Escocia, abocada a un referéndum de independencia

Grulla

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Mal usado, porque a fin de cuentas el primer mundo son los países automáticamente alineados a US, el segundo los comunistas y el tercero los que no formamos parte de ninguno.
Finlandia, Suecia, Austria, Suiza, son países del tercer mundo... Algo que los que lo repiten no tienen mucho en cuenta.
Diferente es desarrollado, en desarollo y subdesarrollado.

Asi es, mas que con subdesarrollo o Macondos latinos el tercer mundo representaba al movimiento de No Alineados, es decir los pases que no estaban alineados con los intereses de EEUU (Primer Mundo) o la URSS (Segundo Mundo)

http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_de_Países_No_Alineados
 

Sebastian

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La policía separa a manifestantes independentistas y unionistas en Glasgow
Agencia EFE – Hace 7 horas

Edimburgo (R.Unido), 19 sep (EFE).- La policía escocesa intervino hoy en Glasgow para separar a decenas de manifestantes unionistas e independentistas escoceses que causaron "desórdenes menores" en la plaza George Square de la ciudad.

Los agentes se interpusieron entre ambos grupos para mantenerles separados cuando los manifestantes comenzaron a lanzar objetos, explicó a la BBC una portavoz policial, al término de una jornada en la que se conoció la victoria del "no" en el referéndum sobre la independencia de Escocia, celebrado ayer, jueves.

Tras la intervención de los agentes, que no practicaron detenciones, el ambiente se mantuvo tenso pero sin mayores incidentes.

Los partidarios del "sí" reunidos en la céntrica plaza de Glasgow cantaban "Flower of Scotland", el himno oficioso escocés, mientras que los unionistas entonaban "Rule Britannia", una antigua canción patriótica británica.

La líder de los laboristas escoceses, Johann Lamont, afirmó que el orden se estableció "tan pronto como fue posible", mientras que la dirigente conservadora Ruth Davidson afirmó que no quiere "ver escenas como esas en las calles" de Escocia.

El liberaldemócrata Menzies Campbell, por su parte, consideró "extremadamente desalentadores" los desórdenes.

"Para alguien como yo, comprometido con el proceso democrático, que valora el modo en que las cosas se han llevado a cabo hasta ahora, esto es extremadamente desalentador", dijo Campbell.
https://es.noticias.yahoo.com/polic...endentistas-unionistas-glasgow-194032107.html
 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
Miembro del Staff
Moderador
Los que votaron mayoritariamente por el No son personas viejas conservadoras, los que votaron por el SI fueron mayoritariamente jóvenes. De acá a unos años ésto se va a volver a plantear, cuando los viejos ya no estén y los jóvenes hayan ganado lugar en la sociedad, y a su vez hayan tenido hijos a los cuales les habrán inculcado las ideas.

En el largo plazo Inglaterra tiene la guerra perdida.

Besos
PD: Encima, cuando muchas de las promesas para que votaran por el NO, no sean cumplidas.

Don Derru, mis dudas con lo que mencina. Los que votaron por le No son las clases obreras a las que los manejes economicos de un supuesta independencia los podia dejar en la lona.
Para decirlo de alguna manera, las mucamas, lo albaniles escocesas estan muy conformes con su estilo de vida y la independencia los ponia en duda y lo que menos se sienten es un pueblo oprimido.


Saludos
 
Última edición:

Derruido

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Don Derru, mis dudas con lo que mencina. Los que votaron por le No son las clases obreras a las que los manejes economicos de un supuesta independencia los podia dejar en la lona.
Para decirlo de alguna manera, las mucamas, lo albaniles escocesas estan muy conformes con su estilo de vida y la independencia los ponia en duda y lo que menos se sienten es un pueblo oprimido.

Saludos
La famosa pregunta: Y si nos va mal?

Prefieren ser súbditos esclavos a ser libres.

Besos
 
jajaja buen punto.

No se el tema escalovos o subditos o lo que sea... de escalvos no tienen nada y viven barbaro...Me acabo de mudar estuve viviendo ahi por 3 anios...
 

Sebastian

Colaborador
El epicentro de la derrota del sí

Dundee, donde el independentismo alcanzó un voto récord del 57,3%, digiere el triunfo del no

Pablo Guimón Dundee 19 SEP 2014 - 21:26 CEST79


Un partidario del sí camina por una calle de Edimburgo el viernes / S. Rousseau (AP)

Parece como si los músicos callejeros de High Street se hubieran puesto todos de acuerdo para tocar sus canciones más tristes en la tarde del viernes. Solo un acordeonista en una esquina aporta un poco de optimismo al animar a los vecinos de Dundee —la ciudad donde ganaron por mayor margen los perdedores— a cantar y no llorar, “porque cantando se alegran cielito lindo los corazones”.

Hasta 53.620 votantes de la ciudad apoyaron la independencia, frente a 39.880 que prefirieron permanecer en Reino Unido. Lo que la convierte en la circunscripción electoral en la que más apoyos (un 57,3%) cosechó el sí. Dundee es —como la bautizó el martes el líder independentista Alex Salmond, que anunció el viernes por la tarde su intención de dimitir— “la ciudad del sí”. Un voto que solo ganó en cuatro circunscripciones (Dundee, Glasgow, North Lanarkshire y West Dunbartonshire) de las 32 en que se divide Escocia. Dundee es la cuarta ciudad más grande del país y está representada en Westminster por un diputado laborista y uno del partido nacionalista (SNP), y en Holyrood, por tres diputados regionales del SNP.

