Blog de las Fuerzas de Defensa de la República Argentina: FAA y CANA de Argentina, 1955-1965
FAA y CANA de Argentina, 1955-1965
Original de Tom Cooper
Sep 1, 2003, 11:26
Argentina comparte la historia caracterizada por violencia, caos e intervenciones militares con muchos otros países de Latinoamérica. Especialmente los militares argentinos siempre parecieron más ocupados en asuntos políticos que en la seguridad externa - pese a las considerables amenazas a la seguridad nacional. De los 16 presidentes que gobernaron Argentina entre 1930 y 1970, no menos de once fueron oficiales militares. La figura política dominante en el país mayormente luego de la Segunda Guerra Mundial fue Juan Domingo Perón, antiguo Coronel del Ejército Argentino y un miembro del “Grupo de Oficiales Unidos” (GOU). El GOU llegó al poder en Mayo de 1943, a través de un golpe contra el gobierno civil de Ramón Castillo. Actuando como Sub-Secretario de Guerra en la junta del Gen. Pedro Ramírez, y luego como Secretario de Trabajo y Bienestar, Perón realizó políticas sociales motivadas a fortalecer la creciente clase trabajadora y expandir los sindicatos– especialmente la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT). Tales medidas lo convirtieron en muy popular – con mucho disgusto del siguiente dictador argentino, el Gen. Edelmiro Farrel, quien subió al poder en Febrero de 1944. Bajo Farrell, Perón ascendió al puesto de Vice-Presidente y Secretario de Guerra, pero fue forzado a renunciar y arrestado por sus oponentes dentro de las fuerzas armadas , en Octubre de 1945. La CGT reaccionó con demostraciones en masa, el 17 de Octubre, y Perón fue liberado. En Febrero de 1946, ganó las elecciones presidenciales – apoyado por su segunda esposa, la muy popular Eva Duarte (mejor conocida como “Evita”) – comenzó su primer mandato confiscando bienes de propiedad británica y americana en Argentina y presionando para industrializar el país con la ayuda del dinero que el país obtuvo vendiendo alimentos a los Aliados, durante la Segunda Guerra Mundial. Perón ganó la re-elección, en 1951, pero estaba mientras tanto en conflicto con al Iglesia Católica Romana y con amplios sectores militares, así como acusado de haber establecido a Argentina como un refugio seguro para criminales de guerra Nazis. Argentina fue neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero obtuvo inmensos beneficios vendiéndole comida y materias primas a Gran Bretaña – hasta tal punto que luego estaba fuertemente endeudado al final de la guerra, y, hambrienta de fondos frescos, tuvo que ofrecerse a pagar en bienes manufacturados. La riqueza ganada en los 1940s fue había sido puesta en buen uso, a principios de los 1950s, Argentina empezó a sufrir de un crecimiento económico descendente así como una creciente corrupción dentro de las autoridades estatales que destruían la base del normal funcionamiento de la economía. Evita murió de cáncer, en 1952, resultando en que su esposo perdió mucho apoyo popular. Ese terminó siendo trasfondo de una serie de rebeliones por parte del Ejército y Armada, en 1955.
La carrera de armas latinoamericana
Para la mayor parte de los 1940s, 1950s, y 1960s, Argentina fue el contendiente líder en una carrera de armas de Sudamérica, en la cual Brasil y Chile fueron los principales rivales. El país reclamaba cerca de un millón ochocientos mil kilómetros cuadrados de la Antártida y la colonia británica de las islas Malvinas (localmente llamadas “Islas Malvinas”). Aparte, había una larga disputa con Chile sobre la posesión de las islas en el canal de Beagle, al sur de Tierra del Fuego. Fundada el 10 de Agosto de 1912, como el Servicio Aeronáutico del Ejército, y cambiando a su presente título el 4 de Enero de 1945, la Fuerza Aérea Argentina fue siempre una de las más importantes fuerzas aéreas de Sudamérica. El principal avión de caza de la FAA a mediados de los 1940s era el Curtiss 75 Hawk – un tipo que estaba obviamente obsoleto cuando se lo comparaba con el Republic P-47 Thunderbolt, provisto a un grupo de países latinoamericanos que se unieron a los Aliados en la guerra en Europa. Correspondientemente, tan pronto como fue posible, los argentinos se lanzaron en la iniciativa de adquirir cazas jet. Las opciones no eran muy grandes: para 1946 solo unos pocos países tenía cazas a reacción en producción. Luego que USA rechazara su pedido, de todos modos, los argentinos se volvieron hacia Gran Bretaña: dada la falta de dinero, el país era incapaz de pagar su gran deuda acumulada durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, lo que los británicos pudieron ofrecer fue productos manufacturados y equipo de excedente militar. Correspondientemente, on 5 de Mayo de 1947 un acuerdo fue firmado con Gran Bretaña para suministrar un gran número de aviones a la Argentina, incluyendo 50 ex-RAF y 50 recientemente construidos Gloster Meteor F.Mk.4s (a un costo de 32.800 libras esterlinas cada uno), 15 Avro Lancaster y 30 bombarderos Avro Lincoln , y muchos aviones ligeros adicionales. El anuncio de este acuerdo causó protestas del Gobierno americano, pero Londres eventualmente llevó al acuerdo hasta el fin y el primer Meteor – ó “Gloster”, como se hicieron conocer mientras estaban en servicio con la FAA – empezaron a arribar ya en Julio de 1947. El contrato para la adquisición de los Meteors también pedía el entrenamiento de 12 pilotos argentinos. Para este propósito los primeros seis cazas con marcas de la FAA fueron originalmente retenido en Moerton Valence. Como la mayoría de los pilotos de la FAA no tenía experiencia con jets – ó incluso con cazas a motores a pistón modernos– y en ese momento no había Meteor biplazas, hubo algunos problemas con el entrenamiento. Un resultado directo de esta situación fue el desarrollo del Meteor T.Mk.7 entrenador biplaza de conversión. El 3 Diciembre de 1947, la primera unidad de Gloster Meteor de la FAA – el Regimiento 4 de Caza Interceptora – fue formado en la BAM Tandil, la cual previamente tuvo que ser mejorada y ampliada para poder acomodar jets. La segunda unidad, el Regimiento 6 de Caza Interceptora, fue establecido en 1949. Los siguientes estructuras fueron ensambladas en el Instituto Aerotécnico, en Córdoba, la tercera ciudad de Argentina. Esta institución había sido fundada en 1927: en los 1940s fue renombrada como Fábrica Militar de Aviones (FMA) y puesta bajo control de la FAA. La FMA también estableció una línea de ensamblaje para los motores Rolls Royce W.2B/37 Derwent, que daban potencia a los Meteor. Inicialmente, los argentinos experimentaron un gran número de accidentes con sus Meteors: el avión estaba todavía en desarrollo, y muchas de sus características de diseño no podían lidiarse con los motores Derwent. Uno de los aviones explotó después de salir de un rolido horizontal durante las preparaciones para establecer un nuevo record de velocidad de circuito cerrado, mientras muchos otros se estrellarían más adelante. Un número de proyectos de conversión y actualización fue llevado a cabo en los Meteors. Uno fue el intento de desarrollo de una variante de conversión biplaza de entrenamiento: si bien no dio frutos, muchos de los “Glosters” fueron equipados para portar un segundo asiento en el cockpit, en vez de equipo de comunicaciones. Un pequeño número de Meteors fue modificado con un cockpit reforzado y alas más grandes del Meteor F.Mk.III para varios intentos de romper record, mientras que hubo también un proyecto para un misil aire-tierra PT-1 bajo pruebas en 1953. En Marzo de 1949, la estructura de la FAA fue adoptada de tal manera que los Regimientos fueron convertidos a Brigadas (renombradas a Brigada Aérea – en 1951), como una resemblanza de las Alas de la RAF. El Regimiento 4 de Caza Interceptora se convirtió en la VI Brigada Aérea y permaneció basada en Tandil, mientras que el Regimiento 6 se convirtió en la VII Brigada Aérea, y fue basada en la BAM Morón en las afueras de Buenos Aires. Mientras