Asuntos Aeroespaciales

Rober D

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Tres taikonautas chinos entraron este jueves en la estación espacial china (EEC), o Tiangong, donde permanecerán durante los próximos tres meses, informó la Agencia China de Vuelos Espaciales Tripulados (CMSA, por sus siglas en inglés).

Según el diseñador jefe del sistema de entrenamiento de la tripulación, Huang Weifen, con la llegada de los humanos a bordo se inició la fase crucial de los ensayos de las tecnologías clave de la estación. Asimismo, durante la estancia en la órbita saldrán dos veces al espacio abierto para operaciones prolongadas.

En el primer día de su estancia en la Tiangong, los taikonautas Tang Hongbo, Nie Haisheng y Liu Boming, instalaron el Wi-Fi y desempacaron los suministros traídos desde la Tierra.


Los taikonautas chinos Tang Hongbo, Nie Haisheng y Liu Boming saludan antes del lanzamiento del cohete Long March-2F Y12, que transporta la nave espacial Shenzhou-12, China, 17 de junio de 2021.Carlos Garcia Rawlins

La estación no es la primera en la historia de la cosmonáutica china. En 2011, el gigante lanzó a la órbita el aparato automático Tiangong 1, y en el 2019, la estación Tiangong 2, de 15 metros cúbicos, que estuvo habitada durante 30 días. La Tiangong actual cuenta con unas condiciones mucho más confortables para la tripulación.

Diseño

Según el plan, la Tiangong consistirá de tres módulos, a los que se acoplarán dos naves espaciales: Tianzhou y Shenzhou. De ellos, uno —Tianhe— es habitable y los otros dos —Wentian y Mengtian— son laboratorios y se acoplarán el año que viene.

El módulo Tianhe, lanzado al espacio el pasado 29 de abril, mide 16,6 metros de largo y tiene 4,2 metros de diámetro. Su volumen es de 110 metros cúbicos, de los que 50 metros cúbicos están reservados completamente para la vida y el trabajo de los taikonautas. Está diseñado para albergar a tres personas.

Los desarrolladores trataron de hacer la estancia en el módulo lo más cómoda posible para la tripulación. En particular, tiene tres habitaciones personales, una amplia sala común, un baño y un gimnasio equipado con una bicicleta y una plataforma para correr.

La cápsula está dotada de un sistema análogo al de las 'casas inteligentes' y puede ser controlada por los cosmonautas a través de sus teléfonos. Además, el Wi-Fi a bordo tiene una velocidad de hasta 100 millones de bytes por segundo, así que los tripulantes "pueden navegar por sitios web como nosotros en el terreno, y hacer llamadas telefónicas con el terreno también", asevera el diseñador jefe adjunto del módulo, Bai Linhou. Para las llamadas a sus familiares, los taikonautas tendrán una línea especial privada.

Para el mejor manejo de los suministros —antes de la llegada de la tripulación, la nave Tianzhou-2 llevó a la estación 6,8 toneladas de carga útil— en la estación fue adoptado un sistema logístico que permite saber la ubicación exacta y toda la información necesaria de un objeto al escanear su código QR.

El estado de salud de los taikonautas se controlará por dispositivos portátiles que enviarán los datos en tiempo real a la Tierra.

Por su parte, el sistema de reciclaje de líquidos permite regenerar efectivamente ese recurso vital. De seis litros de orina se pueden producir cinco litros de agua destilada. "Es un paso crucial para permitir la permanencia a largo plazo de los astronautas en la órbita", resaltó a The Global Times un alto funcionario de la Corporación China de Ciencia e Industria Aeroespacial (CASIC, por sus siglas en inglés).

La segunda estación operativa en órbita

Actualmente, la Tiangong es una de las dos estaciones habitadas en el espacio. La primera, la Estación Espacial Internacional (EEI), está en funcionamiento desde 1998.


Al igual que la estación china, la EEI consta de diferentes módulos: cinco rusos, ocho estadounidenses, dos japoneses y uno europeo. Al mismo tiempo, es considerablemente más grande que la Tiangong: tiene un volumen total de 916 metros cúbicos, mientras que la parte habitable es de 388 metros cúbicos, pudiendo albergar hasta siete personas.

