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15·06·07 | Paracaidistas de búsqueda y rescate del Centro de Adiestramiento de la Fuerza Aeronaval Nº 2 y personal de la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros se adiestraron en la montaña.
SIERRA DE LA VENTANA (BUENOS AIRES) - Los paracaidistas de búsqueda y rescate del Centro de Adiestramiento de la Fuerza Aeronaval Nº 2 (CIFA), junto a la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros UH-1H cumplieron con el primer entrenamiento de técnicas en montaña de este año.
Durante tres días, 40 hombres de ambos destinos de la Armada realizaron ejercitaciones en el cerro Tres Picos, el más alto de la provincia de Buenos Aires (1300 metros). Lanzamiento de paracaidistas en terreno montañoso, rappel y evacuación de heridos simulados, además de todo tipo de técnicas de montaña, fueron las actividades realizadas en el marco del programa del adiestramiento anual.
Los paracaidistas de búsqueda y rescate se capacitan y entrenan para estar disponibles y dar respuesta ante siniestros en todo tipo de terreno y con diversas condiciones meteorológicas. En esta oportunidad, con temperaturas bajo cero, nubes bajas sobre los cerros y neviscas. “Trabajamos en conjunto con los helicopteristas y nos complementamos muy bien, porque no hay rescate si no hay helicópteros. Al personal, el clima le resultó productivo porque tienen que adiestrarse en todas las condiciones para cuando sea una situación real”, explicó el capitán de fragata Jorge Fonseca, jefe del CIFA.
La Base Aeronaval Comandante Espora brindó sostén con vehículos, víveres y apoyo sanitario, todos servicios necesarios para las operaciones, y se contó además con la colaboración de la Fundación Hogar Funke, que prestó sus instalaciones, desde donde se realizaron los ascensos al cerro.
Por aire y por tierra
Dos helicópteros UH-1H de la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, en tanto, efectuaron adiestramiento de instructores y de pilotos primarios, quienes se incorporaron este año a la Escuadrilla.
“En esta oportunidad, el adiestramiento consiste básicamente en aproximaciones a la montaña con distintas condiciones de viento, sobre las laderas ascendentes y descendentes, y volar sobre cañadones. Contribuimos también con la ejercitación que hace el CIFA y puedo decir que cumplimos con lo previsto”, concluyó el Capitán de Corbeta Eduardo Tourné, Comandante de la Escuadrilla.
El Teniente de Navío Mariano Rivolta, oficial a cargo, explicó que durante los tres días de adiestramiento se forman patrullas de ocho personas cada una que, alternadamente, hacen los distintos ejercicios. En uno de ellos, por ejemplo, una vez que los paracaidistas llegan a tierra se juntan con la patrulla que hizo rappel y van montaña arriba para ejercitarse en técnicas de andinismo. Allí realizan descensos por cuerdas en montaña y ascensos por paredes cuya inclinación es cercana a los 90º, entre otros.
“La ejercitación también incluye un descenso en una zona donde el helicóptero no puede aterrizar y una caminata hasta donde se encuentran los heridos simulados. La tarea de la patrulla consiste en trasladarlos hasta un sector donde pueda aterrizar el helicóptero que los evacuará”, explica el Teniente Rivolta.
Para finalizar con las jornadas de ejercitaciones, durante el día de hoy los paracaidistas realizaron una navegación terrestre hasta el cerro Tres Picos para ascenderlo hasta la cumbre. En el trayecto, en colaboración con la Fundación Funke, colocaron pircas –montículos de piedras—que sirven para señalización de senderos y limpiaron la cueva de los Guanacos.
Comandantes y jefes también ascendieron al cerro
Para propiciar el espíritu de camaradería, miembros del Estado Mayor de la Fuerza Aeronaval Nº 2 y de la Flota de Mar llegaron a la cumbre del cerro Tres Picos, junto con los paracaidistas del CIFA y el personal de la FAE2 que realizaron el ejercicio.
El ascenso se realizó bajo condiciones meteorológicas adversas. Participaron los comandantes de la FAE2, capitán de navío Federico Larrinaga; de las Escuadras Aeronavales Nº 2 y 3, capitanes de fragata Rodolfo Larrosa y Gustavo Vignale, respectivamente; los jefes del Estado Mayor de la Flota de Mar, capitán de navío Ricardo Gerbino; de la Base Espora, capitán de navío Jorge Mazorra; y del CIFA, capitán de fragata Jorge Fonseca.
El suboficial principal Norberto González y los suboficiales primero Daniel Navarro y Jorge Ballari, del CIFA, los acompañaron en el ascenso, para brindarles apoyo.
“Por la época del año y el grado de dificultad, esta actividad propicia el espíritu de camaradería y el trabajo en equipo. Queríamos que participaran los jefes más antiguos de la Fuerza Aeronaval Nº 2 a manera ejemplificadota, porque es una prueba física con alto grado de exigencia. Y queríamos que los hombres vieran que trabajamos a su lado y padecemos las inclemencias del tiempo con ellos”, explicó el capitán Larrinaga.
Otro de los propósitos de este ascenso fue la integración con la Flota de Mar. “Cada vez que sale un medio a operar tratamos de integrar a la mayor cantidad de componentes posible. Es positivo trabajar en equipo y conocernos más. Uno de los principales objetivos que nos fijamos desde el Comando de la Aviación Naval es la motivación profesional. Y este tipo de actividades operativas y ejercicios la favorecen”, agregó.
Larrinaga también afirmó que la importancia del hombre que se tiene al lado se valora cuando sucede una situación crítica. “A través de la camaradería yo me preocupo de que al que está al lado mío le salgan bien las cosas, lo apoyo, trabajo por eso, y así las cosas me van a salir bien también”, concluyó.