tanto, las otras dos ramas de los militares argentinos estaban desarrollando sus servicios aéreos también. La armada – la cual ya operaba dos viejos acorazados, cinco cruceros y 12 destructores clásicos– empezó buscando un portaviones, a finales de los 1940s y principios de los 1950s. Los planes para comprar uno de los grandes barcos clase US Essex no se materializó, sin embargo – al menos no en esos momentos en que Perón estaba en el poder. La Armada Argentina ya operaba un considerable poder aeronaval – el Comando de la Aviación Naval Argentina (COAN), ya establecido el 17 de Octubre de 1919, el cual – entre otros – volaron North American SNJ-4s (AT-6 Texan) y 12 helicópteros Sikorsky S-55 (UH-19), provistos a principios de los 1950s. El Ejército estaba similarmente equipado, incluso con su propia arma aérea – el Comando de Aviación de Ejército, centrado en Campo de Mayo – sólo en 1959, la mayoría volando una serie de SNJ-4s y Cessnas para observación y entrenamiento. En total, a principios de los 1950s, Argentina tenía tres servicios aéreos que eran los mejor equipados de todos en Latinoamérica. Pero, especialmente la FAA, pero no sólo estaba luchando para mejorar sus propias capacidades con la ayuda de importados, sino también a través de obtener independencia en diseño y producción de veloces cazas jets. La Conexión Alemana El gran número de científicos, técnicos y pilotos alemanes que emigraron a la Argentina durante y después 1945, y la riqueza del país ganó durante la Segunda Guerra Mundial, resultaron en los años dorados de la industria aeronáutica argentina. El más prominente entre los exiliados alemanes fue el Dr. Kurt Tank, antiguo ingeniero jefe de Focke Wulf, y diseñador de cazas famosos como el Fw.190 y Ta.190. Él reinició su carrera profesional en FMA, en 1947, donde un gran número de otros altamente experimentados diseñadores – incluyendo el francés Emile Dewoitine y los argentinos Ignacio San Marin y Norberto Morcchio – se convirtieron en activos también. El primer resultado significativo de los esfuerzos de FMA fue el IA-27 Pulqui (Flecha), diseñado por Dewoitine como un caza ligero con la toma de aire en la nariz y el cockpit justo detrás de éste, alas bajas, tren de aterrizaje triciclo y una gran cabina. El Pulqui fue originalmente diseñado ya antes la Segunda Guerra Mundial, pero su realización se hizo posible gracias a la disponibilidad del motor Derwent, después de la guerra. Consecuentemente, pronto después del primer vuelo quedó claro mientras Dewoitine era un excelente diseñador cazas a motor a pistón, su Pulqui no llevaba a ninguna parte. De todos modos, Argentina entonces se convirtió en la sexta nación del mundo entero en volar su propio caza jet, después – en orden cronológico – ¡Alemania, Gran Bretaña, USA, Unión Soviética, y Francia!
El FMA Pulqui fue un resultado del primer intento argentino para desarrollar su propio caza impulsado por jets. El avión era potenciado por un sólo motor Rolls Royce Derwent 5: tenía 9.69m de longitud y una envergadura de 11.25m. El primer vuelo fue el 9 de Agosto de 1947, pero con una velocidad máxima de sólo 720km/h en ese momento muchos aviones de caza con motor a pistón eran más rápidos, por lo que no tuvo futuro. (fuerte desconocida, vía Tom Cooper)
Una vez que las entregas de Meteors comenzaron, y Kurt Tank fue contratado, la FMA lanzó un nuevo intento para diseñar un caza impulsado a jets. Así vino el IA-33 Pulqui II al mundo, basado en la relativamente extensiva experiencia de diseñadores alemanes tenían en el diseño de alas aflechadas. Visto como una mezcla del La-15, MiG-15, y Saab J-29 Tunnan, con alas aflechadas hacia atrás en 40 grados, una cola en T, y armado con cuatro cañones de 20mm montados debajo del cockpit, el nuevo caza era un diseño prometedor, potenciado por un motor Rolls Royce Nene y capaz de velocidades de hasta 1.050km/h. Hizo su primer vuelo el 27 de Junio de 1950, y pronto después el Gobierno ordenó cuatro prototipos más. La consiguiente historia del Pulqui II estuvo plagada de problemas: Tank dejó la Argentina y la falta de fondos retrasó el posterior desarrollo. Cuando esto fue avistado, en 1954, el Gobierno ordenó 35 Canadair Sabre F.Mk.6s, de Canadá. Esta orden, sin embargo, tuvo que ser cancelado por la falta de fondos: Perón finalmente llevó a su país a un piso económicamente y fue incapaz de incrementar los necesarios cantidad de moneda extranjera necesaria para financiar tal compra.
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El FMA IA.33 Pulqui II, diseñado por el Dr. Kurt Tank, era un diseño altamente prometedor. Con alas en flecha de 40° y una envergadura de 10.6m, estaba totalmente en la tendencia de los cazas contemporáneos cuando voló por primera vez, el 27 de Junio de 1950. La falta de fondos y el consiguiente aislamiento en Argentina llevó a masivos retrasos en el proyecto, el cual fue eventualmente archivado, entre 1958 y 1960. Sin embargo, al menos un Pulqui II se sabe fue capturado por los rebeldes en Córdoba, en Septiembre de 1955, y usado en combate contra tropas leales . (fuente desconocida, vía Tom Cooper)
La ”Revolución” de 1955
El 16 de Junio de 1955, elementos dentro de la Armada argentina lanzaron un levantamiento. Directamente atacaron la Casa de Gobierno en la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, pero fallaron. De todos modos, capturaron los aeropuertos de Ezeiza, Morón, y Punta Indio. Muchos barcos de guerra participaron en la rebelión también, más que nada en el bombardeo de la Casa de Gobierno – con poco efecto. Aviones de la Armada Argentina entonces bombardearon la principal plaza de Buenos Aires, donde miles se agrupaban para expresar su apoyo a Perón, matando – de acuerdo a reportes actuales no confirmados – al menos 350 personas, e hiriendo a unos 1.000 (Perón eligió no fomentar el odio popular, y por ello archivos completos acerca de este asunto permanecen difíciles de encontrar). El motín dentro la Armada fue seguido por uno dentro del Ejército, que envió un número de SNJs para atacar tropas leales en la capital. La mayoría de la FAA permaneció leal y varios Meteors despegaron para interceptar a los rebeldes. Uno de estos, seriado I-063, derribó al Texan “3-A-9” (0340), volado por el oficial Arnaldo Román, quien se lanzó en paracaídas. Durante la misma tarde, el Ejército lanzó contraataques contra Punta Indio y otros bastiones, y los revoltoso colapsó. Después de este levantamiento, la Armada Argentina fue privada de munición y repuestos para aviones: Perón eligió no fomentar el odio popular, sin embargo, y y dejó a la Armada en gran parte intacta. Entonces, el servicio podía montar un nuevo intento de golpe de estado, incluso si este fuese sabido contra el Gobierno y antipopular. USA y UK estaban más que contentos de explotar esta oportunidad. Los británicos, quienes en esos tiempos consideraban a Argentina una especie de “semi-colonia agro-exportadora”, y no estaban especialmente complacidos sobre la falta de voluntad por parte del gobierno argentino de olvidar sus deudas, eran especialmente intolerantes hacia Perón. Fue declarado un “dictador nazi”, y Winston Churchill – todavía un miembro influyente del Parlamento británico a principios de los 1950s – se convirtió especialmente activo agitando contra él. En una ocasión Churchill declaró que , “la caída del tirano Perón en Argentina es la más grande reparación del orgullo del Imperio, tan importante para mi como la victoria en la Segunda Guerra Mundial, y las fuerzas del Imperio Británico no darán ninguna tregua, ni descansarán en su lucha contra él, esté muerto o vivo.” El gobierno de USA fue algo más cooperante con los clérigos argentinos – a través de un acuerdo con el entonces Papa Pío 12. Si bien la población argentino fue grandemente letárgica sobre los estadios de golpes contra los gobiernos legítimamente constituidos, los británicos y americanos necesitaron sólo tres meses para lanzar otro intento.