Aunque en el proyecto de la Estación Espacial Internacional participan 15 países, China nunca ha estado entre ellos y sus taikonautas tampoco han ingresado a la misma. Aunque en el 2007 el entonces vice primer ministro chino, Li Xueyong, mostró su deseo de unirse al programa, no hubo negociaciones públicas sobre tal posibilidad. Más aún, en el 2011 el Congreso de EE.UU. adoptó la enmienda Wolf, que bloquea toda la cooperación directa entre la NASA y organizaciones vinculadas con el Gobierno chino, haciendo legalmente imposible la inclusión del gigante asiático en el proyecto de la EEI.

¿Para qué sirve?

Según relató en mayo a la cadena CGTN el ingeniero Zhong Hongen, los experimentos que se planean realizar en la EEC se dividen en dos grandes grupos. El primero abarca investigaciones de materiales en situación de ingravidez y el segundo, pruebas de alta precisión en microgravedad. Ambos tipos de experimentos requieren la participación de los taikonautas.


Las investigaciones en la órbita tendrían aplicaciones también en la vida diaria, resaltó Zhong. En particular, indicó que en la EEC se estudiará un material de vidrio especial con un índice de refracción de 2,4. Podría sustituir a los diamantes en la optoelectrónica, y en combinación con tierras raras se usaría para la producción de materiales altamente luminosos, anticipó el ingeniero.

Por su parte, el grupo de expertos estadounidense Center for Strategic and International Studies (CSIS) señaló en abril que la creación de la Tiangong "servirá como un trampolín fundamental para los logros futuros".

"Los lanzamientos repetidos de misiones de reabastecimiento tripuladas y no tripuladas a la EEC brindarán oportunidades sin precedentes para que los taikonautas chinos adquieran experiencia operando en el espacio durante períodos prolongados", afirmaron los analistas y resaltaron que la estación "es una fuente importante de orgullo y prestigio internacional para China".
 

La NASA mandó al espacio decenas de crías de calamares hawaianos ('Euprymna scolopes') para realizar estudios científicos, reporta AP. El envío se llevó a cabo este mes en el marco de una misión de reabastecimiento efectuada por la compañía estadounidense SpaceX a la Estación Espacial Internacional, pero los pormenores solo fueron revelados este lunes.

El objetivo del lanzamiento de estos sepiólidos a la EEI es examinar qué ocurre con dichos animales durante el vuelo espacial y poder aplicar estos conocimientos para reforzar la salud de los astronautas durante las misiones a largo plazo.

Mirada hacia los vuelos a la Luna y Marte con humanos​

Cuando los astronautas están en gravedad baja, se produce un cambio en las relaciones entre sus cuerpos y los microbios. Al pasar el ser humano un largo plazo de tiempo en el espacio, su sistema inmunológico experimenta dificultades para reconocer las bacterias, lo que en ocasiones conduce a que los astronautas se pongan enfermos en la órbita.

Mientras, los calamares tienen una relación simbiótica con las bacterias naturales que regulan su bioluminiscencia. "Hemos descubierto que la simbiosis de los seres humanos con sus microbios se ve perturbada en la microgravedad, y Jamie Foster ha demostrado que es así en los calamares", destacó Margaret McFall-Ngai, profesora de la Universidad de Hawái.

Por su parte, la profesora Jamie Foster encabeza el programa de la NASA para indagar en cómo la microgravedad repercute en las interacciones entre animales y microbios. La especialista enfatizó que los resultados de estas indagaciones podrían tener mucha utilidad a la hora de enviar misiones tripuladas a la Luna o Marte.

Entretanto, se espera que los calamares vuelvan a la Tierra el próximo julio. Los especímenes adultos de dicha especie alcanzan hasta 7,6 centímetros de longitud y en la vida silvestre están presentes en aguas costeras poco profundas frente a las islas Hawái y Midway.
 
