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Irán y Reino Unido dan el primer paso para reestablecer relaciones diplomáticas
Londres cerró su embajada en Teherán en 2011 tras un asalto de estudiantes radicales.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, ha anunciado hoy que Reino Unido va a nombrar un encargado de negocios "no residente" para sus relaciones con Irán. El Gobierno de Teherán, por su parte, hará lo mismo con su representación diplomática. El nombramiento es el primer paso para el pleno reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, interrumpidas en 2011, así como una prueba del deshielo entre Occidente y la república islámica tras la elección de Hasán Rohaní como presidente, el pasado mes de junio. Hague y el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, se reunieron el mes pasado durante la Asamblea General de la ONU.
En declaraciones al Parlamento británico, Hague ha afirmado que este encargado de negocios estará encargado, entre otras funciones, de dar pasos "provisionales" para la "eventual reapertura de ambas embajadas". Eso sí, Teherán deberá hacer "cambios sustantivos" en su programa nuclear si quiere que Occidente rebaje las sanciones económicas contra la república islámica.
En noviembre de 2011, Reino Unido se sumó a una propuesta de EE UU de incrementar las sanciones comerciales a Irán por la agresiva política de expansión nuclear del anterior presidente, Mahmud Ahmadineyad. En respuesta, un grupo de estudiantes radicales iraníes asaltó y saqueó la embajada británica en Teherán, lo que provocó la retirada mutua de embajadores.
Desde entonces, los intereses británicos en Irán se han llevado desde la embajada sueca en Teherán, mientras que el país persa se ha relacionado con Londres desde su representación diplomática en Mascate (Omán).
ELPAIS.ES
 

Sebastian

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El problema de Irán con el Holocausto

Bozorgmehr Sharafedin
BBC
Domingo, 13 de octubre de 2013

Rohani ha hablado del Holocausto de manera diferente a su predecesor, pero no ha cambiado de posición.

Cuando Mahmud Ahmadineyad era el presidente de Irán, un asunto que continuamente contrariaba y ofendía a muchos en el exterior eran sus declaraciones que cuestionaban la dimensión del Holocausto o simplemente lo ponía en duda.

El nuevo gobierno de Hassan Rohani asumió una línea menos dura, pero la posición iraní sobre el Holocausto sigue siendo polémica.
Fue un tema clave por el que se le preguntó reiteradamente al presidente Rohani durante sus comparecencias ante los medios el mes pasado en Nueva York.

Sus respuestas fueron cuidadosas, pero no complacieron a todo el mundo.

Rohani dijo que se trató de un "crimen censurable y repudiable".

Pero, como puntualizaron muchos de los que escucharon sus entrevistas al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas, no declaró que está de acuerdo con el significado generalmente aceptado del Holocausto como la matanza de seis millones de judíos por el régimen nazi.


Hassan Rohani dio un vuelco en la retórica iraní al condenar el Holocausto.

Eso, indican sus críticos, demuestra que no le ha cerrado completamente la puerta a quienes en la república islámica sostienen que la cantidad de víctimas de los campos de exterminación ha sido exagerada.

"Lo que hicieron los nazis es condenable", expresó Rohani. "Pero la aclaración de los aspectos que ustedes mencionan es tarea de historiadores e investigadores. Yo no soy un erudito de la historia".

Su canciller, Mohammed Javad Zarif, ha sido más abierto.

Como diplomático educado en Estados Unidos que representó varios años a Irán ante la ONU, Zarif ve claramente cuánto perjudicó ese asunto a la reputación internacional de su país.

"Irán nunca negó (el Holocausto)", tuiteó en un intercambio con Christine Pelosi, hija de Nancy Pelosi, líder de la minoría en la Cámara de Representantes de EE.UU. "El hombre que se percibía que lo negaba ya se fue".

Ciertamente se refería a Ahmadineyad, quien durante su presidencia, sostuvo frecuentemente que el Holocausto era un mito. Pero, ¿significa la partida de Ahmadineyad el fin de la negación del Holocausto en Irán?

El ayatolá Jamenei, líder supremo de Irán es quien decide la política exterior y se ha referido repetidamente al Holocausto como un suceso histórico distorsionado. Él sigue en el poder.


Delegaciones enteras abandonaron la Asamblea General de la ONU cuando habló Ahmadineyad en 2011.

Fenómeno reciente
Irán e Israel tenían buenas relaciones cuando gobernaba el Shah. La Revolución islámica de 1979 dio paso a un nuevo período de hostilidad antiisraelí, aunque no acompañada de intentos de negar el Holocausto.

De hecho, durante la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), Teherán se inspiró en muchas películas occidentales sobre la Segunda Guerra Mundial y la televisión nacional estaba llena de programas que se compadecían de las víctimas de la guerra, incluidos los judíos.

Realmente el primer funcionario iraní en poner en duda el Holocausto fue Jamenei.

