El Avión de Combate Liviano ACL 1180, un diseño córdobes para el Irak de Sadam Hussein

Grulla

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Les dejo este para el finde largo (@Finback ):

El Avión de Combate Liviano ACL 1180




INTRODUCCIÓN

Jorge Cleva - nacido el 26 de junio de 1950 en Villa Carlos Paz, Córdoba - es un diseñador y constructor de aeronaves livianas totalmente autodidacta que, sin formación académica de ninguna índole, se convirtió en uno de los constructores más prolíficos de Argentina, solo superado en cantidad de aeronaves fabricadas por los tres grandes de la industria aeronáutica nacional, La Fábrica Militar de Aviones, Chincul y Aero Boero.

A lo largo de su vida diseño y construyo unas 145 alas para aladeltismo, unos 70 trikes, 8 aeronaves experimentales, 51 ULM (Ultralivianos Motorizados), 800 velas náuticas para tablas de Windsurf y 6 velas náuticas para catamaranes.


EL ACL 1180

Uno de los proyectos más extraños encarados por Jorge Cleva fue el ACL 1180. La sigla corresponde a “Avión de Combate Liviano”, el número 1 a un tripulante y 180 a la potencia instalada en conjunto de sus dos motores del orden de 180 hp.

Se origino a fines de 1989, cuando ya había asumido el gobierno del doctor Carlos Saúl Menem. Conociendo los proyectos hechos para Quimar, un amigo de Cleva, Normando Astronave, le pidió en forma un tanto críptica, una carpeta con sus antecedentes aeronáuticos y empresarios. Esta llego a manos de Ricardo Caletti, dueño de una empresa llamada MISA (Marketing Internacional Sociedad Anónima) dedicado al negocio internacional de las armas.

Luego de un par de reuniones, Caletti le encargo formalmente a Cleva el diseño de un avión caza tanques de muy bajo costo para un país de medio Oriente, que resultó ser Irak, liderado en ese entonces por Saddam Hussein, y que hacía casi un año había terminado su larga y cruenta guerra contra su vecino Irán.

El ACL 1180 fue diseñado en Alta Gracia, Córdoba, con la ayuda técnica del Ingeniero Aeronáutico Juan Francisco Coll.

El ACL 1180 era un monoplaza de ala alta y tren de aterrizaje triciclo retráctil, propulsado por dos motores rotativos tipo Wankel marca Norton Aerotor 90 P64 de unos 90 hp cada uno, caracterizados por su reducido peso, dimensiones compactas y bajo consumo. Su estructura sería íntegramente construida con materiales compuestos, con amplio uso de Kevlar como blindaje.





Las prestaciones del ACL 1180 serían similares a las del avión COIN FMA IA-58A Pucará, con un alcance de 600 kilómetros y la posibilidad de aumentarlo con tanques de combustible suplementarios lanzables. El armamento previsto inicialmente era de cuatro misiles aire-superficie y dos ametralladoras calibre 12,7 mm, y el avión llevaría un paracaídas balístico para su recuperación y la del piloto en caso de daños en batalla.

La característica más importante solicitada por el eventual comprador era que el avión debía ser de pequeño tamaño y con un bajo costo de producción, operación y mantenimiento, requerimientos que fueron respetados en su totalidad, con un diseño innovador y equilibrado. Para mejorar la economía del proyecto, el diseño era modular, con la estructura y los sistemas agrupados en conjuntos fácilmente desmontables, y se trabajó mucho en la intercambiabilidad de los módulos y en la simplicidad del conjunto.

Del ACL 1180 se iban a construir tres prototipos monoplazas (uno de ellos se usaría para los ensayos estáticos) más un prototipo biplaza para la versión de entrenamiento y la eventual producción sería en FAMA (Fábrica Argentina de Materiales Aeroespaciales), la antigua FMA (Fábrica Militar de Aviones) actualmente conocida como FADEA (Fábrica Argentina de Aviones).

