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<blockquote data-quote="CONDOR COMAHUE" data-source="post: 313629" data-attributes="member: 1764"><p>Batalla de Chacabuco </p><p> El día 10 de febrero de 1817, todo el Ejército de los Andes se encontraba concentrado en el valle de Aconcagua, listo para subir la cuesta de Chacabuco y lograr una batalla decisiva. El ejército realista se concentraba en el valle acudiendo rápidamente con tropas desde Santiago. San Martín reunió a sus oficiales para explicar el plan de combate que realizarían al día siguiente, sin dar tiempo a que los realistas se agruparan. Dividió al ejército en dos columnas, una al mando del general Soler, y la otra al mando de O´Higgins. El ejército realista estaba al mando del brigadier Maroto.</p><p> A la madrugada del día 12 las columnas comenzaron la ascensión de la cuesta de Chacabuco, tomando la división de Soler por la derecha y la de O'Higgins la de la izquierda.</p><p>El ala izquierda se puso en contacto con los realistas, luego de cargar bajando la cuesta, a media mañana. La resistencia era sostenida y el combate resultaba indefinido hasta que, cerca del mediodía, llegó el ala de Soler, al trote y a la carga, lo que definió la batalla. Los realistas dejaron en el campo 500 muertos, 600 prisioneros y mucho armamento. Los patriotas perdieron 12 hombres y tuvieron 120 heridos. Los realistas huyeron en desorden a Santiago pero no atinaron defensas, Marcó del Pont sólo pensaba en escapar, mandó al puerto de Valparaíso sus pertenencias y alistó sus cosas para la huida. </p><p> </p><p>El 14 de febrero, San Martín entró triunfal a Santiago de Chile. El cabildo se reunió el día 18 aclamando al Libertador como gobernador de Chile. Renunció a ese honor y fue entonces electo O´Higgins Director Supremo del Estado de Chile. </p><p></p><p> El general realista, Maroto, se embarcó en el puerto de Valparaíso con algunas tropas que pudo salvar. Marcó del Pont se retrasó de la columna y cuando llegó ya no quedaban naves en el puerto. Huyó hacia el sur pero fue tomado prisionero por los patriotas. </p><p> Esta victoria, la conquista del "Reino de Chile" como se lo conocía en la denominación española, trajo alivio en Buenos Aires. La situación para los patriotas seguía siendo difícil: la ciudad de Montevideo había sido ocupada por un ejército Portugués, el ejército del Norte retrocedía hacia Jujuy, como lo había previsto San Martín, y el Gobernador de Salta, Martín Güemes resistía. La victoria de Chacabuco cambió la suerte de la América del Sur y a partir de este momento los realistas comenzaron su repliegue. Los que pudieron escapar, al mando del general Ordóñez, perseguidos por el general Las Heras, se retiraron a marcha forzada hasta la fortaleza de Talcahuano, al sur de Chile. Resistieron allí un sitio de las tropas patriotas que duró todo el año 1817.</p><p> Se creó entonces el Ejército Unido, formado por el de Chile, y el Ejército de los Andes. O´Higgins comandaba el ala Chilena y San Martín era el General en Jefe de Todo el Ejército.</p><p> Siguiendo con su plan continental, San Martín sabía que sin el dominio de mar, no era posible dominar Chile y Perú porque la costa tenía bastiones como el Callao o Talcahuano que eran fácilmente abastecidos de víveres, soldados y munición. Al mes de la batalla de Chacabuco, cruzó nuevamente la Cordillera, llegó de incógnito a Buenos Aires para evitar los festejos y las demostraciones populares a las que no era afecto, y negoció con el Director Supremo el envío de una misión a Londres con el objeto de crear una escuadra para dominar las costas del Pacífico y quebrar el dominio realista en esos mares. El Ingeniero Álvarez Condarco viajó a Londres para supervisar la compra de las naves mientras Álvarez Jonte buscaba marinos que comandaran dicha escuadra.</p><p></p><p>Cancharrayada y Maipú</p><p> En los últimos días de 1817, San Martín, como generalísimo del Ejército Unido, mandó una delegación a Lima, en nombre de los aliados, proponiendo al Virrey del Perú la regularización de la guerra y el canje de prisioneros. Pero, como siempre, el motivo oculto de la misión a cargo del mayor Domingo Torres, era ponerse al tanto de los planes del enemigo. El enviado regresó a Valparaíso trayendo la información de que un ejército realista, al mando del general Osorio, se embarcaba en cuatro fragatas para recuperar Chile.