En enero de 2002, se refirió a las cámaras de gas en los campos de concentración como una historia sobre la cual la verdad "no estaba clara" y que se usaba como "propaganda sionista" para ganarse la compasión del mundo.

Ahmadineyad siguió esta línea y en 2005, su primer año en el poder, calificó el exterminio nazi de los judíos como "un mito".

"El Holocausto era algo que sólo se leía en los libros de historia en Irán", afirma Mehdi Khalaji, investigador principal en el Instituto de Washington para la Política en el Oriente Cercano.


Benjamin Netanyahu usó documentos de la era nazi para rebatir la negación de Ahmadineyad en 2009.

"Ahmadineyad fue quien trajo este término a la literatura política de Teherán y lo convirtió en uno de los elementos de su política exterior. Durante su mandato, Irán deseaba amenazar a Israel y era la manera más segura".

Meir Javedanfar, experto israelí sobre Irán y Medio Oriente que nació y creció en Teherán, cree que Ahmadineyad hizo de la negación del Holocausto un principio clave de su política exterior por dos razones.

"Primero, deseaba distinguirse de su predecesor, Mohammad Jatamí, quien se convirtió en una figura mundial cuando le propuso a la ONU la idea del diálogo entre las civilizaciones y religiones", dijo a la BBC.

"Segundo, creía que negar el Holocausto sería un golpe existencial para Israel. Pero no se daba cuenta que negar el Holocausto sería percibido como antisemita en lugar de antiisraelí".

Control del daño

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, fue el primer funcionario en poner en duda el Holocausto.

Durante el gobierno de Ahmadineyad, hubo esfuerzos por tratar de mostrar que Irán no era antisemita.

Probablemente el de más alto perfil fue una serie de televisión muy costosa y bien producida, titulada "Zero Degree Turn" (Un giro de cero grados), esencialmente una versión iraní de "La Lista de Schindler".

Se basaba en una historia real sobre un diplomático iraní que salvó a muchos judíos durante la ocupación nazi de París, al darles pasaportes iraníes y permitirles refugiarse en su embajada.

Pero Ahmadineyad mantuvo su retórica, pese a la reacción internacional, pues creía que había encontrado el talón de Aquiles de Israel.

En diciembre de 2006 le ordenó a la cancillería realizar una conferencia de dos días para revisar el Holocausto. La información obtenida por la BBC muestra que a muchos funcionarios les frustró esa orden.

"La negación del Holocausto ha sido común en el mundo árabe durante décadas, pero la ideología de Ahmadineyad estaba arraigada principalmente en académicos revisionistas occidentales", indica Khalaji.

"Por eso a la conferencia contra el Holocausto en Teherán acudieron principalmente occidentales e incluso algunos neonazis y miembros del Ku Klux Klan, más que islamistas".

"Ahmadineyad creía haber ejercido una presión sin precedentes contra Israel", señala Javedanfar. "Pero no se dio cuenta de que sólo logró fortalecer la postura israelí contra el programa nuclear iraní".

"Crimen atroz"
"Irán nunca negó (el Holocausto). El hombre que se percibía que lo negaba ya se fue"

Mohammed Javad Zarif, canciller iraní

Rohani y su equipo han dejado en claro que quieren dejar atrás los años de la retórica de Ahmadineyad, mientras intentan hallar una solución a la disputa sobre su programa nuclear.

En una entrevista con la cadena ABC a fines de septiembre, el canciller iraní describió el Holocausto como un "crimen atroz" y dijo que las declaraciones del ayatolá habían sido mal traducidas y sacadas de contexto.

"Jamenei llamó al Holocausto un mito, pero es improbable que niegue la aseveración del canciller", afirma, sin embargo, Khalaji.

"Ahmadineyad es ahora el chivo expiatorio. En la tradición de la república islámica, los funcionarios suelen negar declaraciones previas, no explícitamente, sino culpando a los traductores o reporteros. En la diplomacia iraní, mala traducción significa darse por vencido".
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/10/131010_iran_holocausto_jgc_finde.shtml
 

Sebastian

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Las potencias e Irán reanudan el diálogo nuclear con ‘cauto optimismo’

La reunión trata de confimrar con hechos el tono conciliador adoptado por Teherán desde la llegada al poder de Rohaní
Andrea Rizzi Ginebra 15 OCT 2013 - 12:19 CET4


Catherine Ashton junto al ministro de Exteriores iraní Mohamad Zarif. / POOL (REUTERS)

Las grandes potencias e Irán han reanudado este martes en Ginebra las negociaciones sobre el programa nuclear del régimen de Teherán por primera vez desde el ascenso a la presidencia del país persa de Hasan Rohaní. Irán ha acudido a la mesa negociadora con una nueva propuesta cuyos detalles no han sido divulgados.

“Creemos que nuestra propuesta tiene los elementos como para marcar un punto de inflexión. Vamos en serio. No estamos aquí para perder tiempo, perseguimos con seriedad una negociación que dé resultados”, declaró a la prensa el viceministro de Exteriores iraní, Abas Araqchi, quien señaló que las partes acordaron mantener confidenciales los detalles de la propuesta. Los representantes de las seis potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, Alemania) no ofrecieron comentarios.

