Las Malvinas de Rivero

Las Malvinas de Rivero

Toda la historia que engloba este personaje

por Rolando Mendez

He aquí la historia.


Malvinas entre 1811 - 1831

Para poder entender lo que sucedió en las islas en el espacio de tiempo entre agosto de 1833 y marzo de 1834, es necesario conocer como era el estado de cosas durante el periodo anterior. He aquí una pequeña reseña.

El 13 de febrero de 1811 zarpa de Malvinas el bergantín Galvez, llevando a bordo a Pablo Guillen, gobernador de las islas nombrado por las autoridades españolas, y un grupo de cuarenta y seis hombres que residían con él en Puerto Soledad. Con esta evacuación, se termina el capítulo de dominación española de Malvinas.

Durante los siguientes nueve años, las islas no tuvieron gobierno ni población estable en ella. Solo era habitada temporalmente por las tripulaciones de los barcos balleneros y de aquellos que se dedicaban a la caza comercial de focas y lobos marinos, de diversos orígenes, aunque en su mayoría eran norteamericanos e ingleses.

El 6 de noviembre de 1820 la fragata Heroína al mando del coronel de marina David Jewet, cumpliendo ordenes emanadas del gobierno de Buenos Aires, desembarco en Puerto Soledad, izó la bandera Argentina y emitió una proclama que distribuyo a todos los capitanes de los barcos anclados, estableciendo la denominación de las islas en que se encontraban, y la nación a la que estas pertenecían.

Hacia 1823, Buenos Aires ya había proclamado leyes que regulaban la caza y pesca en el archipiélago. El 23 de agosto de ese año, la legislatura provincial de Buenos Aires (que legislaba sobre las islas) otorga la concesión para la crianza de ganado vacuno y la explotación de lobos marinos en la isla Soledad a un tal Jorge Pacheco.

Durante los primeros años de la concesión, la tarea realizada por Pacheco fue ninguna. Hacia 1825 el concesionario se asoció con un inmigrante que había arribado a Buenos Aires pocos años atrás, de nombre Luis Vernet.

Vernet era ciudadano alemán, descendiente de franceses, nacido en la ciudad de Hamburgo en 1792. Su profesión era comerciante. Llego a Buenos Aires en 1817 y poco o nada se conoce de sus actividades en nuestro país hasta que entablo relaciones comerciales con Pacheco. Es un hecho que Vernet fue el motor que impulso la puesta en practica de lo que hasta ese momento era una concesión que solo constaba en los papeles.

En enero de 1826 el alemán zarpó de Buenos Aires en un bergantín alquilado con el objeto de ocupar Puerto Soledad y establecer allí un establecimiento ganadero y lanero. Embarco ganado, caballos, peones y herramientas de trabajo.

El crudo invierno en Malvinas pronto comenzó a alterar los ánimos de la peonada. El trabajo durísimo y las condiciones extremas de vida fueron los detonantes de varios motines de los peones que Vernet logró controlar. Y es que no existía otra alternativa mas que soportar la vida que se tenía.

La fuerza de trabajo estaba compuesta por paisanos contratados en Buenos Aires. La mayoría de ellos eran más gauchos que paisanos (los paisanos que lean esto entenderán perfectamente lo que digo). Todos eran gente de campo analfabeta, acostumbrada a los trabajos duros y las privaciones, pero no a los rigores del clima de Malvinas.

Antonio Rivero nació el 7 de noviembre de 1808 en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Se crío en el campo, entre peones. Frecuentaba y compartía las reuniones de sus pares. El tiempo hizo de él un gaucho peleador, de vida nómada y solitaria. Vaya uno a saber porque, las vueltas de la vida lo trajeron a Buenos Aires y fue contratado por Vernet. Lo cierto es que Rivero forma parte de este primer contingente de peones que arriba a las islas, siendo aún un adolescente.