Volado por el oficial J. Adras, el 16 de Junio de 1955, el Meteor F.Mk.4 "I-063" de la FAA derribó a un AT-6A volado por un piloto rebelde, de ese modo obteniendo la primera victoria aire-aire para la Fuerza Aérea Argentina . (Arte por Tom Cooper)
El Segundo Ataque
Después de tener los stocks de munición repletos semi-legalmente por los británicos, la Armada lideró una segunda revuelta, en Septiembre de 1955. Esta vez mejores contactos con la Fuerza Aérea y el Ejército fueron establecidos, y los rebeldes – liderados por el Gen.Brig. Dalmiro Felix Videla Belaguer – planearon tomar ciudades y bases militares fuera de Buenos Aires antes de intentar un ataque a la capital misma. Al menos tan significativo, lograron la cooperación de numerosos pilotos de las Brigada Aéreas VI y VI, y podrían de ese modo estar seguros de tener algún tipo de cobertura aérea de sus operaciones. Inicialmente, temprano en la mañana del 16 de Septiembre 1955, tomaron las bases navales en Río Santiago y Puerto Belgrano, seguidos de los regimientos del Ejército de Arroyo Seco y Curuzu-Cuatiá. en Córdoba hubo una feroz – pero corta– batalla por la principal estación de policía, la que cayó después de media hora de bombardeo de artillería. Simultáneamente, los rebeldes aseguraron los talleres de FMA y la BAM Tandil, junto con las instalaciones de la Escuela de Caza, donde encontraron a un número de cazas Meteor F.Mk.4 en reparación– así como un prototipo de Pulqui II. Finalmente, Infantes de Marina desde Puerto Belgrano marcharon sobre el vecino puerto granelero de Bahía Blanca. Los cazas capturados en Tandil fueron inmediatamente puestos en uso. Temprano en la mañana, dos Meteors lanzaron panfletos sobre Córdoba, declarando que la ciudad, “ha sido conquistada otra vez por Dios y la Patria.” La reacción del Gobierno fue relativamente lenta– y casi absurda. A las 08:21hrs, un mensaje de radio fue emitido que aseguraba, “el movimiento subversivo esta bajo control”. Poco después, un mensaje de radio rebelde desde Puerto Belgrano respondía que, “esta no es una revuelta de dos ó cuatro horas. La llevaremos adelante tanto como sea necesario. Pedimos al pueblo argentino que se nos una en nuestro esfuerzo por la verdad, la moralidad y la libertad.” Sólo en ese momento Perón puso a sus tropas en alerta. Un estado de emergencia fue declarado y el Ejército fue puesto bajo el mando del Gen. Franklin Lucero. La base naval de Río Santiago fue puesta bajo sitio y la VII Brigada Aérea de la FAA alertada para posible acción. Los combates del 16 de Septiembre principalmente se concentraron en Río Santiago. Esta base fue castigada por cuatro Meteors de la FAA y luego puesto bajo fuego de artillería. Sobrepasados en número al menos dos a uno, pero apoyados por dos destructores anclados fuera de la capital, los marinos e infantes de marina en Río Santiago finalmente se rindieron, en las últimas horas de la tarde. Durante los ataques aéreos, ambos destructores fueron dañados por fuego de cañón y cohetes, pero también un Meteor de la FAA fue derribado por fuego anti-aéreo. Lo siguiente, el Gen. Lucero giró hacia Córdoba. Desplegando cerca de 15.000 tropas, apoyada por tanques y artillería, él estaba seguro que el levantamiento sería disuelto dentro del período corto de tiempo. Sin embargo, a medida que la primera brigada de 2.000 tropas arribó a la estación de trenes local, fue atacada por Meteors volados por pilotos rebeldes, y sufrieron considerables bajas. Un tiempo precioso fue perdido hasta que la unidad fue reorganizada y vuelta a poner en control de oficiales leales. Incrementando la presión, Belaguer comenzó a reclutar locales para apoyar a sus unidades, mientras los Meteors pilotados por rebeldes ametrallaban el cercano aeropuerto de Pajas Blancas, donde muchos Lincolns de la FAA fueron dañados en tierra. Otra vez, los “Glosters” de la VII Brigada Aérea fueron enviados para contraatacar, volando numerosos ataques sobre bastiones rebeldes. Los rebeldes no se rendirían, sin embargo: la incondicionalmente católica romana Córdoba – la ciudad a veces descripta como una de “monjes e iglesias” – fue un bastión de la oposición anti-peronista. Cientos de civiles se unieron a los rebeldes, luchando de su lado a las unidades avanzantes del Ejército. La ciudad permaneció en sus manos, así como Puerto Belgrano y Bahía Blanca. Esto era extremadamente peligroso para Perón dado que cuanto más tiempo mantuvieran los rebeldes esas posiciones, más probable sería que comandantes militares adicionales se plegaran a los mismos. El segundo día del levantamiento empezó con mensajes de radio del Gobierno que decían que, “absoluta tranquilidad reina en todo el país” – excepto en Córdoba y Puerto Belgrano. La situación de los rebeldes iba mejorando de hora en hora cuando las unidades en San Luis del 2do Ejército se amotinaron contra el Gobierno. Mientras tanto, la Flota del Río de la Plata– parte de la Armada operando a lo largo del Río de la Plata – recogidas cerca de las costa uruguayas, y el Almirante Isaac Rojas, comandante de la flota, proclamó un bloqueo de la capital. Para la tarde del 17 de Septiembre, Rojas juntó una flota de 21 barcos de guerra en el área, incluyendo dos obsoletos acorazados y dos cruceros ex-americanos – ARA Nueve de Julio (ex-USS Boise) y ARA General Belgrano (ex-ARA 17 de octubre, ex-USS Phoenix) – amenazando con bombardear Buenos Aires. Correspondientemente, un oscurecimiento fue forzado, y conexiones de teléfono cortadas, causando intranquilidad e incluso pánico dentro de la población. En efecto, el Gobierno pasó la mayor parte del día haciendo nada: esto era el resultado de una eventual renuncia. Debido a eso había dos bandos que usaban los Meteors ahora, las respectivas unidades de la FAA introdujeron insignias diferente a fin de permitir a sus pilotos reconocerse entre ellos. Las unidades leales a Perón aplicaron una gran “P” en sus aviones, sobre una “V”; en el otro lado, los rebeldes pintaron una cross sobre una “V” con la leyenda “Cristo vence” en la nariz y en la cobertura del motor de sus Meteors.
