La Caida de Francia, Mayo de 1940...

Leutnant

Colaborador
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1ª Parte:

Polónia ha caido hace unos meses atrás. El alto mando francés y otros confiados aliados británicos se aprestan a la Broma de Guerra en la Linea Maginot. Los ejércitos francos se ablandan en sus posiciones bajo la llúvia y luego la nieve. La Wehrmacht habia dado en Polónia una exhibición de sus procedimientos de combate. Lección preciosa... ¡Lección perdida!



Desde octubre, el 2do Bureau del Cuartel General Francés, emprendió espontáneamente un estúdio crítico de la campaña polaca. Prisionero del conformismo militar francés, cuidadoso de no chocar con las anacrónicas idéas de los grandes jéfes, no se elevó a la sencillez y a la energía de las conclusiones formuladas en el otro bando por análogos estudios: fallo completo de la defensa lineal, preponderancia de la velocidad sobre la potencia de fuego, etc.

Sin embargo, enumeró con exactitud todas las características de la nueva guerra alemana. Mostró que la victoria de Polónia era labor casi exclusiva de las divisiones acorazadas cooperando con la aviación. Hizo notar que, en realidad, no había uno, sino dos ejércitos alemanes: un ejército infanteria-artilleria, y un ejército tanques-aviación, cada cual operando con su velocidad propia y en independencia mutua. Entrando en el detalle, el 2do Bureau desmontó la maniobra de las Panzerdivisionen: la 3ra, que forzó el cerrojo de Mlawa, dando un viraje para limpiar las orillas del Narew, antes de enderezarse para tomar Varsovia por el revés; y la 5ª, saliendo de Lvov, a 300 km de su punto de partida, y luego, con un giro de 120º, doblando también hacia Varsovia. Los efectos del bombardeo en picado sobre la moral de la tropa, el uso de paracaidistas, la paralización de los movimientos militares por inundaciones de fugitivos que sumergían los caminos, nada escencial falta en ese notable documento.
La lentitud de marcha del papeleo militar hará que llegue a algunos estados mayores durante la batalla de mayo, a tiempo de que puedan comprobar que estaba bien fundado. No tendrá otra utilidad.

A estas enseñanzas de la campaña de Polónia, verdaderas lecciones prácticas, el mando francés se niega a darles importancia. Se desanima discretamente a los oficiales que han emprendido su estudio. El 3er Bureau, autoridad decisiva, declara que: "no se podría tomar lo ocurrido en Polónia como base de instrucción del Ejército Francés durante el invierno. Las condiciones son demasiado diferentes. En Polónia, Alemania tenía que "pelear" con un ejército primitivo, mediocremente mandado y equipado, obligado a guarecer frentes desproporcionados en un terreno desprovisto de toda organización defensiva. En Francia, tiene por delante a un ejército moderno, mandado por un discipulo de Joffre, soberbiamente equipado, instalado en un campo de batalla tabicado en compartimientos, y apoyado en el sistema de fortificaciones más poderoso que se haya construido jamás, la línea Maginot."



Vela de Armas...

El esfuerzo militar francés es sensiblemente equivalente al de 1914. Francia ha movilizado más de 5 millones de hombres, la octava parte de su población total, proporción enorme e incluso excesiva si se toman en cuenta las necesidades de mano de obra para la industria de armamentos. Mientras tanto, el déficit de nacimientos y las "promociones vacías", producido por la hecatombe de la 1ra Guerra Mundial, influyen gravemente en la demografía francesa. Una distribución establecída el 1 de marzo de 1940 muestra que los efectivos globales del ejército son inferiores en 415.000 hombres a lo que eran el 1 de mayo de 1917, al cabo de tres años de guerra y de un millón y medio de muertos y heridos.

Al comienzo de las hostilidades, Francia ha puesto en pie 108 divisiones en sectores fortificados. Cada división comprende en principio de un grupo de reconocimiento divisionario (G.R.D.I), 3 regimientos de infantería (R.I) y 2 regimientos de artillería divisionaria (R.A.D). 65 divisiones se llaman de activo: 21 divisiones de infanteria ordinaria (D.I), o motorizadas (D.I.M); 12 divisiones de infantería norteafricanas (D.I.N.A), 4 divisiones de infantería colonial (D.I.C). 2 divisiones ligeras mecanizadas (D.L.M), 5 divisiones de caballería (D.C) y 21 divisiones o sectores de fortaleza (D.I.F). Las demás son divisiones de formación, a razón de 6 en Africa del Norte y 37 en la metropoli. Estas últimas se subdividen a su vez en dos categorias: 19 divisiones serie A, constituidas en torno de núcleos activos, y 18 divisiones de serie B, en que el ejército activo sólo está representado por los jéfes de cuerpo.



Una severa instrucción y una disciplina rigurosa serian necesarias para dar a estas grandes unidades una coherencia a prueba de fuego.
Aparte de la divisiones y los cuerpos de ejército, las unidades y servicios que completan el ejército francés movilizado son positivamente innumerables. Fracia presenta al combate:

40 batallones de tanques (más 8 compañias de transporte de tanques), 19 batallones de ametralladores, 78 batallones y 5 regimientos de infantería fuera de división. 56 regimientos de artillería (101 baterias de posición y 78 baterias móviles de artillería de fortaleza). 188 compañías de autotransporte, 32 compañías hipomóviles (más 27 compañías con mulas!). 4 regimientos de dragones, 8 batallones de zapadores, 7 batallones de camineros, 12 secciones de electricistas, 22 equipos pontoneros, 17 unidades de puentes pezados, 9 compañias de navegación, 16 batallones de zapadores de ferrocarriles, 8 compañias de monte cuarteleros, 10 compañias de cazadores forestales, 2 compañias de teleféricos, 33 grupos de transmisiones, 14 panaderias de campaña y por último 60 compañías completas de empleados administrativos de oficina.

En peso, el armamento de este ejército supera al del ejército alemán. La artillería es mucho más numerosa, y, en conjunto, mucho más poderosa, pero consiste casi por completo de piezas de 1918, con una doctrina de empleo que responde a la antigua guerra de posiciones. El material antiaéreo es insuficiente. El material antitanque (C.C.C) cuenta dos tipos de piezas, un buen cañon del 25 y un cañon del 47. El armamento de la infantería es satisfactorio, con un fusil anticuado, un excelente fusil ametrallador, una buena ametralladora pesada de la guerra anterior, y dos tipos de mortero adecuados. Sin embargo, la infantería francesa carece del arma de combate a corta distancia... la pistola ametralladora, y del arma típica de la defensa: la mina terrestre antipersonal, que, sin embargo, es casi tán facil de fabricar como los platos de metal.

Sobre todo en materia de tanques, es donde la comparación resulta interesante. Pero el oficial del estado mayor que la establece (recién a comienzos de 1940!!!), no tiene motivo para sentir inquietud especial si se toma en considerancón la potencia de estos medios blindados. Categoría por categoría los tanques franceses son más pesados, mejor blindados y mejor armados que los alemanes para esa época.
Las autoametralladores de 7 t y 12 t (los R-35, R-40, H-35, H-39) superan a los Pzkw I y II. Las autoametralladoras de 15 t, los D-1 de 16 t, los Somua de 20 a 22 t son más comparables a los Pzkw III. En la categoría más pesada, las 20 t de los Pzkw IV alemanes, con blindaje de 40 mm, son muy inferiores a las 30-33 t y al blindaje de 60 a 70 mm de los B-1, B-1 bis y B-1 ter. Las únicas ventajas de los medios blindados alemanes son una velocidad un poco superior y un radio de acción sensiblemente mayor.

En número, la comparación se mantiene. Las discuciones sobre este tema, después de la derrota francesa, han quedado zanjadas por documentos irrecusables. Nunca el ejército aleman puso en línea los 8.000 tanques de que se habla en el proceso de Riom, ni aún los 5.920 de un cálculo posterior.
Un documento del estado mayor aleman, que no se estableció a efectos de esta causa, enumera de manera detallada los efectivos y los tipos de vehículos que entraron en combate el 10 de mayo de 1940:
4.574 en total, incluidos los de transmisión y de mando, y de ellos sólo 278 Pzkw IV. Prescindiendo de las reliquias de la 1ra Guerra Mundial, los franceses ponen en línea 2.475 tanques, de los cuales 279 B de 35 t, más 240 autoametralladoras de combate, más unos 600 medios blindados ingleses. Tuvieron así superioridad numérica, al mismo tiempo que de blindaje y peso. Otros elementos producirian la derrota.

Somua...


La comparación es mucho más desventajosa en el dominio aéreo. La aviación francesa sube desde el bajo nivel en que estaba en 1938. pero está lejos de haber alcanzado a la Luftwaffe de Hitler. Por lo demás... ¿Podrá alcanzarla? "Es difícil en un país de 40 millones de habitantes, tenér a la vez un gran ejército, una gran marina, y una gran aviación", dice el iluminado Eduard Daladier. La potencia industrial habla. De 1937 a 1939, Alemania ha producido 470.000 t de aluminio. Francia, 140.000; Alemania ha producido 65 millones de t de acero; Francia, 20. La única manera de compensar esta diferencia hubiera sido coordinar en tiempo de paz los programas de armamento francés e inglés y recurrir al apoyo de papi USA.

No se hiso nada en cuanto a lo primero; y en tanto a lo segundo, cuando el Ministro del Aire francés quiso hacer encargos a la industria estadounidense, pasó de la sorpresa a la desepción: débil capacidad de las fábricas, lentitud de fabricación, obtaculos administrativos. Finalmente: ¡El Congreso de los EE.UU, ignorante, vota un embargo sobre las armas para Francia, congelando los 100 cazas Curtis P-39 y 215 bombarderos Glen Martin, encargados y terminados! Los franceses no saben si meterse un balazo o salir a cazar argelinos de la rábia. América exhorta a Francia y a Inglaterra para que combatan al nazismo, y luego se repliega a su neutralidad para rehusarles toda ayuda. Ford, el abuelo Bush, Kennedy Sr, y otros tantos inversionistas americanos ya han dejado unos buenos dólares en el III Reich ¿porqué venderle armas a los franceses? es "ilógico".



