Erhard Milch
Erhard Milch, nació el 30 de marzo de 1892 en el puerto de Wilhelmshaven, base de la Marina Imperial Alemana, hijo de Anton Milch, farmaceuta de la marina del Kaiser y de Klara Auguste Wilhelmine Vetter, ambos protestantes.
En febrero de 1910, Erhard se presentó como voluntario en el Ejército del Kaiser pasando 8 meses de entrenamiento con el 1er Regimiento de Artillería, donde se recibió con el equivalente militar de summa cum laude en una promoción de 120 cadetes. En 1913 fue transferido a la Escuela de Artillería en Jüterborg, donde sorprendió a sus profesores en una prueba escrita, en la que inesperadamente "ordenó el cese al fuego", al haber calculado correctamente que se le habían agotado las municiones. El cálculo había sido omitido por sus profesores. Milch quiso presentarse como voluntario para el entrenamiento de vuelo, siendo advertido por su oficial superior que los oficiales del ejército eran muy valiosos "para pensar en esas payasadas." Al comenzar la Primera Guerra Mundial, Milch era un teniente de 22 años y se encontraba en Königsberg al momento de ser movilizado como ayudante en el 1er Batallón de Artillería, que se encontraba en reserva.
Deseando entrar en combate, solicitó su transferencia a una unidad en el frente y pudo ver acción por primera vez en el río Deime. En la mañana del 3 de setiembre de 1914, su puesto recibió un tiro directo de una andanada de 6 horas de las baterías rusas, donde resultó gravemente herido el operador del teléfono y Milch ocupó su puesto sin pensarlo dos veces. Cumpliendo su deseo, en julio de 1915 fue transferido como observador aéreo de bombardeo en el Frente del Oeste, sirviendo en un campo entre Metz y Verdun. En el verano de 1916 observó por primera vez la superioridad aérea del enemigo, pero al tercer día, los cuatro aviones de su unidad fueron destruidos. Poco después llegó el Capitán Boelcke que impresionó a Milch por sus cualidades humanas.
Oswald Boelcke
En junio de 1917, fue nombrado comandante de la Unidad Aérea No. 5 y ese mismo año se casó con Käthe Patschke en Berlín. El 01 de abril de 1918, fue llamado al Estado Mayor. Su primera asignación como capitán, fue en un regimiento estacionado cerca a Arras, luego fue transferido a su vieja unidad de observación, cuando la guerra llegó a su fin. El Tratado de Versalles frustró sus aspiraciones porque sólo le permitió a Alemania una fuerza de sólo 100 mil hombres y ninguno de ellos podía ser aviador. Al permitírsele a Alemania una fuerza adicional de policía, la cual no tenía prohibición explícita de no usar aviones, Milch fue invitado en setiembre de 1919 a formar una unidad en Königsberg donde llegó con su esposa y hermana.
El 01 de noviembre ya tenía 9 aviones, pero los Aliados extendieron las prohibiciones de Versalles hasta las fuerzas policiales y la unidad de Milch fue desmantelada, decidiéndose a colgar su uniforme de capitán. Logró esconder algunos aviones, pero uno a uno fueron encontrados por los inspectores de armas y decomisados. Retirado del ejército, decidió unirse a la aviación civil en una nueva compañía fundada por el Profesor Hugo Junkers. Ahi obtuvo la gerencia de la oficina de Danzig y realizó una buena labor. Desarrolló una actividad comercial muy acelerada que lo llevó a viajar a varios países, incluyendo EEUU, donde visitó la fábrica de Ford en Detroit. Con esa experiencia, Milch fue uno de los pocos oficiales que alertó sobre el potencial industrial americano, desde antes que estallara la guerra mundial.