</p><p> Los primeros días de enero de 1818 la expedición llegaba a la fortaleza de Talcahuano donde desembarca. Las tropas de Osorio se unen con las del general Ordóñez formando un ejército de más de 5000 hombres. Sin perder tiempo comienzan la marcha hacia el norte, para llegar a Santiago. Los patriotas al mando de O´Higgins levantan el sitio y emprenden la retirada hacia la capital para unirse a el resto del ejército.</p><p> La noche del 19 de marzo el ejército realista avanzó por la planicie de Cancharrayada sorprendiendo a las fuerzas de O´Higgins en la oscuridad. Los patriotas se defendieron valientemente hasta que el Director fue herido en el brazo. Entonces las fuerzas del Ejército Unido retrocedieron en desorden perdiendo todo el parque y la artillería. El mando fue asumido entonces por el coronel Las Heras que organizó una retirada a marchas forzadas hacia la capital. En Santiago, la noticia del revés hizo entrar en pánico a la población, mientras que los generales patriotas trataban de reagrupar sus fuerzas en derredor del campamento de Maipo. Cuando O´Higgins supo de los acontecimientos de la capital, apuró su regreso cabalgando día y noche para reasumir el gobierno de la nación. La presencia del líder hizo retornar la calma en la ciudad y comenzaron los preparativos para la defensa. A los diez días de la derrota, el Ejército Unido estaba nuevamente en condición de combate con cerca de 4000 hombres de infantería, 22 piezas de artillería y 1000 jinetes, cinco batallones chilenos y cuatro argentinos.</p><p> El ejército patriota estaba desplegado en una altura llamada Loma Blanca, a diez kilómetros de Santiago. El 5 de abril las avanzadas comunicaron que los realistas marchaban en masa hacia el camino que une Santiago con Valparaíso.</p><p> San Martín relata así la disposición para el combate: "Baxo la conducta del benemérito brigadier general Balcarce puse desde luego toda la infantería; la derecha mandada por el coronel Las Heras; la izquierda por el teniente coronel Alvarado; y la reserva por el coronel D. Hilarion de la Quintana; la caballería de la derecha al coronel D. Matías Zapiola con sus escuadrones de granaderos; y Freyre con los escuadrones de la escolta del Exmo. Director de Chile, y los cazadores a caballo de los Andes."</p><p> </p><p> Al mediodía los ejércitos se hallaban frente a frente. Los patriotas avanzaron hacia las posiciones realistas y entraron en encarnizado combate. Los realistas resistieron a pie firme durante varias horas pero luego comenzaron a replegarse, terminado derrotados. A última hora llegó O´Higgins convaleciente de su herida, quien fue aclamado por las tropas victoriosas. Las pérdidas realistas fueron alrededor de 1000 hombres, doce cañones, 2200 prisioneros y todo el parque y municiones. </p><p></p><p> Osorio se retiró con solamente 1200 hombres hacia Talcahuano pero casi sin armamento. Allí esperó órdenes del virrey Pezuela, quien dio por perdido el norte de Chile y le ordenó embarcarse para el Perú, quedando en la fortaleza una fuerza de defensa de 1000 hombres al mando del coronel Juan Francisco Sánchez.</p><p> Pocos días después de la victoria de Maipú, San Martín emprende el camino a Buenos Aires llegando con sigilo para sustraerse a las manifestaciones de la muchedumbre. No obstante ello, el Director Supremo, Pueyrredón, prepara una recepción pública en el Congreso que se realiza el 17 de mayo, en honor al héroe de Chacabuco y Maipú.</p><p> El objetivo del viaje era apurar la disposición de los fondos necesarios para crear y mantener la flota del Pacífico, que era la única manera de evitar el abastecimiento de los puertos realistas, desde donde podían enviara refuerzos y reconquistar Chile. Una vez dominado el mar, el camino al Perú estaba despejado. Las reuniones secretas tuvieron lugar en la quinta que Pueyrredón tenía en el pueblo de San Isidro, y allí concurrieron los miembros de la logia. Una vez logrado el apoyo, San Martín quiso volver nuevamente a Chile pero quedó detenido en Mendoza debido a las grandes nevadas en la cordillera. Allí recibe notificación de Pueyrredón diciendo que el empréstito de 500.000 pesos, necesario para equipar a la flota era imposible de lograr. </p><p> Es entonces que desde Mendoza envía su renuncia como general del Ejército Unido a los directores Pueyrredón y O´Higgins (4 de setiembre de 1818). Pocos días después recibe una comunicación del Ministro de Guerra autorizándolo a girar hasta la suma convenida para crear la flota.