"Necesitamos una Armada de 120 navíos"

MAC1966

Colaborador
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Arévalo Méndez Romero. embajador de venezuela en España.

Madrid. Arévalo Méndez Romero es el embajador de Venezuela en España, militar de formación, general de brigada de graduación, este descendiente de canarios fue secretario privado del presidente de la República, Hugo Chávez. Hoy inicia una gira que le llevará a las provincias de Cádiz y de Sevilla. Acompañará al comandante de su Armada en una visita a los astilleros de San Fernando y Puerto Real. La entrevista transcurre en la sede diplomática del Paseo de la Castellana de Madrid, y transcurre entre las expectativas económicas venezolana por el aumento del precio del petróleo y las críticas a Estados Unidos, una gran potencia que comienza a ser cuestionada en el patio trasero.
—La primera pregunta me resulta obligada. Además de estos ocho buques, ¿Venezuela podrá encargar más?

—Sí, pueden venir más. Navantia está dedicada más a la construcción militar que a la civil, pero sí, nosotros estamos empeñados en poner a nuestra Armada en el nivel donde debe estar porque nuestro territorio marino, que son unos 750.000 kilómetros cuadrados, ha estado últimamente abandonado. Tradicionalmente, ese territorio marítimo, en realidad todo el Caribe, siendo un mar tan importante, se ha dejado en manos de los norteamericanos, y sabemos bien a lo que juegan los norteamericanos.

—Pueden, por tanto, llegar más contratos.

—Nuestra Armada está en un proceso de expansión, no para llegar a convertirnos en una potencia marina mundial, no, ése no es nuestro objetivo. Nosotros queremos vigilar nuestros mares porque tenemos necesidad para, uno, combatir el narcotráfico, y dos, porque ambientalmente el Caribe siempre ha estado amenazado, allí llegan buques norteamericanos a lanzar deshechos que ni se sabe lo que tiran allí.

—¿Quiere decir que arrojan residuos industriales?

—No sabemos, no sabemos, ellos desde siempre han tomado ese mar como propio, y estamos dispuestos a salir de ese cerco. ¿Y qué arrojan los buques norteamericanos en el Caribe? Pues no lo sabemos. Son mercantes y buques militares. Pero hay un tercer motivo, nosotros también queremos proteger nuestra flota pesquera porque hemos tenido problemas con nuestros barcos, a los que le han quitado equipos y componentes.

—Estados Unidos ha querido impedir este contrato de venta, argumentando que en realidad Venezuela pretendía un rearme e, incluso, promover una agresión a Colombia...

—De hecho, acabamos de detener una campaña de espionaje en Venezuela de los Estados Unidos con este tipo de buques.

—¿De qué tipo?

—Estaban tratando de averiguar si en esos buques había algún complemento de fabricación de otro país que ellos pudieran paralizar. [Estados Unidos ha conseguido que CASA tenga que buscar tecnología en otros países porque había componentes norteamericanos en los aviones que Venezuela le encargo. No ha ocurrido eso con los buques de navantia]

—Pero mi pregunta es si Venezuela quiere realmente convertirse en una potencia militar en la zona.

—No, con 750.000 kilómetros cuadrados de zona marítima, con acceso a la zona del Canal de Panamá, con la flota del Caribe, por donde sale el ciento por ciento de nuestras exportaciones de petróleo, tanto la que va a Norteamérica como la que va a Europa, con todo ello, nosotros necesitamos una flota de unos 120 navíos entre pequeños, medianos y grandes. Armadas como la chilena o la peruana que no tienen una realidad tan compleja como la nuestra tienen tres veces más que nosotros ahora.

—¿Y de cuántos buques disponen en estos momentos?

—No, a eso no le puedo contestar. Pero, además le digo: ahora vamos a comenzar la exploración para colocar plataformas de extracción de gas tanto en el Caribe como en nuestra fachada atlántica. En cualquier caso, estos buques no pueden considerarse armas ofensivas, son para protegernos, para vigilar el medioambiente y para el narcotráfico.

—¿Por qué lo del narcotráfico?

—Estados Unidos nos acusa de ser un país por donde pasa el narcotráfico, y eso es cierto. Tenemos al lado el polo originario de la droga, que es Colombia, el primer productor de droga del mundo, y al frente, tenemos el mayor consumidor de droga del mundo, que es Estados Unidos, así que los cárteles nos han convertido en una pieza fundamental para el tráfico. ¿Por qué ellos se oponen a que adquiramos los aviones CASA-295?

—¿Por qué?

—Hoy en día una embarcación de narcotraficantes sale de Colombia en dirección a Norteamérica o Europa con ocho motores, y eso no hay buque militar que lo impida, para eso necesitamos los aviones. Porque pueden hacer vigilancia desde el aire, y entregar a los narcos a la Armada colombiana… Nosotros tenemos límites marítimos con siete países, entre ellos Holanda, Francia y Estados Unidos, y hacemos una buena acción de entrega de esos navíos, pero necesitamos vigilancia.

—¿Se ha solucionado ya la venta de los aviones de CASA , en los que, en principio, sí había componentes de fabricación de Estados Unidos?

—Se está solucionando. Hay que decir que el Gobierno de España está teniendo una posición valiente y muy soberana. El Gobierno español lo ha dicho, y es así, Venezuela no está bajo ningún embargo internacional. Es un problema de los Estados Unidos. Y además estamos desarrollando un acuerdo, entre España y Venezuela, muy importante contra el narcotráfico. España es uno de los países que más padece el consumo de droga, droga que viene de Colombia o, incluso, de Venezuela y México por este ruta. Pero Venezuela no produce droga. Ni materiales para fabricar la droga. La familia española debe saber que el 90 por ciento del costo de la droga que se coloca en las calles españolas es financiado por bancos norteamericanos.