El portal número 35 de la calle de Saint Edward tenía el viernes las persianas bajadas. Pero ahí sigue el enorme yes blanco, recortado en tablones de madera y pegado sobre un fondo azul. No hay prisa, ya habrá tiempo para descolgarlo. Este ha sido el cuartel general de Yes Dundee, el colectivo formado hace más de tres años que ha coordinado en la ciudad la larga campaña por la independencia. Han hecho un buen trabajo. Han ganado. Pero no han logrado nada, porque la mayoría de los que los rodean ha votado diferente. “¿Querrán separarse ahora de Escocia?”, bromea un vecino votante conservador que exhibe hoy con más orgullo que nunca su chapa roja a favor del no. “Pedían la independencia porque el resto de su país no votaba como ellos. Por la misma lógica querrán independizarse ahora de nosotros. ¡Ah, no!, que el petróleo está más arriba”.

En la plaza principal se encuentra uno de los vecinos más ilustres de Dundee. Es Brian Cox, nacido en la ciudad en 1946, actor de la Royal Shakespeare Company y de numerosas películas de Hollywood, entre ellas (el momento obliga a mencionarlo), Braveheart, donde interpretaba al tío de William Wallace. Hoy Cox no oculta su decepción, “sería estúpido hacerlo”, reconoce. Habitual votante laborista, hace ya cuatro años que se involucró con la campaña del sí. “Me contaron que querían acercarse a mí, pero pensaban que no les apoyaría porque era laborista”, recuerda. “Entonces vinieron a verme y me preguntaron qué pensaba sobre una Escocia independiente. Y yo dije: ‘Creo que ya es hora’. La guerra de Irak había terminado por separarme de los laboristas. Y también su desconexión con la gente. Han traicionado la confianza de sus votantes y se han unido al establishment. A ver qué sucede ahora. Quizá después del referéndum los laboristas crezcan aquí. Yo creo que debería venir Gordon Brown a ***** las riendas. Lo único que me gusta de esto es que, si hubiera ganado el sí, los laboristas se habrían hundido”.

Cox se define como “independentista”. Algo que, aclara, “no es lo mismo que nacionalista”. “Esa la diferencia entre el UKIP y el SNP”, explica. “Nosotros somos inclusivos, no tenemos problemas con los extranjeros. Simplemente queremos nuestro propio Estado”.

La presencia de Brian Cox en la plaza empieza a atraer a otros vecinos que quieren saludarle y contarle sus impresiones después de la derrota. Una mujer se acerca y le cuenta que hoy ha ido a trabajar con su chapa del sí en la solapa. “Algunos”, cuenta, “me apartaban la mirada”.

Pero el actor, metido en el papel de político, trata de elevar los ánimos. “La votación terminó y ahora hay que avanzar todos juntos y unidos”, propone a sus vecinos. “Lo hemos hecho increíblemente bien a pesar de todo. Debemos permanecer firmes, debemos estar orgullosos de lo que hemos hecho. Ese es el espíritu de Dundee, el espíritu de supervivencia”.

Llega el momento de los selfies con los vecinos. Pero antes, Cox quiere acabar de explicar qué convierte en especiales a los habitantes de esta ciudad de la costa este de Escocia. “Somos únicos en Dundee”, insiste. “Somos un cruce entre las Highlands y las islas. ¿Sabe cuál es la diferencia con el resto de Escocia? La luz. En esta ciudad hay luz”. Y se despide mirando a un cielo que el viernes, el día después del referéndum, amaneció nublado.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/19/actualidad/1411154784_005534.html
 

Sebastian

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El referéndum escocés da paso a la reforma del modelo territorial

El debate sobre la independencia “se ha cerrado por una generación", dice el líder británico

Walter Oppenheimer Edimburgo 19 SEP 2014 - 21:34 CEST289


Reuters-LIVE!

El primer ministro británico, David Cameron, ha conseguido ganar el referéndum de Escocia y hacerlo por una diferencia nítida, 55% a 45%, pero la victoria puede ser muy amarga. Su oferta de última hora de dar a Escocia nuevos poderes fiscales y en materias de bienestar social y mercado laboral para convencer a los escoceses de que rechazaran la independencia, ha desatado la batalla de Inglaterra, donde se ve con recelo ese aumento de poder escocés y la influencia de sus diputados en Westminster al tramitar leyes que no afectan a Escocia.

No solamente la derecha tory, sino Westminster entero puede temblar en un escenario que acerque a Reino Unido a un modelo casi federal. El líder de la oposición y del Partido Laborista, Ed Miliband, ya ha advertido que no firmará con Cameron deprisa y corriendo un acuerdo para extender al conjunto del país el sistema autonómico. Miliband se inclina por transferir nuevos poderes a las regiones inglesas pero cree que ese es un asunto que se debe discutir en una “convención constitucional”.

El problema de la llamada cuestión de West Lothian (por el nombre de la circunscripción del diputado que la planteó por primera vez en 1977, el laborista Tam Dalyell), es decir, la influencia de los diputados escoceses en los Comunes (la gran mayoría de ellos, laboristas) en materias que afectan solo a Inglaterra y Gales porque en Escocia las decide el Parlamento escocés, se va a incrementar cuando aumenten los poderes del Parlamento escocés y haya más asuntos de Escocia que dejen de ser tramitados en Westminster.