</p><p></p><p>La escuadra del Pacífico</p><p> La flota que dominaría el Pacífico con el pabellón chileno y llevaría al ejército libertador al Perú se formó por astutas y valientes capturas de buques españoles y la compra de naves inglesas y americanas. El primer buque de guerra fue el bergantín español llamado Águila, de 16 cañones, que entró engañado a Valparaíso luego de la batalla de Chacabuco porque los patriotas dejaron las banderas realistas flameando en la fortaleza. Fue capturado y, bautizado con el nombre de Pueyrredón. En su primera misión fue enviado a la isla Juan Fernández a rescatar los patriotas prisioneros de los realistas. Entre ellos estaba Manuel Blanco Encalada, quien sería luego comandante de la flota. Luego llegó el Windham de 44 cañones, comprado por Álvarez Condarco en Londres. Fue la gloriosa Lautaro. Con estos dos buques, luego de la victoria de Maipú, persiguieron a la flota española compuesta por la Esmeralda, la Venganza y el Pezuela que bloqueaba Valparaíso y entorpecía la navegación y hostigaban a los buques neutrales que llegaban al puerto.</p><p> En abril de 1818, la Lautaro y el Pueyrredón salieron del puerto y se trabaron en combate con la Esmeralda consiguiendo abordarla. Luego de un fiero combate la nave española pudo escapar por su mayor velocidad y dirigirse a Talcahuano. Aunque no se pudo tomar la presa, desde ese momento, la marina chilena dominó las costas de Valparaíso. En Julio se compró una corbeta americana que se bautizó como Chacabuco, luego otro bergantín americano que se llamó Araucano, En agosto llegó un navío poderoso, de 60 cañones, contratado por Condarco en Londres, que se denominó San Martín y se pagó con los fondos que había dispuesto Pueyrredón luego de la renuncia del general. El mando de la armada fue confiado a Manuel Blanco Encalada. Los patriota tenían a fines de 1818 una escuadra que podía combatir contra los realistas en el Pacífico.</p><p> Mientras tanto, en mayo de 1818, zarpaba de Cádiz con rumbo a Chile, una expedición española de once transportes, que conducían 2000 soldados, escoltadas por dos naves de guerra, una de ellas era la poderosa María Isabel, de 50 cañones. La noticia se conoció en Buenos Aires, por los agentes del gobierno argentino en Cádiz en el mes de julio. Pueyrredón envió a los bergantines Lucy y el Intrépido para que se incorporen a la flota chilena. En agosto arribó a Buenos Aires el Trinidad, uno de los transportes españoles con la tripulación sublevada. De esta manera los patriotas conocieron el punto de reunión y el código de señales de la escuadra realista.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="CONDOR COMAHUE, post: 313629, member: 1764"] Batalla de Chacabuco El día 10 de febrero de 1817, todo el Ejército de los Andes se encontraba concentrado en el valle de Aconcagua, listo para subir la cuesta de Chacabuco y lograr una batalla decisiva. El ejército realista se concentraba en el valle acudiendo rápidamente con tropas desde Santiago. San Martín reunió a sus oficiales para explicar el plan de combate que realizarían al día siguiente, sin dar tiempo a que los realistas se agruparan. Dividió al ejército en dos columnas, una al mando del general Soler, y la otra al mando de O´Higgins. El ejército realista estaba al mando del brigadier Maroto. A la madrugada del día 12 las columnas comenzaron la ascensión de la cuesta de Chacabuco, tomando la división de Soler por la derecha y la de O'Higgins la de la izquierda. El ala izquierda se puso en contacto con los realistas, luego de cargar bajando la cuesta, a media mañana. La resistencia era sostenida y el combate resultaba indefinido hasta que, cerca del mediodía, llegó el ala de Soler, al trote y a la carga, lo que definió la batalla. Los realistas dejaron en el campo 500 muertos, 600 prisioneros y mucho armamento. Los patriotas perdieron 12 hombres y tuvieron 120 heridos. Los realistas huyeron en desorden a Santiago pero no atinaron defensas, Marcó del Pont sólo pensaba en escapar, mandó al puerto de Valparaíso sus pertenencias y alistó sus cosas para la huida. El 14 de febrero, San Martín entró triunfal a Santiago de Chile. El cabildo se reunió el día 18 aclamando al Libertador como gobernador de Chile. Renunció a ese honor y fue entonces electo O´Higgins Director Supremo del Estado de Chile. El general realista, Maroto, se embarcó en el puerto de Valparaíso con algunas tropas que pudo salvar. Marcó del Pont se retrasó de la columna y cuando llegó ya no quedaban naves en el puerto. Huyó hacia el sur pero fue tomado prisionero por los patriotas. Esta victoria, la conquista del "Reino de Chile" como se lo conocía en la denominación española, trajo alivio en Buenos Aires. La situación para los patriotas seguía siendo difícil: la ciudad de Montevideo había sido ocupada por un ejército Portugués, el