Años de desencuentros invitan a un prudente escepticismo

El tono moderado del nuevo líder, síntomas de deshielo en las relaciones entre Washington y Teherán y las duras consecuencias sobre la economía iraní de la batería de sanciones occidentales han dado a las en las semanas previas a la reunión a las expectativas de avances significativos después de años de infructuoso diálogo. “Mantenemos un cauto optimismo” respeto a la posibilidad de progresos, dijo el portavoz de Catherine Ashton –la representante de Exteriores de la UE, que dirige la delegación de las seis potencias- poco después del inicio del diálogo.

La ronda negociadora fue precedida anoche por una cena entre Ashton y el ministro de Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif –que encabeza la delegación de Teherán- en la que se hizo patente una “atmósfera diferente” con respecto al pasado, según fuentes comunitarias. Las negociaciones, por vez primera, se están desarrollando directamente en inglés.

La presencia de Zarif, responsable de Exteriores, constituye de por sí una significativa novedad. Rohaní decidió asignar a Exteriores la cartera de la negociación nuclear, que hasta ahora gestionaba el conservador Consejo de Seguridad Nacional.

La reunión arranca además precedida por manifestaciones de optimismo –“la ventana de la diplomacia se está abriendo”, dijo el domingo el secretario de Estado de EEUU, John Kerry; “tengo la esperanza de que podamos acordar una hoja de ruta el miércoles”, señaló Zarif- e inequívocas señales de sufrimiento económico que elevan el interés iraní a buscar una solución que acerque al levantamiento de las sanciones.

Años de desencuentros y consideraciones de carácter estratégico invitan sin embargo a un prudente escepticismo a muchos diplomáticos y analistas del sector.

Aunque el cambio en la presidencia iraní –de Ahmadineyad a Rohaní- haya marcado un claro viraje en la actitud diplomática, estos señalan que el poder de decisión final sobre el programa nuclear reside –ahora como antes- en las manos del líder supremo Jameneí. Y argumentan que el cálculo estratégico según el que disponer de armas nucleares o de la capacidad de fabricarlas representa un seguro de vida para el régimen es muy radicado en el establishment iraní.

Teherán pondrá previsiblemente sobre la mesa de Ginebra una propuesta que contenga algunos avances con respeto a su anterior posición; pero es dudoso que las concesiones sean suficientes como para despejar las sospechas que Occidente nutre acerca del programa nuclear iraní y especialmente convencer de ello al Congreso estadounidense, que en última instancia tiene que aprobar el levantamiento de las sanciones. Israel presiona con fuerza para que eso no ocurra. El primer ministro israelí llamó hoy a las potencias a mantener firme su postura y a exigir un completo repliegue del programa nuclear iraní.

Las cuestiones técnicas sobre las que se negocia vierten especialmente alrededor del programa de enriquecimiento de uranio, un proceso que, hasta ciertos niveles tiene usos civiles, pero que, con mayor grado de refinamiento, permite producir cabezas nucleares. En los últimos años, Irán ha multiplicado su capacidad de enriquecimiento elevando el número de centrifugadoras a ello aptas; y también ha empezado a enriquecer uranio hasta niveles del 20%, un umbral todavía de uso civil, pero que le ha acercado significativamente al grado militar.

Occidente sustancialmente reclama mayor capacidad de inspección a las instalaciones iraníes; que Irán deje de enriquecer al 20% y entregue a algún país o entidad neutral el material ya producido –o lo convierta a formas que impiden o dificultan su ulterior procesamiento hasta niveles militares-. El objetivo es que Teherán no disponga de suficiente stock para armar –si hubiese la voluntad- una bomba. También hay presiones para que se reduzcan el número de centrifugadoras operativas y se cierre una planta subterránea –la de Fordow, cerca de Qom, al sur de Teherán- que por sus características es muy difícil de atacar. Irán solo tiene una central nuclear civil, construida por Rusia, que difícilmente justifica un programa masivo de enriquecimiento de uranio.

Irán mantiene que es su derecho enriquecer uranio y que solo lo hace con intenciones civiles. Uno de los negociadores iraníes ha señalado el domingo que la entrega de material es una “línea roja”, pero debería haber flexibilidad en materias de inspecciones y del futuro ritmo y nivel de enriquecimiento.

Optimismo y escepticismo conviven en un proceso que, sin duda, se halla aquí en Ginebra ante una oportunidad única de encarrilarse en una senda pacificadora.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/15/actualidad/1381832395_616205.html
 

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Nueve senadores ofrecen suspender la aplicación de nuevas sanciones a Irán
Un grupo bipartito envía una carta a Obama en la que propone cancelarlas a cambio de que Teherán ponga fin a su programa de enriquecimiento de uranio.