Profesor Hugo Junkers
En 1924, debido a las presiones aliadas, de 38 aerolíneas alemanas sólo quedaban dos en actividad, Aerolíneas Junkers y Aero-Lloyd, que finalmente, en 1925, se fusionaron en Deutsche Lufthansa. Para entonces Milch contaba con 33 años y pese a su relativa poca edad, fue capaz de llevar a Lufthansa a Rusia y Brasil. Ese primer año, la aerolínea transportó 93 mil pasajeros y Milch pasó de ser gerente comercial, a director ejecutivo de Deutsche Lufthansa. Uno de los grandes aciertos de Milch fue la recomendación de un tercer motor para el avión bimotor Junkers Ju52 estaba en proceso de pruebas. Una vez probado como trimotor, fue presentado en el show de Zurich donde el Ju 52 resultó ser el avión con despegue más corto, el que realizaba el ascenso más rápido, el más veloz y el que más carga transportaba. Más tarde, Milch equiparía toda la flota de Lufthansa con los famosos Ju 52.
Milch saluda desde la cabina de un cuatrimotor Udet-Condor a la prensa, marzo de 1926
Ju 52 de Lufthansa
Su primer contacto personal con el Nacionalsocialismo fue por intermedio de Hermann Göring. Posteriormente, Milch se unió al partido en 1929 cuando le manifestó a Göring que estaba listo para dar ese trascendental paso en su vida. Göring le dijo que consultaría con Hitler, para que él decidiera si, para el mejor interés del partido, sería conveniente que Milch se afiliara, o no. La decisión fue, que desde ya se le aseguraba un lugar en el partido, pero que era mejor que no se hiciera pública su afiliación, para que pudiera seguir como director ejecutivo de Lufthansa. Conoció a los jerarcas nacionalsocialistas en la casa de Göring y quedó impresionado con el programa de Hitler cuando le fue presentado, en especial en cuanto a la aviación se refería.
Años después, durante los años 30, se rumoreó que la Gestapo investigó a Anton Milch por sospechas de descender de una familia judía, entregando un informe con una foto de una tumba del sementerio judio de su ciudad natal donde la lapida decia "Milch". Se dice que el problema fue resuelto cuando la madre firmó una declaración jurada, diciendo que Anton no fue el verdadero padre de Erhard, si no el fruto de una relacion prohibida con su propio hermano.
Hermann Göring
Dos días antes de la toma del poder por Hitler, el 30 de enero de 1933, Göring se presentó en la casa de Milch para comunicarle que Hitler había decidido crear el Ministerio del Aire con Göring como ministro y deseaba que Milch aceptara ser Ministro de Estado. Luego de no poca presión, Milch aceptó y así la creación de la Luftwaffe se hizo realidad en el más estricto secreto. Inicialmente se planificó una flota de 600 aviones incluyendo 9 alas de bombardeo, pero cometieron un error, del cual Milch se arrepentiría años después: la Kriegmarine no tendría aviones, pese a la protesta de Raeder. Göring había decidido que todo lo que volara en Alemania, era únicamente de su competencia y de nadie más.
Aunque Göring no fue finalmente nombrado Ministro del Aire, sino Comisionado para la Aviación del Reich y Milch su lugarteniente, inmediatamente ambos se pusieron a trabajar para la Luftwaffe, comenzando con la transformación de las "escuelas de entrenamiento de pilotos comerciales", que los alemanes habían creado años atrás en la Unión Soviética para burlar la prohibición existente por el Tratado de Versalles.
Todos esos años, estuvo dedicado también a crear los sistemas de defensa antiaérea para contrarrestar cualquier ataque de la aviación francesa. Construyó también un nuevo edificio para el ministerio y un centro de operaciones subterráneo cerca a Postdam. Milch le financió a IG Farben la investigación de combustibles y caucho sintéticos y AEG recibió el encargo de instalar líneas eléctricas subterráneas cerca a los aeropuertos. Esas inversiones "para desarrollar las actividades comerciales de Lufthansa" preocupaban a los Aliados, Pero Milch, para entonces Mayor General, encontraba siempre argumentos para calmar las angustias aliadas. Dos millones de obreros fabricaban nuevos campos aéreos, pistas para aterrizaje de emergencia, estaciones de control de tierra, escuelas de aviación y cuarteles para la nueva fuerza aérea. Los flamantes edificios ostentaban nombres como "Oficina de Transporte Aéreo de las Autopistas del Reich", "Escuadrón Central de Demostraciones Alemanas", Depósito Aéreo del Servicio de Trabajo Voluntario" y "Lufthansa del Sur de Alemania." El presidente Hindenburg se preocupó, cuando Lufthansa recibió la factura por una construcción que estaba fuera de las posibilidades de pago de la aerolínea y llamó a Milch para que le explicara lo que estaba pasando, concediéndole 15 minutos. Diplomáticamente Milch le dijo que sólo necesitaba 8 y terminó en 7 minutos. Hindenburg quedó complacido con la explicación, recomendándole que siguiera con sus planes aunque algunos no los comprendieran. A partir de esos momentos Milch tenía el incondicional apoyo de Hitler.
