Lula y Cristina Kirchner afianzan la integración
Brasil propuso un plan de cooperación con metas concretas
BRASILIA.– La fugaz visita de tres horas que hicieron ayer a esta ciudad Cristina Kirchner y parte de su futuro gabinete sirvió a los gobiernos de ambos países para esbozar un claro símbolo de afianzamiento de la relación bilateral.
Después de una reunión de 50 minutos a solas con Lula, la presidenta electa anunció que acordaron la creación de una comisión estatal de cooperación argentino-brasileña que se encargará de proponer metas, objetivos y plazos concretos para profundizar la integración. Lo novedoso de la agenda radica en un punto que podría abrir una controversia: la opción de avanzar en materia de cooperación nuclear, sobre lo que no se dieron detalles.
“Ratificamos la decisión de profundizar esta relación estratégica", sintetizó Cristina Kirchner al término de su audiencia y antes de subir al avión que la llevaría de regreso a Buenos Aires. Fue una declaración para la prensa en el Palacio del Planalto, sin aceptar preguntas.
"Fue una reunión fructífera y excelente", agregó. En un claro gesto de que dará prioridad a la agenda con Brasil, la presidenta viajó acompañada por seis de los funcionarios que serán el corazón de su futuro gobierno, entre quienes estaban los futuros ministros de Economía, Martín Lousteau, y de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, más los actuales funcionarios Julio De Vido (Planificación), Alberto Fernández (jefe de Gabinete) y Jorge Taiana (canciller).
El ente binacional, que estará encabezado por los presidentes y que de acuerdo con las previsiones se reunirá dos veces al año, ya tiene por delante una agenda conversada ayer. Una de sus prioridades es propiciar la cooperación nuclear. Los mandatarios se comprometieron a inventariar todos los proyectos existentes hasta el momento en ambos países para evaluar la viabilidad de un futuro emprendimiento conjunto.
"La agenda prioritaria de la comisión involucrará energía, desarrollo en defensa y en materia espacial y nuclear", sostuvo, en un diálogo con la prensa, el asesor en materia de política exterior de Lula Marco Aurelio García, que participó de la reunión.
La cuestión nuclear no es menor para la agenda de la región. El desarrollo de esta área desvela a Brasil, que es la décima economía mundial y que la considera prioritaria incluso como parte de su plan estratégico de defensa. "Brasil quiere más cooperación en materia espacial, nuclear y de defensa", agregó García.
El ente también se abocará al desarrollo hidroeléctrico, petrolífero y comercial. Según explicaron las partes al término de las reuniones, los presidentes hablaron de la necesidad de avanzar en la construcción, durante 2008, de la represa hidroeléctrica de Garabí, en el río Uruguay, que demandará una inversión de 1800 millones de dólares. También se analizó la posibilidad de que Petrobras coopere con la estatal Enarsa en la prospección petrolífera en aguas profundas.
En el plano comercial se instó a alcanzar la desdolarización del intercambio bilateral, calculado en 2400 millones anuales, para el próximo año, lo que agilizaría y volvería más rentables las operaciones. "La integración debe ser aprovechada y aprovechable por ambas partes", dijo la presidenta electa.
Plana mayor
Cristina Kirchner llegó a Brasilia a media tarde con la plana mayor de lo que será su gobierno. La comitiva hizo una escala en el coqueto hotel Kubitschek Plaza, donde la presidenta cambió su atuendo de viaje -se puso un traje color hueso de pollera y saco- y se maquilló. A las 16.30, partieron rumbo al Planalto.
La primera de las reuniones fue a solas, entre los dos presidentes. Luego, las comitivas de ministros fueron sumadas a una reunión ampliada. Por Brasil estuvieron presentes el canciller Celso Amorim y los ministros de Industria, Miguel Jorge; de Economía, Guido Mantega; de Ciencia y Tecnología, Sergio Rezende, y de Defensa, Nelson Jobim, más García.
A ellos se sumó el director del área internacional de Petrobras, Nelson Cerveró. Este funcionario de la petrolera estatal brasileña fue quien ratificó ante la comitiva argentina las inversiones de la compañía en el país. Además, dedicó un buen rato a explicar los alcances del descubrimiento por parte de la firma en aguas profundas del Atlántico de un enorme yacimiento con entre 5000 y 8000 millones de barriles de petróleo y gas natural. Ese volumen es suficiente para aumentar en por lo menos un 50 por ciento y de una sola vez las reservas de hidrocarburos de Brasil.
La preocupación de ambos líderes, según explicó Cristina Kirchner, es cómo lograr resultados concretos en la integración. Por ello, dijo, la comisión binacional tendrá como metodología de funcionamiento desarrollar la agenda por temáticas (energía, agroindustria) y no por ministerios. "Eso permitirá un funcionamiento más ágil", dijo. "Nos permitirá fijar metas, objetivos y plazos para alcanzarlos. Las reuniones deben dejar de ser discusiones y arrojar resultados concretos", completó.
El organismo entrará en funcionamiento con una firma conjunta que harán Cristina Kirchner y Lula en la cumbre del Mercosur, a mediados de diciembre, en Montevideo.
La primera reunión de la comisión será en febrero, en Buenos Aires.