Un grupo bipartito de Senadores de Estados Unidos han asegurado este lunes que están abiertos a suspender la aplicación de nuevas sanciones a Irán a cambio de que su Gobierno paralice, a su vez, el programa de uranio enriquecido. Esta oferta, transmitida al presidente Barack Obama a través de una carta, es un voto de confianza de la cámara Alta al compromiso del nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní, a abrir un nuevo diálogo sobre el control internacional de su programa nuclear, cuyas negociaciones comienzan este martes en Ginebra.
“EE UU debería considerar, junto con el resto de miembros del P5+1 [los países con presencia permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y Alemania], un acuerdo ‘suspensión por suspensión’ que contemple la suspensión del enriquecimiento de uranio por parte de Irán y la suspensión por parte de EE UU de nuevas sanciones”, se señala en la carta remitida, entre otros, por los influyentes senadores, Bob Menéndez, Chuck Schumer -del Partido Demócrata- y Lindsey Graham y John McCain -del republicano.
fueron aprobadas por la Cámara de Representantes en julio y debían haberse debatido en el Senado a lo largo del mes de septiembre. No obstante, el tono aperturista del nuevo presidente iraní, unido a las presiones del Departamento de Estado para que no se votara el nuevo paquete de medidas antes de la cumbre de Ginebra, evitando obstaculizar la atmósfera de consenso labrada en el último mes, ha llevado a la cámara Alta a demorar la aprobación de las penalizaciones hasta que finalicen las negociaciones de esta semana. “Ha habido mucha discusión estos días sobre si es ahora, justo cuando se están llevando a cabo las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, el mejor momento para aprobar nuevas sanciones o mantener simplemente las que ya se están aplicando”, reconoció la semana pasada el senador Bob Corker, líder de los republicanos en el comité de Relaciones Internacionales.
La nueva propuesta de los senadores, muchos de ellos favorables históricamente al endurecimiento de las sanciones a Irán, es un ejemplo más del deshielo de las relaciones entre ambos países, cuya muestra más palpable fue la histórica llamada que Obama mantuvo con Rohaní hace unas semanas. No obstante, los legisladores exigen pruebas fácticas de la buena voluntad manifestada hasta ahora por Rohaní. “Apoyamos los esfuerzos por explorar la vía diplomática, pero creemos que la verdadera prueba de la sinceridad de Irán será su deseo de transformar sus buenas palabras en realidades”, se indica en la carta. La predisposición de los senadores es tal que aseguran que si Teherán desmantela su programa nuclear “estaremos preparados para eliminar el resto de las sanciones de manera paulatina”.
A finales de julio, la Cámara de Representantes aprobó por abrumadora mayoría (200 votos a favor y 20 en contra) endurecer las sanciones a Irán aprobando un proyecto de ley que contemplaba varias de las medidas más duras jamás adoptadas por esté país contra el régimen de los ayatolás. Las nuevas penalizaciones incluían, entre otras, una reducción de las exportaciones de crudo del país asiático -su principal fuente de ingresos- en un millón de barriles diarios, lo que, de facto, supone casi reducir a cero su nivel de exportación.
La resolución se interpretó como una señal clara de que el Congreso de EE UU no estaba dispuesto a otorgar un voto de confianza a Rohaní. “Irán puede cambiar de presidente, pero su programa nuclear continúa”, dijo entonces el republicano Ed Royce. uno de los promotores del endurecimiento de las sanciones.
El Senado planeaba rebajar el rigor de las medidas de la Cámara en relación a la exportación de petróleo, manteniendo, sin embargo, la presión sobre las exportaciones de gas natural y la inclusión de otras industrias, como la del motor, la construcción y la minería en su lista negra. La Casa Blanca ha mostrado su reticencia al paquete de medidas que aprobó la cámara Baja y ha tratado de desactivar su dureza. “Vamos a continuar hablando con el Congreso sobre la legislación relacionada con Irán, como hemos hecho en las últimas semanas. Irán tiene la obligación de mejorar su economía”, advirtió la semana pasada un portavoz del Departamento de Estado.
elpais.es
 

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Irán sugiere que podría considerar inspecciones nucleares más amplias
Irán sugirió que estaba preparado para responder a las peticiones de que entregue al supervisor nuclear de Naciones Unidas facultades de inspección más amplias, como parte de las propuestas de Teherán para solucionar una disputa con Occidente que ya lleva 10 años.

Las palabras del viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, parecieron ser el primer indicio específico de las concesiones para las que el Gobierno iraní estaría preparado, a cambio de la remoción de las sanciones que perjudican a su economía, dependiente del petróleo.

Irán presentó un plan de tres fases para poner fin al punto muerto sobre su programa nuclear durante el primer día de la reunión del 15 y el 16 de octubre con seis potencias mundiales en Ginebra.

Teherán no entregó detalles de su propuesta el martes, pero sí dijo que incluía la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por su sigla en inglés).