A principios de 1990 se le entrego a la MISA el presupuesto para llevar adelante el proyecto. Luego de asistir a un par de reuniones de muy alto nivel, Jorge Cleva cayó en la cuenta de que se había metido en serios problemas, pues ahora se hablaba de que el proyecto iba a ponerse en marcha en Bagdad. Luego de un par de reuniones adicionales, salió elegantemente de este proyecto debido a que los compradores exigían que los prototipos se entregaran en menos de un año mientras que Cleva con los medios materiales con los que contaba no podía hacerlo en menos de dos años, así que finalmente el proyecto se canceló debido a la imposibilidad de cumplir con los plazos estipulados.





Característica Técnicas del ACL 1180

Dimensiones: envergadura 7,50 m; longitud 5,10 m; altura 2,20 m; superficie alar 6,25 m2.

Pesos: vacío 320 Kg; máximo al despegue 600 Kg.

Prestaciones: velocidad de crucero 329 Km/h; velocidad máxima 400 Km/h; velocidad de perdida 104 Km/h; distancia de despegue 115 m; techo de servicio 3.800 m; autonomía 3.5 hs; velocidad ascensional 800 m/min.

Planta motriz: dos motores Norton Aerotor 90 P64 de 90 hp cada uno con hélices tractoras tripalas de carbono con paso variable.


Tres vistas del ACL 1180




FUENTE:

“¡TENER ALAS! LAS ALAS DE JORGE CLEVA”
, por Francisco Halbritter

Web:
 
Última edición:
Che que buen proyecto!

Desconocia totalmente... Un pucaracito!.
Podría ser muy util en la frontera norte como policía aera no? y también venderse a países con presupuestos mas modestos modestos ?
 

Grulla

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Che que buen proyecto!

Desconocia totalmente... Un pucaracito!.
Podría ser muy util en la frontera norte como policía aera no? y también venderse a países con presupuestos mas modestos modestos ?
Fue un proyecto más que quedo en el papel, como tantos otros de los 80. Chincul también tenía algunos proyectos de aeronaves de ataque ligero
 
En esos años eran proyectos muy viables hoy los desplazaron los drones.
Si es verdad... Los drones cambiaron el juego. Pero tampoco todo se resuelve con drones. Un avión así se me ocurre bastante adecuado para cumplir rol de policía aérea... Aquí, ahora, para intercepción de aviones pequeños como los Narcos por ejemplo podría resultar util. Para conflictos belicos de alta intensidad claramente no.
 
Si es verdad... Los drones cambiaron el juego. Pero tampoco todo se resuelve con drones. Un avión así se me ocurre bastante adecuado para cumplir rol de policía aérea... Aquí, ahora, para intercepción de aviones pequeños como los Narcos por ejemplo podría resultar util. Para conflictos belicos de alta intensidad claramente no.
la verdad... tiene muy pocas ventajas con respecto a los drones.
y con una velocidad máxima de 400km (que con esa estructura sinceramente me cuesta creer que realmente hubiera llegado a esa velocidad) tampoco es que está muy sobrado para interceptar aviones narcos.

hoy un dron de mediano tamaño tendría todo lo que este avión ofrecía... en los 80' era una alternativa económica ... hoy ya se le pasó el tiempo.
a menos que, justamente, sea una plataforma no tripulada!... ahí si tendría un poco mas de sentido.. si tuviera las reformas necesarias para que la aeronave no fuera tripulada y con el rediseño ganar mas aerodinamia y menor peso.
 

Grulla

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Los Blancos Aéreos Teledirigidos BAT 025 y BAR 038

En paralelo al ACL 1180, y como parte de este mismo proyecto, Cleva y Coll diseñaron los BAT 025 y BAT 038 en 1990, los cuales también eran la continuación del proyecto Mini BAT de Quimar.

La sigla BAT significaba Blanco Aéreo Teledirigido. Eran de configuración ala delta y estaban propulsados por un motor KFM 107 de 25 hp y un Wankel de 38 hp, respectivamente.

el concepto de los números de la nomenclatura era idéntico al de todos los diseño de aeronaves de Cleva en esa época. El "0" indicaba que era no tripulado, y los 25 y 38 la potencia instalada.