Durante la "revolución" de Septiembre de 1955, no solo la FAA sino también los rebeldes usaron a los Meteors. Dado esto ambos ambos fueron forzados a aplicar marcas de distinción adicionales sobre sus aviones. Los rebeldes usaron un gran "V", adornada por una cruz y una leyenda de "Cristo vence". Muy pocas buenas fotografías mostrando esta insignia están disponibles y la mayoría fueron tomadas en el "Desfile de la Victoria", en Córdoba luego del golpe. Por esta razón no permanece claro de que color eran esas marcas aplicadas. Muchos de sus detalles permanecen desconocidos también. De fotos disponibles , sin embargo, la mayoría eran de color amarillo o celeste. (Dibujo de Tom Cooper)
El Día Decisivo
En la mañana del del 18 de Septiembre, el Gral. Lucero desplegó otro grupo de 15.000 tropas hacia General Belgrano, y Rojas – carente de unidades terrestres – reaccionó en la única manera que pudo : activando al COAN. Desplegando todos los aviones disponibles en la BAN Comandante Espora – incluyendo Consolidated PBY-5 Catalinas, SNJ-4s, AT-11s e incluso viejos Grumman J2F-5 Ducks – los rebeldes contratacaron a los avanzantes tropas y tanques del Ejército. Un J2F-5 fue derribado mientras atacaba una columna de tanques, y después cayó bajo fuego amigo de artillería de barcos de guerra controlados por rebeldes mientras se aproximaba a la costa. Los rebeldes en Tandil y Córdoba estaban activos también, intentando desplegar a sus Meteors al ataque otra vez. El I-079, sin embargo, fue cargado con el combustible equivocado – nafta en vez de kerosene – y se estrelló en llamas poco después de despegar del aeropuerto de FMA, matando al piloto piloto, Tte. Morandini. La VII Brigada Aérea desplegaron un número de Meteors en salidas de ataque en respuesta, pero en vano. A medida que un creciente número de unidades leales cambiaba su lealtad, el Gobierno empezó a perder el control de la situación. Sin la capacidad de recuperar ni Córdoba no Pto. Belgrano, y con la mayoría de los militares tornándose en su contra, Perón fue forzado al exilio. Voló a Paraguay y una junta militar fue establecida en Buenos Aires. La caída de Perón no sólo tuvo inmensas repercusiones para toda la nación argentina y su sociedad, sino también para su industria aeronáutica local . El Pulqui II estaba en el medio de los programas de prueba cuando la junta militar llegó al poder y la mayoría del equipo de Kurt Tank fue forzado a dejar Argentina (Tank mismo fue a la India, donde continuó trabajando para la Hindustan Aeronautics Ltd. – HAL, y después desarrolló el caza supersónico HF-24 Marut). El amplio trabajo de desarrollo de este y otros proyectos fue completamente detenido, y Argentina otra vez se volvió hacia USA y Gran Bretaña para satisfacer sus necesidades de defensa.
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COAN también operaba un pequeño número de PBY-5 Catalinas durante los 1950s y 1960s, y estos se vieron envueltos no solo en la lucha durante del golpe en 1955, sino también por la larga operación de búsqueda de un submarino no identificado que fue detectado dentro de aguas territoriales argentinas, el 30 de Enero de 1960. (Tom Cooper collection)
Los mejores tiempos del COAN
Con Perón fuera del camino, USA y UK fueron más que contentos de normalizar relaciones con Argentina. Esto no siempre fue fácil, entonces la nueva junta – fuertemente influenciada por la Armada – tenía demandas que no siempre fueron fáciles de satisfacer, incluyendo la adquisición de un portaviones. El permiso para hacerlo estuvo garantizado sólo después de largas negociaciones, en 1958: con los USA todavía vetando los pedidos por barcos de la clase USS Essex, el buque seleccionado en vez fue el portaviones clase Colossus HMS Warrior. Originalmente botado en 1942, fue completado en 1944 y sirvió con la Armada Real de Canadá a préstamo por un corto período de tiempo, a finales de los 1940s. En 1948, fue usada para ensayos de pista de aterrizaje flexible y, en 1954, actualizado con una cubierta parcialmente angulada. El Warrior fue puesto a la venta en Marzo de 1958, y comprado por Argentina solo tres meses después, para ser renombrado ARA Independencia. El COAN empezó operaciones aéreas desde el Independencia en Junio de 1959 – incluso antes que buque fuese oficialmente comisionado. El grupo aéreo embarcado consistió de cuatro Vought F4U-5N y seis F4U-5NL Corsairs, comprados en 1956, y SNJ-5Cs, 30 de los cuales fueron comprados en 1958, y todos eran compatibles con portaviones.
Fotografías del F4U Corsairs del COAN en operaciones desde el ARA Independencia son bastante raras. Esta muestra a un F4U-5 de la 2a Escuadrilla Aeronaval de Ataque aterrizando a bordo del portaviones , a principios de los 1960s. Los Corsairs del COAN fueron seriados 2-A-201 al 2-A-222 en ese tiempo. Los Corsairs argentinos vieron algún servicio de combate durante diferentes golpes en el país. Pese a reportes que también tomaron parte en escaramuzas con chilenos, en 1965, y que uno fue derribado, nunca hubo lucha entre Argentina y Chile, y ningún Corsairs del COAN fue perdido por fuego terrestre chileno. (Tom Cooper collection)
A principios 1960s, después de adquisiciones adicionales de equipo y aviones, el COAN fue reorganizado otra vez. Los Corsairs – flota que había sido reforzadas con ocho F4U-5 y cuatro F4U-5NLs adicionales, provistos en 1958 – entró en servicio con Escuadra Aeronaval 2 (re-designada como 2a Escuadrilla Aeronaval de Ataque), basada junto con el resto de la aviación naval en la BAN Comandante Espora, cerca de Buenos Aires. En 1960, seis Grumman S2F-1 (S-2A) Trackers fueron ordenados a USA. El primer de estos arribó en 1962, entrando en servicio con la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, establecida en ese mismo año en la BAN Punta Indio. Corsairs, Trackers y SNJs rutinariamente se desplegaron a bordo del ARA Independencia. Originalmente diseñados como cazas nocturnos, los Corsairs fueron principalmente empleados para ataque a tierra; el COAN planeó replazarlos en el rol de interceptor con una pequeña serie de Grumman F9F-2 Panthers (luego reforzados por muchos Grumman F9F-8T/TF-9J Cougar biplazas), provistos en 1958. Este, sin embargo, nunca se desplegaron a bordo del ARA Independencia (excepto durante su viaje de traslado, en cuales los Panthers y Cougars fueron embarcados para transporte desde USA hacia Argentina) entonces el barco se demostró como no apropiado para operarlos: Los Panthers hicieron muy pocos (quizás solo uno) aterrizajes a bordo para propósitos de prueba. En cambio, en 1965, los Corsairs fueron reemplazados por 64 Sud T-28P Fennec (una adaptación francesa del North American T-28A Trojan), de la Fuerza Aérea Francesa, la quedo con excedentes después de la guerra de Argelia. Los primeros 44 Fennecs fueron transferidos a Argentina en 1966, y los restantes 20 en el siguiente año. Reforzada y alentada por tales adquisiciones, la Armada Argentina y COAN iban jugar un rol prominente en un número de emergencias durante los 1960s.