La agencia estatal de noticias iraní IRNA consultó a Araqchi sobre los temas del enriquecimiento de uranio y sobre el Protocolo Adicional del país con la IAEA.

"Ninguno de esos asuntos está dentro del primer paso (de la propuesta iraní), sino que forman parte de las últimas fases", respondió Araqchi, en declaraciones emitidas el miércoles.

El Protocolo Adicional permite inspecciones no anunciadas fuera de los sitios declarados y es considerado una herramienta vital de la agencia para asegurar que un país no tenga ningún trabajo nuclear escondido.

Las seis potencias mundiales -Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, China y Rusia- exigen la implementación del protocolo, mientras que Irán declara que es voluntario.

Las potencias también quieren que Teherán reduzca su programa de enriquecimiento de uranio y que suspenda las actividades de nivel más alto.

Los diplomáticos occidentales recalcan que quieren que Irán demuestre con acciones concretas las afirmaciones hechas en su nuevo tono conciliador.

Ambos lados insisten en que no se debe esperar un progreso rápido en la reunión de esta semana, la primera desde que el presidente iraní, Hassan Rouhani, asumió el cargo.

REUTERS
 

Sebastian

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Israel exige a las potencias mundiales que no cedan ante Irán

Netanyahu advierte de que Israel no descarta ataques preventivos en casos extremos

La exigencia es que Irán no pueda enriquecer uranio bajo ningún concepto

David Alandete Jerusalén 16 OCT 2013 - 19:56 CET


El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, asiste a una ceremonia con motivo de la celebración del 18º aniversario del asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin. / GALI TIBBON / POOL (EFE)

Con las miras puestas en Ginebra, Israel se ha quedado solo alertando a gritos de la inminente llegada del lobo. La intensa campaña de presión de Benjamín Netanyahu y sus más cercanos ministros en los pasados días, a ambos lados del Atlántico, no impidió ni las muestras de buena voluntad ni los comunicados conjuntos de Irán y las potencias mundiales ayer en Ginebra. Algún progreso debe haber, cuando ambas partes han aceptado volver a negociar en noviembre. Y ante la posibilidad de ceder un solo milímetro en las sanciones contra Irán, el gobierno israelí no ha dudado en emplear ni una sola de las cartas a su alcance: ni la de comparar las conversaciones con Irán con las de los nazis en 1938 ni la de advertir de posibles ataques preventivos.

Hay una condición que para Israel es innegociable: Irán debe renunciar al enriquecimiento de uranio. Hay 15 países que lo enriquecen, e Irán puede comprarlo a ellos, como otras 170 naciones, para uso civil. La razón, según detalló esta semana un alto funcionario israelí bajo condición de anonimato: “Su ideología es la aniquilación del Estado de Israel. Y ya tenemos malas experiencias con dictadores que querían aniquilar al pueblo judío”. Y si de recurrir a la Alemania nazi se trata, ahí no se detuvo el gobierno israelí.

“No podemos permitir que las conversaciones de Ginebra se conviertan en Múnich en 1938”, dijo el lunes en una conversación con la prensa el ministro de Asuntos Estratégicos Yuval Steinitz, en referencia a las conversaciones de los poderes europeos con la Alemania nazi, que precedieron a la anexión de parte de Checoslovaquia. “Esta es, por cierto, la primera vez que veo a un país definir su identidad u orgullo nacional por cuantas centrifugadoras puede tener rodando”, añadió.

Netanyahu ya advirtió en la Asamblea General de Naciones Unidas, en el último discurso de la sesión, contra aligerar las sanciones económicas a Irán por acuerdos provisionales o meras promesas. Quedó como una voz grave y sombría, que pasó desapercibida tras lo que en Israel se ha bautizado como la estrategia de encantamiento del nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní.

De vuelta a Jerusalén, Netanyahu no cedió ni un milímetro en un discurso ante el parlamento el martes. “Un ataque preventivo no es necesario en cada situación, pero debería sopesarse como opción viable”, dijo. A principios de 2012 ya trató de que Washington se uniera a esa causa de un ataque precautorio. No triunfó entonces. Tal vez por eso, en los pasados meses, el primer ministro ha repetido tanto una frase ya común en sus discursos: “Israel debe saber defenderse solo”. Puede ser una estrategia. O una resignación.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/16/actualidad/1381946191_367744.html
 

Sebastian

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El presidente Rohaní resucita el diálogo nuclear con las potencias

Occidente reconoce avances en la posición iraní

Las partes negocian una nueva hoja de ruta presentada por Teherán

Andrea Rizzi Ginebra 16 OCT 2013 - 21:49 CET


Mohamed Javad Zarif, ministro de Exteriores iraní, sale de la reunión celebrada en Ginebra. / F. COFFRINI (AFP)

El ascenso a la presidencia iraní de Hasan Rohaní ha resucitado el diálogo nuclear entre Teherán y las grandes potencias. Tras años de absoluta parálisis, la primera ronda negociadora celebrada con la nueva delegación iraní no desembocó en acuerdos pero sí marcó un claro punto de inflexión. Las partes pactaron no divulgar el contenido de la nueva hoja de ruta presentada por Teherán y debatida aquí en Ginebra, pero fuentes occidentales involucradas en la negociación señalaron que el “diálogo fue de una calidad jamás vista”, que “se habló de todo” y se “estableció un método negociador eficaz”. “Está por ver si el cambio de actitud producirá avances concretos, pero parece el inicio de una verdadera negociación y me inclino a pensar que se recogerán frutos en la próxima ronda”, dijo la fuente.

