Articulo en "Soldados" mencionando a un amigo

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Primeros Tanques del Ejército Argentino
Por Sergio Toyos



El 10 de julio de 1938, se produjo el desfile de los primeros doce tanques, mod. MK I, con que contó el Ejército -adquiridos en la firma británica Vickers Carden Lloyd- en la Avenida Alvear (hoy Av. Libertador). La compañía de tanques comandada por el entonces capitán de infantería, José M. Salinas, constituyó una columna destacada en los diarios de la época que entonces solían, el día anterior al de los festejos patrios, publicar las formaciones de las columnas de desfile, mencionando incluso a quienes estaban al mando. Al día siguiente, los diarios comentaban “la elegancia y elasticidad de las tropas de infantería en los mecanismos de desfile” y “el impecable estado de presentación de la caballada de los Regimientos de Caballería”.




No era la primera vez que los porteños veían vehículos blindados ya que desde hacía diez años (9 de julio de 1928) el país contaba con sus seis primeros autos blindados Vickers Carden Lloyd mod. 1926 desfilando en secciones de dos, a la cola de cada regimiento de caballería montado, con las siglas C2, C8 y C10 sobre los laterales del vehículo. Eran nuestros inicios en la exploración, ya que esos vehículos estaban concebidos para ese tipo de misiones. Posteriormente en el año 1937, con la creación de la Agrupación Motorizada, se pudieron observar camiones descubiertos y autos con planchas blindadas y se percibieron los primeros esfuerzos de producción nacional. La Argentina no estaba tan lejos de los desfiles militares de la Europa de los años 30’. Con la incorporación de los tanques al Ejército, se produjo una transformación importante que se fue profundizando conforme se producían los acontecimientos de la 2da Guerra Mundial. Sin embargo, en estos principios, los vehículos a oruga no contaban con las simpatías de una gran masa de los oficiales del Arma de Caballería. Fue sólo un grupo de visionarios los que explotaron las capacidades de los Vickers, los que redactaron artículos, manuales y obtuvieron valiosas experiencias. Los vehículos fueron cambiando de manos y de empleo, hasta que en 1943 se organizó la Escuela de Tropas Mecanizadas -que al año siguiente cambiaría su nombre por el de Escuela de Tropas Blindadas-, produciéndose un paso tan adelante en el trabajo interarmas blindado como no

ha vuelto a repetirse más. En un mismo destino se reunió personal y medios de todas las armas, enmarcadas en una Fuerza de Tarea íntegramente blindada. Los años de 1928 y 1938 pueden considerarse entonces, como jalones de los años de inicio y pilares para la obtención de material blindado para nuestro Ejército. Sin duda el estallido de la 2da Guerra Mundial en septiembre de 1938 y el protagonismo asumido por los tanques y la aviación alemanes en la famosa Blitzkrieg, los sistemas internaras y otros ingenios bélicos serían asimilados en nuestro país en el corto plazo. “La Argentina es el granero del mundo, pero es un tigre sin dientes”. A partir de estas desafortunadas palabras de algún diplomático nació la idea de que nuestro país desarrollara su propio vehículo de combate blindado.
Hablando en términos actuales, nuestro creciente estado de indefensión en esa época, frente a la cesión de gran material excedente durante la Guerra Mundial a algunos países del marco regional, movió al entonces gobierno del general Edelmiro J. Farrell y más precisamente al ministro de Guerra, coronel Juan D. Perón, a la creación de una serie de tanques diseñados y construidos íntegramente en nuestro país a partir del verano de 1943. El cerebro de esta operación sería el teniente coronel ingeniero militar de Artillería, D Alfredo Baisi, quien era un reconocido amigo del coronel Perón. Luego de una reunión con el ministro de Guerra, se le impartió la orden de producir una primera serie de tanques que, juntamente a otros logros del gobierno, deberían ser expuestos, durante el año entrante, como una demostración de las capacidades industriales del régimen político del momento.

