Víctor Eduardo Barbanente
Colaborador
Cordiales saludos
Vuelvo a lo que creo es lo que mejor me sale, relacionar la historia con la mecánica...
Estos cañones han sido motivo de muchas discusiones debido a la forma en que fueron comprados (acusaban a los lobistas de pagar coimas, el incidente Krupp con Sellstrom, etc.) además del irregular comportamiento de los distintos modelos, con discusiones en el Senado, e interpelaciones incluidas, respuestas infantiles a las acusaciones, etc. Pero aquí hay mucho de “relato”
Veamos
Casi todos los autores consideran que la relación de nuestro Ejército con la fábrica Krupp comenzó en Guerra de la triple Alianza contra Paraguay (1864-1870), y en realidad si hay documentación que avalan este criterio
En el listado de contratos de la Krupp que figura en “La modernización del Ejército Argentino en el marco del modelo Alemán (1899-1914) de la tesis doctoral del Gral Dick - (Verzeichnis der von der GuBstahlfabrik und Grussonwerk von 1847 bis 1912 Gefertigten Kanonen (Geheim) Essen – 1912-1918). Muestra que su primer contrato con nuestro Ejército corresponde a 24 cañones de campaña Modelo 1864 – 1873 de calibre 7,85cm.6 (?) L25 y así figura en la “Memoria Krupp” y en el resumen del Mayor Duval.(historiador Brasileño que armó una lista “paralela”)
Es decir que aparentemente se compraron en 1864 y no se completó la entrega hasta 1873
Pero como siempre pasa, los fierros “dicen” más que lo que dicen los papeles, en la entrada del Museo de armas del CMN, subiendo las escaleras, se encuentran dos cañones, uno de ellos está sellado cono Krupp 1866, está incompleto, no tiene cierre y su cureña es una copia en madera de las de estilo naval
Por otra parte en el Museo Histórico del Ejército de Ciudadela se encuentra preservado un Krupp de 75mm Modelo 1873 , y efectivamente tiene todo el aspecto de serlo, por lo pronto no tiene la chaqueta zunchada sobre el tubo-cañón, lo que indica que es anterior al Krupp C73 (presentado por la Krupp en el año 1873) Pero por otra parte tiene cureña metálica lo que indicaría que es posterior a 1871.
En resumen posiblemente es un cañón modelo C67 con cureña de C71. llegado a la Argentina en 1873 y que fuera utilizado junto a las Gatling por Sarmiento para aplastar el segundo alzamiento de López Jordán
Y de alguna manera acabar con la época en que las montoneras atropellaban a los Ejércitos de línea, al enfrentarlas a armas de repetición y ametralladoras que las arrasaron
Krupp de 75mm Modelo 1873 (Museo Histórico del Ejército de Ciudadela)
La primera compra importante a la fábrica fue la de 96 cañones de 7,5cm L24 livianos Modelo 84/89 T97 en 1883-1889 (así figuran) comprados en 1883 y “modificados” en 1889, por lo que fueron de los que primero entraron en la polémica, como ya veremos más adelante
Cañón Krupp 7,5cm L23 en el Museo de Armas de la nación (con el cierre ya cambiado)
Este modelo de cañón era seguramente un derivado del Krupp C/80 (que era un modelo C/73- antes mencionado- pero en calibre 7,5cm) con cierre de cuña de deslizamiento lateral (seguramente cilíndrico-prismático), y su cureña era metálica similar a la de los Modelo 73 argentinos
Se diferenciaba del 1873 porque su tubo-cañón era compuesto por el liner (tubo de acero de alta calidad con pared delgada y estriado) y la chaqueta sunchada que después usarían todos los cañones hasta hoy en día.
La existencia de estos Modelos Argentinos preservados desde el 1866 en adelante estaría contradiciendo a lo que posteó el “famoso historiador” el 3 de junio de 2017 en el hilo del “Krupp 75mm L30 Modelo 1896 modificado en Alemania para Argentina en 1905
….”Si, en éfecto, poséo mas de 30.000 FOTO que recien comienzo a escanear .Pero muy pocas fotos he visto yo en publicaciones militares de los Krupp mod. 1880- a 1898- y las pocas que he visto y las que he subido son las que yo tome y las cedidas por Jefes amigos del EA. Por demas, los fotografos y reporteros no son expertos en temas militares por lo general-“……
Lo que de hecho no es cierto dos veces, ya que hay fotografías de estos cañones en libros como “Servicio Militar Universal en la Argentina” de George Marvin, “Soldados 1848-1927” (de fundación Soldados), Publicaciones como “Nuestro Siglo” (Nº53) de Hispamérica, y en innumerables publicaciones de “Caras y Caretas” desde 1901 hasta los años 30.
