El rey de Marruecos deja de ser sagrado
En un intento por evitar revueltas sociales, Mohammed VI aceptó un modelo de monarquía constitucional limitada. Anunció que una nueva Carta Magna otorgará más poder al Presidente y al Parlamento
El rey Mohammed VI de Marruecos prometió el viernes una nueva Constitución democrática que devolverá parte de su autoridad al Parlamento y al Gobierno, y agregó que los marroquíes podrán votar sobre los cambios en un referendo fijado para el 1 de julio.
La reforma a la Constitución dispondrá además que los altos funcionarios rindan cuentas, pero el rey continuará siendo una figura clave en el campo de seguridad, defensa y asuntos religiosos, de acuerdo a un borrador de la nueva carta magna al que Reuters tuvo acceso previamente.
Dirigiéndose a la nación en un discurso televisado, Mohammed dijo que votaría a favor de la nueva Carta Magna e instó a los marroquíes a hacer lo mismo. "Hemos logrado (...) elaborar una nueva carta constitucional democrática", dijo. "Me dirijo a ustedes hoy (viernes) para renovar nuestro compromiso conjunto para lograr una transición importante con (...) la construcción de un Estado basado en el derecho y en las instituciones democráticas", dijo.
Después de enfrentar las mayores protestas de las últimas décadas, el Rey Mohammed ordenó en marzo a una comisión discutir una reforma constitucional con los partidos políticos, los sindicatos y algunas ONG. La idea era disminuir la influencia del monarca de 47 años y hacer del poder judicial un órgano independiente.
Los movimientos del rey Mohammed, que dirige la dinastía que lleva más años en el poder en el mundo árabe, son seguidos con atención por las monarquías del Golfo Pérsico, que hasta ahora han evitado los llamados a reformas en sus países y están preocupados de que el modelo marroquí pueda aumentar las expectativas.
El último borrador de la constitución reformada concede explícitamente el poder del Ejecutivo al Gobierno, aunque el rey mantendrá el control exclusivo en los campos militares y religiosos, y puede elegir un primer ministro del partido que gane las elecciones.
Ministros, embajadores y gobernadores provinciales, que son los representantes del Ministerio del Interior, serán propuestos por el primer ministro, aunque el rey tiene que aprobar las decisiones.
"La Constitución otorga al jefe de Gobierno (primer ministro) la facultad de proponer y destituir a los miembros del gabinete, para dirigir y coordinar la acción del Gobierno, y supervisar los servicios públicos", dijo Mohammed en su discurso, pero añadió que él era "el árbitro supremo" del país. "Los nombramientos en las Fuerzas Armadas siguen siendo una prerrogativa exclusiva y soberana del Rey", añadió.
INFOBAE
En un intento por evitar revueltas sociales, Mohammed VI aceptó un modelo de monarquía constitucional limitada. Anunció que una nueva Carta Magna otorgará más poder al Presidente y al Parlamento
El rey Mohammed VI de Marruecos prometió el viernes una nueva Constitución democrática que devolverá parte de su autoridad al Parlamento y al Gobierno, y agregó que los marroquíes podrán votar sobre los cambios en un referendo fijado para el 1 de julio.
La reforma a la Constitución dispondrá además que los altos funcionarios rindan cuentas, pero el rey continuará siendo una figura clave en el campo de seguridad, defensa y asuntos religiosos, de acuerdo a un borrador de la nueva carta magna al que Reuters tuvo acceso previamente.
Dirigiéndose a la nación en un discurso televisado, Mohammed dijo que votaría a favor de la nueva Carta Magna e instó a los marroquíes a hacer lo mismo. "Hemos logrado (...) elaborar una nueva carta constitucional democrática", dijo. "Me dirijo a ustedes hoy (viernes) para renovar nuestro compromiso conjunto para lograr una transición importante con (...) la construcción de un Estado basado en el derecho y en las instituciones democráticas", dijo.
Después de enfrentar las mayores protestas de las últimas décadas, el Rey Mohammed ordenó en marzo a una comisión discutir una reforma constitucional con los partidos políticos, los sindicatos y algunas ONG. La idea era disminuir la influencia del monarca de 47 años y hacer del poder judicial un órgano independiente.
Los movimientos del rey Mohammed, que dirige la dinastía que lleva más años en el poder en el mundo árabe, son seguidos con atención por las monarquías del Golfo Pérsico, que hasta ahora han evitado los llamados a reformas en sus países y están preocupados de que el modelo marroquí pueda aumentar las expectativas.
El último borrador de la constitución reformada concede explícitamente el poder del Ejecutivo al Gobierno, aunque el rey mantendrá el control exclusivo en los campos militares y religiosos, y puede elegir un primer ministro del partido que gane las elecciones.
Ministros, embajadores y gobernadores provinciales, que son los representantes del Ministerio del Interior, serán propuestos por el primer ministro, aunque el rey tiene que aprobar las decisiones.
"La Constitución otorga al jefe de Gobierno (primer ministro) la facultad de proponer y destituir a los miembros del gabinete, para dirigir y coordinar la acción del Gobierno, y supervisar los servicios públicos", dijo Mohammed en su discurso, pero añadió que él era "el árbitro supremo" del país. "Los nombramientos en las Fuerzas Armadas siguen siendo una prerrogativa exclusiva y soberana del Rey", añadió.
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