Paul von Hindenburg
Revolucionó la industria aeronáutica con agresivos planes de reconversión. Fabricas de locomotoras fueron convertidas en fábricas de aviones y la producción de aviones subió enormemente. Junkers tenía un límite de producción de apenas 18 aviones al año y Milch elevó la producción a 178 en el año 1934, con un contrato para producir unos mil aviones Junkers y otros mil Dorniers. Bajo su liderazgo, en 1937 la industria aeronáutica empleaba 230 mil hombres. En agosto de ese año, revisó los planos del nuevo Heinkel 111, que nacido como avión civil, se convertiría en bombardero mediano. El siguiente paso era la creación de un bombardero pesado, proyecto que nunca llegó a alcanzar la etapa de producción en gran escala. En Esos meses, Göring pidió el rango de General y Milch fue ascendido a Coronel, con autoridad sobre el jefe de Estado Mayor de aviación.
Heinkel 111
En los albores de la Guerra Civil Española, Franco le pidió a Hitler ayuda para transportar sus tropas desde África a España. Hitler aceptó y Milch fue llamado para coordinar las operaciones con los emisarios españoles. Fue creada la unidad especial "Sondestab W" para realizar el puente aéreo de Marruecos a Sevilla, que utilizaría la recién creada "Compañía de Transporte Hispano-Marroquí" que fue equipada con reservistas de la Luftwaffe. Las operaciones eran totalmente dirigidas por Milch, quien informaba a Göring de los progresos que se iban logrando. Para la caza de apoyo a los bombarderos, el avión Heinkel He 51 se mostraba inferior a los aparatos rusos y decidió enviar lo mejor de la Luftwaffe, el Me 109, que así sería probado en combate. Cuando Hitler se enteró que bombarderos rusos estaban operando en contra de las operaciones de transporte, aprobó la intervención militar a toda escala con el "Ejercicio Castigo de Invierno" una fuerza de voluntarios que fue llamada Legión Cóndor y que estuvo bajo el mando del General Hugo Sperrle.
Estandarte de la Legión Cóndor. Hugo Sperrle
Cuando esas cosas ocurrían, Milch y Göring tenían unas relaciones personales que se estaban complicando pero ninguno de los dos trataba de romper, a pesar de que sabían que terminarían mal. Así las cosas, las prepotencias de Göring y sus decisiones compulsivas, enervaban a Milch, quien amenazó con renunciar. Pero, para el Estado Mayor de la Luftwaffe, la intriga y el desasosiego recién empezaban. Göring había hecho una separación entre el lado ministerial a cargo de Milch y el comando de la Luftwaffe bajo su mando; una solución a medias según Milch. Göring le quitó a Milch el Departamento de Personal (von Greim) y el Departamento Técnico (Udet) y a ambos oficiales los puso al mismo nivel jerárquico. Las intrigas continuaron, como en el caso del General Stumpff a quien Milch le dijo que Göring le había pedido que lo vigilara. Stumpff le dijo que eso mismo era lo que Göring le había pedido a él, respecto a Milch. Indignado, Milch le recordó a Göring el proverbio romano "Divide et Impera" pero le advirtió que eso se aplicaba sólo a los enemigos.
