Combates en Colombia

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Murieron 11 guerrilleros en combates en Colombia

Agencias EFE y AP

Bogotá. Al menos 11 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) murieron desde el sábado pasado en combates con el ejército colombiano. Todas las muertes ocurrieron en la conflictiva serranía de La Macarena, al sur del país, según informaron ayer en Bogotá portavoces castrenses.


"Los rebeldes pertenecían al Bloque Oriental de la organización insurgente", indicó el comandante de la llamada Fuerza de Tarea Conjunta Omega, general Alejandro Navas, responsable de la ofensiva contra las Farc en el sur y el este del país.

Navas precisó que cuatro de los guerrilleros fueron abatidos en Puerto Cachicamo, tres cerca del casco urbano de la localidad de La Macarena y otros cuatro en los caños Cabra y San José. Todos estos lugares pertenecen a las boscosas sierras del sur colombiano.

La fuerza conjunta denominada Omega tiene a cargo la campaña contra las Farc lanzada hace cuatro años con el nombre de Plan Patriota, que desde hace poco se conoce como Plan de Guerra Consolidación.

La ofensiva tiene como objetivo el mando central guerrillero y sus poderosos bloques Sur y Oriental, que extienden sus actividades hasta las fronteras con Ecuador y Perú al sur, con Brasil al este, y con Venezuela al nordeste.

El jefe militar dijo que "a los rebeldes muertos se les encontraron armas, municiones, material de intendencia, de comunicaciones y víveres".

Medida extrema. Mientras el presidente Álvaro Uribe y las Farc siguen fracasando en su puja por conciliar posiciones para negociar la liberación de casi 60 rehenes en poder de la guerrilla, hay gente que toma medidas extremas para ser escuchados.

Gustavo Moncayo lleva caminados 300 kilómetros en una travesía por las carreteras colombianas, lo cual refleja la desesperación e impotencia que sufre por no poder recuperar a su hijo, secuestrado desde hace casi una década por las Farc.

Moncayo festejó el pasado Día del Padre junto a su fragmentada familia, y después del almuerzo partió en una caminata desde Sandoná, un pueblo enclavado en los Andes donde trabaja como maestro, hasta Bogotá. Si cumple su objetivo, habrá caminado unos 875 kilómetros.

Su idea es conseguir la mayor cantidad de firmas en favor del acuerdo humanitario, el cual le parece que es la única vía para recuperar a su hijo Pablo Emilio, secuestrado en 1997.
 
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