FAA y CANA de Argentina, 1955-1965
Original de Tom Cooper
Sep 1, 2003, 11:26
Argentina comparte la historia caracterizada por violencia, caos e intervenciones militares con muchos otros países de Latinoamérica. Especialmente los militares argentinos siempre parecieron más ocupados en asuntos políticos que en la seguridad externa - pese a las considerables amenazas a la seguridad nacional. De los 16 presidentes que gobernaron Argentina entre 1930 y 1970, no menos de once fueron oficiales militares. La figura política dominante en el país mayormente luego de la Segunda Guerra Mundial fue Juan Domingo Perón, antiguo Coronel del Ejército Argentino y un miembro del “Grupo de Oficiales Unidos” (GOU). El GOU llegó al poder en Mayo de 1943, a través de un golpe contra el gobierno civil de Ramón Castillo. Actuando como Sub-Secretario de Guerra en la junta del Gen. Pedro Ramírez, y luego como Secretario de Trabajo y Bienestar, Perón realizó políticas sociales motivadas a fortalecer la creciente clase trabajadora y expandir los sindicatos– especialmente la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT). Tales medidas lo convirtieron en muy popular – con mucho disgusto del siguiente dictador argentino, el Gen. Edelmiro Farrel, quien subió al poder en Febrero de 1944. Bajo Farrell, Perón ascendió al puesto de Vice-Presidente y Secretario de Guerra, pero fue forzado a renunciar y arrestado por sus oponentes dentro de las fuerzas armadas , en Octubre de 1945. La CGT reaccionó con demostraciones en masa, el 17 de Octubre, y Perón fue liberado. En Febrero de 1946, ganó las elecciones presidenciales – apoyado por su segunda esposa, la muy popular Eva Duarte (mejor conocida como “Evita”) – comenzó su primer mandato confiscando bienes de propiedad británica y americana en Argentina y presionando para industrializar el país con la ayuda del dinero que el país obtuvo vendiendo alimentos a los Aliados, durante la Segunda Guerra Mundial. Perón ganó la re-elección, en 1951, pero estaba mientras tanto en conflicto con al Iglesia Católica Romana y con amplios sectores militares, así como acusado de haber establecido a Argentina como un refugio seguro para criminales de guerra Nazis. Argentina fue neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero obtuvo inmensos beneficios vendiéndole comida y materias primas a Gran Bretaña – hasta tal punto que luego estaba fuertemente endeudado al final de la guerra, y, hambrienta de fondos frescos, tuvo que ofrecerse a pagar en bienes manufacturados. La riqueza ganada en los 1940s fue había sido puesta en buen uso, a principios de los 1950s, Argentina empezó a sufrir de un crecimiento económico descendente así como una creciente corrupción dentro de las autoridades estatales que destruían la base del normal funcionamiento de la economía. Evita murió de cáncer, en 1952, resultando en que su esposo perdió mucho apoyo popular. Ese terminó siendo trasfondo de una serie de rebeliones por parte del Ejército y Armada, en 1955.
La carrera de armas latinoamericana
Para la mayor parte de los 1940s, 1950s, y 1960s, Argentina fue el contendiente líder en una carrera de armas de Sudamérica, en la cual Brasil y Chile fueron los principales rivales. El país reclamaba cerca de un millón ochocientos mil kilómetros cuadrados de la Antártida y la colonia británica de las islas Malvinas (localmente llamadas “Islas Malvinas”). Aparte, había una larga disputa con Chile sobre la posesión de las islas en el canal de Beagle, al sur de Tierra del Fuego. Fundada el 10 de Agosto de 1912, como el Servicio Aeronáutico del Ejército, y cambiando a su presente título el 4 de Enero de 1945, la Fuerza Aérea Argentina fue siempre una de las más importantes fuerzas aéreas de Sudamérica. El principal avión de caza de la FAA a mediados de los 1940s era el Curtiss 75 Hawk – un tipo que estaba obviamente obsoleto cuando se lo comparaba con el Republic P-47 Thunderbolt, provisto a un grupo de países latinoamericanos que se unieron a los Aliados en la guerra en Europa. Correspondientemente, tan pronto como fue posible, los argentinos se lanzaron en la iniciativa de adquirir cazas jet. Las opciones no eran muy grandes: para 1946 solo unos pocos países tenía cazas a reacción en producción. Luego que USA rechazara su pedido, de todos modos, los argentinos se volvieron hacia Gran Bretaña: dada la falta de dinero, el país era incapaz de pagar su gran deuda acumulada durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, lo que los británicos pudieron ofrecer fue productos manufacturados y equipo de excedente militar. Correspondientemente, on 5 de Mayo de 1947 un acuerdo fue firmado con Gran Bretaña para suministrar un gran número de aviones a la Argentina, incluyendo 50 ex-RAF y 50 recientemente construidos Gloster Meteor F.Mk.4s (a un costo de 32.800 libras esterlinas cada uno), 15 Avro Lancaster y 30 bombarderos Avro Lincoln , y muchos aviones ligeros adicionales. El anuncio de este acuerdo causó protestas del Gobierno americano, pero Londres eventualmente llevó al acuerdo hasta el fin y el primer Meteor – ó “Gloster”, como se hicieron conocer mientras estaban en servicio con la FAA – empezaron a arribar ya en Julio de 1947. El contrato para la adquisición de los Meteors también pedía el entrenamiento de 12 pilotos argentinos. Para este propósito los primeros seis cazas con marcas de la FAA fueron originalmente retenido en Moerton Valence. Como la mayoría de los pilotos de la FAA no tenía experiencia con jets – ó incluso con cazas a motores a pistón modernos– y en ese momento no había Meteor biplazas, hubo algunos problemas con el entrenamiento. Un resultado directo de esta situación fue el desarrollo del Meteor T.Mk.7 entrenador biplaza de conversión. El 3 Diciembre de 1947, la primera unidad de Gloster Meteor de la FAA – el Regimiento 4 de Caza Interceptora – fue formado en la BAM Tandil, la cual previamente tuvo que ser mejorada y ampliada para poder acomodar jets. La segunda unidad, el Regimiento 6 de Caza Interceptora, fue establecido en 1949. Los siguientes estructuras fueron ensambladas en el Instituto Aerotécnico, en Córdoba, la tercera ciudad de Argentina. Esta institución había sido fundada en 1927: en los 1940s fue renombrada como Fábrica Militar de Aviones (FMA) y puesta bajo control de la FAA. La FMA también estableció una línea de ensamblaje para los motores Rolls Royce W.2B/37 Derwent, que daban potencia a los Meteor. Inicialmente, los argentinos experimentaron un gran número de accidentes con sus Meteors: el avión estaba todavía en desarrollo, y muchas de sus características de diseño no podían lidiarse con los motores Derwent. Uno de los aviones explotó después de salir de un rolido horizontal durante las preparaciones para establecer un nuevo record de velocidad de circuito cerrado, mientras muchos otros se estrellarían más adelante. Un número de proyectos de conversión y actualización fue llevado a cabo en los Meteors. Uno fue el intento de desarrollo de una variante de conversión biplaza de entrenamiento: si bien no dio frutos, muchos de los “Glosters” fueron equipados para portar un segundo asiento en el cockpit, en vez de equipo de comunicaciones. Un pequeño número de Meteors fue modificado con un cockpit reforzado y alas más grandes del Meteor F.Mk.III para varios intentos de romper record, mientras que hubo también un proyecto para un misil aire-tierra PT-1 bajo pruebas en 1953. En Marzo de 1949, la estructura de la FAA fue adoptada de tal manera que los Regimientos fueron convertidos a Brigadas (renombradas a Brigada Aérea – en 1951), como una resemblanza de las Alas de la RAF. El Regimiento 4 de Caza Interceptora se convirtió en la VI Brigada Aérea y permaneció basada en Tandil, mientras que el Regimiento 6 se convirtió en la VII Brigada Aérea, y fue basada en la BAM Morón en las afueras de Buenos Aires. Mientras tanto, las otras dos ramas de los militares