Cuando se suman las fuerzas aéreas franco-británicas, se descubre, sin embargo, que su inferioridad global es menor de lo que luego se creerá por lo que dicen los soldados, que juran no haber visto nunca en el cielo un solo avión amigo. Inglaterra y Francia disponen al comienzo de la batalla de mayo, de 3.450 aviones modernos, de los cuales 1.730 son franceses, contra unos 4.500 aparatos de la Luftwaffe. Pero la suma es una operación falaz. La mayor parte de los cazas britanicos, y en especial los más modernos de la época, los Spitfire, están reservados para la defensa del Reino Unido y no intervendrán en la defensa del continente.
Por el lado francés, las formaciones de bombarderos son estremadamente débiles, y en especial, el bombardeo en picado, en el que el mando no cree... solo existe como muestra. Por lo demás, se observará con estupor que una parte importante de los medios aéreos franceses no se ha utilizado, y que el número de aviones disponibles era mayor el 24 de junio, fecha del armisticio, que en el 10 de mayo.


Fuente: "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.


Saludos!!!
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
2ª Parte:

La mayor inferioridad del ejército francés se encuentra en el cerebro de sus generales. El brevario del mando, la "Instrucción sobre el empleo táctico de las grandes unidades", dice expresamente que la guerra futura será la continuación de la guerra precedente. "El cuerpo de doctrina fijado después de la victoria por los jéfes eminentes, debe seguir siendo la carta de empleo táctico de nuestras grandes unidades". Dice la edición de 1937. Los tanques, en especial, no deben causar engaño: "...el arma antitanque surge ante ellos como en la última guerra, las ametralladoras ante la infantería".
Si el enemigo trata de imponer una guerra de movimiento, se cuenta con que no será capaz, por el campo de batalla fortificado y por las barreras de fuego continuo que se le piensa oponer. Por eso hay que ver cierta lógica en la negativa del mando francés a insistir en las enseñanzas de la campaña de Polónia. "¿Para qué turbar el espiritu de los ejecutantes produciendo dudas sobre la excelencia de los principios que se le piden que aplique?". Notable nivel de retardo intelectual entre el generalato.

Sin embargo, no faltan ideas. Ya en 1921, el que se llamó "el padre francés de los tanques", el General Estienne, trazaba una previsión correcta y precisa de la guerra acorazada tal como veinte años después la harian los alemanes.
Hacia 1939, unos innovadores hicieron salir al tanque del marco exclusivo de la infantería y tras innumerables tanteos, desarrollaron la división ligera mecanizada, la cual, como hija de la caballería, siguió siendo un instrumento de exploración y de toma de contacto más que de combate. Los tres ejemplares que existen en 1940 serán de lo mejor que tenga el ejército francés.

El más ardiente debate tuvo lugar en torno al cuerpo acorazado. El Coronel de Gaulle lo exigió en 1935, en su libro "Hacia el ejército profesional". Preconizaba 6 divisiones acorazadas, cada una con 500 tanques, capaces de ir a hacer la guerra inmediatamente al enemigo en caso de violación de los tratados. El 15 de marzo de 1935, Paul Reynaud presentó la tesis gaullista en la tribuna de la Cámara. Pero los representantes de la nación creían en el piadoso deber de ignorar las cuestiones militares (como en la Argentina Kirchnerista) y encomendarse ciegamente a la competencia del estado mayor. Daladier, intérprete de éste, no tuvo dificultad en hacer rechazar el cuerpo acorazado. Lo único sorprendente fué la importancia de la minoría, los 124 votos que obtuvo.



Las reacciones de los adversarios del "artefacto" blindado habían sido de un vigor épico. El viejo compañero de batalla del hombre, el caballo, había visto alinearse a su lado a una nube de hipófilos que oponían el carburante nacional, la avena, al carburante exótico, la gasolina. Se demostró, utilizando una experiencia desgraciada, que las grandes unidades mecanizadas pedidas por los visionarios eran de imposible manejo, con sus millares de vehículos formando columnas de 100 km de largo por los caminos.
Refutando a de Gaulle, un antíguo profesor de la Escuela de Guerra, el General Chauvineau (dinosaurio del Cretácico), consiguió que la más alta autoridad militar francesa, el Mariscal Petain (dinosaurio del Jurásico), le prologara su libro, con la frase: "¿Todavía es posible una invasión?", en que respondía: "No. Judío errante obligado a marchar sin detención, el tanque no puede ser un enemigo temible. El frente contínuo, no es un accidente pasajero del que uno se puede librar como de una mala costumbre." Y saludaba como "mejor prenda de la paz", la posibilidad, para Francia, de detener "con seguridad" a todo enemigo que quisiera violar sus fronteras. ¡¡¡Impreso en Francia, en abril de 1939!!!

Los atestados de discusiones en el Consejo Superior de la Guerra sobre la creación de una división acorazada (29 de abril de 1936 - 15 de diciembre de 1937, 2 de diciembre de 1938) iluminan el temor que esa innovación inspiraba a un alto mando conservador: la de quedar aislado de la dirección de la batalla por una formación que ya no se adaptaría al fraccionamiento de las grandes unidades. "¿Qué pasaría - preguntaba el General Dufieux -, si la acción de vuestra división acorazada se extendiera a un frente superior al de un cuerpo de ejército?". Con meticulosa prudencia, el reglamento sobre el empleo de los tanques codificaba su rango de servidores, especificando que formaban "parte integrante del dispositivo de la infantería", que no eran más que un "medio suplementario" puesto temporalmente a la disposición de ésta, que era indispensable un enlace "estrecho y permanente", y que el mejor modo de asegurarlo era la "subordinación de las unidades de tanques a los jéfes de infantería..."

Tales eran los principios de un combate metódico y bien sentado, cuya dirección se ejercía comodamente a distancia, desde puestos de mando situados "en el mango del abaníco", o sea, fuera de la zona de guerra (cualquier semejanza con el mando militar en Puerto Argentino, es mera coincidencia). Tales eran los principios que destruian innovadores aturdidos que llegaban a hacer subir a los generales en vehiculos blindados de mando, e incluso en aviones, para ver el campo de batalla, como Napoleón en Arcoli. El título dado por de Gaulle a su libro aumentó las repugnancias. Los viejos jéfes se vieron relegados al mando del ejércitos de las milicias, mientras que nuevos jéfes caracolearían por ahí a la cabeza del ejército motorizado. ¡Con todas sus fuerzas, se aferraron a sus batallones de tanques, instrumentos poderosos y dóciles de una guerra "sensata"!

A pesar de todo, tras el aplastamiento de Polónia, el mando francés juzga indispensable hacer algo (hacer las maletas como el mariscal poláco Rydz Smigly, quien huyera a Rumania sin armas pero con importantes ganancias, mientras Polónia no habia terminado de ruborizarse!!!, modo sarcasmo off).
El 16 de enero de 1940 ordena la creación de dos divisiones acorazadas. El 20 de marzo se crea una tercera. En pocas semanas, esas unidades mecánicas pesadas, discutidas durante años por las momias del estado mayor, salen de la nada y se alinean al lado de las D.L.M, para constituir algo parecido al cuerpo de batalla acorazado que reclamaban los "heréticos" de antes de la guerra. Las divisiones acorazadas francesas no son instrumento de decisión y de exploración estratégica, como las Panzerdivisionen de Guderian: las francesas sólo son útiles de contraataque destinado a reestablecer la continuidad de frentes.

Nacido el día antes, el ejército aleman crece rápidamente. En el Cuartel General francés, el oficial encargado de mantener al día el orden de batalla enemigo, Capitán Glain, es acusado de padecer "alusinaciones", a fuerza de enumerar cuerpos de tropa nuevos, y sin embargo, sus evaluaciones son notablemente exactas, puesto que, el 10 de abril de 1940, señala en el frente oeste 137 divisiones alemanas, siendo la sifra real 136 y 1/2. Por el lado francés, en cambio, las creaciones del invierno se reducen a poca cosa: las D.C.R, una D.L.M suplementaria, 2 D.I, 2 D.I.N.A, 2 divisiones polacas (que aún lloraban la paliza de septiembre).



El Reich recurre a una reserva de efectivos aún abundantes, mientras que en Francia se ha llamado ya a todo el material humano. El refuerzo más cosiderable que recibe Gamelin es el refuerzo británico. Desde 4 divisiones en septiembre, la B.E.F (British Expeditionary Force) llega en mayo a 11 divisiones y a un total de 394.195 hombres. Es más de lo que Sir John French llevó a Joffre en 1914, pero mucho menos de lo que Sir Douglas Haig púso a disposición de Foch en 1918. El esfuerzo militar entre los aliados sigue siendo muy desigual: Francia moviliza a 1 habitante de cada 8; Inglaterra, 1 de cada 40.

La B.E.F ocupa un sector al oeste de Lila, entre Maulde y Halluin. El cuartel general está en Arras. La cuestión del mando único, tan espinosa durante la 1ra Guerra Mundial, se arregló sin dificultad, gracias a que el General-Vizconde Gort aceptó espontaneamente ponerse a las órdenes de Gamelin.
Gort, el optimismo personificado, no deja de enviar a Londres informes satisfactorios, pero sus dos lugartenientes Sir John Dill y Alan Brooke, tienen una mirada más crítica.
En el diario secreto que éste lleva para la Sra. Brooke, no deja de anotar las señales de flojedad del ejército frances. Ejemplo: "Invitado al IX Cuerpo por Corap, me choca el espectaculo de las tropas que hacen desfilar delante de mi. Hombres sin afeitar, despeinados, con el uniforme y el correaje mal puesto, vehículos sucios y una completa falta de espiritu militar. A la orden de: ¡Vista izquierda!, apenas algún hombre, acá y allá, se toma la molestia de obedecer...". En cambio, le abruman las comidas que le ofrecen en los cuarteles generales franceses. "31 de octubre. Almuerzo con ostras, langostas, pollos, pate de foi gras, faisanes, quesos, helados, frutas, licores, etc. Esas comilonas me estropean el estómago y me perturban considerablemente el trabajo...".




El Mando...

Ultima y gravísima razón de inferioridad francesa: la organización del mando. NO EXISTE en Francia nada análogo a la centralización que el O.K.W (Oberkommando der Wehrmacht) y que el caracter de Hitler dan a Alemania.
La URSS, cuando entre en guerra gozará de una concentración análoga de poderes en manos del Generalísimo Stalin. Inglaterra y EE.UU tendrán jéfes de guerra omnipotentes, una gracias a la personalidad dominante de Winston Churchill, y otra gracias a la Constitución de Estados Unidos, que hace del presidente el jefe supremo de las FFAA. Sólo Francia escapará a esta regla lógica de salud pública.

