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<blockquote data-quote="Sebastian" data-source="post: 1065373" data-attributes="member: 8629"><p style="text-align: center"><span style="font-size: 22px"><strong><span style="font-size: 22px">Para Rusia y China resoluciones de la ONU como la de Siria amenazan la estabilidad</span></strong></span></p><p>Rusia y China utilizaron su derecho a veto para impedir la aprobación de una resolución de la ONU sobre Siria, demostrando con ello que los miembros del Consejo de Seguridad tienen posturas diferentes al valorar los acontecimientos en el Oriente Próximo.</p><p>Además, es evidente que las discrepancias entre varios países se producen no sólo con respecto al mundo árabe.</p><p></p><p><strong>¿Intereses comerciales o filosofía de la confrontación?</strong></p><p>Los opositores al proyecto europeo de resolución sobre Siria consideraron inadmisible repetir los errores cometidos en el caso de Libia, y anteriormente en Iraq que condujeron a la intervención militar en estos países.</p><p>Aunque el tono del documento se atenuó en varias ocasiones conforme a las objeciones expuestas por Moscú y Pekín, el nuevo proyecto de resolución contempló la posibilidad de aplicar sanciones a Siria, si las autoridades de Damasco incumplen en el curso de 30 días la exigencia de poner término a la violencia en el país, en virtud del Artículo 41 de los Estatutos de la ONU.</p><p>Los diplomáticos saben perfectamente que aunque este artículo no estipula una injerencia militar directamente, las sanciones pueden ser muy duras, incluida la imposición de embargo comercial u otros métodos de ejercer presión.</p><p>Siria no desempeña un papel muy importante en el ámbito económico para Rusia y China.</p><p>Tras la votación en el Consejo de Seguridad, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, criticó a Rusia y China por vetar la resolución y dijo que según ella "preferirían vender armas al régimen sirio".</p><p>El embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, desmintió esta información y comentó que el anteproyecto se basa en la "filosofía de la confrontación" y amenaza con sanciones a Siria.</p><p>Rusia en realidad suministra pocos volumenes de armamento y material bélico a Siria porque prefiere no provocar la indignación de sus socios occidentales e israelíes por el desarrollo de la cooperación con Damasco que además no dispone de dinero para pagar por estas importaciones.</p><p></p><p><strong>Las víctimas de la violencia son parientes de los enemigos </strong></p><p>Rusia y China vetaron en proyecto de resolución sobre Siria más bien por causas políticas.</p><p>El pasado 18 de mayo, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, contestando a las preguntas de los periodistas en una rueda de prensa celebrada en la Escuela de Gestión "Skólkovo" de Moscú, condenó las acciones emprendidas por los países occidentales tras la aprobación en marzo de la resolución 1973 que impuso una zona de exclusión aérea sobre Libia.</p><p>Dos días más tarde, contra el país norafricano comenzó una operación militar internacional. El mandatario ruso advirtió que Rusia nunca apoyaría una resolución similar contra Siria en la ONU.</p><p>El Occidente cree posible intervenir en los asuntos internos de otros Estados e incluso prestar un amplio apoyo a la oposición local en el caso de que los valores occidentales, como los derechos humanos, sean violados.</p><p>El derrocamiento de regímenes molestos ya es una práctica habitual.</p><p>La comunidad internacional hace la vista gorda ante la posibilidad de empeoramiento de la situación en Siria que puede conllevar a una guerra civil. Según datos de la ONU, desde mediados de marzo casi 2.700 personas murieron en Siria a raíz de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y la oposición.</p><p>Últimamente se registran víctimas no sólo entre los propios insurgentes o sus adversarios, militares y policías, sino también entre los civiles inocentes que no participan directamente en el conflicto.</p><p>Las personas armadas que no pueden eliminar a los propios líderes de la oposición sequestran y matan a sus parientes, eligiendo a los más jóvenes para producir un golpe más fuerte.</p><p>Los representantes de la oposición muestran una crueldad similar hacia las fuerzas leales al gobierno. A consecuencia de un ataque terrorista perpetrado el pasado 2 de octubre cerca de la universidad en la provincia de Idlib, en noroeste de Siria, murió un profesor de historia y el estudiante Sari Hasun, hijo del Mufti Supremo del país, Ahmad Badr al-Din Hasun.</p><p>El Mufti Ahmad Badr al-Din Hasun es considerado uno de los colaboradores más cercanos del presidente sirio.</p><p></p><p><strong>¿Debe elegir el pueblo? Si tiene esta posibilidad</strong></p><p>Siria está a borde de una guerra civil. Pero los políticos occidentales están seguros de que es posible frenar el conflicto interno si apoyan la oposición. Es evidente que los propios insurgentes aislados e incapaces de vencer a los militares y policías no pueden derrocar al presidente Bashar Al Asad.