Esto sin contar unas 25/30 fotos mías que yo les tomé a los cañones antes citados y además a los del Modelo Argentino 1898 también preservados en nuestros museos, y de las que dice este Señor que el tomó yo no he visto que haya publicado ninguna (raro no??)
Para los años 1894/5, el Gobierno Argentino estaba consiente de que la artillería de nuestro Ejército era poca y estaba quedando anticuada, y debido a la posibilidad de guerra con Chile (recuerden las incursiones del Ejército Chileno a nuestro territorio en esa época), se solicito un préstamo al gobierno Alemán para el rearme, y que a pesar de que Alemania era proveedor del Ejército Chileno, accedió.
Recurriendo al listado de contratos de la Krupp que figura en “La modernización del Ejército Argentino en el marco del modelo Alemán (1899-1914) del Gral Dick figuran 180 Cañones de 7,5cm L24 livianos
Modelo 95 – 1895, y que se pueden ver en las fotos siguientes
Cañón de campaña modelo 1895, calibre 75mm L24 liviano (Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados –Albúmina ca.1900) (Solados 1848 – 1927, pag.100)
Cañón de campaña modelo 1895 – acercamiento- parte de la Albúmina ca.1895
(Solados 1848 – 1927, pag138)
Acercamiento- parte de una foto de la publicación “Nuestro Siglo” de Hispamérica
Se puede apreciar la cureña rígida con un sistema de freno retroceso con arado y resorte, el cierre de rosca partida “sistema Maxim Nordenfelt”, y los volantes de corrección de puntería en altura y en azimut (debajo del cierre)
Pero 180 cañones modernos no alcanzaban a cubrir la proporción de cañones-soldados considerada mínima de esa época y la plata se estaba acabando, por lo que en el Senado fue madurando la idea de “modernizar” los casi 100 cañones comprados en 1884, que tenían “poco uso”.
El problema y la discusión era hasta donde querían modernizarlos.
Fundamentalmente la idea original era cambiarles el cierre clásico de cuña deslizante de Krupp por el mismo “sistema Maxim Nordenfelt” que utilizarían los cañones nuevos, ya que se bajaba de 7 movimientos para la recarga a solo 3, es decir duplicaba la velocidad y cadencia de tiro
Pero esto solo no alcanzaba según los entendidos, y aquí se ve la segunda equivocación del “famoso historiador”, ya que periodistas “especializados” en temas militares plantearon con lógica y respaldo técnico, las dificultades de no realizar una “verdadera” modernización, criterio con el que estoy muy de acuerdo, ya que en algún momento postié algo parecido
Copio una nota registrada por ER-SAGUIER – Genealogía – IV – sección D – cap-11
L-V.-. Nuestros cañones. Su transformación. Ventajas y desventajas (El Tiempo, 15 de enero de 1895)
….”Vamos a concluir nuestra réplica a La Nación, abordando un tema que nos ofreció en el mal inspirado artículo que ha provocado los nuestros. Trataremos el punto con más atención y amplitud que el distinguido colega, que se limitó a este consejo: “Mientras tanto podrían modificarse para cartucho metálico las noventa piezas Krupp, livianas, calibre 7.5, haciendo trabajar en algo de provecho los talleres mecánicos del Arsenal. La operación, según cálculos del ingeniero Costa Argibel no demandaría mayor gasto de 50.000 ps. La indicación del colega será patriótica no lo negamos, pero envuelve un error del que muy pronto sufriría el país las consecuencias. Ella sólo roza el asunto, apenas lo indica, nosotros lo profundizaremos comenzando por demostrar las ventajas que la transformación de esas piezas entraña y que La Nación no conoce y concluiremos probando las desventajas que son muy dignas de preocuparnos. …………………………………………………………………………………………..
Es pues, fuera de duda que la transformación tal cual la plantea nuestro ilustrado colega La Nación, beneficiaría las condiciones tácticas de nuestro material liviano y acrecentaría su poder balístico mediante el cambio de las actuales cureñas por otras más resistentes, pero no tiene en cuenta que si pretendemos practicar la transformación para alcanzar las ventajas que ella supone, tendríamos que transformar la cureña, armones, carros de municiones, y cureña, quedándonos sólo utilizable del conjunto el tubo, o sea el cañón. …………………………………………………………………………………………..