Exíste un Ministerio de Defensa Nacional: no es casi más que el viejo Ministerio de la Guerra con otro nombre. Exíste un Jéfe de Gobierno, Eduard Daladier: la idéa de que, como Hitler y Roosevelt, pudiera ejercer personalmente el mando supremo está en antinómia con las ideas francesas. Exíste un General Gamelin: habrá de ser un doctor en causística militar para entender sus atribuciones. Jéfe de Estado Mayor de la Defensa Nacional, debería de tener a sus órdenes las tres ramas de las FFAA, ¡Pero NO ES ASÍ!:
La Marina y el Aire son independintes, y empeñados a seguir siendolo.
Comandante en Jéfe de las Fuerzas Terrestres, podría como Joffre en 1914, ser el único jéfe en el frente principal, el Nordeste, ¡Pero TAMPOCO ES ASÍ!:
El Comandante en jéfe del Nordeste es el General Georges.
Entonces, Georges, debería ser el dueño en su teatro de operaciones ¡Y TAMPOCO ES ASÍ!!!: ¡Gamelin se ha reservado todos los cambios de oficiales generales, y mantiene con los subordinados de Georges unas relaciones directas incompatibles con los principios de la jerarquía!
El Ejército Frances tiene dos jéfes supremos, lo que equivale a decir que no tiene ningúno.

La confusión se extiende a los Estados Mayores. Desde enero de 1940, el de Georges y el de Gamelin se han divorciado, quedándose uno en La-Ferté-sous-Jouarre, y el otro diseminándose alrededor de Meaux. El propio Gamelin se ha establecido en el fuerte de Vincennes, a las puertas de París, del lado del peligro, es decir, del Gobierno, del Parlamento y de los salones políticos. Residencia lúgubre: las casamatas del viejo fuerte exhalan salitre y hastío. Los fosos han visto pasar a los fusilados de todos los regímenes, desde el duque de Enghien hasta Mata Hari. ¡Pero el fuerte de Vincennes no tiene estación de radio!, ¡Ni siquiera un palomar!, en una época en que las buenas cabézas militares francesas creen en las palomas mensajeras (el nivel de estupidez es realmente notable). La propuesta de utilizar un teletipo, hace que, al oficial que lo sugiere se le pregunte si confunde las ordenes militares con los resultados de las carreras (No, realmente es increible!). En el mes de mayo se medirá, lo que es el aislamiento, la ignorancia, la impotencia de aquel hombre que el pueblo francés cree que manda sus ejércitos.



Gamelin: muchos de los que le trataron sospecharon que bajo sus modales un poco untuosos, conocía la verdad. Que tenía conciencia de la aplastante superioridad alemana y que, juzgando imposible todo viraje, se refugiaba en el fatalismo diluyendo sus responsabilidades. Pero, más vencido que Bazaine no teniendo ya nada que salvar, rechazará esa interpretación, indulgente en definitiva: "¡Lo confieso: creía en la victoria!". (Un completo demente).
Discutiendo su carácter, se le reconocía inteligencia. Por su parte, él renuncia. Por desgracia, sólo era posible creer en la victoria si no era por insuficiencia de información o debilidad de juicio.


Fuente: "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.


Saludos!!!
 

Sebastian

Colaborador
Muy buen tema.
Es en esta batalla donde se claramente la mentalidad de los generales alemanes y sus enemigos.
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Gracias muchachos. Me alegro que les interesara el tema.


3ª Parte:


Mechelen-sur-Meuse: un aterrizaje forzoso detiene la ofensiva de Hitler.

Bruma y suelo helado. 10 de enero glacial. Las aguas del Mosa están congeladas. Los soldados belgas de un puesto fronterizo, cerca de Mechelen, se calientan en una barraca de madera. El ruido de un avión a vuelo bajo les hace salir precipitadamente. El avión cae tras una fila de arboles, que le arrancan ambas alas. El motor ha ido a parar a unos arbustos. Un hombre de largo capote gris contempla aturdido los restos del aparato.
Tras los arbustos se eleva una columna de humo. Otro hombre de capote gris quema papeles. Los soldados corren, tiran al aire, atan al hombre y apagan el fuego de los documentos. Estos conservan aún el mordisco de las llamas. En el barracón adonde le llevan, el hombre detenido, el comandante del ejército activo Reinberger, se los arranca de las manos al Capitán Rodrigue y los arroja a la estufa. Rodrigue alcanza a rescatarlos quemandose las manos. El aleman le quita la pistola al oficial belga y se la lleva a la sien. Desarmado inmediatamente, se golpea la cabeza contra el tabique diciendo que está deshonrado y que le dejen suicidarse. El otro aleman, Hoenmans, comandante de reserva, se calla, flemático.

La historia es la siguiente: quebrando todas las consignas, el comandante Reinberger, de la 7ma División Fallschirmjäger, ha utilizado el avión de enlace (un Bf 108 Taifun) pilotado por Hoenmans para volver a Köln, luego de cumplir una misión en Munster. El avión se ha estraviado y, falto de gasolina, ha aterrizado donde ha podido. ¡Los documentos ultrasecretos que llevaba Reinberger ahora están en las manos en las que no debian caer!

Al día siguiente, en Vincennes, el agregado militar francés, llegado de Bruselas, entrega al General Gamelin una nota del General van Overstraeten, consejero militar del rey-generalisimo. En una docena de hojas resume la parte salvada de los documentos de Mechelen. Allí se habla de una gran ofensiva alemana. Alcanza a Holanda, que será invadida. Alcanza las Ardenas belgas, a través de las cuales se trazan varios itinerarios. Alcanza los pasos del Mosa y del Sambre, que deben ser ocupados, mediante un desembarco aéreo por la 7ma Div. Fallschirmjäger. Falta el día D, pero los belgas tienen la convicción de que es inminente. De repente se encuentra planteado todo el problema de la intervención franco-británica en Bélgica.

Su principio ha sido admitido el 24 de octubre por el alto mando francés. En esa fecha, sólo se trataba aún de llegar hasta el Escalda, para ejercer una acción de retardo sobre las columnas alemanas que se dirigieran a atacar las fortificaciones de la frontera francesa.
Después, se amplian las intenciones. El ejército belga se reforzaba. Estaban en curso serios trabajos de fortificación. Aumentaba la esperanza de ver a los belgas oponiendo al invasor una resistencia algo más que simbólica. Entonces, ¿Porqué no proyectar algo más que una acción de retardo? ¿Porqué no entrar en Bélgica con intención de establecerse? Las ventajas eran múltiples.
Morales: socorriendo a los belgas, los franceses y los ingleses ponian fin a la tradición del abandono de las pequeñas potencias, que habian inaugurado con Checoslovaquia y continuando con Polónia. Económicas: se salvaban preciosas regiones industriales en Bélgica y en el norte de Francia. Estratégicas: se alejaba de Inglaterra la amenaza aeronaval, y acercandose al Ruhr, se daba un paso importante hacia el arsenal del enemigo. Por añadidura, el aporte de las veinte divisiones belgas anulaba la inferioridad numérica con que combatian los aliados.



Pero los inconvenientes no son despreciables. La entrada en Bélgica hace salir al ejército franco-inglés de las fortificaciones del campo de batalla preparado en que se trabaja desde el otoño. En las llanura belgas, favorables a los Panzer, se expone a lo que anatematizan los sagrados reglamentos franceses: una batalla de choque (Cruz Diablo!!!).
Ciertamente, se responde que no se trata de esta "herejía". Se trata únicamente de desplazar hacia adelante la batalla defensiva para recibir el ataque fuera del territorio nacional (eso suena más lindo, pero el miedo es evidente). Inmediatamente empiezan los planteos: ¿Habrá tiempo de atrincherarse, de poner obstaculos antitanque, de situar la artilleria, de establecer los planes de fuego? Los jéfes de las grandes unidades interesadas calcúlan necesaria una tardanza de ocho a quince días para montar una organización defensiva que presente algúna solidez. ¿Se puede contar con ello?

La respuesta depende de dos factores: la posición elegida y el tipo de cooperación que los belgas den a los Aliados. La posición más cercana es la del Escalda. La maniobra para llegar allí es relativamente segura y corta. El enemigo está lejos y basta hacer girar entorno a Maulde el ala izquierda del dispositivo.

Esa solución es debil. Abandona al enemigo Bruselas y la mayor parte de Bélgica. Además, el Escalda es un mal obstáculo. Las chalanas son tan numerosas, que aún hundidas formarían en todas partes pasos practicables para la infantería.

Las ventajas y los inconvenientes de la otra solución extrema, el canal Albert, son inversas. Se llega de un salto a la proximidad de la frontera alemana. Sólo se sacrifíca un mínimo de Bélgica. Se dispone del mejor foso antitanque de Europa: una superficie de agua amplia y profunda, taludes cortados a pico, fortificaciones permanentes apoyadas en los campos atrincherados de Amberes y Lieja. En cambio, las tropas aliadas tendrán que recorrer cinco veces más camino que las tropas alemanas para alcanzar el canal.

Entre esos dos extremos, ha madurado una solución intermedia más acorde al pensamiento del generalato francés. Esbozada el 5 de noviembre, se ha precisado el 14 en la Instrucción Personal y Secreta Nro 8, dirigída por Gamelin y Georges. Las tropas aliadas irían a establecerse en una línea Amberes-Lovaina-Wavre-Namur: allí recogerían los restos del ejército belga en retirada, después de haber dado un combate de retardo en el canal Albert. la posición puede ser guarnecida en dos días por las divisiones motorizadas y en cuatro por las de a pie.
Para apoyar a los belgas y retrasar la irrupción de los alemanes, se enviaría adelante al cuerpo de caballería, 2 D.L.M, del General Prioux. Hay razonable derecho de esperar con esto una semana de dilación, o sea, el tiempo necesario para una mínima organización del terreno (a lo francés).

Las ventajas son indiscutibles: se guarda Bruselas, y el frente se abrevia en 70 Km respecto a la hipótesis "Escalda". El inconveniente principal es la debilidad de los obstáculos naturales. El afluente del Escalda, el Dyle, que deberán defender los ingléses, es un mediocre río que se subdivide en numerosos brazos... ¡Y que está cruzado por no menos de 120 puentes!
Desde Wavre, donde se acaba, hasta Namur, las extensiones apenas onduladas del Hesbaye, del "Hoyo del Gembloux", no están interrumpidas por nada que pueda sujetar al suelo la osamenta gála de una resistencia. Es cierto con que se cuenta que los belgas excavarán un foso antitanque contínuo y una barrera de rejas metálicas llamadas "elementos de Cointet". Pero los belgas, rehúsan dar la menor información sobre el emplazamiento y grado de adelanto de sus trabajos. A partir de ahí, la neutralidad les impone el deber de escondérselo todo a sus virtuales aliados, una situación de no creer.