Es un asunto que tiene muchas ramificaciones y mala solución. Nigel Farage, líder del populista Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP), se erigió ayer a sí mismo como portavoz de los intereses de Inglaterra. Tiene mucho que ganar. El voto de muchos ingleses que estos días se han pronunciado contra la concesión de más poder a Escocia si la independencia perdía el referéndum y que se oponían también a compartir la libra con una Escocia independiente.

“Inglaterra necesita una voz, ya hemos escuchado bastante a Escocia”, declaró Farage. “Necesitamos diputados ingleses decidiendo en las materias que son solo inglesas”, añadió. Y, horas antes de que también lo hiciera Miliband, se pronunció en favor de que se convoque una convención constitucional en lugar de crear un simple comité, como propuso el primer ministro.

También preocupa a un amplio sector del Partido Conservador, que cree que todo lo que está pasando es culpa del propio Cameron por cometer el error estratégico de eliminar del referéndum la opción de más autonomía como alternativa a la independencia. Eso no habría polarizado la consulta, la independencia habría perdido y los partidos de Westminster no tendrían atadas las manos con las promesas que tuvieron que hacer cuando cundió el pánico al ponerse la independencia por delante en los sondeos.

La solución no es fácil. Una opción es la de un modelo federal o casi federal, a pesar de la urticaria que eso crea en el Partido Conservador por su asociación con Europa. ¿Debería eso incluir la creación de un Parlamento o una Asamblea de Inglaterra? Es una opción que tiene partidarios, pero pocos.

O quizás impedir que los diputados escoceses voten, o incluso que puedan debatir las cuestiones que no afectan a Escocia. Es una vía con muchos apoyos entre los diputados tories porque los diputados escoceses suelen ser mayormente laboristas. Ahora mismo, solo uno es conservador, 40 son laboristas, 11 liberales-demócratas, seis independentistas del SNP y uno independiente. Pero es difícil que los laboristas lo acepten. Y puede crear más problemas de los que resuelve. ¿Cómo se aplicaría? ¿Habría diputados de primera y diputados de segunda? ¿Qué pasaría con los diputados de Gales y de Irlanda del Norte?

El primer ministro Cameron no dio ayer muchas pistas al comparecer a primera hora de la mañana en las puertas de Downing Street tras anunciarse en Escocia el resultado final del referéndum. Proclamó que el debate sobre la independencia “ha quedado resuelto por una generación” gracias a su decisión de que el referéndum no incluyera la alternativa de más autonomía. Recordó que los tres partidos unionistas “han hecho promesas, promesas claras, sobre más poderes para el parlamento de Escocia”, y añadió, solemne: “Vamos a asegurarnos de que se cumplen en su integridad”.

Pero advirtió: “De la misma forma que los escoceses tendrán más poder sobre sus asuntos, también la gente de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte ha de tener más que decir sobre los suyos”. “Desde hace tiempo creo que una parte crucial ausente de este debate nacional es Inglaterra. Hemos oído la voz de Escocia, y ahora también tenemos que oír millones de voces de Inglaterra. La cuestión de votos ingleses para leyes inglesas, la llamada cuestión de West Lothian, necesita una respuesta concluyente”, añadió.

Una de las voces críticas con el primer ministro fue ayer la de Boris Johnson, alcalde de Londres y potencial aspirante a la silla de Cameron, que ya ha anunciado que intentará volver a los Comunes en las próximas elecciones. Johnson declaró que los planes para aumentar los poderes de Escocia son “ligeramente temerarios”.

Otro conservador, el hasta hace unos meses ministro de Medio Ambiente, Owen Paterson, pidió que sea convocado el Parlamento de urgencia para debatir las consecuencias del referéndum. Y criticó el “caótico” final de campaña del no. “Es inaceptable que en el último tramo se permita a un ex primer ministro laborista hacer imprudentes promesas sobre la extensión de nuevos poderes a los escoceses con el apoyo de los líderes de los tres partidos de Reino Unido, pero sin un mandato del Parlamento”, se quejó el exministro.

La oferta inicial de ampliar los poderes fue en realidad del ministro del Tesoro y canciller del Exchequer, George Osborne, para frenar el avance del sí a la independencia, que se había puesto por delante en los sondeos. El ex primer ministro laborista Gordon Brown lanzó luego un calendario por el que al día siguiente del referéndum se empezaría a trabajar en la ampliación de poderes y en enero llegaría una propuesta formal al Parlamento, aunque todo quedaría pendiente para la siguiente legislatura.

David Cameron apenas ha tenido tiempo de celebrar el éxito de esas tácticas en el referéndum de Escocia. Estaba ya pensando en la batalla de Inglaterra, que parece haber empezado con todos contra él.

¿Qué ocurrirá ahora en Escocia?
El primer ministro escocés, Alex Salmond, anunció la tarde del viernes su intención de dimitir a causa del no en el referéndum. Mientras, el primer ministro británico, David Cameron, se ha reafirmado esta mañana en su promesa de conceder más autonomía a Escocia. Durante la campaña, los tres principales partidos unionistas —los conservadores, laboristas y liberaldemócratas— se comprometieron a devolver poderes a la región, si triunfaba el no en el referéndum de independencia. Y así ha sido. Por lo que Cameron ha comparecido ante la residencia oficial de Downing Street, en Londres, para felicitarse por el resultado y confirmar su compromiso político.

