Ahora los aspirantes con hijos podrán entrar al servicio militar
Guido Braslavsky
[email protected]
A partir de ahora, una mujer o un varón con un hijo a cargo, o cualquier ciudadano que tenga personas legalmente bajo su responsabilidad, ya no tendrá impedimentos para poder ingresar al Servicio Militar Voluntario.
Ayer, el Gobierno nacional a través del decreto 1647 firmado por el presidente Néstor Kirchner y la ministra de Defensa, Nilda Garré, derogó la reglamentación de 1995 que excluía a las personas en esas condiciones de poder convertirse en soldado voluntario de las Fuerzas Armadas.
En agosto pasado, Clarín había difundido el caso de una joven de 19 años, Paula González, que tras pasar con éxito los requisitos de admisión como voluntaria en el Ejército terminó siendo rechazada porque tenía una hija.
Defensa tomó rápidamente cartas en el asunto. Consideró que la decisión del Ejército se había ajustado a la norma, pero que ésta debía modificarse por ser "claramente discriminatoria y anacrónica". Poco después, Garré elevó a Kirchner el proyecto de decreto firmado finalmente ayer.
El decreto considera que el derogado inciso b del artículo 8 de la reglamentación afectaba el derecho a acceder en forma igualitaria al empleo y cita pactos y convenios internacionales adoptados por nuestro país que reconocen la necesidad de instaurar la "igualdad efectiva de oportunidades y de trato entre los trabajadores de uno y otro sexo con responsabilidades familiares".
Si bien el caso más frecuente de exclusión era el de las mujeres con hijos, la norma también lo impedía a padres que tuvieran hijos a cargo o a personas con familiares legalmente a cargo.
También en agosto, Garré había dispuesto que las mujeres embarazadas o con hijos ya no fueran desplazadas ni discriminadas en las instituciones educativas de las Fuerzas Armadas. La Escuela Naval de la Armada era la única que hasta ese momento había anulado esa restricción.
El Servicio Militar Voluntario reemplazó desde 1995 la conscripción obligatoria que había regido durante 92 años. Con cuestionamientos crecientes desde el final de la Guerra de Malvinas, donde la mayoría de los fallecidos fueron conscriptos con escasa preparación militar, el Servicio Militar Obligatorio tuvo un final abrupto como consecuencia del asesinato del conscripto Omar Carrasco en una guarnición militar neuquina, en 1994.
El Servicio Militar Voluntario permite el ingreso de jóvenes de 18 a 24 años, y el límite para permanecer como soldado se estableció a los 28 años. Luego hay un mecanismo previsto para poder convertirse en suboficial.
Los voluntarios reciben capacitación, educación e instrucción para sus tareas —así al menos lo fija la Ley— y una retribución que actualmente ronda los 800 pesos, según la región del país.
Con la crisis y el enome desempleo de los últimos años el voluntariado se convirtió en una opción laboral para muchos jóvenes, ya que además no deben alejarse de sus casas. Se privilegia el reclutamiento local para que sigan viviendo en sus casas y no ocasionar de esta manera un gasto adicional al Estado.
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Me parece muy bien ,si yo quisiera instruirme considero que el hecho de tener un hijo no debería impedirmelo.
Saludos.
KAISER
Guido Braslavsky
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A partir de ahora, una mujer o un varón con un hijo a cargo, o cualquier ciudadano que tenga personas legalmente bajo su responsabilidad, ya no tendrá impedimentos para poder ingresar al Servicio Militar Voluntario.
Ayer, el Gobierno nacional a través del decreto 1647 firmado por el presidente Néstor Kirchner y la ministra de Defensa, Nilda Garré, derogó la reglamentación de 1995 que excluía a las personas en esas condiciones de poder convertirse en soldado voluntario de las Fuerzas Armadas.
En agosto pasado, Clarín había difundido el caso de una joven de 19 años, Paula González, que tras pasar con éxito los requisitos de admisión como voluntaria en el Ejército terminó siendo rechazada porque tenía una hija.
Defensa tomó rápidamente cartas en el asunto. Consideró que la decisión del Ejército se había ajustado a la norma, pero que ésta debía modificarse por ser "claramente discriminatoria y anacrónica". Poco después, Garré elevó a Kirchner el proyecto de decreto firmado finalmente ayer.
El decreto considera que el derogado inciso b del artículo 8 de la reglamentación afectaba el derecho a acceder en forma igualitaria al empleo y cita pactos y convenios internacionales adoptados por nuestro país que reconocen la necesidad de instaurar la "igualdad efectiva de oportunidades y de trato entre los trabajadores de uno y otro sexo con responsabilidades familiares".
Si bien el caso más frecuente de exclusión era el de las mujeres con hijos, la norma también lo impedía a padres que tuvieran hijos a cargo o a personas con familiares legalmente a cargo.
También en agosto, Garré había dispuesto que las mujeres embarazadas o con hijos ya no fueran desplazadas ni discriminadas en las instituciones educativas de las Fuerzas Armadas. La Escuela Naval de la Armada era la única que hasta ese momento había anulado esa restricción.
El Servicio Militar Voluntario reemplazó desde 1995 la conscripción obligatoria que había regido durante 92 años. Con cuestionamientos crecientes desde el final de la Guerra de Malvinas, donde la mayoría de los fallecidos fueron conscriptos con escasa preparación militar, el Servicio Militar Obligatorio tuvo un final abrupto como consecuencia del asesinato del conscripto Omar Carrasco en una guarnición militar neuquina, en 1994.
El Servicio Militar Voluntario permite el ingreso de jóvenes de 18 a 24 años, y el límite para permanecer como soldado se estableció a los 28 años. Luego hay un mecanismo previsto para poder convertirse en suboficial.
Los voluntarios reciben capacitación, educación e instrucción para sus tareas —así al menos lo fija la Ley— y una retribución que actualmente ronda los 800 pesos, según la región del país.
Con la crisis y el enome desempleo de los últimos años el voluntariado se convirtió en una opción laboral para muchos jóvenes, ya que además no deben alejarse de sus casas. Se privilegia el reclutamiento local para que sigan viviendo en sus casas y no ocasionar de esta manera un gasto adicional al Estado.
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Me parece muy bien ,si yo quisiera instruirme considero que el hecho de tener un hijo no debería impedirmelo.
Saludos.
KAISER