De inmediato y sin pausa comenzaron los trabajos de producción. El teniente coronel Baisi estaba permanentemente en el Arsenal “Esteban de Luca”, con su catre y una silla alta para dirigir desde allí las tareas. Durante el arduo verano de 1943 se vivieron momentos inolvidables cuando se trabajaba en la tarea de reducir las revoluciones de los motores de aviación, en riesgosas actividades que llegaron a hacer peligrar la vida de los operarios. Se recuerdan particulares episodios: el aspa de una hélice que salió despedida, enterrándose en el asfalto de los parques del Arsenal; la iniciación de los trabajos de fundición de la torre, en los que se consumieron los aceros disponibles colocando una envoltura al vacío en los moldes para solucionar este problema y otras tantas más. El desarrollo de la industria siderúrgica era entonces sumamente incipiente, lo cual no significó que los operarios, técnicos e ingenieros que participaban del proyecto carecieran de preparación e ingenio. Otro momento vibrante fue la visita a la planta por parte del Presidente y el Vicepresidente de la Nación junto al ministro de Guerra, y cuando rodó la primera batea. Finalmente, el 4 de junio de 1944, en una exposición sobre la Avenida 9 de Julio se presentaron los dos primeros modelos en maqueta 1:1 y, el 9 de Julio siguiente, en la Avenida Alvear rugieron los motores de los flamantes vehículos de combate argentinos, al acercarse al palco 12 tanques NAHUEL DL-43, que llevaban pintado sobre el costado un tigre saltando hacia la parte delantera del tanque (en lengua mapuche, “Nahuel” significa Tigre). Marchaban acompañados de motocicletas con sidecar en una demostración de que la exploración acompaña a los tanques durante la marcha. Esta verdadera “demostración de fuerza” fue denominada “milagro industrial”, más aún teniendo en cuenta las muy serias limitaciones que tenía Argentina respecto a la producción de combustibles y desarrollo industrial de materia prima. Se hicieron también duras críticas al tanque, como la gran cantidad humo que producían sus escapes, lo peligroso del combustible de aviación empleado y el hecho concreto de que, luego del primer desfile, algunos iban quedando detenidos una vez traspasado el palco. Lo que explica en parte las importantes columnas de humo y polvo es el hecho de que, terminados los desfiles a pie, se cubría el pavimento con grandes cantidades de arena y aserrín para no lastimar los cascos de los caballos de los regimientos montados y poder limpiar posteriormente sus deposiciones.

Sin duda, todas estas observaciones quedarían eclipsadas al demostrarle al mundo que la Argentina estaba dando sus primeros pasos en el desarrollo industrial de armamento. EEUU abrió los ojos ante el “producto criollo” para el cual el Ministerio de Guerra había detenido una entrega de níquel al tesoro, destinado a la acuñación de moneda, derivándola para el proyecto “Nahuel”. De esta manera, el blindaje de aleación de acero con níquel de las torres los hacían invulnerables a cualquier munición perforante de la época. Para el 9 de julio fueron especialmente invitadas las autoridades militares y de relaciones exteriores de la región alcanzando los objetivos disuasorios esperados. Por último, tomemos conciencia que absolutamente todo excepto el armamento de los tanques, constituidos por los ubicuos cañones de acompañamiento de infantería Krupp de 75 mm., había logrado construirse en el país, incluyendo las configuraciones de comunicaciones vehiculares, con los equipos de pecho.

