Brunner
Forista Sancionado o Expulsado
Pilotos Navales Argentinos en la Primera Guerra Mundial
Aviadores Navales argentinos en la Primera Guerra Mundial
MARCOS ANTONIO ZAR 1891 - 1955 -Fundador de la Aviación Naval
Fue una de las figuras más prominentes de nuestra aviación naval; nació y vivió en una época de grandes cambios, y como él tenía espíritu de vanguardia y alma audaz de pionero fue aviador naval.Durante su vida se libraron dos guerras mundiales y se descubrió la penicilina, se inventaron la radio, la televisión y la aviación; se inició la era atómica, y en su primera juventud la Argentina alcanzó su máximo de importancia y consideración en el mundo. Era un país joven, poderoso y con un desarrollo extraordinario. Luego se detuvo; sin embargo, él siguió siendo un continuo triunfador.Cuando comenzó a volar, los aviones aún tenían la fragilidad propia de su escaso desarrollo; poco antes de morir, había alcanzado a ver los superaviones de reacción.Cuando él se inició, volar era una aventura peligrosa y simple; luego terminó siendo casi una rutina, aunque mucho más complicada técnica y operativamente.La aviación naval, inexistente en sus primeros años de oficial, tenía, cuando nos dejó, muchas hazañas en la Antártida misma y un desarrollo sólido y acentuado en la Armada.Marcos Antonio Zar nació el 31 de mayo de 1891 cerca de Venado Tuerto, Santa Fe, y luego de una niñez común en nuestros pueblos provincianos cursó sus estudios primarios y secundarios e ingresó en la Escuela Naval Militar el 15 de marzo de 1907. Le correspondió formar parte de la promoción número 36, y entre sus compañeros se contaban Héctor Vernengo Lima, Ceferino Pouchan, Enrique B. García, Miguel A. Ferreira y Manuel Alberto Moranchel, que alcanzarían altos grados en la Armada o serían compañeros suyos de destino.La Escuela Naval Militar funcionaba en un edificio situado en Caballito, y era su director nada menos que el contralmirante D. Manuel J. García Mansilla, uno de los jefes más competentes y capaces que ha tenido la Armada. En 1909 la Escuela fue trasladada a Río Santiago, y con el fallecimiento de García Mansilla fue nombrado director el contralmirante Juan A. Martín, otro brillante oficial superior que ya había sido ministro de Marina. De manera que no pudo ser mejor la conducción recibida por el cadete Marcos A. Zar, quien cursó sus estudios con mucho éxito, y ocupó el sexto lugar entre los 23 de su promoción.El último año de estudios lo cumplió desde mediados de 1910 a mayo de 1911, a bordo de la fragata "Presidente Sarmiento", al mando del capitán de fragata D. Enrique G. Fliess, siendo jefe de estudios el teniente de fragata Teodoro Caillet Bois. Viajaron por aguas del Caribe, celebraron el centenario de la independencia de México, tocaron varios puertos de Europa, tales como Nantes y Cádiz, y regresaron a Buenos Aires. Recibieron a bordo a visitantes ilustres el presidente de los Estados Unidos William Howard Taft, al presidente de Portugal y a la Infanta Isabel de España. Así se formó el extraordinario oficial de Marina que fue Marcos Antonio Zar, quien egresó como Guardiamarina el 17 de marzo de 1911.
Por entonces, unos extraños aparatos, frágiles y parecidos a grandes insectos, no obstante ser más pesados que el aire, volaban en algunos países causando asombro, admiración o alarma.Contemporáneamente, Aarón Anchorena, en nuestro país, había volado su globo "Pampero" llevando como acompañante a un joven entusiasta y de porte distinguido, Jorge Newbery.A fines de 1910 la escuela de aviación de la Compañía Aérea Argentina S.A. había comenzado a instruir a tres oficiales del Ejército, los tenientes Raúl E. Goubat, Carlos Spika y Ramón Martínez Tuñón, y a uno de Marina, el teniente de fragata Melchor Z. Escola.
Zar inició su carrera de oficial subalterno y se sintió inclinado hacia la artillería; prestó servicios en el crucero "Buenos Aires", en los cruceros acorazados "San Martín", "Garibaldi" y "Pueyrredón" y en el flamante y poderoso acorazado "Rivadavia", con 30.000 toneladas y sus enormes cañones de 305 milímetros, así como también en el transporte "Guardia Nacional".