Cameron ha anunciado el nombramiento de Lord Smith of Kelvin para supervisar el proceso de devolución de competencias en materia de impuestos, gasto y política social. Se prevé que antes de las elecciones generales que se celebrarán en mayo de 2015 el paquete legislativo esté listo:

• Lord Smith of Kelvin será el encargado de supervisar el proceso.
• El Gobierno británico publicará antes de final de octubre un documento con sus propuestas. Será a finales de noviembre, según el calendario previsto, cuando Londres presentaría las iniciativas planteadas para que fueran debatidas.
• Cameron ha afirmado que el proyecto de ley estará preparado en enero. Un borrador de un nuevo Estatuto de Autonomía de Escocia será publicado antes del 25 de ese mes para que la Cámara de los Comunes lo vote.
• Con unas elecciones generales en mayo de 2015, sería improbable que el nuevo paquete legislativo fuera aprobado antes de que el nuevo Parlamento sea elegido.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/19/actualidad/1411102745_284688.html
 

Sebastian

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Yo le inicio juicio por sacarme una foto asi....

Radiografía del votante del sí y del no

Las escocesas mayores de 65 dieron el impulso clave al triunfo unionista

Walter Oppenheimer Londres 20 SEP 2014 - 21:19 CEST22


Una operaria cuenta votos en Edimburgo. / LEON NEAL (AFP)

El perfil del votante del no en el referéndum de Escocia es el de una mujer de más de 65 años que en las legislativas británicas de 2010 votó al Partido Conservador, que siempre supo que votaría contra la independencia, que no veía nada claro que Escocia pudiera seguir utilizando la libra si se marchaba de Reino Unido, cuya razón más importante para votar no eran las dudas sobre la pertenencia a la UE, la economía, el empleo y los precios y que cree que la cuestión escocesa está resuelta por una generación.

El perfil del votante del sí en el referéndum del jueves es el de un hombre de entre 25 y 34 años, que decidió el voto entre el último año y el último día de la votación, que no se fía de los políticos de Westminster, cree que todas las decisiones que afectan a Escocia se han de tomar en Escocia y entiende que puede haber otro referéndum dentro de cinco años.

Así se desprende del sondeo realizado después de la votación entre 2.047 personas que votaron en la consulta del jueves, de los que 831 respondieron a un cuestionario por Internet y 1.216 por teléfono el 18 y el 19 de septiembre en una encuesta encargada por lord Ashcroft, un multimillonario activista y donante del Partido Conservador especializado en los sondeos políticos.

El sondeo revela que, aunque tanto hombres como mujeres votaron contra la independencia, ellas lo hicieron en una proporción más alta (56 en contra por cada 44 a favor) que ellos (53 a 47). El 62% de los votantes del no decidieron su voto nada más convocarse el referéndum y solo un 3% en el último día, otro 3% en los últimos días y otro 3% en la última semana. Entre el sí, solo un 38% sabían desde siempre cómo votarían, un 8% lo decidieron el día del referéndum, un 7% en los días previos y un 6% en la última semana. Unos datos que confirman el espectacular avance del sí en el último mes: el 39% de los síes fueron de votantes que se decidieron en el último mes, frente al 19% de los noes.

El 74% de los votantes del sí citan la desafección a los políticos de Westminster entre las dos a tres razones más importantes que le impulsaron a apoyar la independencia, un 54% cita el servicio público de salud (NHS), un 33% los impuestos y el gasto público y un 20% el petróleo escocés. Entre los votantes del no, un 57% cita la libra, un 37% las pensiones, un 36% el NHS y un 32% los impuestos y el gasto público.

En el campo independentista, si han de elegir en orden de importancia las tres razones para explicar su voto, un 70% elige el principio de que todas las decisiones sobre Escocia se han de tomar en Escocia, un 20% que el futuro de Escocia es más prometedor como país independiente, y un 10% que la independencia significará que nunca más les gobernarán los conservadores.

En el campo del no hay mayor división de opiniones. Un 47% cree que la independencia es excesiva en cuestiones como la moneda, la UE, la economía, el empleo y los precios. Un 27% apoyó el no por el vínculo con Reino Unido y la historia, la cultura y las tradiciones que han compartido juntos, y un 25% elige el no porque seguirá significando poderes adicionales para el parlamento escocés junto a la seguridad que da el seguir formando parte de Reino Unido y teniendo lo mejor de dos mundos.

Finalmente, el 45% de los votantes del sí cree que el resultado del referéndum significa que la cuestión de la independencia no se volverá a plantear hasta dentro de cinco años, un 16% cree que en 10 años, un 18% que hasta la próxima generación, un 12% cree que nunca más y un 9% no lo sabe. Entre los votantes del no, un 20% cree que cinco años; un 18%, 10 años; un 28%, una generación; un 25%, nunca más y un 8% no sabe.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/20/actualidad/1411240798_357287.html
 

Sebastian

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El Reino Desunido de Gran Bretaña

La victoria del unionismo británico en Escocia conlleva la paradoja de abrir el melón territorial

Walter Oppenheimer Londres 20 SEP 2014 - 21:40 CEST23


Un escocés unionista con una Union Jack en Glasgow este viernes. / CATHAL MCNAUGHTON (REUTERS)

Cuando Alex Salmond ganó por mayoría absoluta las elecciones escocesas de 2011 y pudo poner en marcha el proceso que llevó a la convocatoria del referéndum de independencia del pasado jueves, probablemente no sabía las consecuencias que acabaría trayendo. No sabía que la independencia, opción que siempre ha parecido muy lejana en Escocia, dio tal estirón en el último mes de la campaña que provocó un ataque de pánico en Londres y nerviosismo en Washington y Bruselas.