Banhead

El problema holandés se inserta sobre el problema belga. Hay que prever que no se repetirá el milagro de 1914 y que Holanda quedará englobada en la ofensiva alemana. La Instrucción del 14 de noviembre prevé que se irá en su auxilio, que se tratará, si es posible, de enlazar su ejército con las tropas belgas en el canal Albert o en el Escalda. Después se elabora un plan.

Se ocuparán las islas holandesas de Beveland y Walcheren. Se saldrá de Amberes, y por Breda o Tilburg, se intentará enlazar el reducto nacional, el triángulo Amsterdam-La Haya-Rotterdam, con las posiciones generales de la coalición. Todo un ejército francés, el VII, mandado por el ardiente Giraud, se encargará de esa misión.

Así, cuando se produzca el acontecimiento que espera y desea (el ataque aleman), el mando francés no tendrá más que un lujo de elección entre las maniobras defensivas. Hipótesis "canal Albert", si las cosas se presentan bien. Hipótesis "Escalda", si las cosas van peor. Hipótesis "Dyle", que es la más probable y nefasta. Y por último, sobreañadida a las otras tres, la marcha a Holanda, Hipótesis "Breda".

La consecuencia común de esas diferentes hipótesis es lanzar de entrada al combate la totalidad de las fuerzas móviles, la masa de maniobra del ejército francés. El VII ejército era el único de reserva: ¡se le expide a Holanda!
El cuerpo de caballería, totalmente mecanizado, era el elemento por excelencia para responder a una perforación de los medios acorazados alemanes: ¡se le quita una D.L.M para Holanda, y se envían las otras dos a Tongeren y a Hannut, para retrasar el ataque a la posición Amberes-Namur!
Lo mismo pasa con las divisiones de infantería motorizada: ¡seis de las siete están comprometidas desde el primer día!
La estratégia francesa, abandonando la iniciativa al enemigo, está fundada en la respuesta... ¡¡¡Y lo que su jéfe le quita desde el primer día son los medios de respuesta!!!



Se han elevado numerosas objeciones. La mayor parte de los jéfes de las grandes unidades son hostiles a la idea de una entrada en Bélgica. "Cuando nos expusieron la maniobra Dyle - dirá La Laurencie, jéfe del 3er C.E - no tuvimos todos más que una sola idea: Ojalá no tengamos que realizarla nunca..."

A pesar del interés que tiene para ellos la conservación de las costas del Mar del Norte, los ingléses son aún más hostiles: "A menos que cambie la actitud de los belgas - dice su Comité de jéfes de Estado Mayor - pensamos que el ataque aleman debe ser recibido en las posiciones preparadas de la frontera francesa".

Y ante tanto alboroto, la actitud de los belgas no se modifica. ¡En septiembre de 1939, temiendo un ataque contra el Ruhr a través de su país, habian situado contra Francia los dos tercios de sus fuerzas! Poco a poco, invierten la proporción, pero temblando de que una imprudencia no proporcione a Alemania un pretexto para atacarles. ¡La frontera francesa está cubierta con barricadas! Se declina todo contacto de estados mayores.
Si el ejército francés entra en Bélgica, lo hará a ciegas, en las peores condiciones de esa batalla de encuentro que su mando tanto teme. Increible.
En cuanto a la esperanza, acariciada varias veces, de ser llamado preventivamente por los belgas, adelantándose así a la irrupción alemana, los más optimistas han renunciado a ella.


¡Y en pleno invierno, el aterrizaje forzoso de Mechelen-sur-Meuse la hace reverdecer!


Los documentos capturados no dejan lugar a dudas. La violacion de la neutralidad belga es premeditada por el mando aleman. Los belgas tienen motivos para llamar a los franceses e ingleses. Lo piensan, puesto que piden a París y a Londres garantías de que Bélgica y su Congo (Manolito y sus ahorros) quedarán restaurados en su integridad al fin de las hostilidades.

Los ingléses se muestran reticentes... la especulación del pirata, es siempre la especulación de un pirata. Si cae Bélgica, quedará libre el Congo, las tropas imperiales podrían hacer una escapada.
Los franceses, al contrario, apremian. "Cada hora perdida - dice Gamelin al gobierno belga - puede estar cargada de consecuencias". Impresionante declaración para una tortuga burocrática. Cuenta que tiene "una desilusión que le abruma el corazón" (se ha dado cuenta!), cuando su adjunto, Georges, le telefonea que ha reflexionado y se pregunta "si no valdría más aconsejarle a los belgas que no nos llámen". La iniciativa, acaba de morir, si alguna vez nació.

Se ha dado la alerta. Las tropas se agolpan en la frontera. El invierno ataca. Niebla, nieve, frío riguroso. Sufren los hombres, los animales, los motores. Pero los belgas han retirado sus barreras de los caminos y vuelven al Este sus tropas de vigilancia. En la noche del 13 al 14 de enero, su agregado militar, General Delvoie, se presenta en el fuerte de Vincennes con un mensaje del Rey: "Prevengan al generalisimo de que el ataque es casi seguro hoy, domingo 14 de enero...". Gamelin responde que no espera más que una señal, pero que hay que darse prisa, porque no le es posible dejar a las tropas expuestas a la interperie.




A todo esto, Hitler espumeaba de rábia. "Asistía yo - cuenta Keitel - a la mayor tempestad que he visto en mi vida". La ofensiva en que rehusaba creer una parte del Estado Mayor francés, había sido efectivamente ordenada, no para el 14, como creyeron los belgas, sino para el 17 de enero. Hitler había aceptado el inconveniente de los días cortos a cambio de un frío que solidificaba el suelo y heleba los ríos, aumentando sus probabilidades de sorprender al enemigo. ¡¡¡Y no va que le cuentan que dos estúpidos aviadores habían aterrizado en Bélgica con planes que revelaban toda la fiesta!!! El Führer se acordó de la madre, la hermana, y el loro de varios de los allí presentes. Pasó la sombra de las ejecuciones capitales. Las familias de Reinberger y de Hoenmans fueron detenidas y acreedoras de un viaje todo pago a las instalaciones de la Gestapo.
El general de los muchachos en pena, Hellmuth Felmy, jéfe de la 2da Flota Aérea, fué destituido. El mismo Göring tembló sobre su obeso ser.

Luego, con más calma, Hitler examinó la situación. ¿Habia que mantener la ofensiva? ¿Había que aplazarla? Todo dependía de la cuestión de saber si los dos idiotas más grandes del Reich, habían destruido los papeles que portaban.

Llega de Bruselas el agregado aéreo aleman, General Von Wenningen. Los belgas le habian autorizado a ver a los aviadores de Mechelen. También habian escondido un micrófono en la sala de la gendarmería de Etterbach, donde tenía lugar la entrevista. Oyeron a Reinberger dar su palabra de oficial de que todos los documentos de que era portador estaban destruidos. Wenningen llevó al Führer ese perjúrio.

Pero llegó otra noticia: el espionaje aleman señalaba que las divisiones motorizadas francesas 9ª y 25ª se habían apersonado en la frontera, "mit laufenden Motoren", y que los belgas quitaban las barricadas de sus rutas (Wenningen no sabía donde meterse). ¡El secreto estaba roto!
Otra vez la conmoción entre Hitler, Göring, Keitel, los del frente, más allá, y la sala de planes que era un griterío. Pero bueno, pasado el momento de las palabrotas, se llegó a la conclusión unánime de que acelerando la ofensiva, se podían esperar grandes resultados.

Hitler consultó a los meteorólogos. Confesaron que el buen tiempo que prometían faltaba a la cita. Había empezado a nevar en abundancia. Hitler volvió a inclinarse ante el cielo. La ofensiva quedaba aplazada "sine die".

También fué la nieve la que acabó con la decisión belga. El 15, el jéfe del estado mayor Van den Bergen declaró al agregado militar francés que así se hacía poco probable una ofensiva; en consecuencia, volvía a poner las barreras de las rutas, y mandaba a su casa a las tropas francesas que ya habian cruzado sus fronteras. Mientras que devolvía a los gendarmes la orden de detener incluso por la fuerza a las tropas franco-británicas que quisieran hacer una entrada a Bélgica inesperadamente. El mismo día, el Rey hacia saber que no podía asumir la responsabilidad de abrir preventivamente el territorio de su país.


Fuente: "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.


Saludos!!!
 
Como siempre, Ud. siempre dando Cátedra Gurú...:hurray:

Y como ya es costumbre, los informes del Amigo Leutnant, siempre despiertan la ovación del Público y en especial del Femenino... :biggrinjester: :biggrinjester: :biggrinjester:



Que Grande José :sifone:

Un Abrazo y Felicitaciones :cheers2:
 

purilacroix

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Un lujo Jose!! Espero impaciente la proxima parte... segui dandole ese toque de suspenso que queda muy copado.
 

Leutnant

Colaborador
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¿Qué sería de este foro, sin toda esta buena gente? jajaja... un abrazo, muchachos.

Ahora viene un texto importantisimo. La elavoración del plan que destruiría a Francia en poco días...


4ª Parte:


¿Hitler o Manstein?


Si la ofensiva alemána se hubiera desencadendo en esa fecha del 17 de enero de 1940, no habría sido exactamente idéntica a la que se lanzaría cuatro meses más tarde. Pero ya habría diferido mucho de la que Hitler había ordenado para el 7 de noviembre de 1939. Había nacido la idéa de la maniobra de Sedán.

Se discute la paternidad de esta "Maniobra de Sedán". Generalmente se admite que fué imaginada por el General Erich Von Manstein, sometida a Hitler y adoptada por éste. El estudio de los documentos y la confrontación de fechas no permiten aceptar esta confrontación.
Sin duda, Manstein tuvo la idea dle plan de Sedán. Pero no tuvo la posibilidad de presentársela a Hitler, que conoció el pensamiento del general en un momento en que ya había dictado todas las disposiciones esenciales de la maniobra. Como dirían Keitel y Jodl en el proceso de Nüremberg, "tenía grandes dotes para la estratégia". El mismo Manstein, menos categórico que sus partidarios, admite que el pensamiento del Führer pudo seguir una marcha paralela al suyo, y que no está muy seguro de haber sido su inspirador.
La cuestión ha sido estudiada por el general francés Koeltz, en su libro "Cómo se resolvió nuestro destino". Aún dejando un hermoso papel a Manstein, cuyos talentos militares son indiscutibles, Koetlz establece que el autor efectivo del plan de Sedán es el cábo Adolf Hitler.