No es de extrañar, entonces, que al poco tiempo (1947), a través del Instituto Argentino para el Intercambio (I.A.P.I.) se adquiriera un cuantioso lote de materiales a contratistas belgas. Se trataba en su mayoría, de materiales que habían “pasado” los EEUU al Reino Unido a través de la Ley de Préstamos y Arriendos y que, finalizada la contienda, habían quedado diseminados en grandes cantidades por casi toda Europa. La tarea de reunirlos y comercializarlos fue concedida a contratistas europeos. Nuestro país adquirió este material en Bélgica, a través de una comisión especialmente organizada que operó con el I.A.P.I. Así fue como se obtuvieron más de 400 tanques Sherman M-4 A3; gran cantidad de semiorugas M-3 A2 Diamond vehículos livianos a orugas Bren Carrier, junto a un inmenso y variado número de camiones de diversos tipos, vehículos especiales y jeeps que se recibieron de grandes depósitos organizados en el Norte de África. El material fue adquirido como “chatarra de guerra”, a precios simbólicos. Lamentablemente, esta operación dejó sin oxígeno al proyecto mejorado del NAHUEL (en este caso, del modelo A 1, que incluía mejoras observadas en los diez prototipos construidos). El padre del Tanque NAHUEL DL-43, el Tcnl Ing Mil Alfredo Baisi, fue agasajado personalmente por el ministro de Guerra y felicitado por sus esfuerzos y logros, al tiempo que se le modificó la denominación al tanque NAHUEL DL-43, agregándole la frase “Modelo BAISI”, según consta en el BM del 23 de junio de 1944. Junto a la llamada “Chatarra de Guerra” recibimos aproximadamente más de 30 bateas del tanque británico CRUSADER MK III, a las que se les montó cañones Bofors de 75 mm. y Schneider de 105 mm en los arsenales de Villa Martelli. Para ello, se modificaron las bateas, agregándoseles cubiertas blindadas para el servicio de pieza. Sin embargo fue un vehículo de difícil mantenimiento. Su compra no había incluido repuestos, con lo que los botellones de aire comprimido de los frenos fallaban y, si bien su motor era bueno y su maniobra de giro excelente, algo similar al TAM, siempre hubo dificultades en la instrucción del personal de cuadros y tropa, porque frecuentemente estaban fuera de servicio.

EPÍLOGO
El teniente coronel Alfredo Jorge Baisi culminó su carrera con el grado de coronel. Falleció en 1977. Con él, desapareció el proyecto de fabricación de blindados nacionales, y los doce que alcanzaron a construirse tuvieron el triste final del soplete y la inopia. Algunos fueron desapareciendo luego de la caída del general Perón en 1955. Se aprecia que dos o tres fueron cedidos a la República de Paraguay por el mismo Perón en 1953 o 1954. El resto se cree que fueron posteriormente vendidos como chatarra junto a algunos Sherman, también al Paraguay. Hace unos años se escuchó una versión de que podría haber dos enterrados en la zona de líneas de tiro de combate de Campo de Mayo (?). Luego se confirmó la existencia de por lo menos dos Nahuel en Paraguay, uno de los cuales fue tomado por una importante creciente, despareciendo por completo. Constatado en persona por el entonces teniente primero de caballería D Gastón Marmonti, el otro se trataba de un modelo extrañamente modificado de T-16 (versión norteamericana del vehículo ligero británico porta armas Bren Carrier).
Hay quienes dicen haber visto tanques Nahuel en galpones de chatarra en las afueras de Buenos Aires, pero fueron observados hace mucho tiempo, además su notable parecido con el Sherman pudo haber confundido a los informantes. Nadie, sin embargo puede afirmar dónde pudieron terminar sus días los seis autos Blindados Vickers Carden Lloyd o los primeros tanques los 12 Vickers MK I, aunque existen versiones de que, tras la llegada al país del material comprado luego de la 2da Guerra Mundial, fueron transferidos a la Policía Federal para misiones antidisturbios, cambiándosele el armamento original. Tampoco nada se sabe del final de los 30 Crusaders, no obstante se cree también que su último destino ha sido Paraguay.
El estudio de nuestros primeros vehículos blindados lleva consigo el permanente homenaje de las actuales generaciones de tanquistas (oficiales, suboficiales y soldados) a este conjunto de argentinos que vieron la necesidad de mantener nuestra defensa con incansable esfuerzo, denuedo y, seguramente, con total desinterés y entrega, otorgando todo de sí en beneficio de la Patria. Artículo realizado tras una entrevista realizada al Mayor de Caballería D GASTON FEDERICO MARMONTI, autor de la investigación.