Por Lucas Colonna
Enviado especial
Brasil propuso un plan de cooperación con metas concretas
BRASILIA.– La fugaz visita de tres horas que hicieron ayer a esta ciudad Cristina Kirchner y parte de su futuro gabinete sirvió a los gobiernos de ambos países para esbozar un claro símbolo de afianzamiento de la relación bilateral.
Después de una reunión de 50 minutos a solas con Lula, la presidenta electa anunció que acordaron la creación de una comisión estatal de cooperación argentino-brasileña que se encargará de proponer metas, objetivos y plazos concretos para profundizar la integración. Lo novedoso de la agenda radica en un punto que podría abrir una controversia: la opción de avanzar en materia de cooperación nuclear, sobre lo que no se dieron detalles.
“Ratificamos la decisión de profundizar esta relación estratégica", sintetizó Cristina Kirchner al término de su audiencia y antes de subir al avión que la llevaría de regreso a Buenos Aires. Fue una declaración para la prensa en el Palacio del Planalto, sin aceptar preguntas.
"Fue una reunión fructífera y excelente", agregó. En un claro gesto de que dará prioridad a la agenda con Brasil, la presidenta viajó acompañada por seis de los funcionarios que serán el corazón de su futuro gobierno, entre quienes estaban los futuros ministros de Economía, Martín Lousteau, y de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, más los actuales funcionarios Julio De Vido (Planificación), Alberto Fernández (jefe de Gabinete) y Jorge Taiana (canciller).
El ente binacional, que estará encabezado por los presidentes y que de acuerdo con las previsiones se reunirá dos veces al año, ya tiene por delante una agenda conversada ayer. Una de sus prioridades es propiciar la cooperación nuclear. Los mandatarios se comprometieron a inventariar todos los proyectos existentes hasta el momento en ambos países para evaluar la viabilidad de un futuro emprendimiento conjunto.
"La agenda prioritaria de la comisión involucrará energía, desarrollo en defensa y en materia espacial y nuclear", sostuvo, en un diálogo con la prensa, el asesor en materia de política exterior de Lula Marco Aurelio García, que participó de la reunión.
La cuestión nuclear no es menor para la agenda de la región. El desarrollo de esta área desvela a Brasil, que es la décima economía mundial y que la considera prioritaria incluso como parte de su plan estratégico de defensa. "Brasil quiere más cooperación en materia espacial, nuclear y de defensa", agregó García.
El ente también se abocará al desarrollo hidroeléctrico, petrolífero y comercial. Según explicaron las partes al término de las reuniones, los presidentes hablaron de la necesidad de avanzar en la construcción, durante 2008, de la represa hidroeléctrica de Garabí, en el río Uruguay, que demandará una inversión de 1800 millones de dólares. También se analizó la posibilidad de que Petrobras coopere con la estatal Enarsa en la prospección petrolífera en aguas profundas.
En el plano comercial se instó a alcanzar la desdolarización del intercambio bilateral, calculado en 2400 millones anuales, para el próximo año, lo que agilizaría y volvería más rentables las operaciones. "La integración debe ser aprovechada y aprovechable por ambas partes", dijo la presidenta electa.
Plana mayor
Cristina Kirchner llegó a Brasilia a media tarde con la plana mayor de lo que será su gobierno. La comitiva hizo una escala en el coqueto hotel Kubitschek Plaza, donde la presidenta cambió su atuendo de viaje -se puso un traje color hueso de pollera y saco- y se maquilló. A las 16.30, partieron rumbo al Planalto.
La primera de las reuniones fue a solas, entre los dos presidentes. Luego, las comitivas de ministros fueron sumadas a una reunión ampliada. Por Brasil estuvieron presentes el canciller Celso Amorim y los ministros de Industria, Miguel Jorge; de Economía, Guido Mantega; de Ciencia y Tecnología, Sergio Rezende, y de Defensa, Nelson Jobim, más García.
A ellos se sumó el director del área internacional de Petrobras, Nelson Cerveró. Este funcionario de la petrolera estatal brasileña fue quien ratificó ante la comitiva argentina las inversiones de la compañía en el país. Además, dedicó un buen rato a explicar los alcances del descubrimiento por parte de la firma en aguas profundas del Atlántico de un enorme yacimiento con entre 5000 y 8000 millones de barriles de petróleo y gas natural. Ese volumen es suficiente para aumentar en por lo menos un 50 por ciento y de una sola vez las reservas de hidrocarburos de Brasil.
La preocupación de ambos líderes, según explicó Cristina Kirchner, es cómo lograr resultados concretos en la integración. Por ello, dijo, la comisión binacional tendrá como metodología de funcionamiento desarrollar la agenda por temáticas (energía, agroindustria) y no por ministerios. "Eso permitirá un funcionamiento más ágil", dijo. "Nos permitirá fijar metas, objetivos y plazos para alcanzarlos. Las reuniones deben dejar de ser discusiones y arrojar resultados concretos", completó.
El organismo entrará en funcionamiento con una firma conjunta que harán Cristina Kirchner y Lula en la cumbre del Mercosur, a mediados de diciembre, en Montevideo.
La primera reunión de la comisión será en febrero, en Buenos Aires.
Por Lucas Colonna
Enviado especial