No sabía (¿o quizás sí?) que acabaría con su propia carrera política a pesar de que siempre pasará como un triunfo personal y de su partido el resurgir de la política de base y el debate ciudadano durante la campaña. Pero, sobre todo, no sabía (¿o quizás también sí?) que acabaría provocando un terremoto en Westminster y abriendo el melón del debate territorial en el Reino Unido de la Gran Bretaña, que algunos ven camino de convertirse en el Reino desunido a pesar de la victoria unionista en Escocia.

La paradoja de esa victoria unionista es que ha puesto de repente en el primer renglón de la agenda política británica la pregunta que planteó en 1970 Tam Dalyell, diputado laborista por West Lothian, al oeste de Edimburgo. En aquel tiempo empezaba a plantearse por primera vez la concesión de algún tipo de autonomía a Escocia. Y lo que Dalyell preguntó es si los diputados escoceses en la Cámara de los Comunes podrían participar en la tramitación de leyes que no afectaran a sus votantes porque esas materias se regulaban ya en Escocia.

La pregunta dejó de ser retórica cuando los laboristas pusieron en marcha a finales de los años noventa el Parlamento y Ejecutivo escocés, además de la Asamblea de Gales y la de Irlanda del Norte. Eso significó que, sobre todo los numerosos diputados de Escocia, que suelen ser muy mayoritariamente laboristas y casi nunca conservadores, pueden ser decisivos al decidir legislación que solo afecta a Inglaterra.

Ese problema se va a agravar después de que los tres grandes partidos británicos, presa del pánico cuando el sí empezó a subir en los sondeos a un mes del referéndum, prometieron a los escoceses nuevos poderes fiscales y en materia de bienestar social y regulación laboral si rechazaban la independencia. Eso ha hecho reventar la llamada cuestión de West Lothian, “fácil de preguntar pero más peliaguda de contestar”, en palabras del jurista Joshua Rozenberg en The Guardian.

La respuesta es peliaguda porque es un problema de complicada solución. La más simple es privar de voto o incluso de voz a los diputados no ingleses al tratar legislación que solo afecta a Inglaterra, como pareció insinuar el primer ministro, el conservador David Cameron, nada más conocer el resultado del referéndum. Una solución “muy atractiva”, pero también peligrosa porque “crearía dos clases de diputados y dos agendas parlamentarias”, advierte Rozenberg, que coincide con muchos otros comentaristas.

Otra opción es ir a un sistema autonómico como el español. A los liberal-demócratas les ha gustado tradicionalmente esa posibilidad y los laboristas intentaron empezar a introducirlo en 2003 con la creación de tres Gobiernos regionales en el norte de Inglaterra. Pero los ciudadanos del nordeste, la región fronteriza con el sudeste de Escocia y la que parecía más ansiosa de autonomía, descabezaron de cuajo el proyecto cuando un 80% de ellos votó en contra en el primero —y que al final fue el último— de los tres referendos previstos.

Los laboristas parecen ahora dispuestos a rescatar esa idea, según las palabras del pasado jueves de su líder, Ed Miliband, que aludió a la necesidad de dar más poder a las regiones y las grandes ciudades de Inglaterra. Pero también eso puede crear problemas en un país en el que no ha habido hasta ahora apetito por poder regional, aunque el auge del independentismo escocés parece haber despertado ahora también en el norte y otras partes de Inglaterra el ansia de autonomía.

Crear autoridades amplias como en Londres, que tiene un alcalde elegido directamente y una Asamblea, es otra forma de abordar el problema. Pero, como destaca el exministro laborista Andrew Adonis, “no es fácil” porque ciudades como Birmingham, la segunda de Inglaterra, no están interesadas en ese modelo.

Otra posibilidad es el “sistema casi federal”, como ha propuesto la Sociedad de Abogados Conservadores, que desde 1947 suministra ideas a los tories y que cree que las Asambleas regionales “no son la respuesta adecuada para el problema inglés”. En ese sistema se ampliarían las competencias tanto de Escocia como de Gales; en Inglaterra, los ministerios de Educación, Sanidad y Comunidades Locales se ocuparían exclusivamente de cuestiones inglesas; y en los Comunes habría una doble votación en las materias que afectaran mayoritariamente a Inglaterra: una, solo con los diputados ingleses, de carácter consultivo; y otra, con todos los diputados, que sería determinante.

Quizá la opción más polémica es la de un Reino Unido completamente federal, con un Parlamento de Inglaterra en paralelo al de los Comunes. Algunos diputados conservadores han reclamado estos días un Parlamento exclusivamente inglés, pero hay también muchos detractores. El historiador Vernon Bogdanor se ha opuesto con el argumento de que “no hay ni un solo sistema federal en el mundo en el que una sola de sus unidades represente al 80% de la población”. Y cita el ejemplo de los fracasos de la URSS, Checoslovaquia y Yugoslavia.

Reino Unido ha sobrevivido al referéndum de Escocia, pero hoy parece más desunido que antes de esa victoria.

El referéndum sobre Europa mira al escocés
¿Se puede tomar el referéndum escocés como un precedente del referéndum sobre la Unión Europea que quiere convocar David Cameron en 2017 si consigue formar Gobierno tras las elecciones generales del año que viene? Hay, de hecho, sorprendentes paralelos: la campaña a favor de que Reino Unido abandone la Unión Europea tendría muchos puntos en común con la de los defensores de la independencia escocesa, y la campaña del no sería muy parecida a de los que defenderán la permanencia británica en Europa.