FUENTES CONSULTADAS:
• Ing. ALFREDO BAISI
(Hijo del Tcnl BAISI).
• TERESA D. CENTENO QUIROGA
(Servicio de Hemeroteca - Dirección de Información Legislativa y Biblioteca - H. Senado de la Prov. de BUENOS AIRES - Diarios de la época, desde 1928 hasta 1945).
• VICENTE TALON
(Editor de TECNOLOGIA MILITAR - tras los rastros de VON RAUCH).
• Subof My ( R ) JORGE JUAN SIERRA
(Museo del Colegio Militar de la Nación).
• Subof My (R - FAA) JORGE ALBERTO RIAL
(localización final de GEORG VON RAUCH en EEUU).
• Cnl C JORGE ALBERTO TELLADO
(Agregaduría Mil a la Embajada Argentina en PARAGUAY- Búsqueda en PARAGUAY).
• Tcnl C CARLOS IGNACIO BARCHUK
(Ing Mil, Búsqueda en PARAGUAY).
• GEORG VON RAUCH
(autor del 1er Art sobre el NAHUEL, en la Revista MEDIOS PESADOS en 1981).
• Cnl (R) CARLOS E. WARNHOLTZ
(integrante de la Escuela de Tropas Mecanizadas).
• Grl Div (R) VALENTIN OSVALDO VENIER
(Presidente de la Comisión del Arma de Caballería "SAN JORGE").
• Cnl (R) JOSE LUIS PICCIUOLO
(Comisión del Arma de Caballería - Importantes aportes sobre los Veh(s) Bl(s) de la época, y la situación general del país).
• RICARDO JORGE SIGAL FOGLIANI,
Nahuel DL 43, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2004.
 
falto mencionar algo:
Hubo un Nahuel que estaba como monumento en Campo de Mayo, frente al Grupo 1 de Artilleria, con el glacis removido y allì tenìa una cruz y un màstil. Cuando la esc. de tropas blindadas se traslado a Curuzú cuatia, el nahuel fue trasladado con ella, y ahi continuo hasta 1969 cuando el Gral Alcides Lopz Aufranc fue nombrado CEJ de la 1 de Cab blind en ese momento el nahuel desaparecio..

Fogliani en el libro menciona, el monumento pero no pudo comprobar nada. Yo por mi parte consegui al menos 2 fotografias de una coleccion que se remataba en mercado libre hace 2 años pero.. no recuerdo donde las tengo.. Asi que haber imagenes de ese monumento las hay.

Por otro lado conforme a los documentos de inteligencia del EA, los "nahuel paraguayos" son solo un mito, se puedo comprobar que se trataron solo de 3 modelos T16, uno de ellos expuesto en una plazoleta de armas aun hoy dia. Los documentos datan de 1998 y se puede acceder a una copia de ellos en la biblioteca de la escuela tecnica del ejercito (esa que esta cerca de Reg Patricios). En los mismos menciona que un Coronel se encargo de investigar su paradero, contactando directamente a la persona a cargo en el Paraguay el cual le envio el numero de serie de las placas de cada vehiculo, de esta manera pudo constatar (y aun hoy dia se puede al leer los documentos) que son T16.
Sobre lo de la crecida.. me parece inverosimil.. mas aun si consideramos que los unicos blindados que ingresaron al paraguay eran esos 3 T16 con sus numeros de serie registrados.

Otro dato, en 1974 frente al Arsenal Esteban de Luca, se encontraba una batea pelada. Robert J. Icks, historiador de blindados porsee 3 fotografias de el. yo poseo 1 que me fue enviada.

Sobre los Crusader puedo decir queal menos uno de Monte Caseros lo enviaron a Campo de mayo en la decada del 50, y estuvo alli hasta que Lopez Aufranc lo hizo chatarrear, junto a otros (c. 1967) armatostes..
No hay fotos disponibles de las cuatro, que eran:
1) cñ de 75 mm md. 1909 L.30 Krupp,
2) cñ. de 75 mm L.40 mod. 1935 Bofor,
3)obus SChneider mod. 1928 de 105,cm mm L18,6.
La cuarta variante, llevaba tubos lanzacohetes y al menos una bateria de 4 piezas participo del desfile del 9 de julio de 1948.
Cabe mencionar que 2 unidades estuvieron almacenados en los talleres esteban de luca hasta el año 1979 donde le perdi el rastro.

De todos modos Excelente articulo.
 
Estimado Zeke, muy interesante todo lo que ha escrito. Sabe si entre esos "armatostes", a desguazar habria algun proyecto de vehiculo de combate de infanteria 2 x 6, diseniado tambien por el Cnel Baisi?

Saludos
no realmente. De hecho desconozco eso que menciona, por otra parte es un misterio que fueron de los 120 crusaders..
Lo que si.. hace 5 minutos elimine el nahuel que estaba de monumento al encontrar esta fotografia. Claramente demuestra que era mas comun hacerlo de hormigón que usar un vehiculo real..
 
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