argentinos estaban desarrollando sus servicios aéreos también. La armada – la cual ya operaba dos viejos acorazados, cinco cruceros y 12 destructores clásicos– empezó buscando un portaviones, a finales de los 1940s y principios de los 1950s. Los planes para comprar uno de los grandes barcos clase US Essex no se materializó, sin embargo – al menos no en esos momentos en que Perón estaba en el poder. La Armada Argentina ya operaba un considerable poder aeronaval – el Comando de la Aviación Naval Argentina (COAN), ya establecido el 17 de Octubre de 1919, el cual – entre otros – volaron North American SNJ-4s (AT-6 Texan) y 12 helicópteros Sikorsky S-55 (UH-19), provistos a principios de los 1950s. El Ejército estaba similarmente equipado, incluso con su propia arma aérea – el Comando de Aviación de Ejército, centrado en Campo de Mayo – sólo en 1959, la mayoría volando una serie de SNJ-4s y Cessnas para observación y entrenamiento. En total, a principios de los 1950s, Argentina tenía tres servicios aéreos que eran los mejor equipados de todos en Latinoamérica. Pero, especialmente la FAA, pero no sólo estaba luchando para mejorar sus propias capacidades con la ayuda de importados, sino también a través de obtener independencia en diseño y producción de veloces cazas jets. La Conexión Alemana El gran número de científicos, técnicos y pilotos alemanes que emigraron a la Argentina durante y después 1945, y la riqueza del país ganó durante la Segunda Guerra Mundial, resultaron en los años dorados de la industria aeronáutica argentina. El más prominente entre los exiliados alemanes fue el Dr. Kurt Tank, antiguo ingeniero jefe de Focke Wulf, y diseñador de cazas famosos como el Fw.190 y Ta.190. Él reinició su carrera profesional en FMA, en 1947, donde un gran número de otros altamente experimentados diseñadores – incluyendo el francés Emile Dewoitine y los argentinos Ignacio San Marin y Norberto Morcchio – se convirtieron en activos también. El primer resultado significativo de los esfuerzos de FMA fue el IA-27 Pulqui (Flecha), diseñado por Dewoitine como un caza ligero con la toma de aire en la nariz y el cockpit justo detrás de éste, alas bajas, tren de aterrizaje triciclo y una gran cabina. El Pulqui fue originalmente diseñado ya antes la Segunda Guerra Mundial, pero su realización se hizo posible gracias a la disponibilidad del motor Derwent, después de la guerra. Consecuentemente, pronto después del primer vuelo quedó claro mientras Dewoitine era un excelente diseñador cazas a motor a pistón, su Pulqui no llevaba a ninguna parte. De todos modos, Argentina entonces se convirtió en la sexta nación del mundo entero en volar su propio caza jet, después – en orden cronológico – ¡Alemania, Gran Bretaña, USA, Unión Soviética, y Francia!
El FMA Pulqui fue un resultado del primer intento argentino para desarrollar su propio caza impulsado por jets. El avión era potenciado por un sólo motor Rolls Royce Derwent 5: tenía 9.69m de longitud y una envergadura de 11.25m. El primer vuelo fue el 9 de Agosto de 1947, pero con una velocidad máxima de sólo 720km/h en ese momento muchos aviones de caza con motor a pistón eran más rápidos, por lo que no tuvo futuro. (fuerte desconocida, vía Tom Cooper)
Una vez que las entregas de Meteors comenzaron, y Kurt Tank fue contratado, la FMA lanzó un nuevo intento para diseñar un caza impulsado a jets. Así vino el IA-33 Pulqui II al mundo, basado en la relativamente extensiva experiencia de diseñadores alemanes tenían en el diseño de alas aflechadas. Visto como una mezcla del La-15, MiG-15, y Saab J-29 Tunnan, con alas aflechadas hacia atrás en 40 grados, una cola en T, y armado con cuatro cañones de 20mm montados debajo del cockpit, el nuevo caza era un diseño prometedor, potenciado por un motor Rolls Royce Nene y capaz de velocidades de hasta 1.050km/h. Hizo su primer vuelo el 27 de Junio de 1950, y pronto después el Gobierno ordenó cuatro prototipos más. La consiguiente historia del Pulqui II estuvo plagada de problemas: Tank dejó la Argentina y la falta de fondos retrasó el posterior desarrollo. Cuando esto fue avistado, en 1954, el Gobierno ordenó 35 Canadair Sabre F.Mk.6s, de Canadá. Esta orden, sin embargo, tuvo que ser cancelado por la falta de fondos: Perón finalmente llevó a su país a un piso económicamente y fue incapaz de incrementar los necesarios cantidad de moneda extranjera necesaria para financiar tal compra.
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El FMA IA.33 Pulqui II, diseñado por el Dr. Kurt Tank, era un diseño altamente prometedor. Con alas en flecha de 40° y una envergadura de 10.6m, estaba totalmente en la tendencia de los cazas contemporáneos cuando voló por primera vez, el 27 de Junio de 1950. La falta de fondos y el consiguiente aislamiento en Argentina llevó a masivos retrasos en el proyecto, el cual fue eventualmente archivado, entre 1958 y 1960. Sin embargo, al menos un Pulqui II se sabe fue capturado por los rebeldes en Córdoba, en Septiembre de 1955, y usado en combate contra tropas leales . (fuente desconocida, vía Tom Cooper)
La ”Revolución” de 1955
El 16 de Junio de 1955, elementos dentro de la Armada argentina lanzaron un levantamiento. Directamente atacaron la Casa de Gobierno en la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, pero fallaron. De todos modos, capturaron los aeropuertos de Ezeiza, Morón, y Punta Indio. Muchos barcos de guerra participaron en la rebelión también, más que nada en el bombardeo de la Casa de Gobierno – con poco efecto. Aviones de la Armada Argentina entonces bombardearon la principal plaza de Buenos Aires, donde miles se agrupaban para expresar su apoyo a Perón, matando – de acuerdo a reportes actuales no confirmados – al menos 350 personas, e hiriendo a unos 1.000 (Perón eligió no fomentar el odio popular, y por ello archivos completos acerca de este asunto permanecen difíciles de encontrar). El motín dentro la Armada fue seguido por uno dentro del Ejército, que envió un número de SNJs para atacar tropas leales en la capital. La mayoría de la FAA permaneció leal y varios Meteors despegaron para interceptar a los rebeldes. Uno de estos, seriado I-063, derribó al Texan “3-A-9” (0340), volado por el oficial Arnaldo Román, quien se lanzó en paracaídas. Durante la misma tarde, el Ejército lanzó contraataques contra Punta Indio y otros bastiones, y los revoltoso colapsó. Después de este levantamiento, la Armada Argentina fue privada de munición y repuestos para aviones: Perón eligió no fomentar el odio popular, sin embargo, y y dejó a la Armada en gran parte intacta. Entonces, el servicio podía montar un nuevo intento de golpe de estado, incluso si este fuese sabido contra el Gobierno y antipopular. USA y UK estaban más que contentos de explotar esta oportunidad. Los británicos, quienes en esos tiempos consideraban a Argentina una especie de “semi-colonia agro-exportadora”, y no estaban especialmente complacidos sobre la falta de voluntad por parte del gobierno argentino de olvidar sus deudas, eran especialmente intolerantes hacia Perón. Fue declarado un “dictador nazi”, y Winston Churchill – todavía un miembro influyente del Parlamento británico a principios de los 1950s – se convirtió especialmente activo agitando contra él. En una ocasión Churchill declaró que , “la caída del tirano Perón en Argentina es la más grande reparación del orgullo del Imperio, tan importante para mi como la victoria en la Segunda Guerra Mundial, y las fuerzas del Imperio Británico no darán ninguna tregua, ni descansarán en su lucha contra él, esté muerto o vivo.” El gobierno de USA fue algo más cooperante con los clérigos argentinos – a través de un acuerdo con el entonces Papa Pío 12. Si bien la población argentino fue grandemente letárgica sobre los estadios de golpes contra los gobiernos legítimamente constituidos, los británicos y americanos necesitaron sólo tres meses para lanzar otro intento.
