Nota del diario clarin, abril del 2005
EL AVION PRESIDENCIAL LLEVA 6 MESES PARADO
Llegan las turbinas a Israel y el Tango 01 volverá a volar en mayo
Los motores ya fueron reparados en Texas y los llevan a Tel Aviv, donde está el avión. Cuando esté disponible, Kirchner sólo lo usaría para viajes dentro de Sudamérica.
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Guido Braslavsky.
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Después del aterrizaje de emergencia, el pánico a bordo y la polémica por la seguridad presidencial, la saga del Tango 01 parece estar cerca del fin. Sus dos turbinas dañadas ya fueron reparadas en Texas y serán embarcadas este fin de semana de Nueva York a Tel Aviv, donde la aeronave está siendo sometida a una completa revisión técnica. Con la colocación de las turbinas y las últimas pruebas, el avión estará en condiciones de regresar a Buenos Aires.
Fueron largos seis meses desde el 19 de octubre, cuando a poco de despegar de Aeroparque la turbina izquierda empezó a hacer explosiones y a echar lenguas de fuego. En la investigación intervinieron la Fuerza Aérea, la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EE.UU. y la Rolls-Royce, fabricante de las turbinas. Y se determinó que ninguna estaba en condiciones de volar.
El costo de reparación de las turbinas fue de 5.300.000 dólares, quedaron "como nuevas" y serán utilizables por otros diez años, dijeron a Clarín fuentes oficiales. En la Casa Rosada estiman que el Boeing 757 estará de vuelta recién a mediados del mes que viene. Si llegara antes del 10 de mayo, Kirchner podría reinaugurarlo para viajar a Brasilia, a una cumbre entre países de la Liga Arabe y el Mercosur.
Pero el avión ya no volverá a ser el mismo. Y aunque sus colaboradores nieguen que se esté pensando en venderlo, el presidente Néstor Kirchner no aparece muy entusiasmado con la idea de volver a subirse al Tango 01.
Por lo pronto, en la reciente gira a Alemania se anticipó que el Tango 01 no volverá a ser usado para vuelos intercontinentales. Según se adujo, el fabricante ya no se responsabiliza por el uso de tanques de reserva y sin ellos, el avión pierde autonomía. Por eso, se seguirá recurriendo al acuerdo con Aerolíneas Argentinas, según el cual la empresa cede el avión y la Presidencia se hace cargo de los gastos de combustible y de la tripulación.
Además, no es ningún secreto que Kirchner y su esposa se sienten más cómodos en el poderoso Jumbo 747 de Aerolíneas —uno de los aviones más grandes que existen, con capacidad para 400 pasajeros— que en el Tango 01, cuya cabina fue configurada a la medida de Carlos Menem, incluyendo el ya famoso sillón de peluquero que inevitablemente lleva al matrimonio patagónico a evocar la figura del riojano.
Así, a su regreso el Tango 01 sería usado para visitar los países sudamericanos, y en vuelos de cabotaje. Kirchner empleaba el Tango 01 para viajar a Río Gallegos, pero después del episodio que lo dejó fuera de pista, el Presidente intensificó el uso del Tango 10, un moderno pero muy pequeño Lear Jet de 7 plazas. En el otro avión de la flota, el Tango 03 —un Fokker F-28— suele desplazarse la senadora Cristina Fernández, y es común verlo los fines de semana en el aeropuerto de El Calafate, cuando la primera dama se queda en la residencia del matrimonio en esa ciudad.
Sobre el incidente del Tango 01, el Gobierno aún no descarta demandar al fabricante de las turbinas. Cuando el avión fue revisado en El Palomar se sacaron muestras certificadas del lining —la sustancia adhesiva que se desprendió de los motores, ocasionando la falla—. Ahora, el Gobierno espera el resultado de las pruebas de laboratorio encargadas a la Junta de Investigaciones de Accidentes de la Fuerza Aérea y a la Junta de Seguridad estadounidense. Si se presume responsabilidad de la Rolls-Royce, el asunto seguirá en un tribunal