El "Rivadavia" era realmente impresionante, y su entonces moderna artillería atraía al ya alférez de navío Zar, que le había dedicado toda su energía y capacidad. Durante 1915 se realizan los ejercicios de combate del acorazado, y el alférez de navío Zar obtiene el premio "La Prensa" de tiro de combate, preciado galardón para un oficial tan joven.Se anunciaba un gran artillero para nuestra Armada. En tanto, Zar seguía las noticias de aviación y conocía que se había creado, desde 1912, la Escuela de Aviación Militar de El Palomar, por iniciativa de Jorge Newbery y del mayor Arturo Luisoni. Como alumno figuraba el teniente de fragata Melchor Z. Escola. También un condestable artillero, Joaquín Oytabén, iniciaría luego sus riesgosos vuelos con un biplano tipo Henry Farman, poco después destruido en un accidente. Mientras tanto, ciertas órdenes anunciaban la constitución de la aviación naval, concretada al inaugurarse la Escuela de Aviación Naval del Parque y Fuerte Barragán, el 11 de febrero de 1916.Zar, entre tanto, había entrado en una nueva situación que cambiaría su carrera al ofrecerle un nuevo y arriesgado campo de acción; es allí donde desarrollaría su capacidad e inteligencia.En efecto, en 1916 la Armada de los Estados Unidos ofreció a la de la Argentina diez vacantes para capacitación de oficiales en las especialidades de artillería, submarinos, comunicaciones y aviación; el alférez de navío Marcos Antonio Zar fue propuesto en el grupo de los diez seleccionados oficiales, pero no para artillero sino para aviador. Así, sin proponérselo, por casualidad, iba a encontrar una vocación que lo atraparía por completo en una brillante carrera.
Los diez oficiales destinados salieron en el transporte "Pampa" el 16 de febrero de 1917 y llegaron a Boston para dirigirse a sus destinos, mientras, en Europa, la guerra se desarrollaba en su etapa más cruenta. El teniente de fragata Ricardo Fitz Simon, los alféreces de navío Ceferino M. Pouchan y Marcos Antonio Zar, destinados a aviación, llegaron el 30 de marzo de 1917 a la flamante Escuela de Aviación Naval en Pensacola y, problemas de idioma mediante, comenzaron a instruirse en los aviones de entrenamiento a partir de abril de 1917.
En esa época de guerra y de aviación en formación los instructores apenas eran algo más que principiantes, y los cursos, muy breves. Ya en julio de 1917, con poco más de tres meses de instrucción, Marcos Antonio Zar sufrió la emoción de su primer vuelo solo, y el 8 de septiembre de 1917 realizaba otro de patrullaje sobre el Golfo de México. Ya había olvidado su idea de ser artillero y se encontraba muy a gusto con las misiones de vuelo. Lo acompañaban sus amigos Fitz Simon y Pouchan, y ya empezaban a lucubrar lo necesario que era dotar a la Armada de su aviación.El 19 de septiembre de 1917 los tres oficiales argentinos se graduaron como pilotos aviadores y pilotos aviadores navales. Zar recibe así los brevets números 95 y 96 de esas dos categorías. El primero se lo otorgó el American Air Club, y el segundo, la Armada del país del Norte.Estados Unidos entró a participar en la guerra mundial el 6 de abril de 1917, y nuestro Ministerio de Marina solicitó autorización para incorporar a esos oficiales, que prestaban servicios en Estados Unidos, a las operaciones de guerra, lo que aumentaría su experiencia.
Fue así cómo nuestros primeros aviadores navales tomaron parte en la Primera Guerra Mundial. Los tres se trasladaron en buque a Francia a principios de 1918, y apenas llegados se presentaron al jefe de las fuerzas aéreas navales de Estados Unidos en Europa, en su cuartel de París, el 15, de abril de 1918. Desde allí, fueron destinados a la Escuela de Tiro y Bombardeo Aéreo de la marina norteamericana en MoutehiLacannau en Gironde, en el sudoeste de Francia, sobre el Atlántico y cercana al 'Golfo de Gascuña.Aprobados los cursos teóricos y prácticos de la mencionada escuela, los ya tenientes de fragata desde el 14 de mayo de 1918 Pouchan y Zar fueron destinados a la Estación Aeronaval de la Marina de los Estados Unidos en Le Croissie, departamento de Seine Inférieure, sobre el Canal de la Mancha. Allí se presentaron el l8 de julio, mientras que el teniente de fragata Ricardo Fitz Simon era destinado a una base de Inglaterra. Desde allí salieron en operaciones de patrullaje antisubmarino y escolta de convoyes. El teniente Zar realizó así 28 misiones de guerra, que fueron una excelente experiencia bélica y una gran escuela de acción. A continuación solicitó autorización para incorporarse a una escuela norteamericana de caza y acrobacia en Italia, y se separó así de Pouchan, que quedó en Le Croissie.El ya veterano piloto de guerra se presentó a su nuevo, destino el 5 de octubre de 1918, la Escuela de Caza Norteamericana adscripta a la Escuela de Aviación Naval de Lago Bolsena, situada a unos 80 kilómetros al noroeste de Roma. Realizado su curso, Zar se graduó de Piloto de Caza y Persecución.En tanto, la guerra había terminado; Zar y Pouchan recibieron sus órdenes de baja del Comando Superior de las fuerzas americanas; se dirigen entonces a Londres, para presentarse a la Comisión Naval Argentina. Desde allí se les ordenó regresar a Italia para realizar otros cursos, los que efectuaron en Orbetello, población sobre un lago y en una península del mar Tirreno, a unos 100 kilómetros al noroeste de Roma.