Tres años después de su arribo, el establecimiento de Vernet prosperaba. De las ruinas abandonadas de Puerto Soledad, este grupo de hombres habían edificado un lugar con muy duras condiciones de vida, pero donde se podía vivir aceptablemente, como así también un lugar que para los gauchos no presentaba problemas con la autoridad. Hasta ese momento Vernet y los hombres habían convivido juntos. Y si bien el establecimiento era prospero, lejos estaba de ser poco mas que un emprendimiento comercial.
 
El 10 de junio de 1829, el general Martín Rodríguez, gobernador de Buenos Aires (de quien dependían políticamente las islas), crea por decreto la Comandancia Civil y Militar de las Islas Malvinas y sus adyacencias. El decreto también establece la figura del gobernador, recayendo sobre Vernet tal nombramiento.

Durante su estadía en Buenos Aires previa al nombramiento, Don Luis busco socios comerciales que invirtieran su dinero en el establecimiento insular, entre los cuales se encontraba Woodbine Parish, el encargado de negocios británico en Buenos Aires (que por aquel entonces también oficiaba como la representación política de su majestad en nuestro país). Este se negó a entablar negocios, pero de estos encuentros nació una buena amistad entre los hombres, representada por el intercambio de correspondencia epistolar.

Sin embargo, el cargo de funcionario argentino que Vernet ostentaba era solo una fachada. En la practica, Don Luis seguía siendo un comerciante que no poseía grandes ideales nacionales. Para el resto del mundo él era un funcionario publico del joven estado argentino, mientras que en su interior el cargo que ostentaba solo se utilizaría en la medida que no interfiriera, o bien que favoreciera, a sus ambiciones comerciales.

Prueba de ello es el hecho que las cartas que Vernet enviaba desde las islas al señor Parish ostentaban el remitente "Malvinas Islands" en lugar de Islas Malvinas, como correspondería a toda correspondencia que provenga del gobernador de este territorio.

La nueva situación jurídica del archipiélago mas los oficios comerciales de su gobernador atrajeron a colonos extranjeros a las islas. Españoles, ingleses, franceses, escoceses y alemanes quienes poco mas de un mes después del decreto de Rodríguez arriban a Puerto Soledad junto a Vernet y su familia. Para esta fecha la esposa de Vernet estaba embarazada de Malvina, una niña que nacería en Puerto Soledad el 5 de febrero de 1830.

El aumento de la población exigió y motivo que la nueva pequeña sociedad isleña se modificase. Se instalo una despensa (similar a lo que sería los almacenes de ramos generales del continente), y se instituyeron nuevos cargos, pero siempre sobre la base de mejorar el negocio de Vernet. Es así que no se nombraron ministros, o secretarios de gobierno, pero si nuevos capataces de los obreros, responsables del comercio con el continente y el exterior, y pilotos de puerto para facilitar el ingreso a la bahía de los barcos comerciales en donde se encontraba la población.

Los paisanos y gauchos que habían llegado tres años antes y empezaron desde la nada fueron testigos de cómo extranjeros cuyo único valor era el dinero que invertían comenzaban a darles ordenes y se mofaban de su "superioridad europea".

En esta segunda etapa de la colonización llegan entre otros Matthew Brisbane, William Dickson, Don Ventura Pasos, Antonio Vehingar (alias Antonio Wagner); Juan Simon y Thomas Helsby, todos ellos protagonistas principales del drama que ocurriría. Dadas como estaban las cosas, durante los próximos dos años la nueva sociedad prosigue con sus vidas con toda la calma y tranquilidad que les permitía el clima y las privaciones de las islas.

Vernet era el gobernador-dueño-jefe, Brisbane era el que proveía los conocimientos para navegar las islas, Dickson el encargado de la despensa, Simon era el capataz a cargo de los obreros, Pazos y Vehingar eran colonos, y Rivero y el resto de los gauchos, paisanos e indios, seguían siendo la fuerza de trabajo.

Sigue:
http://www.fullaventura.com.ar/eqmilitar/nota104170.asp
 
Excelente aporte! poco conocía yo de lo previo a la usurpación. A partir de lo narrado voy a ponerme en campaña para investigar y compartir más información con Ud. y los compañeros foristas.
Respetuosos Saludos.
 
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