—¿A qué se refiere con eso?

—Porque los bancos privados norteamericanos, offshore, son los que financian la producción, los laboratorios y los químicos productores. Las familias españolas deben saber que los laboratorios donde se produce la cocaína provienen de compañías norteamericanas bien sabidas y bien conocidas; eso no lo fabrican los campesinos cocaleros. Y esos laboratorios, que no son tan simples, salen desde esas industrias por puertos y aeropuertos norteamericanos. ¿Cómo se explica esa presunta inocencia norteamericana que nunca descubre cómo salen esos componentes y equipos de su país? Y los químicos precursores, es decir, éter, clorohidrato y acetona, se produce en industria bien localizadas de Norteamérica. Eso no sale por verdes caminos.

—¿Venezuela se decide por Navantia por simpatía política con el Gobierno español o porque es la mejor oferta que han encontrado en el mercado internacional?

—No, esos barcos pudimos contratarlos en Brasil, Argentina e, incluso, a Cuba. Incluso a los Estados Unidos, pero Venezuela y España están aliadas en el narcotráfico. Y creemos en la cooperación, porque más allá del empleo que pueda suponer la construcción de estos buques, es que los dos países cooperan contra la geopolítica norteamericana del narcotráfico.

—Usted ha explicado que Navantia se dedica básicamente a la construcción militar. Si se dedicara más a lo civil, habría posibilidad de otros encargos.

— Nosotros queremos pasar del 2006 al 2012 a producir más de cinco millones de barriles diarios (ahora producen 3,2), y también tenemos planes de explotación de gas. Gran parte de estos recursos están en el mar Caribe y en la fachada atlántica, y eso demanda navíos. Petroleros, asfalteros y gaseros. Le estoy hablando de que necesitamos una flota de 40 barcos. Ya se han firmado contratos con Brasil y con China. De modo que España y Venezuela tienen un importante camino de cooperación, de cooperación económica, de desarrollo, de empleo, pero también para dar un frenazo al asunto del narcotráfico.

–Navantia tiene la opción de que el 20 por ciento de su construcción sea civil.

—Sí, eso parece que lo tienen copado ya.

—Su presidente, Hugo Chávez, ha adelantado que el precio puede llegar a los 100 dólares el barril. ¿Tiene argumentos para ello? ¿Podemos llegar a tanto?

—Y más. Y más. El barril ha llegado a estar a los 75 dólares, y psicológicamente, entre los 75 y los 100 dólares no hay mucho, basta que Estados Unidos se atreva a declarar la guerra contra Irán. Una guerra entre Estados Unidos e Irán sería terrible para el mundo porque eso sería una guerra de verdad. Piense en lo que sería el bloqueo del Estrecho de Ormuz.

—Pero Venezuela también se beneficia de esos precios altos. Se dice que Venezuela puede 'exportar' su revolución bolivariana gracias a esos precios, porque los costes de extracción son los mismos.

—Eso es relativo. Quienes de verdad sonríen con estos precios son los petroleros de Houston y Oklahoma, no nosotros. A Estados Unidos le conviene esta historia del barril a 100 dólares. (Posteriormente, explica que el precio sí se podría estabilizar en los 50 dólares si no ocurre nada)

—¿Pero por qué?

—Porque son sus petroleros, y la camarilla de Washington es petrolera. Que Bush viene del petróleo, que Cheney viene del petróleo y que Condolezaa Rice viene del petróleo.

—¿Es cierto que el Gobierno venezolano se ha planteado dejar de vender petróleo a Estados Unidos? Creo que son el tercer o cuarto proveedor de petróleo en Estados Unidos.

—Sí, sí. Somos el cuarto proveedor. Europa quiere petróleo venezolano. China quiere mucho más de lo que piden en la actualidad. Si se concreta alguna agresión que haga imposible la relación comercial, lo dejaremos de vender, claro, y ellos lo saben y se preparan para ello.

—¿Venezuela va a ayudar a España con los problemas que se le está planteando a algunas de sus empresas en Bolivia con la nacionalización del gas?

–Mire, es que va a resultar que el presidente Chávez fue quien redactó el decreto de nacionalización.

–Bueno, hubo economistas venezolanos aconsejando al Gobierno boliviano.

–En Bolivia hay economistas de diferentes nacionalidades, es más, es más, yo creo que la gran influencia en ese decreto la ha tenido Noruega.

–Pero lo que quería preguntar es si su presidente va a mediar.

–No soy vocero del Gobierno boliviano, pero en el caso de Repsol hay un plazo de 180 días que se ha tomado ese Gobierno para discutir. Soy un convencido de que el modelo boliviano de nacionalización no lleva a la confiscación, aunque le diría que, bueno, en energía no hay negocios malos. En el caso de Venezuela, es que nosotros queremos industrializar nuestro gas, no podemos seguir vendiendo gas a granel, eso no es bueno para ningún país que quiera a su pueblo.

JUAN MANUEL MARQUÉS PERALES,Diario de Cádiz

UN SALUDO
 
En el tema de los contratos para construcciones navales para Venezuela, en la nota se han nombrado a China y Brasil....
.......y Argentina...????:confused: :confused: :confused:
 
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