Al estallar la guerra con Polonia, advirtió que la Luftwaffe no estaba preparada para un conflicto de mayor escala, situación que podía presentarse si reaccionaban Francia e Inglaterra. La Luftwaffe contaba con una fuerza de 370 mil hombres, de los cuales, antes de la movilización, 162 mil eran terrestres y el resto tripulantes, paracaidistas y artilleros antiaéreos; pero en su opinión, poseía una débil infraestructura, que si bien era capaz de defender eficazmente a Alemania, no era adecuada para realizar operaciones fuera de sus fronteras. Además, aparte de las operaciones tácticas de la Blitzkrieg, no había coordinación entre las tres armas, especialmente entra la Luftwaffe y la Kriegsmarine. La infraestructura era además inadecuada, porque no contaba con una fuerza de bombardeo estratégico y las pistas no eran apropiadas para los nuevos aviones que se fabricarían en los próximos años. Milch, hacía notar años después de la guerra, que en 1939 no habían bombarderos nocturnos, tampoco aviones de más de 500 toneladas, tampoco torpedos aéreos, minas modernas, armamento moderno, miras de bombardeo, misiles guiados tierra-aire, comunicaciones entre escuadrillas de bombardeo y cazas de escolta. Sin embargo, la Luftwaffe que Milch había logrado construir, con todas sus deficiencias, era la más poderosa del mundo.
El 13 de setiembre de 1939, Milch acompañó en su Do 17 a la fuerza de 180 Stukas que atacó Varsovia. No fueron bombardeos estratégicos, porque además se trataba de bombardear tácticamente sólo a las posiciones militares, para evitar daños a la población civil. Después de 22 días, comprobó que la Luftwaffe había gastado la mitad de su arsenal de bombas, pero las bajas no fueron menores que las de la Wehrmacht. Cuando Hitler ordenó el ataque en el oeste, pudo calcular con precisión, que los arsenales de bombas serían agotados en dos semanas. Hitler prohibió la construcción de bombas mientras agotaba las conversaciones diplomáticas y cuando éstas llegaron al punto de no retorno, ordenó reiniciar la fabricación haciendo responsable a Milch para que asegurara las existencias suficientes para cuando se iniciaran las operaciones militares. Exigió que debía tener poderes absolutos, incluso sobre Udet, para lograr ese propósito y Göring aceptó. La prolongación de la guerra le tomó a Udet tan de sorpresa, como lo fue para Milch, pero ambos se esforzaron en equipar a la Luftwaffe en la medida que el tiempo lo permitía.
Ernst Udet
Erhard Milch, nació el 30 de marzo de 1892 en el puerto de Wilhelmshaven, base de la Marina Imperial Alemana, hijo de Anton Milch, farmaceuta de la marina del Kaiser y de Klara Auguste Wilhelmine Vetter, ambos protestantes.
En febrero de 1910, Erhard se presentó como voluntario en el Ejército del Kaiser pasando 8 meses de entrenamiento con el 1er Regimiento de Artillería, donde se recibió con el equivalente militar de summa cum laude en una promoción de 120 cadetes. En 1913 fue transferido a la Escuela de Artillería en Jüterborg, donde sorprendió a sus profesores en una prueba escrita, en la que inesperadamente "ordenó el cese al fuego", al haber calculado correctamente que se le habían agotado las municiones. El cálculo había sido omitido por sus profesores. Milch quiso presentarse como voluntario para el entrenamiento de vuelo, siendo advertido por su oficial superior que los oficiales del ejército eran muy valiosos "para pensar en esas payasadas." Al comenzar la Primera Guerra Mundial, Milch era un teniente de 22 años y se encontraba en Königsberg al momento de ser movilizado como ayudante en el 1er Batallón de Artillería, que se encontraba en reserva.
Deseando entrar en combate, solicitó su transferencia a una unidad en el frente y pudo ver acción por primera vez en el río Deime. En la mañana del 3 de setiembre de 1914, su puesto recibió un tiro directo de una andanada de 6 horas de las baterías rusas, donde resultó gravemente herido el operador del teléfono y Milch ocupó su puesto sin pensarlo dos veces. Cumpliendo su deseo, en julio de 1915 fue transferido como observador aéreo de bombardeo en el Frente del Oeste, sirviendo en un campo entre Metz y Verdun. En el verano de 1916 observó por primera vez la superioridad aérea del enemigo, pero al tercer día, los cuatro aviones de su unidad fueron destruidos. Poco después llegó el Capitán Boelcke que impresionó a Milch por sus cualidades humanas.