Noventa piezas de artillería a cartucho metálico La República puede poner en pié de guerra, sin mayor esfuerzo, doscientos mil hombres de pelea y necesitaríamos para ese número, obedeciendo a principios elementales del arte militar, seiscientas piezas de artillería, o lo que es lo mismo, tres cañones por cada mil hombres. …………………………………………………………………………………………
La transformación de las noventa piezas ¿podrá ejecutarse aquí o tendríamos que recurrir a las fábricas europeas? Creemos que tendríamos que recurrir al viejo mundo, pues si bien nuestra susceptibilidad nacional nos inclinaría a desear la capacidad necesaria a nuestros arsenales para estos trabajos, la convicción profunda que nos acompaña de su verdadero estado nos obliga a pensar aquello. ……………………………………………………………………………………………
El señor Krupp creía en 1892 que la transformación exigiría al erario argentino 416 pesos oro por pieza (refiriéndose simplemente a la cuña) sin contar gastos de transporte, etc. ¿Cuánto nos costaría hoy? Suponiendo que dos mil pesos cada una, necesitaríamos una cantidad no menos de ciento ochenta mil pesos para la transformación que se pretende. Como la de las piezas impondría la transformación de las cureñas, carros, y armones, que se ejecutaría en el país, ¿cuánto importarían en buena moneda esos trabajos? Confesamos ingenuamente que no lo sabemos a ciencia cierta, pero creemos que no bajaría la cantidad de trescientos mil pesos oro. Pero no es sólo en el sacrificio pecuniario que debemos parar nuestra atención, sino en las consecuencias de una transformación inmediata. Se impone calcular que se necesitan armones y carros de doble capacidad y triple resistencia y es difícil solucionar la dificultad que se presentaría en la movilidad; y si para facilitar esta, se disminuyese la capacidad, sería disminuir la provisión, o, lo que es lo mismo, neutralizar la ventaja obtenida por la disminución en el número de cartuchos. …………………………………………………………………………………………….
Estas piezas [proyectiles con espoleta de doble efecto] pueden muy cómodamente transformarse y aumentarse su velocidad inicial hasta 500 metros más o menos, pues sus cureñas pueden soportar cómodamente el aumento de resistencia exigido por el acrecimiento del resultado balístico; pero no es conveniente colocarles frenos de tiro automáticos a dichas cureñas, pues no lo soportarían. Si La Nación, en vez de aconsejar la transformación para simple cartucho metálico la hubiera aconsejado para tiro rápido, aún que cometiendo error, la hallaríamos más cerca de la verdad y más posesionada de la dificilísima cuestión que se avocaba, pues está en la conciencia de los entendidos que esta última clase de material es la que se impone hoy y la que llena cumplidamente las necesidades de la época; pero a nuestro distinguido colega no se le ocurrió esto por una sencillísima razón: porque ni sospechó siquiera que eso fuera lo oportuno, lo práctico y lo sensato. Está perfectamente demostrado, y la actual guerra chino-japonesa lo ha comprobado, que es la artillería de tiro rápido la que lleva hoy la supremacía en la guerra moderna y que su acción eficientísima está por sobre toda demostración después de la terminantísima prueba a que ha sido sometida en los combates librados en aquella campaña y en los que ha desempeñado un papel que excusa toda ponderación. ………………………………………………………………………………………….. Fuente: El Tiempo, 15 de enero de 1895)”…….
Clarito no?????????