Fuente:

“¡TENER ALAS! LAS ALAS DE JORGE CLEVA”
, por Francisco Halbritter
 

Grulla

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para completar la saga:



El Mini BAT (1989)



INTRODUCCIÓN

Jorge Cleva - nacido el 26 de junio de 1950 en Villa Carlos Paz, Córdoba - es un diseñador y constructor de aeronaves livianas totalmente autodidacta que, sin formación académica de ninguna índole, se convirtió en uno de los constructores más prolíficos de Argentina, solo superado en cantidad de aeronaves fabricadas por los tres grandes de la industria aeronáutica nacional, La Fábrica Militar de Aviones, Chincul y Aero Boero.

A lo largo de su vida diseño y construyo unas 145 alas para aladeltismo, unos 70 trikes, 8 aeronaves experimentales, 51 ULM (Ultralivianos Motorizados), 800 velas náuticas para tablas de Windsurf y 6 velas náuticas para catamaranes



QUIMAR Y JORGE CLEVA

La firma Quimar S.A Construcciones Aeronáuticas y Electrónicas era una empresa dedicada a fabricar vehículos aéreos no tripulados para uso militar. Había iniciado sus actividades en la ciudad de Córdoba en 1980, producía aeronaves bajo licencia de la empresa italiana Meteor S.p.A. y en 1985 había inaugurado una planta en las instalaciones del Área Material Córdoba (Fabrica Militar de Aviones), luego de firmar un convenio por el que la Fuerza Aérea Argentina tomaba participación en su capital accionario.

Los clientes exclusivos de Quimar eran la Armada y la Fuerza Aérea, y hacía 1988 la hiperinflación y los recortes presupuestarios minimizaron la producción debido a los elevados precios de sus productos. A fines de 1988 el ingeniero Ricardo Rivetti, jefe técnico de la empresa les pidió verbalmente al constructor aeronáutico cordobés Jorge Cleva y al Ingeniero Aeronáutico Jorge Coll, el estudio de factibilidad para diseñar un blanco teledirigido de muy bajo costo, con la idea de reemplazar los modelos hechos bajo licencia. Así nació el proyecto que se conoció como el Mini BAT, un vehículo teledirigido de configuración canard propulsado por un motor Rotax, del que se construyó una maqueta de tamaño natural que en el año 1989 fue expuesta en el stand de Quimar en el prestigioso Salón Internacional de Aeronáutica y del Espacio de Le Bourget, en París, Francia.

Quimar le envío a Cleva la solicitud formal para este diseño el 27de Diciembre de 1989, y ante esta confirmación su equipo de trabajo, encabezado por el Ingeniero Coll e integrado también por el Ingeniero Aeronáutico Rubén Maier y el especialista en Materiales Compuestos Ricardo Durán, estudió otra variante con configuración de ala volante, pero este diseño ni siquiera llego a recibir denominación pues a mediados de 1990 la empresa Quimar cerró sus puertas, una víctima más de la hiperinflación y de la política económica que estaba poniendo en marcha el gobierno del doctor Menem.



Es importante destacar que estos diseños no se limitaban a la aeronave propiamente dicha, pues incluían las rampas de lanzamiento y todos los accesorios operativos necesarios.

Llama la atención que el Mini BAT y los proyectos que le siguieron por esta época tuvieran tan elevado nivel de desarrollo tecnológico. Era imposible alcanzarlo sin tener conocimientos profundos de ingeniería aeronáutica, y si bien Jorge Cleva no los tenía, supo solucionar el problema aplicando otra capacidad innata, pues a lo largo de su vida aeronáutica siempre supo organizar equipos de trabajo eficientes, rodeándose de personas con capacidades que él no tenía y trabajando con ellos en armonía. Así sucedió con los equipos técnicos que, en distintas etapas de su vida empresarial, armó con los ingenieros aeronáuticos Juan Francisco Coll, Rúben Maier, Walter Santa Cruz y más adelante Carlos Debortoli, o con sus pilotos Sebastián Romanazzi, Héctor Hernández, Aldo Isgut, Mario Trinchera y Guillermo Montenegro.





Fuente:

“¡TENER ALAS! LAS ALAS DE JORGE CLEVA”
, por Francisco Halbritter
 
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