¿Qué método usarán para pegarse al piso? (minuto 0:22)
¿Imanes en el calzado?
Si presta atención, notará que los pies están debajo de unas barras que están allí, justamente, para ayudar a mantenerse en el lugar.

exactamente la misma solución de estadounidenses y rusos:
 
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La Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés) ha publicado este fin de semana nuevas imágenes a color de la misión Tianwen-1 y la llegada de su róver Zhurong a Marte.

Así, el pasado 15 de mayo, la primera misión de exploración del planeta rojo de China, aterrizó con éxito en la parte sur de Utopia Planitia, una vasta llanura ubicada en el hemisferio norte de Marte. Uno de los videos muestra el momento en el que se abre el paracaídas del módulo de aterrizaje y empieza un descenso lento hasta llegar al suelo.


En otro 'clip' se aprecia al róver Zhurong hacer uno de sus primeros recorridos en la superficie marciana dando marcha hacia atrás.


La agencia espacial china precisó que este 27 de junio el orbitador Tianwen-1 cumple 338 días en órbita a una distancia de 360 millones de kilómetros de la Tierra, mientras que el róver Zhurong ha estado trabajando en la superficie del planeta durante 42 días marcianos y ha recorrido 236 metros en total.

Además, señalaron que los equipos se encuentran en buenas condiciones de funcionamiento y siguen haciendo su trabajo. Según lo planeado, el róver Zhurong —nombrado así en honor al dios del fuego de la antigua mitología china— estudiará la estructura geológica, el medioambiente, la atmósfera y el agua de Marte durante un mínimo de 90 días.
 

Rober D

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El exitoso fracaso de la misión Little Joe II BP-22. Lo que se suponía que era una prueba de gran altitud, se convirtió en una activación de emergencia real del Launch Escape System (LES).

El propulsor Little Joe II de la NASA fue diseñado y construido por General Dynamics como un banco de pruebas para el hardware del programa Apollo de 1963 a 1966. El cohete plateado de 26 metros se lanzó en un total de cinco misiones y sufrió solo una falla, una falla que irónicamente sería su mayor éxito. La prueba se lanzó el 19 de mayo de 1965. Minutos después del vuelo, el cohete comenzó a girar incontrolablemente y se desgarró. Afortunadamente, el sistema de escape que se estaba probando funcionó perfectamente y sacó la nave espacial sin tripulación de los escombros.



La misión fallida se lanzó el 19 de mayo de 1965. El propulsor llevaba la cápsula Boilerplate-22 (BB-22), una maqueta de ingeniería del módulo de comando Apollo que era de idéntico tamaño y peso. La misión se usaría para probar el Sistema de Lanzamiento de Escape (LES) de la nave espacial que alejaría a los astronautas del cohete Saturno V si ocurriera lo impensable.

Después de un lanzamiento exitoso, se esperaba que el propulsor Little Joe II llevara al BB-22 al borde del espacio (una altitud de aproximadamente 33,528 metros). Una vez en altitud, el LES dispararía y alejaría la nave del propulsor. No resultó así.

El propulsor Little Joe II utilizó sus cuatro aletas como elevadores para dirigir el cohete. Durante el lanzamiento del vuelo BB-22 el 19 de mayo de 1965, uno de los cuatro elevones se atascó en su posición, lo que provocó que el cohete rodara. La fuerza resultante sobre el vehículo producida por el balanceo incontrolable comenzó a desgarrarlo a una altitud de apenas 3.600 metros.

Cuando el propulsor se rompió, los ingenieros de la NASA en tierra observaron impotentes con el temor de que el vehículo se perdiera. Sin embargo, el LES hizo exactamente lo que se suponía que debía disparar y alejar la nave espacial del acelerador condenado. Momentos después de que el sistema de escape alejara el vehículo del propulsor Little Joe II fallido, el LES se desechó y se desplegaron los paracaídas de la nave espacial.

La nave espacial BB-22 se recuperó con éxito después de la prueba dramática y más tarde se volvería a utilizar.

A pesar de que muchos citaron al Apolo 4 como el hito que volvió a encarrilar el programa espacial tripulado de la NASA después del incendio del Apolo 1, la prueba Little Joe II del 19 de mayo fue la misión que dio a ingenieros y astronautas la fe en el sistema que necesitaban para seguir adelante.

 
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