La invasión de Rusia a Ucrania ha delimitado dos tipos de personas (sin meterme con comentarios tipo barrabrava):
Los iluminados de la geopolítica, con sus fuentes de información al 1000% confiables, los que detectan infaliblemente la desinformación y falsas noticias, y los que no tienen reparos en compartir su trinchera con los que van a masacrar a todos los hijos del zar porque así lo requiere el nuevo orden mundial (con valores cristianos, musulmanes, marxistas, ateos, materialistas o los que fuesen).
Pero ese nuevo orden debe ser impuesto a la fuerza o a la que sea.
Anglófobos, rusófobos, arabefobos, judeofobos, negrofobos, chinofobos, blancofobos, cristianofobos, homófobos, yanquifobos, y todos los fobos que se les ocurran.
El resto del mundo, la manada "woke" (no se que mi..rda significa), los que nos comemos los bolazos de los medios hegemónicos de la sinarquía del dólar, como en mi caso, que acercándome a los 60s veo como traiciono una mente conservadora aceptando un valor no muy asequible llamado libertad a pesar de sus complicaciones (libertinaje y otros pastos), a no aceptar no tenerla.
No dejo de pensar esto como una discusión más de red social, pero la verdad de la milanesa está en conocer y compartir con la gente de carne y hueso, está en los distintos países físicos, no en la nube de Úbeda. Está en los inocentes que mueren en todas las guerras, en todos los sueños volatilizados por misiles invasores.
Y esto me llevó a traicionarme. Soy un traidor porque abandoné mi nacionalismo extremo y mis posiciones dogmáticas cuasi religiosas. Cambié. ¿Será eso ser "woke"?
No es fácil elegir entre convertirse en un fanático o en un traidor.
Los leo y veo como tratan de convertir (¿someter?) al que piensa diferente. Por suerte es imposible.
Es más divertido navegar con Sandokán, cruzar los desiertos con Nippur de Lagash o, con perdón de mis ancestros polacos, cabalgar las estepas junto a Taras Bulba.
Saludos, y perdón tanta digresión de un pobre "woke" (sigo sin saber que car.jo significa).