Nigel Farage, líder del populista Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP), es en muchos aspectos comparable a Alex Salmond, el todavía líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y ministro principal de Escocia, que dejará ambos cargos en noviembre. Los dos son políticos de raza, buenos oradores que despiertan odios y pasiones y que acostumbran a jugar a contracorriente: Salmond ha pasado en la oposición 34 de sus 41 años de militancia política. Farage estaba con los tories en tiempos de Thatcher y Major, pero dejó el partido cuando en 1993 aceptaron el Tratado de Maastricht. Desde entonces siempre ha ido a la contra.

Los dos son capaces de hacer campañas que buscan el corazón del electorado, y no solo venderles razones pragmáticas. Y contarán con muchos militantes de base llenos de entusiasmo y capaces de echarse a la calle en busca de votos en el vecindario.

Como los independentistas escoceses han hecho ahora, los euroescépticos venderán el sueño de un Reino Unido libre de cadenas (esta vez las de Bruselas) y capaz de vivir mucho mejor a solas, por difíciles que puedan ser los primeros años.

Buena parte de los partidarios de que Londres siga en la UE serán los mismos que querían que Escocia siguiera formando parte de Reino Unido: la banca, las grandes empresas, el poder establecido, el FMI, los socios europeos, Estados Unidos. Y tendrán los mismos argumentos: salir de la UE es demasiado arriesgado, no es un mundo perfecto pero es mejorable. Por ejemplo, devolviendo unos pocos poderes de Bruselas a Westminster. Dos referéndums casi gemelos.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/20/actualidad/1411241555_228548.html
 
pregunto, es buena noticia saber que casi el 40% de la población escocesa esta a favor de la independencia ???? no es una muy mala noticia a mediano y largo plazo ?????
 
Sin desperdicio..., me moría de la risa cuando leía comiendo este mediodía en el Mc, en el video del periódico se puede ver una foto magnífica.

http://www.elmundo.es/cronica/2014/...303aebceee954eb68571933eee727ed1&t=1411317245

Don Roberto, el 'gaditano' que despertó a Escocia
  • Cómo el nieto de una andaluza acabó fundando el Partido Nacional Escocés
  • Antes fue gaucho y buscó oro en El Bierzo
  • Su 'sobrino' cuenta su historia

Robin Cunninghame Graham, sobrino-bisnieto de Don Roberto, posa el día del referéndum. SERGIO GONZÁLEZ

GONZALO SUÁREZ
Actualizado: 21/09/2014 00:52 horas13
La tumba de Robert Bontine Cunninghame Graham amaneció desierta este jueves. No hubo homenajes, ni gaitas, ni siquiera una ofrenda floral. Sólo los más avezados en la historia escocesa sabrían que allí, en un islote del Lago Menteith, reposan los restos de una figura crucial en el referéndum independentista que se celebraba ese día. Se trata de un político de origen andaluz, apodado Don Roberto, que fue el primer presidente del Scottish National Party (SNP), el partido que impulsó la consulta. Es el gaditano que despertó a Escocia.

Así, en la penumbra histórica, ha permanecido la figura de Don Roberto (1852-1936) desde su muerte. Y eso que la biografía de este híbrido de político, literato y explorador es digna de una novela de su camarada Joseph Conrad: fue gaucho en Argentina, minero en El Bierzo, amigo de Buffalo Bill... Sólo ahora, en pleno renacer del independentismo, un puñado de compatriotas ha logrado que se recuerde su legado: en 2012, el Parlamento escocés le homenajeó en el 160 aniversario de su nacimiento.

Mediodía del jueves. Mientras las urnas de su país se llenan de votos, un escocés posa junto al acueducto de Segovia con el retrato de Don Roberto y el gorro tradicional de su patria. No es cualquiera: se trata de Robin Cunninghame Graham, uno de los contadísimosdescendientes del líder nacionalista, que falleció sin hijos. Hoy, el sobrino-bisnieto del fundador del SNP ejerce de portavoz y guardián de las esencias de su ilustrísimo antecesor.

-¿Qué habría pensado Don Roberto del referéndum?

-Le habría encantado. Me lo imagino haciendo campaña como loco en Twitter, en la prensa...

-¿En qué bando?

-A favor del sí. ¡Por supuesto!

Pese a su impecable pedigrí nacionalista -y su nacionalidad escocesa- Robin no pudo votar el jueves. Hace seis años que se mudó a Segovia, la ciudad de origen de su mujer. Por eso, le tocó vivir desde la distancia una jornada histórica con la que Don Roberto siempre soñó.

Aunque la lejanía no era tanta, ya que España era la nación adoptiva de su tío-bisabuelo. Descendiente de una abuela gaditana, Catalina,hablaba castellano a la perfección, con un característico acento andaluz. Tanto le apasionaba este país que a veces presumía de haber nacido en la Península. En sus 83 años de vida visitó su segunda patria en docenas de ocasiones, incluida una alocada expedición por tierras galaico-leonesas para localizar una vieja mina romana de oro.

Hablaba castellano con el deje andaluz que le pegó su abuela catalina. Le gustaba decir que nació en España

Pero su prioridad era Escocia. Don Roberto, el primer diputado británico que se declaró socialista, fue nombrado presidente fundacional del SNP en 1934. Nadie fue más firme que él en la defensa del autogobierno escocés, aunque empleara un tono calculadamente burlón: «Quiero un parlamento nacional, para gozar del placer de saber que mis impuestos se derrochan en Edimburgo en vez de en Londres», bromeaba.