Se ve que este muchacho sabía lo que decía, no era periodista de “sociales”…..era un verdadero experto o estaba muy bien asesorado
Pero en definitiva solo se hizo el cambio de bloque de cierre, por lo que se consiguió un cañón de “fuego acelerado”, que salvo el sistema de freno arado-resorte era similar a los que se estaban comprando nuevos
Estos datos coinciden con lo publicado en la “Historia Argentina Contemporánea 1862 – 1930”, De la Academia Nacional de la Historia que en su Capítulo V – Ejercito Nacional escrito por el Coronel Augusto G. Rodríguez, en su apartado Armamento (volumen II, pg. 364 y 365),figura que en una Publicación del Senado de la Nación de 1908 indicaban por ejemplo
· 180 cañones 7,5 - L28 – M.98 (tiro acelerado)
NO de TIRO RAPIDO es decir sin freno hidráulico (fíjense la diferencia que hay entre tiro rápido y tiro acelerado)
Y al año siguiente se compraron 72 Cañones de 7,5cm L13 de Montaña Modelo 96 – 1896 (figuran en el mismo listado presentado en el trabajo del Gral. Dick)
Estos cañones usaban munición con el proyectil engarzado a la vaina de 75x195mm con una longitud total del conjunto de 425mm
En la foto siguiente se ve gravado sobre el cierre de un cañón modificado, Fried:Krupp – Essen 1884 – Nº 50T y sobre el soporte de la mira está grabado Nº56.
Queda claro que es un 1884 modificado en 1898 cambiándole el cierre Krupp por el cierre “sistema Maxim Nordenfeld” que usaban los 1895 y 1898.
Para el Museo de Armas del Círculo Militar, estos cañones modificados son 7,5cm L23, ya que para colocarle el nuevo cierre se le cortó el bloque trasero, se hizo rosca en el tubo-cañón, y allí se roscó en nuevo cierre como si fuese una cupla (luego compararemos el diámetro exterior de esa cupla con el bloque de cierre de los cañones de fábrica). De hecho se nota que el vástago del sistema de elevación del cañón queda detrás del cierre (ver posición del volante de elevación), de manera que para poder utilizarlo se le agregó una prolongación (una lengua, ver flecha roja) debajo del bloque y así no tener que correr para adelante al sistema completo
Pido disculpas si en algún momento parezco agresivo, pero quiero que se entienda que conceptos dichos por personajes de importancia (historiadores y hasta por el Sr. Ministro de Guerra en su momento) que carecen de fundamento técnico, mecánico, matemático, y que a las claras han producido resultados diferentes a lo que estos Señores han indicado, deben ser aclarados porque si no se sigue arrastrando esos errores por medio del copie-pegue.
Esto sigue.....
Saludos Cordiales
Vuelvo a lo que creo es lo que mejor me sale, relacionar la historia con la mecánica...
Estos cañones han sido motivo de muchas discusiones debido a la forma en que fueron comprados (acusaban a los lobistas de pagar coimas, el incidente Krupp con Sellstrom, etc.) además del irregular comportamiento de los distintos modelos, con discusiones en el Senado, e interpelaciones incluidas, respuestas infantiles a las acusaciones, etc. Pero aquí hay mucho de “relato”
Veamos
Casi todos los autores consideran que la relación de nuestro Ejército con la fábrica Krupp comenzó en Guerra de la triple Alianza contra Paraguay (1864-1870), y en realidad si hay documentación que avalan este criterio
En el listado de contratos de la Krupp que figura en “La modernización del Ejército Argentino en el marco del modelo Alemán (1899-1914) de la tesis doctoral del Gral Dick - (Verzeichnis der von der GuBstahlfabrik und Grussonwerk von 1847 bis 1912 Gefertigten Kanonen (Geheim) Essen – 1912-1918). Muestra que su primer contrato con nuestro Ejército corresponde a 24 cañones de campaña Modelo 1864 – 1873 de calibre 7,85cm.6 (?) L25 y así figura en la “Memoria Krupp” y en el resumen del Mayor Duval.(historiador Brasileño que armó una lista “paralela”)
Es decir que aparentemente se compraron en 1864 y no se completó la entrega hasta 1873
Pero como siempre pasa, los fierros “dicen” más que lo que dicen los papeles, en la entrada del Museo de armas del CMN, subiendo las escaleras, se encuentran dos cañones, uno de ellos está sellado cono Krupp 1866, está incompleto, no tiene cierre y su cureña es una copia en madera de las de estilo naval
Por otra parte en el Museo Histórico del Ejército de Ciudadela se encuentra preservado un Krupp de 75mm Modelo 1873 , y efectivamente tiene todo el aspecto de serlo, por lo pronto no tiene la chaqueta zunchada sobre el tubo-cañón, lo que indica que es anterior al Krupp C73 (presentado por la Krupp en el año 1873) Pero por otra parte tiene cureña metálica lo que indicaría que es posterior a 1871.
