Hace 40 años, el Primer “Argentino” llegaba al Espacio

Hace 40 años, el primer “argentino” llegaba al espacio

Juan, un mono caí, se convirtió en astronauta gracias a un cohete realizado en Córdoba / Argentina fue el cuarto país en colocar un animal fuera de la atmósfera / El testimonio de uno de los protagonistas.

Fuentes: LAVOZ.com.ar | Hace 40 años, el primer “argentino†llegaba al espacio
http://www.grupoartax.com.ar/CA_CanopusII.html


http://www.youtube.com/watch?v=RV9fMsXW9FA

Chamical (La Rioja), 23 de diciembre de 1969. El equipo auxilia a Juan para subir a la cápsula que lo llevará a 82 kilómetros de altura, en un cohete Canopus II. Hace 40 años, Juan, un mono caí misionero se convertía en el primer astronauta argentino. Argentina fue el cuarto país en enviar un animal al espacio, detrás de EE.UU., Rusia y Francia. Desde el cohete hasta la cápsula fueron diseñados y construidos en Córdoba. Una proeza tecnológica para la época, cuando no había computadoras.


Luis Cueto junto a la cápsula de Juan. De fondo, el cohete.​

"El Instituto de Medicina Aeroespacial de la Fuerza Aérea comenzó en 1967 a estudiar el comportamiento de ratas en viajes suborbitales. Cuando todos los resultados fueron buenos, se pensó en lanzar un mono", comenta el ingeniero y comodoro retirado Luis Cueto (79 años), uno de los responsables del proyecto. Ahora dirige el Museo Universitario de Tecnología Aeroespacial.

Los desafíos fueron mantener con vida al animal, recuperarlo después del despegue y lograr transmitir los datos en tiempo real. El mono pesaba 1,5 kilogramos y medía 45 centímetros.

El asiento se adaptó a la columna del mono para reducir las aceleraciones. La cápsula fue recubierta con un escudo térmico. En el exterior había 450 grados, pero adentro no superaron los 25 grados. Estaba presurizado con una atmósfera de oxígeno puro con una autonomía de 25 minutos. El mono fue constipado y sedado.

"No me voy a olvidar nunca cuando miré a Juan por la escotilla antes de despegar. Le daba el reflejo del sol. ‘¡Qué lindo si te pudiera volver a ver!’, le dije", rememora Luis.

Gracias al cohete Canopus II (de 4,7 metros), Juan realizó un vuelo suborbital hasta los 82 kilómetros, mucho más alto que la estratósfera. Alan Shepard, el primer astronauta norteamericano, realizó un viaje similar. Un avión comercial vuela a 15 kilómetros de altura.


Durante la operación se controlaron los signos vitales del mono en tiempo real. "Recuerdo cómo en cada nueva etapa el corazón le latía más fuerte", cuenta Luis.

El principal temor era que Juan cayera en el agua y se ahogara, como le había ocurrido a EE.UU. "El viento fue más fuerte de lo previsto. No encontrábamos la cápsula. El avión la vio enredada en unos arbustos en las salinas de Ambargasta", recuerda Luis. Juan seguía vivo.

La experiencia sirvió luego para controlar en tiempo real la salud de los pilotos en vuelo, aunque los ingenieros soñaron con enviar un hombre al espacio.

Juan pasó sus últimos años en el zoológico de Córdoba. Luis asegura que la prensa del mundo lo visitó. Ese mismo año, el 20 de julio, EE.UU. había colocado dos astronautas en la Luna.

Cohetería nacional. Argentina tiene un rica historia en cohetería. En 1961, se lanzó el primer cohete (Alfa Centauro) desde Pampa de Achala. En 1981, el último (Tauro). En la actualidad, la Conae trabaja en el cohete Tronador para colocar pequeños satélites en órbita para 2012.
 
Los comentarios de los lectores son un horror...

Estimado Buitreaux, ante todo Un Gusto y coincido plenamente con Ud; no obstante, los comentarios vertidos por un grupúsculo de mentecatos ignorantes, no opacan ni en el mas mínimo de los casos, el hecho de que un medio de prensa importante, haya resaltado y recordado en sus páginas, un gran logro de esa hermosa estapa de nuestra Historia Aeroespacial.

