Desde el pasado mes de junio, y en el marco del apoyo brindado por la OTAN a los miembros de la alianza en la región del Báltico, la Fuerza Aérea de Portugal destino uno de sus aviones de vigilancia y patrullado marítimo P-3C Orion. A lo largo de su permanencia en Lituania, la cual finalizó el pasado 15 de julio, la aeronave tuvo en su haber la detección de un submarino de ataque clase Kilo II de la Armada de Rusia navegando en superficie.

Como fuera reportado en jornadas previas, la aeronave en cuestión es un P-3C CUP+ de la Fuerza Aérea de Portgual perteneciente al Escuadrón 601 “Lobos”, los cuales operaron desde el pasado 13 de junio al 15 de julio en la Base Aérea Siauliai ubicada en Lituania. A lo largo de su presencia en la región, efectuó una serie de misiones de vigilancia y reconocimiento de los espacios aéreos y marítimos de la mencionada Lituania, Estonia y Letonia
“Durante un mes, el destacamento realizó varias misiones de seguimiento de las actividades marítimas, donde detectó, entre otros, submarinos de la Federación Rusa. Esta misión promueve la seguridad marítima en el Mar Báltico, buscando garantizar la libertad de navegación y contribuir a la tranquilidad del flanco oriental de la OTAN”, expresó la Fuerza Aérea de Portugal en su comunicado oficial.

Según lo informado por la fuerza con motivo del repliegue de la P-3C y su tripulación de apoyo, conformada por 38 efectivos, la aeronave monitoreo 36 mil movimientos de tráfico marítimo, siendo en una de estas oportunidades donde detectó navegando en superficie a uno de los más modernos submarinos de ataque en servicio con la Armada de Rusia. Más precisamente, al submarino B-608 Mozhaysk; unidad perteneciente a la clase Kilo II (también denominada Proyecto 636.3), actualmente operando en Báltico, pero que está destinada integrarse a la Flota del Pacífico de la Armada Rusa.
Si bien basado en la clase Kilo original, diseñada y fabricada por la Unión Soviética en los años 70´, los bureaus de diseño y astilleros rusos han sometido a importantes revisiones de diseño y mejoras que culminaron en la construcción de la clase Kilo II. Entre estas se puede listar la capacidad de lanzamiento de misiles antibuque Kalibr-PL (SS-N-27 Sizzler) y torpedos de 533mm, como mejoras en su alcance y capacidades furtivas.


Con el regreso del P-3C Orion a su base de asiento en Portugal, esto no significa el fin de la presencia de la Fuerza Aérea Portuguesa en el Báltico, ya que ha comenzado un nuevo despliegue de cazas F-16 a fin de realizar misiones de Policía Aérea en la región. En total, se trata de cuatro aviones de combate F-16M, acompañados por un contingente de 95 efectivos, los cuales estarán destinados por los próximos meses en la Base Aérea de Siauliai, Lituania.
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