En resumen posiblemente es un cañón modelo C67 con cureña de C71. llegado a la Argentina en 1873 y que fuera utilizado junto a las Gatling por Sarmiento para aplastar el segundo alzamiento de López Jordán
Y de alguna manera acabar con la época en que las montoneras atropellaban a los Ejércitos de línea, al enfrentarlas a armas de repetición y ametralladoras que las arrasaron

Krupp de 75mm Modelo 1873 (Museo Histórico del Ejército de Ciudadela)
La primera compra importante a la fábrica fue la de 96 cañones de 7,5cm L24 livianos Modelo 84/89 T97 en 1883-1889 (así figuran) comprados en 1883 y “modificados” en 1889, por lo que fueron de los que primero entraron en la polémica, como ya veremos más adelante

Cañón Krupp 7,5cm L23 en el Museo de Armas de la nación (con el cierre ya cambiado)
Este modelo de cañón era seguramente un derivado del Krupp C/80 (que era un modelo C/73- antes mencionado- pero en calibre 7,5cm) con cierre de cuña de deslizamiento lateral (seguramente cilíndrico-prismático), y su cureña era metálica similar a la de los Modelo 73 argentinos
Se diferenciaba del 1873 porque su tubo-cañón era compuesto por el liner (tubo de acero de alta calidad con pared delgada y estriado) y la chaqueta sunchada que después usarían todos los cañones hasta hoy en día.
La existencia de estos Modelos Argentinos preservados desde el 1866 en adelante estaría contradiciendo a lo que posteó el “famoso historiador” el 3 de junio de 2017 en el hilo del “Krupp 75mm L30 Modelo 1896 modificado en Alemania para Argentina en 1905
….”Si, en éfecto, poséo mas de 30.000 FOTO que recien comienzo a escanear .Pero muy pocas fotos he visto yo en publicaciones militares de los Krupp mod. 1880- a 1898- y las pocas que he visto y las que he subido son las que yo tome y las cedidas por Jefes amigos del EA. Por demas, los fotografos y reporteros no son expertos en temas militares por lo general-“……
Lo que de hecho no es cierto dos veces, ya que hay fotografías de estos cañones en libros como “Servicio Militar Universal en la Argentina” de George Marvin, “Soldados 1848-1927” (de fundación Soldados), Publicaciones como “Nuestro Siglo” (Nº53) de Hispamérica, y en innumerables publicaciones de “Caras y Caretas” desde 1901 hasta los años 30.
Esto sin contar unas 25/30 fotos mías que yo les tomé a los cañones antes citados y además a los del Modelo Argentino 1898 también preservados en nuestros museos, y de las que dice este Señor que el tomó yo no he visto que haya publicado ninguna (raro no??)
Para los años 1894/5, el Gobierno Argentino estaba consiente de que la artillería de nuestro Ejército era poca y estaba quedando anticuada, y debido a la posibilidad de guerra con Chile (recuerden las incursiones del Ejército Chileno a nuestro territorio en esa época), se solicito un préstamo al gobierno Alemán para el rearme, y que a pesar de que Alemania era proveedor del Ejército Chileno, accedió.
Recurriendo al listado de contratos de la Krupp que figura en “La modernización del Ejército Argentino en el marco del modelo Alemán (1899-1914) del Gral Dick figuran 180 Cañones de 7,5cm L24 livianos
Modelo 95 – 1895, y que se pueden ver en las fotos siguientes

Cañón de campaña modelo 1895, calibre 75mm L24 liviano (Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados –Albúmina ca.1900) (Solados 1848 – 1927, pag.100)

Cañón de campaña modelo 1895 – acercamiento- parte de la Albúmina ca.1895
(Solados 1848 – 1927, pag138)

Acercamiento- parte de una foto de la publicación “Nuestro Siglo” de Hispamérica
Se puede apreciar la cureña rígida con un sistema de freno retroceso con arado y resorte, el cierre de rosca partida “sistema Maxim Nordenfelt”, y los volantes de corrección de puntería en altura y en azimut (debajo del cierre)
Pero 180 cañones modernos no alcanzaban a cubrir la proporción de cañones-soldados considerada mínima de esa época y la plata se estaba acabando, por lo que en el Senado fue madurando la idea de “modernizar” los casi 100 cañones comprados en 1884, que tenían “poco uso”.
El problema y la discusión era hasta donde querían modernizarlos.