En las bases aéreas italianas de Cascina Costa y Cascina Malpensa realizaron cursos de hidroaviones. Luego se trasladaron a Fiumicino, sobre el Tirreno y cerca de Roma, donde completaron el curso de globos dirigibles. Finalizados los mismos, en julio y agosto de 1919, los dos; oficiales regresaron al país.No podía haberse preparado mejor en su especialidad a nuestros dos aviadores navales, pues habían realizado todos, los cursos necesarios, tenían buenas experiencias de guerra, conocían casi todos los tipos de aviones, especialmente los navales, y, aun, globos dirigibles.El teniente Fitz Simon quedó en Inglaterra, y regresaría tiempo después al país.En buen momento regresaban estos oficiales, pues las entusiastas y sacrificadas actividades del condestable Oytaben habían terminado con la vida de este esforzado pionero, el 15 de octubre de 1915. El Parque y Escuela de Aerostación de la Armada, que funcionaba en Barragán, en tierras cercanas al Fuerte, y que se creó posteriormente, el 11 de febrero de 1916, tampoco progresó y fue clausurado en junio de 1918. Además, el momento era oportuno, por un acontecimiento que iba a facilitarles muchísimo la tarea.
Terminado el conflicto mundial, Italia, que era uno de los países donde la aviación había alcanzado muy buen desarrollo, envió una misión aeronáutica de gran envergadura y calidad presidida por el barón Antonio de Marchi. Fue un acto de fraternidad hacia nuestro país, donde la colonia italiana era tan numerosa.
Aviadores Navales argentinos en la Primera Guerra Mundial
MARCOS ANTONIO ZAR 1891 - 1955 -Fundador de la Aviación Naval
Fue una de las figuras más prominentes de nuestra aviación naval; nació y vivió en una época de grandes cambios, y como él tenía espíritu de vanguardia y alma audaz de pionero fue aviador naval.Durante su vida se libraron dos guerras mundiales y se descubrió la penicilina, se inventaron la radio, la televisión y la aviación; se inició la era atómica, y en su primera juventud la Argentina alcanzó su máximo de importancia y consideración en el mundo. Era un país joven, poderoso y con un desarrollo extraordinario. Luego se detuvo; sin embargo, él siguió siendo un continuo triunfador.Cuando comenzó a volar, los aviones aún tenían la fragilidad propia de su escaso desarrollo; poco antes de morir, había alcanzado a ver los superaviones de reacción.Cuando él se inició, volar era una aventura peligrosa y simple; luego terminó siendo casi una rutina, aunque mucho más complicada técnica y operativamente.La aviación naval, inexistente en sus primeros años de oficial, tenía, cuando nos dejó, muchas hazañas en la Antártida misma y un desarrollo sólido y acentuado en la Armada.Marcos Antonio Zar nació el 31 de mayo de 1891 cerca de Venado Tuerto, Santa Fe, y luego de una niñez común en nuestros pueblos provincianos cursó sus estudios primarios y secundarios e ingresó en la Escuela Naval Militar el 15 de marzo de 1907. Le correspondió formar parte de la promoción número 36, y entre sus compañeros se contaban Héctor Vernengo Lima, Ceferino Pouchan, Enrique B. García, Miguel A. Ferreira y Manuel Alberto Moranchel, que alcanzarían altos grados en la Armada o serían compañeros suyos de destino.La Escuela Naval Militar funcionaba en un edificio situado en Caballito, y era su director nada menos que el contralmirante D. Manuel J. García Mansilla, uno de los jefes más competentes y capaces que ha tenido la Armada. En 1909 la Escuela fue trasladada a Río Santiago, y con el fallecimiento de García Mansilla fue nombrado director el contralmirante Juan A. Martín, otro brillante oficial superior que ya había sido ministro de Marina. De manera que no pudo ser mejor la conducción recibida por el cadete Marcos A. Zar, quien cursó sus estudios con mucho éxito, y ocupó el sexto lugar entre los 23 de su promoción.El último año de estudios lo cumplió desde mediados de 1910 a mayo de 1911, a bordo de la fragata "Presidente Sarmiento", al mando del capitán de fragata D. Enrique G. Fliess, siendo jefe de estudios el teniente de fragata Teodoro Caillet Bois. Viajaron por aguas del Caribe, celebraron el centenario de la independencia de México, tocaron varios puertos de Europa, tales como Nantes y Cádiz, y regresaron a Buenos Aires. Recibieron a bordo a visitantes ilustres el presidente de los Estados Unidos William Howard Taft, al presidente de Portugal y a la Infanta Isabel de España. Así se formó el extraordinario oficial de Marina que fue Marcos Antonio Zar, quien egresó como Guardiamarina el 17 de marzo de 1911.