ejército del Norte retrocedía hacia Jujuy, como lo había previsto San Martín, y el Gobernador de Salta, Martín Güemes resistía. La victoria de Chacabuco cambió la suerte de la América del Sur y a partir de este momento los realistas comenzaron su repliegue. Los que pudieron escapar, al mando del general Ordóñez, perseguidos por el general Las Heras, se retiraron a marcha forzada hasta la fortaleza de Talcahuano, al sur de Chile. Resistieron allí un sitio de las tropas patriotas que duró todo el año 1817. Se creó entonces el Ejército Unido, formado por el de Chile, y el Ejército de los Andes. O´Higgins comandaba el ala Chilena y San Martín era el General en Jefe de Todo el Ejército. Siguiendo con su plan continental, San Martín sabía que sin el dominio de mar, no era posible dominar Chile y Perú porque la costa tenía bastiones como el Callao o Talcahuano que eran fácilmente abastecidos de víveres, soldados y munición. Al mes de la batalla de Chacabuco, cruzó nuevamente la Cordillera, llegó de incógnito a Buenos Aires para evitar los festejos y las demostraciones populares a las que no era afecto, y negoció con el Director Supremo el envío de una misión a Londres con el objeto de crear una escuadra para dominar las costas del Pacífico y quebrar el dominio realista en esos mares. El Ingeniero Álvarez Condarco viajó a Londres para supervisar la compra de las naves mientras Álvarez Jonte buscaba marinos que comandaran dicha escuadra. Cancharrayada y Maipú En los últimos días de 1817, San Martín, como generalísimo del Ejército Unido, mandó una delegación a Lima, en nombre de los aliados, proponiendo al Virrey del Perú la regularización de la guerra y el canje de prisioneros. Pero, como siempre, el motivo oculto de la misión a cargo del mayor Domingo Torres, era ponerse al tanto de los planes del enemigo. El enviado regresó a Valparaíso trayendo la información de que un ejército realista, al mando del general Osorio, se embarcaba en cuatro fragatas para recuperar Chile. Los primeros días de enero de 1818 la expedición llegaba a la fortaleza de Talcahuano donde desembarca. Las tropas de Osorio se unen con las del general Ordóñez formando un ejército de más de 5000 hombres. Sin perder tiempo comienzan la marcha hacia el norte, para llegar a Santiago. Los patriotas al mando de O´Higgins levantan el sitio y emprenden la retirada hacia la capital para unirse a el resto del ejército. La noche del 19 de marzo el ejército realista avanzó por la planicie de Cancharrayada sorprendiendo a las fuerzas de O´Higgins en la oscuridad. Los patriotas se defendieron valientemente hasta que el Director fue herido en el brazo. Entonces las fuerzas del Ejército Unido retrocedieron en desorden perdiendo todo el parque y la artillería. El mando fue asumido entonces por el coronel Las Heras que organizó una retirada a marchas forzadas hacia la capital. En Santiago, la noticia del revés hizo entrar en pánico a la población, mientras que los generales patriotas trataban de reagrupar sus fuerzas en derredor del campamento de Maipo. Cuando O´Higgins supo de los acontecimientos de la capital, apuró su regreso cabalgando día y noche para reasumir el gobierno de la nación. La presencia del líder hizo retornar la calma en la ciudad y comenzaron los preparativos para la defensa. A los diez días de la derrota, el Ejército Unido estaba nuevamente en condición de combate con cerca de 4000 hombres de infantería, 22 piezas de artillería y 1000 jinetes, cinco batallones chilenos y cuatro argentinos. El ejército patriota estaba desplegado en una altura llamada Loma Blanca, a diez kilómetros de Santiago. El 5 de abril las avanzadas comunicaron que los realistas marchaban en masa hacia el camino que une Santiago con Valparaíso. San Martín relata así la disposición para el combate: "Baxo la conducta del benemérito brigadier general Balcarce puse desde luego toda la infantería; la derecha mandada por el coronel Las Heras; la izquierda por el teniente coronel Alvarado; y la reserva por el coronel D. Hilarion de la Quintana; la caballería de la derecha al coronel D. Matías Zapiola con sus escuadrones de granaderos; y Freyre con los escuadrones de la escolta del Exmo. Director de Chile, y los cazadores a caballo de los Andes." Al mediodía los ejércitos se hallaban frente a frente. Los patriotas avanzaron hacia las posiciones realistas y entraron en encarnizado combate. Los realistas resistieron a pie firme durante varias horas pero luego comenzaron a replegarse, terminado derrotados. A última hora llegó O´Higgins convaleciente de su