</p><p>Rusia y China creen que en esta situación complicada se debe ayudar al gobierno de Siria que al menos hizo un intento de iniciar urgentemente el proceso de reformas anunciadas en 2011.</p><p>Apostando por el régimen autoritario de Asad, Moscú y Pekín no tanto quieren defenderlo sino persiguen sus propio objetivos. El Occidente considera prioritarios los valores humanos mientras que Rusia y China creen que el cumplimiento de las leyes internacionales y mantenimiento del orden mundial es mucho más importante y hacen la vista gorda ante los problemas internos del país.</p><p>“Creemos que el pueblo debe elegir a sus representantes oficiales”, dijo Vitali Churkin en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York en la antesala de la votación en el Consejo de Seguridad.</p><p>Es verdad, pero parece que varios diplomáticos rusos idealizan el proceso de elección de los representantes del pueblo en Siria.</p><p></p><p><strong>Pronósticos a largo plazo</strong></p><p>Según Rusia y China, la intervención en los asuntos internos de un Estado es inaceptable y puede tener concescuencias imprevisibles. Y los países que tienen derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU desempeñan el papel más importante en la arena internacional apoyado por la posesión de armas nucleares.</p><p>“Y si en Rusia se inicia una sublevación, el Occidente considerará la posibilidad de imponer sanciones internacionales contra nuestro país? ¿Cómo son los criterios que estipulan el derecho de ejercer presión sobre un Estado soberano? ¿Y cómo pueden ser las dimensiones de esta presión?”, dijo un funcionario ruso al autor de este artículo en una conversación privada.</p><p>Parece que Rusia y China consideraron que la resolución sobre Siria amenaza a su soberanía también.</p><p>Además, la postura de varios miembros del Consejo de Seguridad es hoy por hoy indefenida y se determinará sólo cuando algién saldrá ganador de esta disputa. Cuatro países (Brasil, India, Sudáfrica y Líbano) se abstuvieron al votarse la resolución sobre Siria.</p><p>Estos Estados siguen actuando conforme a una teoría descrita por el líder de la revolución bolchevique de 1917, Vladimir Lenin, “los capitalistas reparten el mundo...según la fuerza" y esperan mientras que alguien la tome.</p><p>Por lo visto, el futuro de Siria es incierto y posiblemente desfavorable. Según muestra la experiencia acumulada en diferentes conflictos en el Oriente Próximo, cuanto más discordancias existen entre las grandes potencias tanto más tiempo continuan las guerras.</p><p><a href="http://www.sp.rian.ru/opinion_analysis/20111012/151056510.html" target="_blank">http://www.sp.rian.ru/opinion_analysis/20111012/151056510.html</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Sebastian, post: 1065373, member: 8629"] [CENTER][SIZE=6][B][SIZE=6]Para Rusia y China resoluciones de la ONU como la de Siria amenazan la estabilidad[/SIZE][/B][/SIZE][/CENTER] Rusia y China utilizaron su derecho a veto para impedir la aprobación de una resolución de la ONU sobre Siria, demostrando con ello que los miembros del Consejo de Seguridad tienen posturas diferentes al valorar los acontecimientos en el Oriente Próximo. Además, es evidente que las discrepancias entre varios países se producen no sólo con respecto al mundo árabe. [B]¿Intereses comerciales o filosofía de la confrontación?[/B] Los opositores al proyecto europeo de resolución sobre Siria consideraron inadmisible repetir los errores cometidos en el caso de Libia, y anteriormente en Iraq que condujeron a la intervención militar en estos países. Aunque el tono del documento se atenuó en varias ocasiones conforme a las objeciones expuestas por Moscú y Pekín, el nuevo proyecto de resolución contempló la posibilidad de aplicar sanciones a Siria, si las autoridades de Damasco incumplen en el curso de 30 días la exigencia de poner término a la violencia en el país, en virtud del Artículo 41 de los Estatutos de la ONU. Los diplomáticos saben perfectamente que aunque este artículo no estipula una injerencia militar directamente, las sanciones pueden ser muy duras, incluida la imposición de embargo comercial u otros métodos de ejercer presión. Siria no desempeña un papel muy importante en el ámbito económico para Rusia y China. Tras la votación en el Consejo de Seguridad, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, criticó a Rusia y China por vetar la resolución y dijo que según ella "preferirían vender armas al régimen sirio". El embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, desmintió esta información y comentó que el anteproyecto se basa en la "filosofía de la confrontación" y amenaza con sanciones a Siria. Rusia en realidad suministra pocos volumenes de armamento y material bélico a Siria porque prefiere no provocar la indignación de sus socios occidentales e israelíes por el desarrollo de la cooperación con Damasco que además no dispone de dinero para pagar por estas importaciones. [B]Las víctimas de la violencia son parientes de los enemigos [/B] Rusia y China vetaron en