“Hemos obtenido de Irán más que nunca, pero necesitamos todavía más”, resumió un diplomático estadounidense consultado en Ginebra por la agencia Reuters. Desde Washington, la Casa Blanca saludó un nivel de “seriedad y concreción” que no había visto antes en la postura iraní. Entre los síntomas de que por fin algo se mueve destacan la cita para una nueva ronda negociadora en tan solo tres semanas, precedida de encuentros técnicos, y la emisión, por primera vez, de un comunicado conjunto.

La hoja de ruta que discuten las partes pretende establecer un calendario de medidas por las que Occidente tendría mayores garantías de que Irán no pueda desarrollar una vertiente militar de su programa nuclear, mientras Teherán obtendría un progresivo levantamiento de las sanciones que asfixian su economía. El esquema que se maneja contempla una primera fase de adopción de medidas de confianza mutua, y una segunda con implementación de medidas de calado según un patrón de actuación simultánea.

El secretismo que rodea la negociación, requerido por la delegación iraní, responde en parte a la exigencia del presidente Rohaní de manejar oportunamente la comunicación del proceso —y las eventuales concesiones— ante la opinión pública nacional. Independientemente de cuál sea el grado real de disposición a ceder de Rohaní y del líder supremo, Ali Jameneí, los sectores conservadores del régimen podrían utilizar la munición de la negociación para disparar sobre el nuevo líder y su presunta debilidad ante Occidente.

Significativamente, los negociadores iraníes han transmitido a lo largo de los dos días de diálogo en Ginebra señales contradictorias en declaraciones a los reporteros de su país. A veces marcaban líneas rojas, para a continuación sugerir veladamente la posibilidad de concesiones sobre las mismas. Es el caso de la posibilidad de inspecciones más intrusivas por parte del Organismo Internacional de la Energía Atómica y de la limitación de la actividad de enriquecimiento de uranio. En ningún caso esas declaraciones entraron en el detalle de hasta dónde y en qué condiciones se asumirían esas concesiones.

Todo el proceso está sometido a enormes presiones estratégicas. Israel empuja para que las potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) se mantengan firmes ante lo que considera un mero espejismo de negociación. En la misma línea, paradójicamente, aunque de manera menos evidente, presionan Arabia Saudí, los países del golfo Pérsico, y en general buena parte del mundo suní. La Casa Blanca, además, debe lidiar con un Congreso estadounidense muy reticente a aliviar la presión y que tiene la última palabra en la materia. Pero es evidente el anhelo de la Administración de Obama de apuntarse el histórico tanto diplomático de un eficaz deshielo con Irán, algo quizá parangonable casi al giro de Nixon con China.

Al término de la ronda y de forma algo sorpresiva, Rusia manifestó un punto de vista más escéptico que las delegaciones occidentales.

Entre las peticiones occidentales destacan la exigencia de que Teherán deje de enriquecer uranio al 20% —un nivel relativamente cercano al grado militar—, permita mayores inspecciones y mantenga sus stocks en cantidades bajas.

Irán reclama que se reconozca su derecho al programa atómico y se relajen las sanciones que le estrangulan. La exportación de crudo ha caído en dos años de 2,5 millones de barriles diarios a menos de un millón. La inflación supera el 40% según datos oficiales, y el paro supera el 20%, según estimaciones independientes. El temor a estallidos sociales sin duda agrieta la firmeza del régimen en la cuestión nuclear. Queda por ver cuánto está dispuesto a ceder.

Una carrera atómica que avanza firme
Mientras las sanciones se iban acumulando progresivamente sobre sus hombros —y mientras mantenía unas negociaciones internacionales totalmente infructuosas— Irán ha desarrollado sin pausa y con cada vez mayor vigor su programa nuclear, con un acelerón en los últimos dos años que cambia el panorama estratégico porque reduce su distancia hasta las armas atómicas si se propusiera disponer de ellas.

Cuando en 2006 el Consejo de Seguridad de la ONU impuso a Teherán las primeras sanciones por su ambiguo programa nuclear, Irán disponía de un par de centenares de centrifugadoras para enriquecer uranio. Ahora, cuenta con casi 20.000, más de la mitad de las cuales fue instalada en los últimos dos años. Entre ellas figuran un millar de nueva generación con una capacidad productiva muy superior a las anteriores, que permitirían, si Irán lo quisiera, elevar el uranio enriquecido del nivel civil al militar en plazos muy inferiores.