Volado por el oficial J. Adras, el 16 de Junio de 1955, el Meteor F.Mk.4 "I-063" de la FAA derribó a un AT-6A volado por un piloto rebelde, de ese modo obteniendo la primera victoria aire-aire para la Fuerza Aérea Argentina . (Arte por Tom Cooper)
El Segundo Ataque
Después de tener los stocks de munición repletos semi-legalmente por los británicos, la Armada lideró una segunda revuelta, en Septiembre de 1955. Esta vez mejores contactos con la Fuerza Aérea y el Ejército fueron establecidos, y los rebeldes – liderados por el Gen.Brig. Dalmiro Felix Videla Belaguer – planearon tomar ciudades y bases militares fuera de Buenos Aires antes de intentar un ataque a la capital misma. Al menos tan significativo, lograron la cooperación de numerosos pilotos de las Brigada Aéreas VI y VI, y podrían de ese modo estar seguros de tener algún tipo de cobertura aérea de sus operaciones. Inicialmente, temprano en la mañana del 16 de Septiembre 1955, tomaron las bases navales en Río Santiago y Puerto Belgrano, seguidos de los regimientos del Ejército de Arroyo Seco y Curuzu-Cuatiá. en Córdoba hubo una feroz – pero corta– batalla por la principal estación de policía, la que cayó después de media hora de bombardeo de artillería. Simultáneamente, los rebeldes aseguraron los talleres de FMA y la BAM Tandil, junto con las instalaciones de la Escuela de Caza, donde encontraron a un número de cazas Meteor F.Mk.4 en reparación– así como un prototipo de Pulqui II. Finalmente, Infantes de Marina desde Puerto Belgrano marcharon sobre el vecino puerto granelero de Bahía Blanca. Los cazas capturados en Tandil fueron inmediatamente puestos en uso. Temprano en la mañana, dos Meteors lanzaron panfletos sobre Córdoba, declarando que la ciudad, “ha sido conquistada otra vez por Dios y la Patria.” La reacción del Gobierno fue relativamente lenta– y casi absurda. A las 08:21hrs, un mensaje de radio fue emitido que aseguraba, “el movimiento subversivo esta bajo control”. Poco después, un mensaje de radio rebelde desde Puerto Belgrano respondía que, “esta no es una revuelta de dos ó cuatro horas. La llevaremos adelante tanto como sea necesario. Pedimos al pueblo argentino que se nos una en nuestro esfuerzo por la verdad, la moralidad y la libertad.” Sólo en ese momento Perón puso a sus tropas en alerta. Un estado de emergencia fue declarado y el Ejército fue puesto bajo el mando del Gen. Franklin Lucero. La base naval de Río Santiago fue puesta bajo sitio y la VII Brigada Aérea de la FAA alertada para posible acción. Los combates del 16 de Septiembre principalmente se concentraron en Río Santiago. Esta base fue castigada por cuatro Meteors de la FAA y luego puesto bajo fuego de artillería. Sobrepasados en número al menos dos a uno, pero apoyados por dos destructores anclados fuera de la capital, los marinos e infantes de marina en Río Santiago finalmente se rindieron, en las últimas horas de la tarde. Durante los ataques aéreos, ambos destructores fueron dañados por fuego de cañón y cohetes, pero también un Meteor de la FAA fue derribado por fuego anti-aéreo. Lo siguiente, el Gen. Lucero giró hacia Córdoba. Desplegando cerca de 15.000 tropas, apoyada por tanques y artillería, él estaba seguro que el levantamiento sería disuelto dentro del período corto de tiempo. Sin embargo, a medida que la primera brigada de 2.000 tropas arribó a la estación de trenes local, fue atacada por Meteors volados por pilotos rebeldes, y sufrieron considerables bajas. Un tiempo precioso fue perdido hasta que la unidad fue reorganizada y vuelta a poner en control de oficiales leales. Incrementando la presión, Belaguer comenzó a reclutar locales para apoyar a sus unidades, mientras los Meteors pilotados por rebeldes ametrallaban el cercano aeropuerto de Pajas Blancas, donde muchos Lincolns de la FAA fueron dañados en tierra. Otra vez, los “Glosters” de la VII Brigada Aérea fueron enviados para contraatacar, volando numerosos ataques sobre bastiones rebeldes. Los rebeldes no se rendirían, sin embargo: la incondicionalmente católica romana Córdoba – la ciudad a veces descripta como una de “monjes e iglesias” – fue un bastión de la oposición anti-peronista. Cientos de civiles se unieron a los rebeldes, luchando de su lado a las unidades avanzantes del Ejército. La ciudad permaneció en sus manos, así como Puerto Belgrano y Bahía Blanca. Esto era extremadamente peligroso para Perón dado que cuanto más tiempo mantuvieran los rebeldes esas posiciones, más probable sería que comandantes militares adicionales se plegaran a los mismos. El segundo día del levantamiento empezó con mensajes de radio del Gobierno que decían que, “absoluta tranquilidad reina en todo el país” – excepto en Córdoba y Puerto Belgrano. La situación de los rebeldes iba mejorando de hora en hora cuando las unidades en San Luis del 2do Ejército se amotinaron contra el Gobierno. Mientras tanto, la Flota del Río de la Plata– parte de la Armada operando a lo largo del Río de la Plata – recogidas cerca de las costa uruguayas, y el Almirante Isaac Rojas, comandante de la flota, proclamó un bloqueo de la capital. Para la tarde del 17 de Septiembre, Rojas juntó una flota de 21 barcos de guerra en el área, incluyendo dos obsoletos acorazados y dos cruceros ex-americanos – ARA Nueve de Julio (ex-USS Boise) y ARA General Belgrano (ex-ARA 17 de octubre, ex-USS Phoenix) – amenazando con bombardear Buenos Aires. Correspondientemente, un oscurecimiento fue forzado, y conexiones de teléfono cortadas, causando intranquilidad e incluso pánico dentro de la población. En efecto, el Gobierno pasó la mayor parte del día haciendo nada: esto era el resultado de una eventual renuncia. Debido a eso había dos bandos que usaban los Meteors ahora, las respectivas unidades de la FAA introdujeron insignias diferente a fin de permitir a sus pilotos reconocerse entre ellos. Las unidades leales a Perón aplicaron una gran “P” en sus aviones, sobre una “V”; en el otro lado, los rebeldes pintaron una cross sobre una “V” con la leyenda “Cristo vence” en la nariz y en la cobertura del motor de sus Meteors.