El jéfe de estado mayor del grupo de ejércitos de Rundstedt durante la campaña de Polónia, Manstein volvió al oeste con las mismas funciones. Su cuartel general estaba en Coblenza, en una vieja placita donde se respetó el monumento elevado por el prefecto del Rin y Mosela, Lezay Marnesia, para conmemorar el paso del Emperador Napoleón en marcha hacia Moscú (ja! era un buen amuleto a futuro!!!... aunque pensandolo bien, no).
Nunca había visto a Hitler, y aunque no se hubiera mezclado en la conjuración militar, sus sentimientos respecto al nacionalsocialismo eran los de su casta (como muchos generales, tenían al cábo de Bohémia en el centro de... sus preocupaciones!).
Por lo demás, él tampoco era muy querido por sus colégas. Hacía resonar demasiado su inteligencia y su capacidad.

General Erich Von Manstein...


A fines de octubre, llegaron las instrucciones del O.K.H (Oberkommando des Heeres), para realizar la ofensiva dispuesta por el Führer. Se han adaptado a los modestos objetivos previstos en la Instrucción del 9: conquistar la costa belga para operaciones aeronavales contra Inglaterra.
Eso se parece a lo de Schlieffen, por la amplitud del movimiento de giro y de la fuerza del ala derecha, pero no es Schileffen, puesto que el objetivo es conquista territorial, y no aniquilación del enemigo. Schlieffen, cuya maniobra fué preparada por el Moltke de 1914, preveía llegar al bajo Sena para cpturar y envolver al ejército francés. Schlieffen, imitado por Brauchitsch apunta a lo sumo la conquista de los puertos del Mar del Norte. El papel del grupo Rundstendt (Grupo A) en ese esquema es secundario. Con dos ejércitos y una sola división blindada, atacará en dirección al Mosa, pero sólo para cubrir y facilitar la maniobra del Grupo B.

El 31 de octubre, Manstein reacciona. Hace que Rundstedt firme dos contrapropuestas. La primera sugiere abandonar la ofensiva: en lugar de atacar, el ejército alemán se haría atacar. Exasperando a Inglaterra con bombardeos aéreos y luego aplastaría al enemigo salido de sus fortificaciones. La segunda contrapropuesta se aplica al caso en que se mantenga la ofensiva: Manstein pide el refuerzo del Grupo A a expensas del Grupo B. Tres ejércitos deben bastar a este para las tareas que tiene asignadas.
Con otros tres ejércitos, el Grupo A podrá salir de su simple papel de flanqueador. Dice Manstein: "Si el enemigo cometiera el error improbable de empeñar todas sus fuerzas en Bélgica, el Grupo A podría lanzar uno de sus ejércitos en dirección al Somme". Contraatacaría en el flanco del contraataque, en vez de limitarse a contenerlo.

Todavía no es la maniobra de Sedán, la perforación fulgurante sobre el Mosa y la explotación relámpago hasta el mar. Por lo demás, Manstein no se hace ilusiones. Reglamentariamente, su memorándum está dirigido a Brauchitsch, de quien no espera comprención ni cooperación. En efecto, no le llega ningúna respuesta. Rundstedt, a quien Manstein lanza a atacar a Brauchitsch, obtiene penosamente, tras una tempestuosa discusión, que agrege a su grupo de ejércitos otra división blindada, tomada de las reservas del O.K.H. Pero no cambia nada en su misión.

El 12 de noviembre, golpe de escena. Llega al estado mayor del Grupo A, la siguiente nota:

"El Führer ha ordenado lo siguiente:
Se constituirá una tercera agrupación rápida en el ala Sur del XII Ejército. Se utilizará en la zona sin bosque que se extiende a ambos lados de Arlon-Tintigny-Florenville. Comprenderá el 19no Cuerpo de Ejército, los 2do y 10mo Panzer, una división motorizada, la Leibstandarte AH y el regimiento Gross Deutschland"

La misión designada a esa agrupación es la siguiente:

"En Sedán o al sudeste de Sedán, conquistar por sorpresa la orilla Oeste del Mosa, para crear condiciones favorables para la continuación de las operaciones".

Una vez más, no es todavía la maniobra de Sedán. Pero ya tiene algo de ella. El 19ª Cuerpo de Ejército, es Guderian, el más experto, el más emprendedor de los conductores de grandes unidades de blindadas. Su asignación al Grupo A es un paso decisivo para trasladar el centro de gravedad a las Ardenas. Por primera vez, la idea de una ofensiva sorpresa y de su punto de aplicación, Sedán, aparecen en una orden de operaciones. Lo que falta todavía es la explotación, el desbordamiento de los blindados por las llanuras del Norte de Francia, el raid de caballería mecanizada que desarticulará al ejército francés en unos días...

Heinz Guderian...


Para Manstein, la cuestión que se plantea es saber dónde ha encontrado su inspiración el Führer. No la atribuye a su memorándum del 31 de octubre, que sabe que no ha franqueado la barrera del O.K.H. Pero el jéfe del XVI Ejército, General Busch, ha sido recibído por Hitler unos días antes, y es posible que le haya comunicado las ideas que surgen en Coblenza. Es posible también, admite Manstein, que Hitler haya encontrado solo la idea. "Er besass einen Blick für taktische Möglichkeit und brütete viel über den Karten..." (Ja!!! LOS MATÉ!!!). No, acá va la traducción:
"Tenía ojo para las posibilidades tácticas y estudiaba mucho sobre los mapas"
Condescendencia del profesional Manstein sobre el aficionado cábo Hitler.

En realidad, Busch no tuvo nada que ver con la decisión del 12 de noviembre. Es sabido por los testimonios de Keitel y Jodl, que Hitler, ante el plan del O.K.H., se hizo la misma reflexión que Manstein: "Se han calzado las botas de Schlieffen...". Volviendo sobre el problema, enredando en los mapas, trató de liberarse del hechizo que el gran estratega de Guillermo II hacia pesar sobre el pensamiento militar alemán.
La designación de Guderian a Rundstedt es su primera reacción contra la preponderancia del ala derecha. Además, y para el caso de que la sorpresa de Sedán produjera grandes resultados, hizo estudiar la transferencia, en el curso de las operaciones, de todas las divisiones blindadas del Grupo B al Grupo A. La idea de una brecha en el dispositivo francés, le da vueltas en el ánimo.

Por su lado, Manstein multiplica los memorándums: 21 y 30 de noviembre, 6 y 18 de diciembre, 12 de enero. Las perspectivas de perforar por el centro le parecen cada vez más seductoras. En relación con una estratégia fundada en el envolvimiento por alas, renueva el famoso esquema de la batalla de Cannas, que al cabo de veintitrés siglos, sigue convirtiendo a los generales alemanes discipulos de Aníbal.
Por ello mismo, tiene un elemento sorpresa. Otro elemento de sorpresa, táctico este, es la naturaleza de las Ardenas, falsamente representada como impermeable a los tanques. Hitler estudió sobre el mapa cuando observó que los grandes claros de Arlon, de Tintigny, de Florenville, permiten alcanzar el Mosa sin encontrar el obsáculo de las altas arboledas.
Manstein, por su lado, trabaja la maniobra, y sin poder sospechar que los franco-británicos se harán envolver estúpidamente en Bélgica, ve cada vez más clara la posibilidad de alcanzar las bocas del Somme de un golpe directo.
Lo que no es cierto es que inspirara a Hitler. Todavía no lo había visto, y según los testimonios de los oficiales del O.K.H., Jodl, Warlimont y Lossberg, ningún memorándum suyo alcanzó nunca la mesa del Führer.

Por lo demás, se acaba su tiempo en el Estado Mayor, El 9 de febrero es nombrado jéfe de cuerpo de un nuevo ejército, y se va a Pomerania para organizarlo.

Partido Manstein, prosige la elaboración del plan Sedán. Con fecha el 13 de febrero, Jodl anota en su diario que el Führer vuelve a plantear la cuestión del centro de gravedad, haciendo observar que se dedican demasiados medios blindados a zonas secundarias: "Les harán falta al XVI o al XVII ejército. Hay que dirigirlos hacia Sedán. El enemigo no espera allí nuestro esfuerzo principal". Deacuerdo con esas instrucciones el O.K.H. revisa otra vez su dispositivo. Asigna al Grupo A tre nuevas Panzerdivisionen, las 1ª, 5ª y 9ª. Bock, que tenía nueve de las diez en el plan original, no conserva más que tres. Rundstedt, que no tenia más que una, ahora tiene siete, cinco de ellas en frente mismo de Sedán. Además, el IV Ejército (Von Kluge) se ha retirado a Bock para ponerse a sus órdenes. "Llegamos - anota Jodl - a tener al Sur de Lieja tres veces más fuerzas que al Norte".



En ese momento, el 17 de febrero, es cuando Manstein ve por fin a Hitler. Es invitado a la nueva Cancillería con los nuevos jéfes de cuerpo, Geyr Von Schweppenburg, Schmidt, Reinhardt, Glumme, más Rommel, y naturalmente Jodl y Keitl (el dúo dinámico!).
Después de comer, Hitler retiene a Manstein, y llevándole a una sala vecina. le pregunta sobre su opinión sobre el modo de hacer la ofensiva contra Francia. "Manstein - relata el dorado dirario de Jodl - dijo que la decisión no está al Oeste del Mosa, sino en el mismo Mosa, en la región de Sedán-Charleville. Pero hay que tener allí grandes fuerzas blindadas, o sino... nada. Todo lo que se deje atrás no llegará a tiempo al campo de batalla".
Relatando la entrevista en su libro "Verlorene Siege", Manstein dirá: "No sé si Hitler conocía o no nuestro plan, pero debo decír que entró en nuestras ideas con asombrosa rapidéz...". Era fácil, ya que desde hacía meses vivía conidénticas ideas, y acababa de dar dos días antes las órdenes para realizarlas.

El plan de Sedán estaba maduro. Faltaba afinar la realización. Las dificultades son enormes. Hay muchos obstáculos para atravesar las Ardenas. Los caminos son raros, estrechos y tortuosos. Las divisiones blindadas y motorizadas representan columnas enormes. Hay que escalonar las tropas, superponer varias unidades en el mismo itinerario, fijar intervalos de paso rigurosos, pasar todo lo que no sea esencial a los caminos del bosque.
El menor error, la menor resistencia, el menor bombardeo aéreo pueden crear inmensos atascos en medio de los bosques, tras de los cuales sólo llegarán al Mosa elementos dispersos.
Cabe preguntarse si no es una perversión del espíritu elegir una pista de jabalíes para atacar al ejército francés, mientras que las llanuras abiertas y firmes de Brabante parecen creadas para los combates de tanques.