SIERRA DE LA VENTANA (BUENOS AIRES) - Los paracaidistas de búsqueda y rescate del Centro de Adiestramiento de la Fuerza Aeronaval Nº 2 (CIFA), junto a la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros UH-1H cumplieron con el primer entrenamiento de técnicas en montaña de este año.
Durante tres días, 40 hombres de ambos destinos de la Armada realizaron ejercitaciones en el cerro Tres Picos, el más alto de la provincia de Buenos Aires (1300 metros). Lanzamiento de paracaidistas en terreno montañoso, rappel y evacuación de heridos simulados, además de todo tipo de técnicas de montaña, fueron las actividades realizadas en el marco del programa del adiestramiento anual.
Los paracaidistas de búsqueda y rescate se capacitan y entrenan para estar disponibles y dar respuesta ante siniestros en todo tipo de terreno y con diversas condiciones meteorológicas. En esta oportunidad, con temperaturas bajo cero, nubes bajas sobre los cerros y neviscas. “Trabajamos en conjunto con los helicopteristas y nos complementamos muy bien, porque no hay rescate si no hay helicópteros. Al personal, el clima le resultó productivo porque tienen que adiestrarse en todas las condiciones para cuando sea una situación real”, explicó el capitán de fragata Jorge Fonseca, jefe del CIFA.
La Base Aeronaval Comandante Espora brindó sostén con vehículos, víveres y apoyo sanitario, todos servicios necesarios para las operaciones, y se contó además con la colaboración de la Fundación Hogar Funke, que prestó sus instalaciones, desde donde se realizaron los ascensos al cerro.
Por aire y por tierra
Dos helicópteros UH-1H de la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, en tanto, efectuaron adiestramiento de instructores y de pilotos primarios, quienes se incorporaron este año a la Escuadrilla.
“En esta oportunidad, el adiestramiento consiste básicamente en aproximaciones a la montaña con distintas condiciones de viento, sobre las laderas ascendentes y descendentes, y volar sobre cañadones. Contribuimos también con la ejercitación que hace el CIFA y puedo decir que cumplimos con lo previsto”, concluyó el Capitán de Corbeta Eduardo Tourné, Comandante de la Escuadrilla.
El Teniente de Navío Mariano Rivolta, oficial a cargo, explicó que durante los tres días de adiestramiento se forman patrullas de ocho personas cada una que, alternadamente, hacen los distintos ejercicios. En uno de ellos, por ejemplo, una vez que los paracaidistas llegan a tierra se juntan con la patrulla que hizo rappel y van montaña arriba para ejercitarse en técnicas de andinismo. Allí realizan descensos por cuerdas en montaña y ascensos por paredes cuya inclinación es cercana a los 90º, entre otros.
“La ejercitación también incluye un descenso en una zona donde el helicóptero no puede aterrizar y una caminata hasta donde se encuentran los heridos simulados. La tarea de la patrulla consiste en trasladarlos hasta un sector donde pueda aterrizar el helicóptero que los evacuará”, explica el Teniente Rivolta.
Para finalizar con las jornadas de ejercitaciones, durante el día de hoy los paracaidistas realizaron una navegación terrestre hasta el cerro Tres Picos para ascenderlo hasta la cumbre. En el trayecto, en colaboración con la Fundación Funke, colocaron pircas –montículos de piedras—que sirven para señalización de senderos y limpiaron la cueva de los Guanacos.
Comandantes y jefes también ascendieron al cerro
Para propiciar el espíritu de camaradería, miembros del Estado Mayor de la Fuerza Aeronaval Nº 2 y de la Flota de Mar llegaron a la cumbre del cerro Tres Picos, junto con los paracaidistas del CIFA y el personal de la FAE2 que realizaron el ejercicio.
El ascenso se realizó bajo condiciones meteorológicas adversas. Participaron los comandantes de la FAE2, capitán de navío Federico Larrinaga; de las Escuadras Aeronavales Nº 2 y 3, capitanes de fragata Rodolfo Larrosa y Gustavo Vignale, respectivamente; los jefes del Estado Mayor de la Flota de Mar, capitán de navío Ricardo Gerbino; de la Base Espora, capitán de navío Jorge Mazorra; y del CIFA, capitán de fragata Jorge Fonseca.
El suboficial principal Norberto González y los suboficiales primero Daniel Navarro y Jorge Ballari, del CIFA, los acompañaron en el ascenso, para brindarles apoyo.
“Por la época del año y el grado de dificultad, esta actividad propicia el espíritu de camaradería y el trabajo en equipo. Queríamos que participaran los jefes más antiguos de la Fuerza Aeronaval Nº 2 a manera ejemplificadota, porque es una prueba física con alto grado de exigencia. Y queríamos que los hombres vieran que trabajamos a su lado y padecemos las inclemencias del tiempo con ellos”, explicó el capitán Larrinaga.
Otro de los propósitos de este ascenso fue la integración con la Flota de Mar. “Cada vez que sale un medio a operar tratamos de integrar a la mayor cantidad de componentes posible. Es positivo trabajar en equipo y conocernos más. Uno de los principales objetivos que nos fijamos desde el Comando de la Aviación Naval es la motivación profesional. Y este tipo de actividades operativas y ejercicios la favorecen”, agregó.
Larrinaga también afirmó que la importancia del hombre que se tiene al lado se valora cuando sucede una situación crítica. “A través de la camaradería yo me preocupo de que al que está al lado mío le salgan bien las cosas, lo apoyo, trabajo por eso, y así las cosas me van a salir bien también”, concluyó.