herida, quien fue aclamado por las tropas victoriosas. Las pérdidas realistas fueron alrededor de 1000 hombres, doce cañones, 2200 prisioneros y todo el parque y municiones. Osorio se retiró con solamente 1200 hombres hacia Talcahuano pero casi sin armamento. Allí esperó órdenes del virrey Pezuela, quien dio por perdido el norte de Chile y le ordenó embarcarse para el Perú, quedando en la fortaleza una fuerza de defensa de 1000 hombres al mando del coronel Juan Francisco Sánchez. Pocos días después de la victoria de Maipú, San Martín emprende el camino a Buenos Aires llegando con sigilo para sustraerse a las manifestaciones de la muchedumbre. No obstante ello, el Director Supremo, Pueyrredón, prepara una recepción pública en el Congreso que se realiza el 17 de mayo, en honor al héroe de Chacabuco y Maipú. El objetivo del viaje era apurar la disposición de los fondos necesarios para crear y mantener la flota del Pacífico, que era la única manera de evitar el abastecimiento de los puertos realistas, desde donde podían enviara refuerzos y reconquistar Chile. Una vez dominado el mar, el camino al Perú estaba despejado. Las reuniones secretas tuvieron lugar en la quinta que Pueyrredón tenía en el pueblo de San Isidro, y allí concurrieron los miembros de la logia. Una vez logrado el apoyo, San Martín quiso volver nuevamente a Chile pero quedó detenido en Mendoza debido a las grandes nevadas en la cordillera. Allí recibe notificación de Pueyrredón diciendo que el empréstito de 500.000 pesos, necesario para equipar a la flota era imposible de lograr. Es entonces que desde Mendoza envía su renuncia como general del Ejército Unido a los directores Pueyrredón y O´Higgins (4 de setiembre de 1818). Pocos días después recibe una comunicación del Ministro de Guerra autorizándolo a girar hasta la suma convenida para crear la flota. La escuadra del Pacífico La flota que dominaría el Pacífico con el pabellón chileno y llevaría al ejército libertador al Perú se formó por astutas y valientes capturas de buques españoles y la compra de naves inglesas y americanas. El primer buque de guerra fue el bergantín español llamado Águila, de 16 cañones, que entró engañado a Valparaíso luego de la batalla de Chacabuco porque los patriotas dejaron las banderas realistas flameando en la fortaleza. Fue capturado y, bautizado con el nombre de Pueyrredón. En su primera misión fue enviado a la isla Juan Fernández a rescatar los patriotas prisioneros de los realistas. Entre ellos estaba Manuel Blanco Encalada, quien sería luego comandante de la flota. Luego llegó el Windham de 44 cañones, comprado por Álvarez Condarco en Londres. Fue la gloriosa Lautaro. Con estos dos buques, luego de la victoria de Maipú, persiguieron a la flota española compuesta por la Esmeralda, la Venganza y el Pezuela que bloqueaba Valparaíso y entorpecía la navegación y hostigaban a los buques neutrales que llegaban al puerto. En abril de 1818, la Lautaro y el Pueyrredón salieron del puerto y se trabaron en combate con la Esmeralda consiguiendo abordarla. Luego de un fiero combate la nave española pudo escapar por su mayor velocidad y dirigirse a Talcahuano. Aunque no se pudo tomar la presa, desde ese momento, la marina chilena dominó las costas de Valparaíso. En Julio se compró una corbeta americana que se bautizó como Chacabuco, luego otro bergantín americano que se llamó Araucano, En agosto llegó un navío poderoso, de 60 cañones, contratado por Condarco en Londres, que se denominó San Martín y se pagó con los fondos que había dispuesto Pueyrredón luego de la renuncia del general. El mando de la armada fue confiado a Manuel Blanco Encalada. Los patriota tenían a fines de 1818 una escuadra que podía combatir contra los realistas en el Pacífico. Mientras tanto, en mayo de 1818, zarpaba de Cádiz con rumbo a Chile, una expedición española de once transportes, que conducían 2000 soldados, escoltadas por dos naves de guerra, una de ellas era la poderosa María Isabel, de 50 cañones. La noticia se conoció en Buenos Aires, por los agentes del gobierno argentino en Cádiz en el mes de julio. Pueyrredón envió a los bergantines Lucy y el Intrépido para que se incorporen a la flota chilena. En agosto arribó a Buenos Aires el Trinidad, uno de los transportes españoles con la tripulación sublevada. De esta manera los patriotas conocieron el punto de reunión y el código de señales de la escuadra realista. [/QUOTE]
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Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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