ya con los primeros submarinos británicos en la zona se les asignaron las misiones iniciales para ubicar a la flota argentina. El 23 de abril, el HMS Splendid tendría su primer contacto con el ARA 25 de Mayo a pocas millas de la costa y próximo a su base de Puerto Belgrano. Las ROE (Reglas de Enfrentamiento) impedían atacarlo y el comandante del sumergible recibió órdenes en ese sentido tras solicitar el ataque, lo que le llevó, por orden superior, a romper el contacto. Tres días después, a la altura de Comodoro Rivadavia, se encontraría con los ARA Santísima Trinidad y Hércules, acompañados de las tres corbetas en servicio en la Armada argentina. Nuevas órdenes molestaron al comandante cuando, tras 24 horas, se le ordenó suspender este seguimiento y volver al Norte para ubicar de nuevo al ARA 25 de Mayo, pues consideraba que la formación argentina le llevaría hasta él sin necesidad de tener que buscarlo en el amplio mar. En esos días, el Gabinete de Guerra británico analizó la amenaza del portaaviones, lo que condujo a la implantación de una zona de exclusión total, a la ubicación de los submarinos en zonas y a modificar las ROE para permitir el ataque al portaaviones fuera de la zona de exclusión bajo ciertas circunstancias. En aquellos días de abril, no solo las aguas próximas al continente llamaron la atención de las fuerzas argentinas, sino que el mar de Malvinas fue zona también de detección submarina. Dos días antes de la llegada de los primeros submarinos británicos, el 10 de abril, la corbeta ARA Granville viviría un incidente con un supuesto submarino a la salida de Puerto Argentino. Desde el puente aéreo, llegando a Malvinas, los aviones de la Fuerza Aérea alertaron de algunos ecos radar y destellos luminosos, blancos e intensos, procedentes de las entrañas del mar. Señales que desaparecían cuando se investigaban y que dejaron de observarse cuando los aviones, a partir del 1 de mayo, pasaron a no poder volar en condiciones normales. Señales que hoy se sabe no correspondían a las posiciones de los submarinos británicos.
Otras averías supusieron graves problemas de seguridad para el buque y su dotación. El HMS Splendid hizo superficie cuando empezaron los problemas dentro del radio de acción de la aviación argentina, en plena persecución al ARA 25 de Mayo; y el HMS Conqueror lo hizo un día antes cerca de la posición donde fue hundido el crucero ARA Belgrano (2). Precisamente la no recepción de comunicaciones en el HMS Splendid salvaría de nuevo al ARA 25 de Mayo el primero de mayo.
La primera alarma surgió el día 3 de mayo cuando el ARA Santísima Trinidad, a unas 60 millas de Puerto Deseado, detectó unos ecos intermitentes. Ello obligó a mandar desde el ARA 25 de Mayo un Sea King para investigar, localizando y perdiendo el contacto sónar a 30 millas al Este de la isla Rosa. El 4 de mayo, el grupo de batalla se encontraba con rumbo Norte en la boca del golfo de San Jorge, próximo a Puerto Deseado. Para entonces el HMS Splendid andaba ya detrás de él tratando de buscar una posición favorable. Ese día los Tracker sembraron un campo de sonoboyas que dejó al submarino entre este y el propio portaaviones, pero que frustraría las esperanzas del submarino al detectar a los aviones y tener que irse para el fondo varias veces.El HMS Splendid persistía en sus intentos por posicionarse cuando a las 11:00 Z saltaría la alarma a bordo: había detectado en sus proximidades la presencia de un submarino desconocido. No era el único. En la entrada norte del golfo de San Jorge, próximo a la isla Tova, a esa hora, el pesquero Doña Mariela vio un submarino hacer inmersión en sus proximidades. En el golfo de San Jorge por aquellas fechas hubo mucha actividad: el 29 de abril por la noche se movilizaron las tropas de las guarniciones ribereñas ante el supuesto desembarco de comandos, donde a la mañana siguiente desaparecería un helicóptero en extrañas circunstancias y el día 1 de mayo sería avistado desde tierra un submarino. El 5 de mayo, el HMS Splendid volvió a tener de nuevo en el sónar al submarino fantasma, que su comandante creyó que era el ARA Salta. Ese día empezaron los problemas con un turbogenerador que le obligó a suspender, tras distanciarse, la persecución del ARA 25 de mayo.
un vuelo de exploración y reconocimiento lejano efectuado por un
Boeing 707 de la Fuerza Aérea, que en un día cazó tres submarinos, el HMS Onyx, navegando en superficie en medio del Atlántico, a las 14:16 Z, en compañía de otro, que hizo inmersión ante la presencia del avión, y un tercero que sorprendió sumergiéndose a las 18:15 Z más próximo al continente y a la altura de Uruguay. (
@BIGUA82 ).
FUENTE: Submarinos en Malvinas. José Javier GUERRERO DEL CAMPO