En un Kriegspiel del 15 de marzo, Von Bock estalla: "¡Pasan a 15 Km de la Línea Maginot! ¡¿Y se piensan que los franceses se van a contentar con mirarlos?! ¡Amontonan los medios blindados en los desastrosos caminos de las Ardenas, y se olvidan de que se ha inventado la aviación!!! ¡Se imaginan que cruzarán el Mosa en un día y que correran hasta el mar con un flanco expuesto de 300 Km!!! ¡¿Qué harán si se encuentran arrinconados entre la frontera y el borde del río; o si los franceses no entran en Bélgica; o si los dejan pasar el Mosa como Pedro por su casa para después aplastarlos en un contraataque?!... Creanme, están delirando."

Una muy interesante observación... Aunque, Bock, desplazado del papel principal, puede ser sospechado de resentimiento. Pero el propio jéfe del Grupo A, Rundstedt, está muy inquieto: "El pequeño Gamelin es hábil, no lo olviden..." (ojalá Gamelin se percatara de ello!!!).
Ese excelente soldado clásico que es Halder pide que por lo menos se detengan en el Mosa para permitir a la infantería que alcance a los medios blindados y montar "einen rangierten Gesamtangriff", un ataque general por oleadas. Jodl, general doméstico y ferviente admirador de Hitler, aunque seducido por la sencillez genial de la maniobra, tiene empeño en librarse de responsabilidades. "Entrego al Führer un informe en que subrayo que el ataque a Sedán es un camino secreto en que uno puede quedar sorprendido por el Diós de la Guerra..." (se lavó las manos de una manera notable).



El único de los realizadores que muestra una confianza imperturbable es Guderian. En el Kriegspiel del 15 de marzo, expone cómo cruzará el Mosa en cinco días.
"¿Y que hará después?", le pregunta Hitler. "A menos que haya una contraórden, seguiré al día siguiente hacia el oeste. Lo único que pido al mando es que me digan qué dirección he de tomar: Amiens o París..."
:sifone:

No hay nada más que decir. Hitler organiza personalmente los golpes resonantes, que cayendo al norte del campo de batalla, desviarán hacia allí la atención del enemigo. La 7ª División de Flieger no será lanzada sobre los pasos del Mosa y del Sambre, como había de serlo según los planes que el estúpido de Reinberger perdiera en Mechelen: caerá sobre Holanda, sobre el canal Albert y sobre las fortificaciones de Lieja.
Simples capitánes franquean las puertas de bronce de la nueva Cancillería y estudian con el Führer cómo caerán sobre el puente de Vroenhoven y cómo serán depositados en planeadores sobre las estructuras del fuerte de Eben Emael, mientras que, con el mayor misterio posible, en el cómplice bosque ardenés, la masa de los Panzer se deslice hacia Sedán.

Ya está ahí la primavera. En el frente de Lorena, donde brotan las yemas tras largas nieves del invierno, la actividad militar ha disminuido todavía más.
La tradición alemana es abrir las ofensivas aún un poco entrado el año: 21 de febrero de 1916 en Verdún, 21 de marzo de 1918 en el Somme...

En el Cuartel General francés, se deduce que el ataque no tendrá lugar. Alemania no quiere asumir el riesgo de romperse en la roca del ejército francés. Aquella Broma de Guerra se convierte cada vez más en una paz sobrearmada...
Esta observación produce una decepción. Todos los testimónios son unánimes: Gamelin desea el ataque, con la firme convicción de que en aquel punto de la guerra, la defensiva aventaja a la ofensiva, y que detendrá en seco la inundación alemana en su frente contínuo. "Daría - dice el dinosaurio Gamelin - mil millones por ser atacado". Con inquietud piensa en tener que pasar toda la primavera y todo el verano de 1940 con un inmenso ejército inmóvil, devorado por el aburrimiento.

La verdad no sospechada es que Hitler acaba de hacer una elección que da un aplazamiento de dos meses a las esperanzas francesas. Tras de vacilar y cambiar de opinión en varias ocaciones, al fin ha decidido, el 3 de marzo, hacer pasar el ejercicio Weser (Weserübung) antes del Fall Gelb (Plan Amarillo). En otras palabras, la conquista de Noruega antes de la ejecución sumaria de Fracia. La guerra va a dar un rodeo por el Circulo Polar antes de volver a su cita en Sedán.


Fuente: "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.


Saludos!!!
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Jajaja... Paciencia mi estimado Hymenoptero. La caida de Francia es una historia bastante interesante, como para que veamos un poco más detenidamente sus bases. Ya llega la invasión.

5ª Parte:

Los inicios del colapso...

Crisis política en las cúpulas Aliadas.

La ofensiva alemana no aparece, y los aliados se preguntan qué demonios sucede. Se levantan acaloradas discusiones respecto a los planes del Reich, pero ante una invasión que no se deja ver, empiezan a llegar preocupantes noticias desde Finlandia. El 13 de febrero se firma la paz entre los agotados finlandeses y los victoriosos pero humillados rusos.
La paz de Moscú quitaba a los Aliados su pretexto para desembarcar en Narvik, donde podrían asistir a Noruega en la inminente invasión alemana. No tuvieron ni el cinismo de prescindir del desembarco, ni la resignación de lamentarlo.
Dos divisiones británicas, reservadas para Noruega fueron asignadas a reforzar la B.E.F., pero once batallones siguieron disponibles para toda eventualidad. En Francia, un pequeño cuerpo expedicionario, compuesto de cazadores alpinos y legionarios, continuó sus preparativos en el Jura. Lo único que parecia haber desaparecido con la paz en Finlandia era la urgencia.
Francia e Inglaterra intercambiaron notas, volvieron a considerar el problema y rehicieron sus planes.

También rehicieron sus gobiernos. Chamberlain, Daladier, los hombres de München, habían conservado sus funciones en el hundimiento de las esperanzas que habían encarnado, dando paso a la guerra a países cuya paz se habían lisonjeado de salvar. Pero no hicieron, ni podían hacer, la mutación personal correspondiente a su cambio de papel. Los ministerios presididos por ellos eran heterogéneos y débiles. Las administraciones que dirigían habían seguido en sus caminos trillados del tiempo de paz. En aquella Broma de Guerra, no solo se batían los ejércitos, sino también los poderes públicos.

Daladier...


En Francia, a pesar de la lección de 1914, no se ha organizado la movilización industrial. Los obreros especializados han marchado al ejército, igual que todos los demás, y resulta dificil hacerles volver en contra de la resistencia encarnizada de los jéfes de cuerpo. Los diputados rurales, cuyos departamentos han proporcionado carne de cañon en la guerra anterior, protestan contra el privilegio de las poblaciones industriales e intentan extenderlo a sus sectores. "El ministro de Armamento es un ingeniero - declara en el Palaise Bourbon uno de los ruralistas - no sabe que es época de la siembra". " - replica el interpelado - que ahora es la época de los obúses".

Los obstáculos que encuentra en su cosecha van de lo cómico a lo trágico. En la fábrica de explosivos de Angulema, ¡4.000 adscritos especiales, sustraídos a los riesgos de los combates, se niegan a fabricar melinita, porque denuncian que produce calvicie!

En el arsenal de Montluçon, un sabotaje produce la inutilización de 120 cañones antitanque. ¡El Partido Comunista, proscripto, refugiado en la clandestinidad, combate a favor de Hitler, denunciando la guerra imperialista y poniendo como ejémplo a la URSS que ha firmado una paz fraternal con el III Reich! (¡Proletarios francéses que hasta hace un año estaban peleando contra el fascismo en España!).

Banhead

Arrastradas por la gran corriente totalitaria o seducidas por el "socialismo" de las dictaduras, ¡fracciones masivas de la derecha e importantes fracciones de la izquierda son prohitlerianas!
Mal orientada por una propaganda ejemplarmente mala, la opinión pública vacila. Está satisfecha de que el territorio nacional no haya sido invadido y la sangre no corra, pero comprende menos que nunca el estancamiento de las hostilidades, y de vez en cuando, es atravesada por remolinos de inquietud. Un pesado malestar, precursor de catástrofes, pasa entonces sobre esta nación que no está en guerra ni en paz.

El parte moral de Inglaterra no es mucho mejor. La ley de reclutamiento, tardíamente votada, no se aplíca aún más que a los solteros jóvenes, y el cuadro de excepciones por motivo de utilidad pública se extiende hasta los jardineros. Los sindicatos, encabezados por un viejo terco, Sir Walter Citrine, luchan para que el estado de guerra no sirva de pretexto para prolongar la jornada de trabajo (Moyano tiene raices británicas!). Van a predicar hasta en Francia el malthusianismo de los armamentos.
"Los delegados de las Trade Unions - cuenta Dautry -, me reprocharon con vehemencia que contratara mujeres y que hiciera trabajar a los hombres más de siete horas al día".
En las clases dirigentes, las infiltraciones nazis, los fallos del patriotismo son tan graves como en Francia. La Clivaden Set de Lady Astor es pacifista por ideología de izquierda, pero el Daily Mail de Lord Rothermere había escrito, no mucho antes, que "los sólidos jóvenes nazis de Alemania son nuestro bastión contra el comunismo".
Habiéndose reunificado después Inglaterra bajo las bombas, hoy se tiene la impresión de que el derrotismo fué monopolio de los franceses. La historia imparcial debe decir que no fué así.

Daladier es el primero en caer, el 19 de marzo, a raíz de un consejo secreto sobre los sucesos de Finlandia. Caida a medias, por cierto, pues conserva la cartera de Defensa Nacional, cubriendo aún con su cuerpo al Generalisimo Gamelin. Paul Reynaud, considerado como el símbolo de la guerra a ultranza, como el Churchill francés, asume la presidencia del Consejo, pero su investidura es más que difícil: 268 votos a favor, 165 en contra, 111 abstenciones, con un solo voto de mayoría. Durante tres horas, los ministros se preguntan si deben aceptar una confianza tan regateada: se deciden a ello después de haberse convencido de que no puede ponerse en pie ningúna combinación más sólida. Imágen de la división y de la confusión del país (¿a qué me recuerda esto?).

A todo esto, Noruega ha sido invadida. Abril se lleva a cientos de británicos y franceses a la tumba tras la desastrosa misión en Narvik. Los noruegos, que intentan salvar ante todo a su rey, dejan a los alemanes masacrar a los Aliados.


El drama de Sedán...