Oswald Boelcke
En junio de 1917, fue nombrado comandante de la Unidad Aérea No. 5 y ese mismo año se casó con Käthe Patschke en Berlín. El 01 de abril de 1918, fue llamado al Estado Mayor. Su primera asignación como capitán, fue en un regimiento estacionado cerca a Arras, luego fue transferido a su vieja unidad de observación, cuando la guerra llegó a su fin. El Tratado de Versalles frustró sus aspiraciones porque sólo le permitió a Alemania una fuerza de sólo 100 mil hombres y ninguno de ellos podía ser aviador. Al permitírsele a Alemania una fuerza adicional de policía, la cual no tenía prohibición explícita de no usar aviones, Milch fue invitado en setiembre de 1919 a formar una unidad en Königsberg donde llegó con su esposa y hermana.
El 01 de noviembre ya tenía 9 aviones, pero los Aliados extendieron las prohibiciones de Versalles hasta las fuerzas policiales y la unidad de Milch fue desmantelada, decidiéndose a colgar su uniforme de capitán. Logró esconder algunos aviones, pero uno a uno fueron encontrados por los inspectores de armas y decomisados. Retirado del ejército, decidió unirse a la aviación civil en una nueva compañía fundada por el Profesor Hugo Junkers. Ahi obtuvo la gerencia de la oficina de Danzig y realizó una buena labor. Desarrolló una actividad comercial muy acelerada que lo llevó a viajar a varios países, incluyendo EEUU, donde visitó la fábrica de Ford en Detroit. Con esa experiencia, Milch fue uno de los pocos oficiales que alertó sobre el potencial industrial americano, desde antes que estallara la guerra mundial.
Profesor Hugo Junkers
En 1924, debido a las presiones aliadas, de 38 aerolíneas alemanas sólo quedaban dos en actividad, Aerolíneas Junkers y Aero-Lloyd, que finalmente, en 1925, se fusionaron en Deutsche Lufthansa. Para entonces Milch contaba con 33 años y pese a su relativa poca edad, fue capaz de llevar a Lufthansa a Rusia y Brasil. Ese primer año, la aerolínea transportó 93 mil pasajeros y Milch pasó de ser gerente comercial, a director ejecutivo de Deutsche Lufthansa. Uno de los grandes aciertos de Milch fue la recomendación de un tercer motor para el avión bimotor Junkers Ju52 estaba en proceso de pruebas. Una vez probado como trimotor, fue presentado en el show de Zurich donde el Ju 52 resultó ser el avión con despegue más corto, el que realizaba el ascenso más rápido, el más veloz y el que más carga transportaba. Más tarde, Milch equiparía toda la flota de Lufthansa con los famosos Ju 52.
Milch saluda desde la cabina de un cuatrimotor Udet-Condor a la prensa, marzo de 1926
Ju 52 de Lufthansa
Su primer contacto personal con el Nacionalsocialismo fue por intermedio de Hermann Göring. Posteriormente, Milch se unió al partido en 1929 cuando le manifestó a Göring que estaba listo para dar ese trascendental paso en su vida. Göring le dijo que consultaría con Hitler, para que él decidiera si, para el mejor interés del partido, sería conveniente que Milch se afiliara, o no. La decisión fue, que desde ya se le aseguraba un lugar en el partido, pero que era mejor que no se hiciera pública su afiliación, para que pudiera seguir como director ejecutivo de Lufthansa. Conoció a los jerarcas nacionalsocialistas en la casa de Göring y quedó impresionado con el programa de Hitler cuando le fue presentado, en especial en cuanto a la aviación se refería.
Años después, durante los años 30, se rumoreó que la Gestapo investigó a Anton Milch por sospechas de descender de una familia judía, entregando un informe con una foto de una tumba del sementerio judio de su ciudad natal donde la lapida decia "Milch". Se dice que el problema fue resuelto cuando la madre firmó una declaración jurada, diciendo que Anton no fue el verdadero padre de Erhard, si no el fruto de una relacion prohibida con su propio hermano.