Varios respetados expertos del sector calculan que, con ese despliegue, podría lograr material suficiente para una bomba en cuestión de semanas. Otra cosa es que Irán tenga también la capacidad para diseñar una cabeza nuclear que pueda ser llevada eficazmente por sus misiles. En este terreno, todo son especulaciones, aunque un informe de 2011 del Organismo Internacional para la Energía Atómica apuntó que la agencia disponía de pruebas de que Irán había desarrollado en los años anteriores “investigaciones relevantes para el desarrollo de una cabeza nuclear”. Irán niega que su programa atómico tenga fines militares.

Teherán también ha avanzado en el desarrollo de un reactor nuclear de agua pesada, que tiene la capacidad de generar el plutonio necesario para armar una cabeza nuclear. De esa manera, Irán dispondría de las dos vías posibles para armar una bomba: la del uranio y la del plutonio.

Fuentes europeas cercanas a la negociación nuclear señalan que la puesta en marcha del reactor de agua pesada es una línea roja muy importante para las potencias occidentales.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/16/actualidad/1381920579_931807.html
 

Sebastian

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Un hombre que sobrevivió a su propia ejecución volverá al cadalso en Irán

Las ONG piden el perdón para un condenado por narcotráfico que estuvo 12 minutos ahorcado

La ley islámica impide repetir las ejecuciones si el condenado sobrevive

Ángeles Espinosa Dubái 18 OCT 2013 - 16:01 CET31


Una ejecución en Irán en 2002. / REUTERS

Resulta insólito que alguien sobreviva a su propia ejecución. Es justamente lo que le ha sucedido a Alireza M., un iraní condenado a muerte por tráfico de drogas. Al día siguiente del ahorcamiento un empleado de la morgue descubrió que aún respiraba. Pero el alivió que su familia apenas ha durado. Un juez ha determinado que debe volver al cadalso. Abogados y organizaciones de derechos humanos tachan de cruel esta segunda condena a muerte y piden a Irán que le perdone.

“La terrible perspectiva de que este hombre se enfrente por segunda vez a la horca, tras haber pasado ya por semejante trago una vez, sólo subraya la crueldad y la brutalidad de la pena de muerte”, ha declarado Philip Luther, director del programa para Oriente Próximo de Amnistía Internacional.

Alireza M. fue ejecutado a principios de este mes en la prisión de Bojnurd, la capital de la provincia de Jorasán Septentrional, en la frontera con Turkmenistán. El hombre, de 37 años, casado y con dos hijas, había sido condenado a muerte por estar en posesión de un kilo de clorhidrato de metanfetamina, conocido como cristal o shabú. Un médico certificó su fallecimiento después de permanecer 12 minutos colgado en la horca, y su cuerpo fue trasladado al depósito de la cárcel. Pero según reveló la semana pasada la prensa iraní, un empleado de la morgue descubrió que estaba vivo y avisó a la familia. Desde entonces permanece en un hospital bajo vigilancia armada.

Dentro de Irán, un grupo de abogados ha firmado una petición al jefe del poder judicial, el ayatolá Sadeq Lariyaní, pidiendo el sobreseimiento del caso habida cuenta de su excepcionalidad. Sin embargo, el juez competente ha informado a la familia de que Alireza M. será ejecutado de nuevo “en cuanto reciba el alta médica”. Su postura ha sido respaldada por Nurollah Aziz-Mohamadi, un destacado juez, citado por el diario Iran.

“Según la Sharía [ley islámica], si alguien sobrevive a una ejecución, no debe de ser ejecutado de nuevo, y hasta donde yo sé nadie ha sido ejecutado una segunda vez”, discrepa la abogada Farideh Gheirat consultada por la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán. “No debemos considerar sólo la opinión de un juez. Aún no se ha anunciado nada definitivo sobre el asunto y tendremos que esperar”, añade antes de mencionar que se ha procedido de ese modo en casos en que se ha roto la horca u ha habido otro tipo de incidentes.

“Las autoridades iraníes deben frenar de inmediato la ejecución de Alireza M. y dictar una moratoria en el resto”, pide Amnistía Internacional. Esta organización recuerda que Irán tiene la mayor tasa de ejecuciones per cápita del mundo y sólo China, con una población mucho mayor, le supera en número. De acuerdo con sus datos, al menos 508 personas han sido ajusticiadas este año, incluidos 221 casos que no se han confirmado oficialmente. La mayor parte de las sentencias a muerte tienen que ver con delitos por drogas.

Aunque Hasan Rohaní ha prometido acabar con el ambiente represor del anterior Gobierno, grupos de derechos humanos apuntan que desde su llegada a la presidencia en agosto se han producido 125 ejecuciones. Algunos observadores sospechan que el poder judicial, uno de los feudos de los ultraconservadores del régimen, esté acelerando la ejecución de sentencias para tratar de sabotear sus esfuerzos de mejorar las relaciones con Occidente.
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Irán advierte contra presiones de Occidente
El presidente del Parlamento iraní advirtió que excesivas presiones de Occidente durante las negociaciones podrían obligar a los legisladores de Irán a pedir un incremento en las actividades atómicas del país.

