Una linda?
Cuando me entrego prisionero debíamos marchar a la BAMM con equipo cosa que hicimos.
Yo tenía mucho pero mucho visto y leído de la SGM y casi casi escuchando a Edmundo Sanders en mi mente veía la columna de personal propio y los puntos de registro y me aparecía la imagen de esas columnas interminables en el frente del este o en África.
Luego de varias cosas intermedias que son para otros relatos, subimos al Norland entre insultos varios fucking esto y fucking lo otro.
Ya en el Norland, sobre la plancha de acero nos indican manos a la cabeza y arrodillarse. El acero dibujado más dibujado que nunca !!!!
Pero poco tiempo después sentarse . Bien!
Abajo se veía al personal enemigo junto a gente del CCIR registrando por tercera vez en dos días a todos.
Instantes después mi turno, me sacan cordones de las botas de combate, del Duvet, de la chaquetilla y por suerte no tenia nada inglés ni proyectiles en los bolsillos que si tenía el día anterior.
De ahí uno imaginaba que íbamos a la sentina pero no.
Fuimos a los salones que tenían las ventanas tapadas y al poco tiempo nos dieron una ración con galletas y algo más junto con un envase de leche larga vida (que yo ni sabia que existía).
Siempre custodiados por soldados muy jóvenes. Uno no tenia más de 13 con una Sterling.
En algún momento parece que a la noche se le escapó un disparo a alguno de ellos y un soldado nuestro fue herido. Boludeando nada hostil, y lo llevaron a enfermería y la paso bomba!
Pasa que algunos hacían ruedas con los custodios y contaban chistes y cantaban.
Así estuvimos todo el viaje acostados en la alfombra y escuchando a Piero cantando Viejo, mi querido viejo.
Antes de desembarcar estábamos todos en la parte inferior del ferry. Donde van los vehículos y un par de soldados se levantaron y metieron en la cocina a agarraron comida. Nadie los vio. Por suerte . Había dos ingleses que iban y venían y dos amet en torres hechas con bolsas de arena en los extremos.
Instantes más tarde otro soldado se cruza y mete tras unas defensas y se pone a defecar en una lata de galletitas.
Mientras estaba en el “acto “, uno de los consignas lo ve y ahí pensamos que lo mataban pero no, increíblemente el soldado espero que terminara! Luego se lo llevó y para sorpresa al rato volvió con la lata. Se la hicieron lavar y nada pasó.
Para finalizar, al bajar por el puente del buque el comandante de la nave nos dio la mano a todos y nos dieron cigarrillos de los requisados a nuestros efectivos al ingreso.
Moraleja, yo había asumido una larga marcha tremenda y una reclusión como ovejas en corrales y estaba preparado para ello.
En su lugar fue, como una licencia, al lado de como veníamos.