La primera víctima de mayo de 1940 es Chamberlain. El 7, se abre un debate en la Cámara de los Comunes sobre la derrota de Noruega. La cámara vibra de humillación y de cólera. Keyes, Amery, Duff Cooper, Lloyd George y un diputado casi anónimo que sirve (y que morirá!) como artillero de cola a bordo de un bombardero de la R.A.F, Arnold Wilson, destrozan al Primer Ministro.

Chamberlain...


Él, el viejo de München, se defiende con un encarnizamiento próximo al paro cardíaco. Pero su apelación a la solidaridad de los tories suena mal en una atmósfera de patria en peligro. Al votar la moción de censura, 30 conservadores se unen a la oposición y 60 se abstienen. La mayoría baja de 200 a 80 votos. Leo Amery había terminado su ardiente discurso con la apóstrofe de Cromwell al Parlamento Largo: "Os habéis quedado aquí demasiado tiempo para el bien que habéis hecho. ¡Partid, les digo! En nombre de Diós, marchaos...". Chamberlain obedece ante esta dramática apelación. Sale tropezando con los pies de los ministros, y antes de abandonar la sala, se vuelve para lanzar a la Asamblea una última mirada irritada y amarga. Fuera, se recobra y se encarniza todavía. Imposible como Primer Ministro conservador, intenta sobrevivir como Primer Ministro unionista pidiendo ayuda a los laboristas. Estos rehúsan. Chamberlain trata entonces de designar su sucesor, con el fin de eliminar a Churchill, una vez más. Su favorito es Halifax, pero Halifax es un Lord, al que la Constitución del Reino Unído prohíbe el acceso a los Comunes. Indignado, reconoce que no es posible dirigir la guerra desde la Cámara Alta.
Pese a ser el verdadero culpable del desatre en Narvik, Churchill es la única opción. Un grupo ardiente impulsa al hombre en quien la opinión pública ve cada vez más la energía que necesita Inglaterra. Otro grupo se empeña en prohibirle el acceso a Downing Street. La policía está nerviosa.

Paul Reynaud...


En París se desarrolla una crísis paralela, más grave aún, porque alcanza a la vez al gobierno y al mando. Paul Reynaud, definitivamente, no quiere más a Gamelin desde la derrota de Noruega. Le anima a ello una atrevida carta que acaba de escribirle el Coronel de Gaulle, pasando por encima de una cascada de jerarquías. "El cuerpo militar, por el conformismo inherente a su naturaleza, no se reformará solo... Su reforma es una obra de hombre de Estado que usted debe comprender. Yo no ambiciono mayor honor que el de servirle en esa obra capital...". Pero Daladier sigue apoyando al generalisimo a quien ha nombrado y en quien todavía crée ver brillar el tranquilo fulgor del genio (mamita querida!!!). En el Consejo del Gabinete del 9 de mayo, rehúsa destituir a Gamelin de su mando.
Reynaud responde declarando dimisionario al ministro. Simplemente, pide a sus colégas que guarden en secreto esa decisión hasta el día siguiente.

El día siguiente, es viernes 10 de mayo de 1940: Frankreich ist Kaputt.



Fuente: "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.


Saludos!!!
 
Leutnant , me encantan sus aportes , porqué son interesantes y se me hacen faciles de leer , no son "pesados".

Lo felicito y espero un informe de la batalla de Berlin :biggrinjester:

Saludos
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Gracias gente.


6ª Parte:

La fortaleza Holanda invadida, el canal Albert perdido desde la primera mañana.



Golpe de escena en Holanda... Al amanecer, caen paracaidistas sobre Rotterdam, La Haya y la isla de Dordrecht, junto al gran puente de Moerdijke. Vestring Holland, la Fortaleza Holanda, está invadida desde el primer minuto del combate.

Varias veces, durante el invierno, se habían hecho intentos de organizar una defensa común de Bélgica y Holanda. No dieron resultado. Reducidos a sus propias fuerzas, los holandeses hubieron de renunciar a defender sus fronteras. Limitan su ambición a conservar el triángulo Amsterdam-La Haya-Rotterdam, llamando en su auxilio a su aliado histórico, la inundación.
La isla artificial que piensan hacer surgir ante el invasor podrá ser auxiliada por Inglaterra, y eventualmente enlazada a las posiciones generales de la coalición por un ejército francés que entre por Amberes.

¡Pero, para provocar una inundación, hace falta un plazo de cuatro días!

Los holandeses han dispuesto a sus diez divisiones para conseguirlo. Al Norte, los 4to y 2do Cuerpos de Ejército girarán lo más lentamente posible hacia Arnhem. Al Este, el 3er Cuerpo de Ejército y una división especializada disputarán palmo a palmo una posición organizada a lo largo de las marismas del Peel. El 1er C.E. dispuesto desde el Rin al Zuidarzee, recogerá a los elementos en retirada y asegurará la inviolabilidad del reducto nacional...

¡Pero no se había pensado en que los invasores cayeran del cielo!

Los holandeses luchan enérgicamente. Resisten como pueden en el Grebbe y en el Peel. Pero no consiguen reconquistar los aeródromos y limpiar el corazón del país.
Las escuadras de Kesselring dominan el cielo. Tras haber soltado 4.000 hombres de la 7ª Div. Fallschirmjäger, les aprovisionan, les refuerzan, les apoyan y provocan el desorden entre el enemigo con sus bombardeos incesantes. Dos o tres veces, los holandeses señalarán que "recobran la superioridad": horas más tarde, nuevas informaciones dirán que la marcha alemana se extiende...




Golpe de escena en Bélgica.

A unos kilómetros al oeste de Maastricht, el canal Albert es una lámina de agua de 60 metros de ancho entre taludes verticales. El mejor fozo antitanque de Europa. Los dos puentes que lo franquean, el de Verdtwezelt y el de Vroenhoven, están cuidadosamente minados. Dos bunkers dominan los puentes. 30 Km de Holanda se interponen entre el territorio aleman y las defensas belgas. Cuando se da la alarma, al amanecer del 10 de mayo, el 18º R.I. está convencido de que tiene todo el tiempo necesario para prepararse a recibir el asalto... ¡Cuatro horas después, los blindados alemanes pasan a todo motor por los puentes intactos!

"¿Qué demonios pasó?", gritan los altos mandos aliados. Esto pasó: un violento bombardeo ha aniquilado a los defensores, y luego, secciones aerotransportadas, depositadas al otro lado del canal, han atacado a los puentes desde la retaguardia. Muertos, capturados, aturdidos, los guardias fronterizos no han hecho funcionar los explosivos.
La infanteria aerotransportada ha liquidado rápidamente las resistencias, sosteniéndose hasta la llegada de las columnas mecanizadas provenientes de Maastricht.



Para disputar los pasos del canal, queda un recurso: los cañones de Eben Emael. El fuerte, que cubre 65 ha, está armado de 8 piezas del 75 y 2 piezas del 120 bajo cúpula, que pueden tirar a todas direcciones. Sin embargo, el fuerte de Eben Emael se calla. No ha sido tomado, por que una guarnición de 1.000 hombres resiste aún en los bunkers. No está tomado, sino destruido.
Posándose en las superestructuras, los zapadores-paracaidístas del Tte. Coronel Mikosch han tardado exactamente 17 minutos en hacer volar con explosivos, todos los órganos de observación y tiro. El ataque está firmado "Hitler"; él es, ese aficionado, quien lo ha querido, concebido y montado.



La situación no puede ser peor para los Aliados. El reducto belga más poderoso, Eben Emael, es historia. El foso antitanque que se quería resistir una semana, ha sido franqueado en una mañana.

El ejército belga cuenta 23 divisiones. El trazado sobre el que piensa dar la primera batalla sigue el Mosa desde Givert a Lieja, y luego el canal Albert desde Lieja al Escalda. Tres fuertes lo jalonan: Namur, Lieja y Amberes. La concentración se ha hecho sobre todo frente a Holanda, como si se viera surgir el peligro de Tiburg y de Breda más bien que de Aquisgrán y Maastricht. Once divisiones se han alineado sobre el canal, que está separado de la frontera por distancias que van desde una cuarentena de kilómetros a tan solo unos metros. El dispositivo ofrece el flanco, y sin embargo, al Este es donde es menos densa la concentración.

Mientras que las otras diez divisiones defienden sectores de una descena de kilómetros, la 7ª, la de Vroenhoven y Veldtwzelt, ocupa el doble. Se considera que está cubierta por la posición de Lieja, flanqueada por Eben Emael, precedida por el Mosa, y favorecida por la trinchera particularmente escarpada del canal. No se considera tentador, para un enemigo inteligente, saltar de un golpe la articulación del frente adversario.



La maniobra de Sedán tiene una imitación en pequeño en Eben Emael. Todos los contraataques que se van realizando para liberar el fuerte fracasan. A las 17 hs, y aunque haya sido retardada en Maastricht, donde han volado los puentes del Mosa, la 4ª P.D, del comandante general Stever empieza a franquear el mejor foso antitanque de Europa.
Tres intervenciones aéreas, una belga, la segunda francesa, la tercera inglesa, resultan infructuosas.
Eben Emael capitula. Se ensancha la brecha. A las 11 de la mañana, el 11 de mayo, en un sombrio bunker del viejo fuerte de Breendonck, entre Amberes y Bruselas, el comandante en jéfe Leopoldo III, su jéfe de estado mayor Michiels, y su jéfe de gabinete, el General Van Overstraeten, comprueban que la posición de cobertura del canal Albert ha sido contorneada.
No queda más que ordenar una retirada precipitada a la posición principal de resistencia, llamada línea KW. Se pensaba hacerlo en la mañana del segundo día.



"K" quiere decir Köningschoyckt, pequeña localidad junto al Escalda inferior; "W", quiere decir Wawre, célebre por la indecisión de Grouchy en 1815. Allí, delante de su capital, es donde los belgas han decidido hacer frente.
Han construido cierto número de trincheras y han levantado un obstáculo antitanque contínuo formado de elementos de Cointet yuxtapuestos. Los ejércitos franco-británicos han de ir a alinearse a su lado a lo largo de esa reja.
¿Llegarán a tiempo?...


Fuente: "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.

Fotos:
- "Airborne Operations. An Illustrated Encyclopedia of the Greats Battles of Airborne Forces". Ed. Salamander Books. 1978.
- "39 - 45. Mille Images Inédites des Archives Militaires." Pierre Miquel. Ed. Chene. 1985.


Saludos!!!
 

Leutnant

Colaborador
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7ª Parte:

Cómo los ejércitos franco-británicos marchan al combate.