La historia de Don Roberto, descendiente del rey Roberto I de Escocia, arranca en Cádiz en 1816. Una mañana, el almiranteCharles Elphinstone Fleeming, un cuarentón amigo de Simón Bolívar, pasea a caballo en los alrededores de la catedral gaditana. Sin querer, salpica de barro a una chica que sale de misa con su madre. Cuando desmonta para disculparse, se queda encandilado por la joven, Catalina Paulina Alessandro, con quien se casará poco después.

El militar británico y la rica gaditana tienen cinco hijos. La menor, Anne-Elizabeth, se casa con un militar, William Bontine, con quien tiene tres hijos, a los que educa a caballo entre la cultura escocesa y la española. El mayor de ellos, nacido en 1852, se llama Robert: es el futuro Don Roberto, nieto de gaditana.

El pequeño Robert aprende castellano de su madre y nunca olvida sus raíces ibéricas: visita Cádiz, frecuenta a sus primos andaluces... También pasa larga temporadas en la Isla de Wight con su abuela, que le pega su acento andaluz. «Es una lástima que no se conserve ninguna grabación de su voz», se lamenta John C. McIntyre, de la Universidad de Strathclyde, máximo conocedor los vínculos de Don Roberto con el mundo hispánico.

Robert se forma en Harrow, uno de los colegios más exclusivos de Inglaterra. Cumplidos los 18, afronta al dilema de todo aristócrata británico: ir a la Universidad o alistarse en el Ejército. Pero él lo resuelve a su manera: decide marcharse a la Pampa argentina, donde se reinventa como un gaucho. Allí es donde le ponen el apodo de Don Roberto, que mantendrá hasta la tumba.

Al joven escocés le apasionan los caballos, la vida al aire libre, la libertad de las infinitas llanuras... Pero también sufre la dureza de una vida seminómada y cuajada de peligros. Para defenderse, Don Roberto, avezado esgrimista, aprende el uso del facón, el tradicional cuchillo gaucho. Y, tras un lustro de aventuras, decide regresar a su país.

A los 26 años, anuncia a su familia su inminente matrimonio. Les cuenta que la novia es Gabriela de Balmondiere, una actriz de 19 años de origen chileno. Pero todo era una ficción orquestada por los novios: en realidad, la chica se llama Carrie Horsfall, es hija de un cirujano de Yorkshire (Inglaterra) y ambos se conocieron en París, donde ella se había refugiado tras huir de casa.

Gabriela es tan aventurera como su marido. Juntos viajan a Texas, donde traban amistad con Buffalo Bill y sobreviven a ataques de apaches. También peregrinan por Latinoamérica: México, Argentina, Paraguay... Sus visitas a las misiones jesuitas del país guaraní inspirarán su libro Una Arcadia desaparecida (1901), que décadas después será el pilar de la película La Misión, interpretado por Robert De Niro.

En 1883, ya cumplida la treintena, Don Roberto hereda el patrimonio familiar y vuelve a Gran Bretaña. Azuzado por la miseria que vio en sus viajes, decide meterse en política. Se alista en el ala izquierdista del partido liberal y, cuatro años después, consigue su escaño en laCámara de los Comunes.

El éxito no aplaca su instinto guerrero. Recién investido diputado, participa en una marcha por la autonomía irlandesa en la Plaza de Trafalgar de Londres. El acto acaba en disturbios y el joven diputado es enchironado durante seis semanas por enfrentarse a la policía.

No será su único escándalo: también es el primer diputado en declararse «socialista», el primero al que expulsan de los Comunes por usar palabrotas (dijo damn, el equivalente a maldito)... En 1888 participa en la Segunda Internacional y poco después pronuncia en Calais un discurso tan incendiario que las autoridades francesas le arrestan: reclama el sufragio universal, la nacionalización de la tierra, la jornada laboral de ocho horas, la ruptura con la Iglesia Anglicana...

Fue el primer diputado al que echaron de los comunes por decir tacos. Un libro suyo inspiró el filme 'la misión'

Harto de la templanza de los liberales, en 1888 funda el Partido Laborista Escocés. Se trata del embrión del actual Partido Laborista británico, máximo defensor del no a la independencia. Es decir, el poliédrico Don Roberto presidió los dos partidos que este jueves lideraban ambos bandos del referéndum escocés: primero a los laboristas, luego a los nacionalistas.

El aristócrata no logra revalidar su escaño en las filas laboristas. Desengañado, se vuelca en la literatura: firma más de 30 libros y frecuenta a Oscar Wilde, Thomas Hardy, HG Wells, Ezra Pound, Lawrence de Arabia... Sus desventuras incluso inspiran una obra de teatro de George Bernard Shaw, La conversión del Capitán Brassbound. Eso sí, el Nobel avisa en el prólogo que tuvo que diluir las extravagancias del protagonista para que el trasunto literario de su amigo Robert resultara creíble.

«Don Roberto emprendió tantos proyectos en su vida que la gente le consideraba un diletante», explica el cineasta Les Wilson, quien dirigió un documental sobre su figura para la BBC (2008). «Fue un personaje complejo: un aristócrata que se sentía más cómodo entre los obreros que entre la gente de su clase. Por eso, mucha gente influyente no le tomaba en serio... Nadie como él encarna el cliché de que la realidad supera a la ficción».

El hiperactivo escocés no tarda en plantearse nuevos retos. Un día recuerda que en los textos de Plinio el Viejo ha leído sobre la existencia una abundante mina de oro en El Bierzo. Tras largas pesquisas, logra localizar el lugar junto a su esposa. Como habría intuido cualquier persona sensata menos él, hace tiempo que todo el metal precioso ha sido esquilmado de la zona. Pero él convirtió este fracaso en un divertido texto: Una página de Plinio (1912).