Por entonces, unos extraños aparatos, frágiles y parecidos a grandes insectos, no obstante ser más pesados que el aire, volaban en algunos países causando asombro, admiración o alarma.Contemporáneamente, Aarón Anchorena, en nuestro país, había volado su globo "Pampero" llevando como acompañante a un joven entusiasta y de porte distinguido, Jorge Newbery.A fines de 1910 la escuela de aviación de la Compañía Aérea Argentina S.A. había comenzado a instruir a tres oficiales del Ejército, los tenientes Raúl E. Goubat, Carlos Spika y Ramón Martínez Tuñón, y a uno de Marina, el teniente de fragata Melchor Z. Escola.
Zar inició su carrera de oficial subalterno y se sintió inclinado hacia la artillería; prestó servicios en el crucero "Buenos Aires", en los cruceros acorazados "San Martín", "Garibaldi" y "Pueyrredón" y en el flamante y poderoso acorazado "Rivadavia", con 30.000 toneladas y sus enormes cañones de 305 milímetros, así como también en el transporte "Guardia Nacional".
El "Rivadavia" era realmente impresionante, y su entonces moderna artillería atraía al ya alférez de navío Zar, que le había dedicado toda su energía y capacidad. Durante 1915 se realizan los ejercicios de combate del acorazado, y el alférez de navío Zar obtiene el premio "La Prensa" de tiro de combate, preciado galardón para un oficial tan joven.Se anunciaba un gran artillero para nuestra Armada. En tanto, Zar seguía las noticias de aviación y conocía que se había creado, desde 1912, la Escuela de Aviación Militar de El Palomar, por iniciativa de Jorge Newbery y del mayor Arturo Luisoni. Como alumno figuraba el teniente de fragata Melchor Z. Escola. También un condestable artillero, Joaquín Oytabén, iniciaría luego sus riesgosos vuelos con un biplano tipo Henry Farman, poco después destruido en un accidente. Mientras tanto, ciertas órdenes anunciaban la constitución de la aviación naval, concretada al inaugurarse la Escuela de Aviación Naval del Parque y Fuerte Barragán, el 11 de febrero de 1916.Zar, entre tanto, había entrado en una nueva situación que cambiaría su carrera al ofrecerle un nuevo y arriesgado campo de acción; es allí donde desarrollaría su capacidad e inteligencia.En efecto, en 1916 la Armada de los Estados Unidos ofreció a la de la Argentina diez vacantes para capacitación de oficiales en las especialidades de artillería, submarinos, comunicaciones y aviación; el alférez de navío Marcos Antonio Zar fue propuesto en el grupo de los diez seleccionados oficiales, pero no para artillero sino para aviador. Así, sin proponérselo, por casualidad, iba a encontrar una vocación que lo atraparía por completo en una brillante carrera.
Los diez oficiales destinados salieron en el transporte "Pampa" el 16 de febrero de 1917 y llegaron a Boston para dirigirse a sus destinos, mientras, en Europa, la guerra se desarrollaba en su etapa más cruenta. El teniente de fragata Ricardo Fitz Simon, los alféreces de navío Ceferino M. Pouchan y Marcos Antonio Zar, destinados a aviación, llegaron el 30 de marzo de 1917 a la flamante Escuela de Aviación Naval en Pensacola y, problemas de idioma mediante, comenzaron a instruirse en los aviones de entrenamiento a partir de abril de 1917.
