Nacional mientras realizaba un vuelo sobre el Báltico.
Actualmente, este tipo de incidentes es habitual en la región, donde tanto la OTAN como las Fuerzas Armadas Rusas ponen a prueba a la otra parte para medir tiempos de detección y respuesta, además de demostrar la operatividad y disponibilidad de sus medios aeronavales.
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