Esto es ampliamente positivo y muy auspicioso, especialmente para que nuestros jóvenes, sepan de lo que fuimos capaces y sirviendo de aliciente para que en el futuro podamos darle mayor empuje a los actuales proyectos en desarrollo (GRADICOM PCX-2009 y TRONADOR).

Cordiales Saludos
 

jedi-knigth

Colaborador Flankeriano
Colaborador
Mi viejo estuvo presente en el lanzamiento Como curioso acreditado como prensa nomas, en realidad el mono que lanzaron no fue Juan, cuando trajeron a estè estaba muy gordo asi que tuvieron que poner a otro.
 

argie

Fernet Lover
Colaborador
Antes que Juan, hubo otros "astronautas argentinos". Belisario, un ratón fue el primer argentino en el espacio.


Experiencias biológicas

Argentina fue también pionera en materia de experiencias biológicas.

El 11 de abril de 1967, mientras los ingenieros argentinos trabajaban febrilmente en el desarrollo de un combustible 100% nacional, se concibió el denominado proyecto BIO, consistente en lanzar al espacio a bordo de cohetes telemetrados, pequeños animales de laboratorio a recuperar.

Para la denominada experiencia BIO I se seleccionó una camada de ratones blancos de raza Wistar, para los cuales se diseñaron cápsulas especiales dotadas del instrumental necesario para su análisis y control durante el trayecto. Los “astronautas” seleccionados fueron los ratones Alejo, Aurelio y Anastasio, quienes constituyeron el primer grupo, seguidos por Braulio, Benito y Belisario, en el segundo y Celedonio, Cipriano y Coco en el tercero (4).

Tras una serie de pruebas y estudios fisiológicos, el elegido para el primer vuelo fue Belisario, colocado y sujetado dentro de la cápsula, ubicada en la ojiva especialmente adaptada de un Orión II, disparado exitosamente desde la Escuela de Tropas Aerotransportadas de Córdoba, el 11 de abril de 1967. La ojiva, de 0,278 mm de diámetro, superaba en 0,072 mm a las de experiencias anteriores.


Belisario, primer astronauta argentino en el interior de la cápsula que lo llevó al espacio

El vector, se elevó sin problemas y al cabo de un minuto separó su carga útil que, tras desplegar sin inconvenientes su paracaídas, comenzó a descender lentamente hasta tocar tierra. Los científicos comprobaron aliviados que Belisario se hallaba en perfecto estado de salud aunque sumamente nervioso y que durante el vuelo había perdido 8 gramos de peso.

El 19 de mayo de 1967 la carrera espacial argentina se cobró su primera víctima fatal. Ese día, el ratón Celedonio se elevó desde Chamical, a bordo de un Orión II que durante el trayecto funcionó correctamente, vaticinando un nuevo éxito tecnológico. Sin embargo, cuando la cápsula se separó, su paracaídas se enredó en el motor y al no poder desplegarse, provocó el desastre, impactando violentamente contra la superficie y provocando la muerte de su tripulante de manera instantánea.

Dos años después, el 30 de agosto de 1969, despegó, también desde Chamical, un nuevo Orión II llevando a bordo a la rata Dalila, del cuarto grupo de roedores espaciales, que alcanzó los 20 km. de altitud a una velocidad de 2850 km/h. Dalila viajó sedada aunque despierta, manteniendo su actividad y parámetros biológicos en perfecto estado, factor que permitió a los científicos del Instituto de Medicina Aeroespacial un minucioso análisis de su organismo en vuelo.

La cápsula que trajo a Dalila de regreso se posó suavemente en la copa de un árbol y fue rescatada 45 minutos después, a 17 kilómetros del punto de lanzamiento, por un equipo compuesto por un avión de detección y un helicóptero, ambos de la FAA, dos radares COTAL y un sistema de comunicaciones radioeléctricas de enlace (5). Esta misión, denominada Experiencia Bio II/2, presentó como particularidad una ojiva de mayores dimensiones que las anteriores (Experiencia Bio II/1) ya que su diámetro era de 0,320 mm.

http://www.reconquistaydefensa.org.ar/_historia/espacio/conquista.htm



Cohete sonda Orion II

http://www.grupoartax.com.ar/CA_OrionII.html
 
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