En esa época de guerra y de aviación en formación los instructores apenas eran algo más que principiantes, y los cursos, muy breves. Ya en julio de 1917, con poco más de tres meses de instrucción, Marcos Antonio Zar sufrió la emoción de su primer vuelo solo, y el 8 de septiembre de 1917 realizaba otro de patrullaje sobre el Golfo de México. Ya había olvidado su idea de ser artillero y se encontraba muy a gusto con las misiones de vuelo. Lo acompañaban sus amigos Fitz Simon y Pouchan, y ya empezaban a lucubrar lo necesario que era dotar a la Armada de su aviación.El 19 de septiembre de 1917 los tres oficiales argentinos se graduaron como pilotos aviadores y pilotos aviadores navales. Zar recibe así los brevets números 95 y 96 de esas dos categorías. El primero se lo otorgó el American Air Club, y el segundo, la Armada del país del Norte.Estados Unidos entró a participar en la guerra mundial el 6 de abril de 1917, y nuestro Ministerio de Marina solicitó autorización para incorporar a esos oficiales, que prestaban servicios en Estados Unidos, a las operaciones de guerra, lo que aumentaría su experiencia.
Fue así cómo nuestros primeros aviadores navales tomaron parte en la Primera Guerra Mundial. Los tres se trasladaron en buque a Francia a principios de 1918, y apenas llegados se presentaron al jefe de las fuerzas aéreas navales de Estados Unidos en Europa, en su cuartel de París, el 15, de abril de 1918. Desde allí, fueron destinados a la Escuela de Tiro y Bombardeo Aéreo de la marina norteamericana en MoutehiLacannau en Gironde, en el sudoeste de Francia, sobre el Atlántico y cercana al 'Golfo de Gascuña.Aprobados los cursos teóricos y prácticos de la mencionada escuela, los ya tenientes de fragata desde el 14 de mayo de 1918 Pouchan y Zar fueron destinados a la Estación Aeronaval de la Marina de los Estados Unidos en Le Croissie, departamento de Seine Inférieure, sobre el Canal de la Mancha. Allí se presentaron el l8 de julio, mientras que el teniente de fragata Ricardo Fitz Simon era destinado a una base de Inglaterra. Desde allí salieron en operaciones de patrullaje antisubmarino y escolta de convoyes. El teniente Zar realizó así 28 misiones de guerra, que fueron una excelente experiencia bélica y una gran escuela de acción. A continuación solicitó autorización para incorporarse a una escuela norteamericana de caza y acrobacia en Italia, y se separó así de Pouchan, que quedó en Le Croissie.El ya veterano piloto de guerra se presentó a su nuevo, destino el 5 de octubre de 1918, la Escuela de Caza Norteamericana adscripta a la Escuela de Aviación Naval de Lago Bolsena, situada a unos 80 kilómetros al noroeste de Roma. Realizado su curso, Zar se graduó de Piloto de Caza y Persecución.En tanto, la guerra había terminado; Zar y Pouchan recibieron sus órdenes de baja del Comando Superior de las fuerzas americanas; se dirigen entonces a Londres, para presentarse a la Comisión Naval Argentina. Desde allí se les ordenó regresar a Italia para realizar otros cursos, los que efectuaron en Orbetello, población sobre un lago y en una península del mar Tirreno, a unos 100 kilómetros al noroeste de Roma.
En las bases aéreas italianas de Cascina Costa y Cascina Malpensa realizaron cursos de hidroaviones. Luego se trasladaron a Fiumicino, sobre el Tirreno y cerca de Roma, donde completaron el curso de globos dirigibles. Finalizados los mismos, en julio y agosto de 1919, los dos; oficiales regresaron al país.No podía haberse preparado mejor en su especialidad a nuestros dos aviadores navales, pues habían realizado todos, los cursos necesarios, tenían buenas experiencias de guerra, conocían casi todos los tipos de aviones, especialmente los navales, y, aun, globos dirigibles.El teniente Fitz Simon quedó en Inglaterra, y regresaría tiempo después al país.En buen momento regresaban estos oficiales, pues las entusiastas y sacrificadas actividades del condestable Oytaben habían terminado con la vida de este esforzado pionero, el 15 de octubre de 1915. El Parque y Escuela de Aerostación de la Armada, que funcionaba en Barragán, en tierras cercanas al Fuerte, y que se creó posteriormente, el 11 de febrero de 1916, tampoco progresó y fue clausurado en junio de 1918. Además, el momento era oportuno, por un acontecimiento que iba a facilitarles muchísimo la tarea.
Terminado el conflicto mundial, Italia, que era uno de los países donde la aviación había alcanzado muy buen desarrollo, envió una misión aeronáutica de gran envergadura y calidad presidida por el barón Antonio de Marchi. Fue un acto de fraternidad hacia nuestro país, donde la colonia italiana era tan numerosa.