Alí Larijani dio su mensaje luego de las exhortaciones de algunos miembros del Congreso de Estados Unidos para que las sanciones sean endurecidas pese a que las negociaciones sobre el programa nuclear iraní arrancaron la semana pasada. El mensaje parece atender los temores de los radicales iraníes ante posibles concesiones por parte de Teherán a fin de ablandar las sanciones impuestas por Washington y sus aliados.

Larijani dijo el domingo que el Parlamento podría pronunciarse sobre la "cantidad y diversidad" de las actividades nucleares, una insinuación de que podría exhortar a un incremento la actividad nuclear si Occidente muestra un "doble rasero y una conducta injustificada". No dio más detalles en los comentarios difundidos por la agencia noticiosa semioficial iraní Farsi.

Las negociaciones se han centrado en una actividad iraní clave: el enriquecimiento de uranio.

AP
 

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Irán anuncia la ejecución de 16 presos en represalia por una emboscada mortal

La víspera 14 guardafronteras murieron en un enfrentamiento con bandas armadas

Ángeles Espinosa Dubái 26 OCT 2013 - 16:20 CET7

Irán ha ejecutado en la horca este sábado por la mañana a 16 presos, a los que ha calificado de "rebeldes", en represalia por la muerte de al menos 14 guardafronteras en una emboscada la noche anterior en una zona lindante con Pakistán, según han informado los medios de comunicación iraníes. La tensión en la provincia de Sistán-Baluchistán no es nueva. El Gobierno central lleva años combatiendo una mezcla de insurrección baluchi y mafias de la droga. Sin embargo, sorprende la rapidez con la que se ha respondido al ataque, el más grave del que se tiene noticia desde 2012.

"Dieciséis rebeldes vinculados con grupos hostiles al régimen han sido ahorcados esta mañana en la prisión de Zahedán como respuesta a la muerte de guardafronteras en Saraván", ha anunciado Mohammad Marzieh, el fiscal general de Sistán-Baluchistán, citado por la agencia Fars.

Las ejecuciones también han sido recogidas por la semioficial Isna. Irán es el país que más ejecuciones per cápita realiza, solo superado por China cuya población es casi veinte veces mayor. El relator especial de la ONU para Irán, Ahmed Shaheed, cifró el pasado miércoles en 724 el número de ajusticiamientos llevados a cabo entre enero de 2012 y junio de este año.

Con anterioridad, Fars había informado de la muerte de 14 miembros del cuerpo de vigilancia de fronteras en un enfrentamiento con bandas armadas. Otros 7 resultaron heridos. Hedayatollah Mirmoradzehi, representante de Saraván en el Parlamento, elevó los muertos a 17 y atribuyó el ataque a "guerrillas antirrevolucionarias".

No está claro qué relación tienen los ejecutados con el grupo que atacó a los guardafronteras. Las informaciones de los medios iraníes parecen indicar que habían sido condenados con anterioridad y que su ahorcamiento se ha acelerado para enviar un mensaje a los responsables de la emboscada. Según el gobernador provincial, estos habrían huido a Pakistán.

La frontera entre ambos países y el vecino Afganistán está considerada una de las más peligrosas del mundo. En esa región, la más pobre, subdesarrollada y menos poblada de la República Islámica, las fuerzas de seguridad iraníes combaten desde hace años contra las bandas armadas que protegen el narcotráfico, con un elevado coste en sus filas. Cerca de 4.000 agentes han muerto en ese empeño.

Pero la situación se complica porque las tribus baluchis que habitan la zona son suníes y se dicen discriminados por el Gobierno central (chií). Aunque Teherán niega que tengan motivos para ello, algunos rebeldes han utilizado ese sentimiento para justificar sus acciones terroristas. Tal es el caso de Jundullah (Ejército de Dios) que asegura luchar por los "derechos de los baluchis" y que ha causado centenares de muertos en ataques contra los soldados iraníes. Sin embargo, sus atentados han disminuido desde la ejecución del que era su cabecilla, Abdolmalek Rigi, en junio de 2010.

Los baluchis apenas suponen un 3% de los 78 millones de iraníes, pero se trata de un grupo étnico transnacional, la mayoría de cuyos nueve millones viven en Pakistán. Muchas familias a ambos lados de la frontera irano-paquistaní viven del tráfico de drogas y de personas. A menudo, las actividades terroristas se confunden con las mafiosas y, sin acceso de prensa independiente, es imposible determinar el apoyo de la población a los rebeldes. Desde que en 2007 los Pasdarán tomaran el control de la seguridad en la provincia de Sistán-Baluchistán, ningún extranjero está autorizado a vivir en la zona cercana a la frontera.
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