En Inglaterra, la ofensiva alemana ha resuelto la crisis gubernamental. En Francia, la ha detenido. Churchill forma en pocas horas, en la mañana del 10 de mayo, el gobierno histórico que, con pocas modificaciones, será el de la victoria: Attlee, Halifax, Bevin, Eden, Beaverbook, etc. Reynaud retira la dimisión que había dado el día anterior e intercambiaba con su enemigo Gamelin frases ampulosas: "Ahora lo único que cuenta es vencer". "No veo más que una sola respuesta: Francia". El derrumbamiento empieza en el patetismo.

A las 7:30 hs, las vanguardias francesas entran en Bélgica. La maniobra que se ejecuta es "Dyle" (el peor escenario previsto por los franceses). Los ejecutantes están aún tan poco convencidos de su acierto que los dos principales, Prioux, que manda el cuerpo de caballería, y Blanchard, jéfe del 1er Ejército, piden que se vuelva a la maniobra "Escalda". Billote y Gamelin se oponen a ello. ¡Ya es tarde!

El ejército franco-británico gira: la charnela es la vieja y pequeña fortaleza de Givet-sur-Meuse. Una fila de un millón de hombres barre llanuras que ya tienen muchos nombres de batallas en su toponomía. Desde las rocas de las Ardenas a los pólders de Zelandia, el jército franco-británico marcha a su destino.



El ala izquierda es el VII Ejército, que estaría en reserva, dispuesto para el contraataque, si Gamelin no se hubiera obstinado en ir a buscar su batalla lejana. Sus movimientos, cuidadosamente preparados por el General Giraud, se realizan con grán rapidez. Ya el 10 por la tarde, la 1ª D.L.M y la 5ª D.I.M, entran en Holanda, alcanzan Bergen-op-Zoom. y se acercan a Breda.

A la derecha de Giraud se alinean las nueve divisiones de Lord Gort. Van a establecerse desde Lovaina a Wawre, enmarcando a los belgas, cuyo frente debe estenderse hasta Amberes. A la derecha de los ingleses marcha el mejor de los ejércitos franceses, el 1º, 8 divisiones de infantería y 2 D.L.M.
Estas últimas, que constituyen el cuerpo de caballería, harán escaramuzas en la región de Saint-Truiden, mientras que el resto del ejército se establecerá a través de la ruta clásica de las invasiones que es la brecha de Gemblaux.



La prueba de que el mando francés espera allí el choque principal está en la calidad de las tropas que há elegido y en la estrechez de los frentes que les ha asignado. Bien provistas de artillería y de armas antitanques, teniendo por delante a las excelentes D.L.M., y detrás a las poderosas D.C.R., cada división del 1er Ejército debe defender un frente medio de 5 a 6 Km solamente. El jéfe del ejército, General Blanchard, es un militar reflexivo y sabio, a quien algunos consideran como el Lanzerac de 1940. "Inteligente, pero pesimista" (jajaj). se piensa en el cuartel general.

Al lado de Blanchard está Corap. Al general sabio sucede el general de tropa. El título de gloria del infante Corap es haber capturado a Abd el-Krim persiguiendole a pie por las montañas del Rif. Pero el ejército que manda, no era, al comienzo de la guerra, más que el destacamento de ejército de las Ardenas, y los refuerzos que ha recibido son muy pocos. Sus cinco divisiones de 1ª línea deben guardar el Mosa desde Namur hasta las cercanias de Sedán, resistiendo dos de ellas sobre el terreno, en las fortificaciones que han construido, y las otras tres yendo a establecerse en territorio belga. Los frentes son enormes.

Cada división debe defender de 15 a 20 Km en línea recta, y mucho más, si se tienen en cuenta los meandros del Mosa. Ni siquiera está completo el material. Ejemplos: la 61ra D.I. dispone de 12 cañones de 25, en vez de 48; la 102 D.I.F., ¡en un frente que alcanza 45 Km!, debería tener 72, y le faltan 29. Hay que hacer justicia a Corap: ha reclamado.
Este general del Rif no parece comprender que le han confiado un frente pasivo como destino. Cortes profundos, precipicios, densos bosques, debil red de comunicaciones... Cierto que no es imposible que el enemigo emprenda algo en ese sector, sobre todo hacia Dinant, donde ya pasó en 1914, o hacia Meziéres, punto de convergencia de varias rutas.
Pero toda operación importante debe ir precedida de una concentración de medios, de una acumulación de artillería, que no se podrían hacer en menos de quince días y pasar inadvertidos. Con dos divisiones en reserva y la caballería que recupere cuando ésta haya cumplido su misión de retardar, Corap tiene con qué poder hacer frente a un incidente "local". El mando haría lo necesario, si, contra toda expectación, se dibujara una seria amenaza por ese lado.

Corap... Huntziger... El 2do Ejército sigue al 9º. Su frente empieza en el canal de las Ardenas y se extiende hasta Longuyon. En Sedán, traza una pequeña cabeza de puente, "bien cubierta - dicen los documentos del estado mayor - por el bosque de Marfée, que la domina". Los tanques enemigos que salieran del bosque de Sedán no podrían bajar al valle sino por caminos expuestos al fuego a varios niveles de la altura de la orilla izquierda.
Fortines, blocaos, y bunkers aseguran la defensa inmediata y el flanqueamiento del río.

Es cierto que una misión parlamentaria dirigida por un jéfe de sección de la otra guerra, el Tte. Pierre Tattinger, ha señalado el estado "rudimentario, por no decir embrionario, de las organizaciones defensivas en torno a Sedán", añadiendo que quizá se contaba demadiado con los obstáculos naturales que son las Ardenas y el Mosa. Pero el jéfe del 2do Ejército ha mandado a su estado mayor que preparara "una respuesta en tono ligeramente irónico". "Hay - decía Tattinger - tierras desgraciadas para nuestras armas. Para conjurar los tristes recuerdos que hace revivir la visita a Sedán, se imponen medidas urgentes."
"Entiendo - respondió Huntziger - que no hay ninguna medida urgente que tomar para reforzar el sector de Sedán. No hemos esperado al señor Tattinger para trabajar."



Hutzinger está respaldado: Gamelin ha inspeccionado su ejército y se ha declarado satisfecho. Huntziger también está respaldado en cuanto a la distribución que ha hecho a sus medios: el cuartel general, la conoce y la aprueba. Su Instrucción personal y secreta, brevario de los jéfes de ejército, ordena como misión principal asegurar la inviolabiliadad e impedir el "envolvimiento" de la Línea Maginot. Asi pues, ha puesto en su ala derecha, en la cabeza del puente de Montmédy, lo más sólido que tiene, sus cuatro mejores divisiones: 41ª D.I., 3ª D.I.C., 3ª D.I.N.A., y en segunda línea, 1ª D.I.C. No le quedan más que dos divisiones, las dos de serie B, 55ta y 71ra D.I., dos divisiones compuestas de viejos reservistas y algunos jóvenes cadetes de liceos militares, con armamento incompleto y con mala instrucción y pesimo espíritu. Las sitúa a la izquierda, a la salida de Sedán.



Banhead

Se toca el fondo de lo absurdo. La Línea Maginot eclipsa a Francia. Ya no es una fortificación que economiza a los efectivos: es una esponja que los absorve. Ha tomado los mejores elementos del ejército francés para convertirlos en divisiones paralíticas. Y aún hace algo peor: ¡destruye el sentido estratégico y hasta el simple sentido común!
Debería saltar a la vista que lo primordial es enlazar solidamente a los ejércitos que sigen inmóviles, para que (justificado o no), el movimiento hacia Bélgica tenga al menos una sección sólida. ¡Pero la obsesión Maginot nubla las inteligencias! La intención de Huntziger debería dirigirse a su izquierda, a la maniobra difícil y decisiva cuyo flanco cubre. Por el contrario, está acaparada hacia su derecha. A su favor, quita la substancia a su ejército, virtiendo más cemento en el sector ya fortificado de Montmédy que en el sector no fortificado de Sedán, ¡sin pensar más que en reforzar lo que ya és fuerte!

Y ni Georges ni Gamelin intervienen para corregir sus disposiciones: no parecen recordar que, unos meses antes de la guerra, ¡ellos mismos dirigieron un Kriegspiel en que se estableció que las Ardenas no eran infranqueables a los vehículos blindados y que ocho divisiones enemigas podían alcanzar el Mosa en tres días!
Georges y Gamelin parecen créer que habrá dos batallas distintas, una en las llanuras belgas, y la otra en la Línea Maginot, teniendo entre las dos una zona neutralizada que bastan para guardar algunas divisiones mediocres o diluidas.



¡Y continúa el absurdo! En Lorena y Alsacia, tras el escudo de la Línea Maginot, aumenta la densidad de las tropas. Desde Longuyon a Suiza se alínean cuatro ejércitos (III, IV, V y VIII), 40 divisiones, una formidable artillería, ¡centenares de tanques inmóviles! El mando francés no ignora que enfrente hay solo una veintena de divisiones alemanas, todas de segunda categoría, ¡sin un sólo vehiculo blindado! ¡Sin embargo, mantiene una superioridad numérica de dos y medio contra uno, mientras que en todos los demás puntos está en notable inferioridad!

Las consecuencias de esto... serán terribles.



Fuente:
- "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.

- "39 - 45. Mille Images Inédites des Archives Militaires." Pierre Miquel. Ed. Chene. 1985.



Saludos!!!
 

Sebastian

Colaborador
Leutnant, muy buen tema.
Estoy pensando en esperar que pongas todos los capitulo y hacer
"copiar+word+impresora" o comprarme el libro, si es que esta por aca:biggrinjester:
¿Cuantos capitulos son?:biggrinjester:

Saludso
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Leutnant, muy buen tema.
Estoy pensando en esperar que pongas todos los capitulo y hacer
"copiar+word+impresora" o comprarme el libro, si es que esta por aca:biggrinjester:
¿Cuantos capitulos son?:biggrinjester:

Saludso

jaja... Gracias lad76!

En realidad no son muchos capítulos, son solo 4 ("La Broma de Guerra", "El drama de Sedán", "La azaña de Dunkerque", y "La agonía de Francia"). Pero voy desglozándolos en pequeñas partes, y resaltando lo más importante haciendo un resumen, para hacer la lectura mucho más amena.
Podés conseguir el libro (conformado por 2 tomos, en realidad) en cualquier tienda de libros usados. Es de los 70, y fué bastante popular, así que posiblemente lo consigas con facilidad.
Pero no seas ansioso!!! jajaja... bien podés leer acá, que ya se está poniendo bueno.


Saludos!!!
 
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