proyecto de resolución sobre Siria más bien por causas políticas. El pasado 18 de mayo, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, contestando a las preguntas de los periodistas en una rueda de prensa celebrada en la Escuela de Gestión "Skólkovo" de Moscú, condenó las acciones emprendidas por los países occidentales tras la aprobación en marzo de la resolución 1973 que impuso una zona de exclusión aérea sobre Libia. Dos días más tarde, contra el país norafricano comenzó una operación militar internacional. El mandatario ruso advirtió que Rusia nunca apoyaría una resolución similar contra Siria en la ONU. El Occidente cree posible intervenir en los asuntos internos de otros Estados e incluso prestar un amplio apoyo a la oposición local en el caso de que los valores occidentales, como los derechos humanos, sean violados. El derrocamiento de regímenes molestos ya es una práctica habitual. La comunidad internacional hace la vista gorda ante la posibilidad de empeoramiento de la situación en Siria que puede conllevar a una guerra civil. Según datos de la ONU, desde mediados de marzo casi 2.700 personas murieron en Siria a raíz de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y la oposición. Últimamente se registran víctimas no sólo entre los propios insurgentes o sus adversarios, militares y policías, sino también entre los civiles inocentes que no participan directamente en el conflicto. Las personas armadas que no pueden eliminar a los propios líderes de la oposición sequestran y matan a sus parientes, eligiendo a los más jóvenes para producir un golpe más fuerte. Los representantes de la oposición muestran una crueldad similar hacia las fuerzas leales al gobierno. A consecuencia de un ataque terrorista perpetrado el pasado 2 de octubre cerca de la universidad en la provincia de Idlib, en noroeste de Siria, murió un profesor de historia y el estudiante Sari Hasun, hijo del Mufti Supremo del país, Ahmad Badr al-Din Hasun. El Mufti Ahmad Badr al-Din Hasun es considerado uno de los colaboradores más cercanos del presidente sirio. [B]¿Debe elegir el pueblo? Si tiene esta posibilidad[/B] Siria está a borde de una guerra civil. Pero los políticos occidentales están seguros de que es posible frenar el conflicto interno si apoyan la oposición. Es evidente que los propios insurgentes aislados e incapaces de vencer a los militares y policías no pueden derrocar al presidente Bashar Al Asad. Rusia y China creen que en esta situación complicada se debe ayudar al gobierno de Siria que al menos hizo un intento de iniciar urgentemente el proceso de reformas anunciadas en 2011. Apostando por el régimen autoritario de Asad, Moscú y Pekín no tanto quieren defenderlo sino persiguen sus propio objetivos. El Occidente considera prioritarios los valores humanos mientras que Rusia y China creen que el cumplimiento de las leyes internacionales y mantenimiento del orden mundial es mucho más importante y hacen la vista gorda ante los problemas internos del país. “Creemos que el pueblo debe elegir a sus representantes oficiales”, dijo Vitali Churkin en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York en la antesala de la votación en el Consejo de Seguridad. Es verdad, pero parece que varios diplomáticos rusos idealizan el proceso de elección de los representantes del pueblo en Siria. [B]Pronósticos a largo plazo[/B] Según Rusia y China, la intervención en los asuntos internos de un Estado es inaceptable y puede tener concescuencias imprevisibles. Y los países que tienen derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU desempeñan el papel más importante en la arena internacional apoyado por la posesión de armas nucleares. “Y si en Rusia se inicia una sublevación, el Occidente considerará la posibilidad de imponer sanciones internacionales contra nuestro país? ¿Cómo son los criterios que estipulan el derecho de ejercer presión sobre un Estado soberano? ¿Y cómo pueden ser las dimensiones de esta presión?”, dijo un funcionario ruso al autor de este artículo en una conversación privada. Parece que Rusia y China consideraron que la resolución sobre Siria amenaza a su soberanía también. Además, la postura de varios miembros del Consejo de Seguridad es hoy por hoy indefenida y se determinará sólo cuando algién saldrá ganador de esta disputa. Cuatro países (Brasil, India, Sudáfrica y Líbano) se abstuvieron al votarse la resolución sobre Siria. Estos Estados siguen actuando conforme a una teoría descrita por el líder de la revolución bolchevique de 1917, Vladimir Lenin, “los capitalistas reparten el mundo...según la fuerza" y esperan mientras que alguien la tome. Por lo visto, el futuro de Siria es incierto y posiblemente desfavorable. Según muestra la experiencia acumulada en diferentes conflictos en el Oriente Próximo, cuanto más discordancias existen entre las grandes potencias tanto más tiempo continuan las guerras. [URL]http://www.sp.rian.ru/opinion_analysis/20111012/151056510.html[/URL] [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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