Hermann Göring
Dos días antes de la toma del poder por Hitler, el 30 de enero de 1933, Göring se presentó en la casa de Milch para comunicarle que Hitler había decidido crear el Ministerio del Aire con Göring como ministro y deseaba que Milch aceptara ser Ministro de Estado. Luego de no poca presión, Milch aceptó y así la creación de la Luftwaffe se hizo realidad en el más estricto secreto. Inicialmente se planificó una flota de 600 aviones incluyendo 9 alas de bombardeo, pero cometieron un error, del cual Milch se arrepentiría años después: la Kriegmarine no tendría aviones, pese a la protesta de Raeder. Göring había decidido que todo lo que volara en Alemania, era únicamente de su competencia y de nadie más.
Aunque Göring no fue finalmente nombrado Ministro del Aire, sino Comisionado para la Aviación del Reich y Milch su lugarteniente, inmediatamente ambos se pusieron a trabajar para la Luftwaffe, comenzando con la transformación de las "escuelas de entrenamiento de pilotos comerciales", que los alemanes habían creado años atrás en la Unión Soviética para burlar la prohibición existente por el Tratado de Versalles.
Todos esos años, estuvo dedicado también a crear los sistemas de defensa antiaérea para contrarrestar cualquier ataque de la aviación francesa. Construyó también un nuevo edificio para el ministerio y un centro de operaciones subterráneo cerca a Postdam. Milch le financió a IG Farben la investigación de combustibles y caucho sintéticos y AEG recibió el encargo de instalar líneas eléctricas subterráneas cerca a los aeropuertos. Esas inversiones "para desarrollar las actividades comerciales de Lufthansa" preocupaban a los Aliados, Pero Milch, para entonces Mayor General, encontraba siempre argumentos para calmar las angustias aliadas. Dos millones de obreros fabricaban nuevos campos aéreos, pistas para aterrizaje de emergencia, estaciones de control de tierra, escuelas de aviación y cuarteles para la nueva fuerza aérea. Los flamantes edificios ostentaban nombres como "Oficina de Transporte Aéreo de las Autopistas del Reich", "Escuadrón Central de Demostraciones Alemanas", Depósito Aéreo del Servicio de Trabajo Voluntario" y "Lufthansa del Sur de Alemania." El presidente Hindenburg se preocupó, cuando Lufthansa recibió la factura por una construcción que estaba fuera de las posibilidades de pago de la aerolínea y llamó a Milch para que le explicara lo que estaba pasando, concediéndole 15 minutos. Diplomáticamente Milch le dijo que sólo necesitaba 8 y terminó en 7 minutos. Hindenburg quedó complacido con la explicación, recomendándole que siguiera con sus planes aunque algunos no los comprendieran. A partir de esos momentos Milch tenía el incondicional apoyo de Hitler.
Paul von Hindenburg
Revolucionó la industria aeronáutica con agresivos planes de reconversión. Fabricas de locomotoras fueron convertidas en fábricas de aviones y la producción de aviones subió enormemente. Junkers tenía un límite de producción de apenas 18 aviones al año y Milch elevó la producción a 178 en el año 1934, con un contrato para producir unos mil aviones Junkers y otros mil Dorniers. Bajo su liderazgo, en 1937 la industria aeronáutica empleaba 230 mil hombres. En agosto de ese año, revisó los planos del nuevo Heinkel 111, que nacido como avión civil, se convertiría en bombardero mediano. El siguiente paso era la creación de un bombardero pesado, proyecto que nunca llegó a alcanzar la etapa de producción en gran escala. En Esos meses, Göring pidió el rango de General y Milch fue ascendido a Coronel, con autoridad sobre el jefe de Estado Mayor de aviación.
Heinkel 111
En los albores de la Guerra Civil Española, Franco le pidió a Hitler ayuda para transportar sus tropas desde África a España. Hitler aceptó y Milch fue llamado para coordinar las operaciones con los emisarios españoles. Fue creada la unidad especial "Sondestab W" para realizar el puente aéreo de Marruecos a Sevilla, que utilizaría la recién creada "Compañía de Transporte Hispano-Marroquí" que fue equipada con reservistas de la Luftwaffe. Las operaciones eran totalmente dirigidas por Milch, quien informaba a Göring de los progresos que se iban logrando. Para la caza de apoyo a los bombarderos, el avión Heinkel He 51 se mostraba inferior a los aparatos rusos y decidió enviar lo mejor de la Luftwaffe, el Me 109, que así sería probado en combate. Cuando Hitler se enteró que bombarderos rusos estaban operando en contra de las operaciones de transporte, aprobó la intervención militar a toda escala con el "Ejercicio Castigo de Invierno" una fuerza de voluntarios que fue llamada Legión Cóndor y que estuvo bajo el mando del General Hugo Sperrle.
