Cuenta una parábola judía que un día la Mentira y la Verdad se encontraron.
La Mentira le dijo a la Verdad:
- Buenos días, doña Verdad.
Y la Verdad fue a comprobar si realmente era un buen día. Miró hacia arriba, no vio nubes de lluvia, varios pájaros cantaban y viendo que realmente era un buen día, le respondió a la Mentira:
- Buenos días, doña Mentira.
- Hace mucho calor hoy, le dijo la Mentira.
Y la Verdad, viendo que la Mentira decía la verdad, se relajó. La Mentira entonces invitó a la Verdad a bañarse en el río. La Mentira se quitó la ropa, saltó al agua y dijo:
- Venga, doña Verdad, el agua está deliciosa.
Y una vez más la Verdad, sin dudar de la Mentira, se quitó la ropa y se metió en el agua; la Mentira salió del agua y se vistió con la ropa de la Verdad; la Verdad se negó a vestirse con la ropa de la Mentira y por no tener de qué avergonzarse, la Verdad salió desnuda caminando por la calle.
Y a los ojos de muchas personas, fue más fácil aceptar la mentira vestida de verdad, que la verdad desnuda y cruda....