Durante la "revolución" de Septiembre de 1955, no solo la FAA sino también los rebeldes usaron a los Meteors. Dado esto ambos ambos fueron forzados a aplicar marcas de distinción adicionales sobre sus aviones. Los rebeldes usaron un gran "V", adornada por una cruz y una leyenda de "Cristo vence". Muy pocas buenas fotografías mostrando esta insignia están disponibles y la mayoría fueron tomadas en el "Desfile de la Victoria", en Córdoba luego del golpe. Por esta razón no permanece claro de que color eran esas marcas aplicadas. Muchos de sus detalles permanecen desconocidos también. De fotos disponibles , sin embargo, la mayoría eran de color amarillo o celeste. (Dibujo de Tom Cooper)
El Día Decisivo
En la mañana del del 18 de Septiembre, el Gral. Lucero desplegó otro grupo de 15.000 tropas hacia General Belgrano, y Rojas – carente de unidades terrestres – reaccionó en la única manera que pudo : activando al COAN. Desplegando todos los aviones disponibles en la BAN Comandante Espora – incluyendo Consolidated PBY-5 Catalinas, SNJ-4s, AT-11s e incluso viejos Grumman J2F-5 Ducks – los rebeldes contratacaron a los avanzantes tropas y tanques del Ejército. Un J2F-5 fue derribado mientras atacaba una columna de tanques, y después cayó bajo fuego amigo de artillería de barcos de guerra controlados por rebeldes mientras se aproximaba a la costa. Los rebeldes en Tandil y Córdoba estaban activos también, intentando desplegar a sus Meteors al ataque otra vez. El I-079, sin embargo, fue cargado con el combustible equivocado – nafta en vez de kerosene – y se estrelló en llamas poco después de despegar del aeropuerto de FMA, matando al piloto piloto, Tte. Morandini. La VII Brigada Aérea desplegaron un número de Meteors en salidas de ataque en respuesta, pero en vano. A medida que un creciente número de unidades leales cambiaba su lealtad, el Gobierno empezó a perder el control de la situación. Sin la capacidad de recuperar ni Córdoba no Pto. Belgrano, y con la mayoría de los militares tornándose en su contra, Perón fue forzado al exilio. Voló a Paraguay y una junta militar fue establecida en Buenos Aires. La caída de Perón no sólo tuvo inmensas repercusiones para toda la nación argentina y su sociedad, sino también para su industria aeronáutica local . El Pulqui II estaba en el medio de los programas de prueba cuando la junta militar llegó al poder y la mayoría del equipo de Kurt Tank fue forzado a dejar Argentina (Tank mismo fue a la India, donde continuó trabajando para la Hindustan Aeronautics Ltd. – HAL, y después desarrolló el caza supersónico HF-24 Marut). El amplio trabajo de desarrollo de este y otros proyectos fue completamente detenido, y Argentina otra vez se volvió hacia USA y Gran Bretaña para satisfacer sus necesidades de defensa.
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COAN también operaba un pequeño número de PBY-5 Catalinas durante los 1950s y 1960s, y estos se vieron envueltos no solo en la lucha durante del golpe en 1955, sino también por la larga operación de búsqueda de un submarino no identificado que fue detectado dentro de aguas territoriales argentinas, el 30 de Enero de 1960. (Tom Cooper collection)
Los mejores tiempos del COAN
Con Perón fuera del camino, USA y UK fueron más que contentos de normalizar relaciones con Argentina. Esto no siempre fue fácil, entonces la nueva junta – fuertemente influenciada por la Armada – tenía demandas que no siempre fueron fáciles de satisfacer, incluyendo la adquisición de un portaviones. El permiso para hacerlo estuvo garantizado sólo después de largas negociaciones, en 1958: con los USA todavía vetando los pedidos por barcos de la clase USS Essex, el buque seleccionado en vez fue el portaviones clase Colossus HMS Warrior. Originalmente botado en 1942, fue completado en 1944 y sirvió con la Armada Real de Canadá a préstamo por un corto período de tiempo, a finales de los 1940s. En 1948, fue usada para ensayos de pista de aterrizaje flexible y, en 1954, actualizado con una cubierta parcialmente angulada. El Warrior fue puesto a la venta en Marzo de 1958, y comprado por Argentina solo tres meses después, para ser renombrado ARA Independencia. El COAN empezó operaciones aéreas desde el Independencia en Junio de 1959 – incluso antes que buque fuese oficialmente comisionado. El grupo aéreo embarcado consistió de cuatro Vought F4U-5N y seis F4U-5NL Corsairs, comprados en 1956, y SNJ-5Cs, 30 de los cuales fueron comprados en 1958, y todos eran compatibles con portaviones.
Fotografías del F4U Corsairs del COAN en operaciones desde el ARA Independencia son bastante raras. Esta muestra a un F4U-5 de la 2a Escuadrilla Aeronaval de Ataque aterrizando a bordo del portaviones , a principios de los 1960s. Los Corsairs del COAN fueron seriados 2-A-201 al 2-A-222 en ese tiempo. Los Corsairs argentinos vieron algún servicio de combate durante diferentes golpes en el país. Pese a reportes que también tomaron parte en escaramuzas con chilenos, en 1965, y que uno fue derribado, nunca hubo lucha entre Argentina y Chile, y ningún Corsairs del COAN fue perdido por fuego terrestre chileno. (Tom Cooper collection)
A principios 1960s, después de adquisiciones adicionales de equipo y aviones, el COAN fue reorganizado otra vez. Los Corsairs – flota que había sido reforzadas con ocho F4U-5 y cuatro F4U-5NLs adicionales, provistos en 1958 – entró en servicio con Escuadra Aeronaval 2 (re-designada como 2a Escuadrilla Aeronaval de Ataque), basada junto con el resto de la aviación naval en la BAN Comandante Espora, cerca de Buenos Aires. En 1960, seis Grumman S2F-1 (S-2A) Trackers fueron ordenados a USA. El primer de estos arribó en 1962, entrando en servicio con la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, establecida en ese mismo año en la BAN Punta Indio. Corsairs, Trackers y SNJs rutinariamente se desplegaron a bordo del ARA Independencia. Originalmente diseñados como cazas nocturnos, los Corsairs fueron principalmente empleados para ataque a tierra; el COAN planeó replazarlos en el rol de interceptor con una pequeña serie de Grumman F9F-2 Panthers (luego reforzados por muchos Grumman F9F-8T/TF-9J Cougar biplazas), provistos en 1958. Este, sin embargo, nunca se desplegaron a bordo del ARA Independencia (excepto durante su viaje de traslado, en cuales los Panthers y Cougars fueron embarcados para transporte desde USA hacia Argentina) entonces el barco se demostró como no apropiado para operarlos: Los Panthers hicieron muy pocos (quizás solo uno) aterrizajes a bordo para propósitos de prueba. En cambio, en 1965, los Corsairs fueron reemplazados por 64 Sud T-28P Fennec (una adaptación francesa del North American T-28A Trojan), de la Fuerza Aérea Francesa, la quedo con excedentes después de la guerra de Argelia. Los primeros 44 Fennecs fueron transferidos a Argentina en 1966, y los restantes 20 en el siguiente año. Reforzada y alentada por tales adquisiciones, la Armada Argentina y COAN iban jugar un rol prominente en un número de emergencias durante los 1960s.