Responder al tema

Mensaje: <blockquote data-quote="YSAAC" data-source="post: 3713599" data-attributes="member: 79393">La discusión sobre el próximo caza de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) es de una trascendencia que va mucho más allá de las fichas técnicas. No estamos hablando de una simple adquisición, sino de una elección geoestratégica fundamental para el futuro de nuestra defensa. Al abordar este tema, es crucial que consideremos el contexto completo: la dinámica geopolítica regional, la creciente influencia de Brasil y sus intereses afines con Chile, la vasta geografía de Perú, y nuestra imperante necesidad de mantener una autonomía estratégica irrestricta. Y sí, esto significa que cualquier análisis, especialmente si proviene de actores con intereses geopolíticos propios como podría ser el caso de foristas brasileños, cuya perspectiva buscará, comprensiblemente, fortalecer su industria o su influencia regional, debe ser ponderada con la máxima cautela y siempre con los intereses de Perú como prioridad absoluta. Desde mi perspectiva, la posible elección del F-16 Block 70 no sería meramente una transacción comercial; representaría una inversión fundamental en la seguridad y la soberanía de Perú. Su elección se sustenta en argumentos geopolíticos, logísticos y operativos que, creo, son irrefutables: Optar por el F-16 afianzaría una relación estratégica directa con Estados Unidos, la principal potencia militar global. Esta relación nos garantizaría una cadena de suministro robusta, predecible y segura para repuestos, actualizaciones y soporte técnico, eliminando la vulnerabilidad de depender de intermediarios regionales. Pensemos en el Gripen: su modelo de soporte en Sudamérica tiene una fuerte dependencia de Brasil. Con el F-16, aseguraríamos que la operatividad de la FAP no estaría sujeta a los cambios políticos o los intereses de influencia regional de un vecino que podría tener agendas divergentes. La defensa de Perú, simplemente, no puede estar supeditada a otros países. El F-16 Block 70 no es una promesa; es una realidad probada en combate. Su extenso y validado historial operativo en múltiples conflictos demuestra su letalidad y resiliencia bajo fuego enemigo. Para la FAP, esto significaría adquirir una plataforma cuya eficacia ha sido demostrada en las situaciones más extremas, elevando significativamente nuestra capacidad disuasoria. Además, aunque Chile opere F-16s, la versión Block 70, equipada con el radar AESA AN/APG-83 SABR, conferiría una ventaja cualitativa indiscutible, proyectando una imagen de modernización y superioridad sin necesidad de escalar tensiones innecesarias. Su vasta base de usuarios global también asegura una eficiencia logística y una disponibilidad de repuestos inigualable. Perú es un país con una geografía inmensa y compleja. El F-16, con su mayor alcance y autonomía de vuelo, sería idóneo para cubrir eficazmente las vastas distancias de nuestra costa, la sierra y la selva amazónica. Su capacidad de operar sin necesidad constante de reabastecimiento o múltiples escalas permitiría a la FAP proyectar poder y responder a amenazas en cualquier punto del territorio nacional. Las "patas cortas" del Gripen limitarían gravemente la capacidad de la FAP para operar de forma eficiente y autónoma en un país tan extenso. Finalmente, la elección del F-16 Block 70 sería una declaración contundente de la soberanía de Perú. Nuestro país no puede permitirse que su capacidad de defensa esté a merced de cambios políticos o las influencias regionales de terceros. El F-16 garantiza que el soporte vital provendría de una fuente estable y alineada con los intereses de seguridad a largo plazo de Perú. Además, la FAP ya cuenta con experiencia en sistemas y doctrina estadounidenses, lo que facilitaría enormemente la integración logística, el entrenamiento y el mantenimiento, optimizando recursos y tiempos de forma crucial.</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina