Me acuerdo haber sido, de niño en festival aéreo en un aeroclub, pasajero de un DC3 de la FAA. Si bien a esa altura de mi niñez ya había volado y había decidido ser piloto el placer que fue volar en ese avión. Recuerdo que pedí y se me concedió la oportunidad de estar unos minutos en la cabina del avión y es algo que a pesar de mis años (casi llegando a los 40) no me puedo olvidar.
Son como los primeros amores, nunca se olvidan.
Muy buenas fotos.
Saludos