El falso jeque
Don Roberto también aprovecha para recorrer su segunda patria junto a su esposa. Ella comparte sus inquietudes literarias: amiga de Emilia Pardo Bazán, escribe una biografía de Santa Teresa de Ávila, traduce Don Juan Tenorio al inglés... Él aprovecha para compadrear con los literatos de la época: Azorín, Baroja, Pérez de Ayala...

Estos zigzagueos por la península le sirven de lanzadera para sus frecuentes viajes a Marruecos. En 1897, se empeña en visitar Tarudant, una ciudad perdida del Atlas prohibida a los infieles. Pero las dificultades sólo alimentan la ambición de Don Roberto, que se hace pasar por un jeque pese a que apenas chapurreaba el árabe. De nuevo, acaba enchironado.

El infortunio le golpea duramente en 1906. Su adorada Gabriela fallece prematuramente, a los 45 años, víctima de una enfermedad pulmonar por su adicción al tabaco. Don Roberto cava la tumba con sus propias manos en el islote de Inchmahome, en el Lago Menteith, donde él será enterrado tres décadas después. Nunca dejará de visitar la lápida para meditar y fumar un pitillo en memoria de su amada.

Su siguiente desafío es hacer campaña contra la Primera Guerra Mundial. Vueve a fracasar, pero con su nación amenazada por el conflicto opta por alistarse al Ejército. Las autoridades le nombran coronel y le encomiendan una misión: viajar a Sudamérica para comprar caballos de guerra con la sabiduría acumulada durante sus años de gaucho.

En la posguerra, decide regresar a la política. Desilusionado con el laborismo que contribuyó a fundar, se mueve hacia el independentismo. En 1928, funda el izquierdista National Party of Scotland, que en seis años se integra en el recién nacido Scottish National Party. Así, el respetado Don Roberto se convierte en el primer presidente del SNP, el partido que hoy lidera Alex Salmond, el político que ha impulsado la celebración del referéndum.

Su nacionalismo no es excluyente. Jamás regatea elogios a sus adversarios del sur de Gran Bretaña: «Los enemigos del nacionalismo escocés no son los ingleses, porque siempre han sido gente generosa, rápidos en su respuesta cuando lo exige la Justicia», asegura en más de una ocasión. «Nuestros verdaderos enemigos están entre nosotros, nacidos sin imaginación».

En 1936, emprende un último peregrinaje hacia Argentina. Lo hace en contra del consejo de sus médicos, que le ven demasiado frágil para un trayecto tan largo. Tienen razón: el 20 de marzo muere de una neumonía en el Plaza Hotel de Buenos Aires. Hasta el presidente de la República, Agustín Pedro Justo, acude al homenaje nacional que le dispensan los argentinos.

Días después, su cuerpo viaja hasta Inchmahome, donde hoy reposa junto a su mujer. Allí recibe un homenaje de sus compatriotas, aunque su figura cae en el olvido en cuestión de meses. «Mi tío-bisabuelo era demasiado de izquierdas para los nacionalistas, demasiado aristócrata para los laboristas... Nadie reivindicó su legado», se lamenta Robin junto al acueducto.

Hoy, sin embargo, se muestra ilusionado ante la recuperación de su memoria a raíz del referéndum. Y eso que el resultado de la consultano ha sido el sonoro sí que Don Roberto el gaditano habría deseado: «Estaría muy decepcionado por el resultado pero, a la vez, ya estaría pensando qué hacer en el futuro», dice. «Si algo demostró durante su vida es que no se dejaba derrotar por las dificultades».
 
Es buenísima porque asusta a los ingleses, es un gran segmento de la población, y encima el joven, así pasa el tiempo va a ser más. Ésto debilita políticamente a los ingleses y a largo plazo va a tener consecuencias en su poder internacional y fuerzas armadas.
Ahora tienen que mirar adentro, ocupar más tiempo y recursos para trabajar en la "unión", son menos energías para afuera.
Son buenísimas noticias para un mundo mejor.
 
Naaa...si en Europa todo el mundo se lleva bien!


Saludos
Si querés mearte de risa, poné los Hombres del Farias....celebérrimo, En un mundo de metrosexuales jaaaaaa. Son excelentes estos vascos. Satirizan lo que nadie se atreve. El problema es cierto, pero la realidad tanto histórica como económica de las Vascongadas difiere kms de Escocia.
 
Ja, se les va a complicar cumplir las promesas hechas a las apuradas, sin que otras regiones del RU no reclamen trato similar (incluyendo Inglaterra misma), y si no las cumplen...... bueno, otro argumento para futuras campañas independentistas
 

Rena

Colaborador
Ja, se les va a complicar cumplir las promesas hechas a las apuradas, sin que otras regiones del RU no reclamen trato similar (incluyendo Inglaterra misma), y si no las cumplen...... bueno, otro argumento para futuras campañas independentistas

El sector republicano del Ulster (Martin Mc Guiness) ya planteó un referendum para los próximos meses.
No creo que la cosa sea muy tranquila por esos lados...
 

Sebastian

Colaborador
Ja, se les va a complicar cumplir las promesas hechas a las apuradas, sin que otras regiones del RU no reclamen trato similar (incluyendo Inglaterra misma), y si no las cumplen...... bueno, otro argumento para futuras campañas independentistas
Tengo entendido que los mayores poderes autonomicos va a ser para todos, no solo Escocia.
 
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