Estandarte de la Legión Cóndor. Hugo Sperrle
Cuando esas cosas ocurrían, Milch y Göring tenían unas relaciones personales que se estaban complicando pero ninguno de los dos trataba de romper, a pesar de que sabían que terminarían mal. Así las cosas, las prepotencias de Göring y sus decisiones compulsivas, enervaban a Milch, quien amenazó con renunciar. Pero, para el Estado Mayor de la Luftwaffe, la intriga y el desasosiego recién empezaban. Göring había hecho una separación entre el lado ministerial a cargo de Milch y el comando de la Luftwaffe bajo su mando; una solución a medias según Milch. Göring le quitó a Milch el Departamento de Personal (von Greim) y el Departamento Técnico (Udet) y a ambos oficiales los puso al mismo nivel jerárquico. Las intrigas continuaron, como en el caso del General Stumpff a quien Milch le dijo que Göring le había pedido que lo vigilara. Stumpff le dijo que eso mismo era lo que Göring le había pedido a él, respecto a Milch. Indignado, Milch le recordó a Göring el proverbio romano "Divide et Impera" pero le advirtió que eso se aplicaba sólo a los enemigos.
Al estallar la guerra con Polonia, advirtió que la Luftwaffe no estaba preparada para un conflicto de mayor escala, situación que podía presentarse si reaccionaban Francia e Inglaterra. La Luftwaffe contaba con una fuerza de 370 mil hombres, de los cuales, antes de la movilización, 162 mil eran terrestres y el resto tripulantes, paracaidistas y artilleros antiaéreos; pero en su opinión, poseía una débil infraestructura, que si bien era capaz de defender eficazmente a Alemania, no era adecuada para realizar operaciones fuera de sus fronteras. Además, aparte de las operaciones tácticas de la Blitzkrieg, no había coordinación entre las tres armas, especialmente entra la Luftwaffe y la Kriegsmarine. La infraestructura era además inadecuada, porque no contaba con una fuerza de bombardeo estratégico y las pistas no eran apropiadas para los nuevos aviones que se fabricarían en los próximos años. Milch, hacía notar años después de la guerra, que en 1939 no habían bombarderos nocturnos, tampoco aviones de más de 500 toneladas, tampoco torpedos aéreos, minas modernas, armamento moderno, miras de bombardeo, misiles guiados tierra-aire, comunicaciones entre escuadrillas de bombardeo y cazas de escolta. Sin embargo, la Luftwaffe que Milch había logrado construir, con todas sus deficiencias, era la más poderosa del mundo.
El 13 de setiembre de 1939, Milch acompañó en su Do 17 a la fuerza de 180 Stukas que atacó Varsovia. No fueron bombardeos estratégicos, porque además se trataba de bombardear tácticamente sólo a las posiciones militares, para evitar daños a la población civil. Después de 22 días, comprobó que la Luftwaffe había gastado la mitad de su arsenal de bombas, pero las bajas no fueron menores que las de la Wehrmacht. Cuando Hitler ordenó el ataque en el oeste, pudo calcular con precisión, que los arsenales de bombas serían agotados en dos semanas. Hitler prohibió la construcción de bombas mientras agotaba las conversaciones diplomáticas y cuando éstas llegaron al punto de no retorno, ordenó reiniciar la fabricación haciendo responsable a Milch para que asegurara las existencias suficientes para cuando se iniciaran las operaciones militares. Exigió que debía tener poderes absolutos, incluso sobre Udet, para lograr ese propósito y Göring aceptó. La prolongación de la guerra le tomó a Udet tan de sorpresa, como lo fue para Milch, pero ambos se esforzaron en equipar a la Luftwaffe en la medida que el tiempo lo permitía.
Ernst Udet