Fundamentalmente la idea original era cambiarles el cierre clásico de cuña deslizante de Krupp por el mismo “sistema Maxim Nordenfelt” que utilizarían los cañones nuevos, ya que se bajaba de 7 movimientos para la recarga a solo 3, es decir duplicaba la velocidad y cadencia de tiro
Pero esto solo no alcanzaba según los entendidos, y aquí se ve la segunda equivocación del “famoso historiador”, ya que periodistas “especializados” en temas militares plantearon con lógica y respaldo técnico, las dificultades de no realizar una “verdadera” modernización, criterio con el que estoy muy de acuerdo, ya que en algún momento postié algo parecido
Copio una nota registrada por ER-SAGUIER – Genealogía – IV – sección D – cap-11
L-V.-. Nuestros cañones. Su transformación. Ventajas y desventajas (El Tiempo, 15 de enero de 1895)
….”Vamos a concluir nuestra réplica a La Nación, abordando un tema que nos ofreció en el mal inspirado artículo que ha provocado los nuestros. Trataremos el punto con más atención y amplitud que el distinguido colega, que se limitó a este consejo: “Mientras tanto podrían modificarse para cartucho metálico las noventa piezas Krupp, livianas, calibre 7.5, haciendo trabajar en algo de provecho los talleres mecánicos del Arsenal. La operación, según cálculos del ingeniero Costa Argibel no demandaría mayor gasto de 50.000 ps. La indicación del colega será patriótica no lo negamos, pero envuelve un error del que muy pronto sufriría el país las consecuencias. Ella sólo roza el asunto, apenas lo indica, nosotros lo profundizaremos comenzando por demostrar las ventajas que la transformación de esas piezas entraña y que La Nación no conoce y concluiremos probando las desventajas que son muy dignas de preocuparnos. …………………………………………………………………………………………..
Es pues, fuera de duda que la transformación tal cual la plantea nuestro ilustrado colega La Nación, beneficiaría las condiciones tácticas de nuestro material liviano y acrecentaría su poder balístico mediante el cambio de las actuales cureñas por otras más resistentes, pero no tiene en cuenta que si pretendemos practicar la transformación para alcanzar las ventajas que ella supone, tendríamos que transformar la cureña, armones, carros de municiones, y cureña, quedándonos sólo utilizable del conjunto el tubo, o sea el cañón. …………………………………………………………………………………………..
Noventa piezas de artillería a cartucho metálico La República puede poner en pié de guerra, sin mayor esfuerzo, doscientos mil hombres de pelea y necesitaríamos para ese número, obedeciendo a principios elementales del arte militar, seiscientas piezas de artillería, o lo que es lo mismo, tres cañones por cada mil hombres. …………………………………………………………………………………………
La transformación de las noventa piezas ¿podrá ejecutarse aquí o tendríamos que recurrir a las fábricas europeas? Creemos que tendríamos que recurrir al viejo mundo, pues si bien nuestra susceptibilidad nacional nos inclinaría a desear la capacidad necesaria a nuestros arsenales para estos trabajos, la convicción profunda que nos acompaña de su verdadero estado nos obliga a pensar aquello. ……………………………………………………………………………………………
El señor Krupp creía en 1892 que la transformación exigiría al erario argentino 416 pesos oro por pieza (refiriéndose simplemente a la cuña) sin contar gastos de transporte, etc. ¿Cuánto nos costaría hoy? Suponiendo que dos mil pesos cada una, necesitaríamos una cantidad no menos de ciento ochenta mil pesos para la transformación que se pretende. Como la de las piezas impondría la transformación de las cureñas, carros, y armones, que se ejecutaría en el país, ¿cuánto importarían en buena moneda esos trabajos? Confesamos ingenuamente que no lo sabemos a ciencia cierta, pero creemos que no bajaría la cantidad de trescientos mil pesos oro. Pero no es sólo en el sacrificio pecuniario que debemos parar nuestra atención, sino en las consecuencias de una transformación inmediata. Se impone calcular que se necesitan armones y carros de doble capacidad y triple resistencia y es difícil solucionar la dificultad que se presentaría en la movilidad; y si para facilitar esta, se disminuyese la capacidad, sería disminuir la provisión, o, lo que es lo mismo, neutralizar la ventaja obtenida por la disminución en el número de cartuchos. …………………………………………………………………………………………….
Estas piezas [proyectiles con espoleta de doble efecto] pueden muy cómodamente transformarse y aumentarse su velocidad inicial hasta 500 metros más o menos, pues sus cureñas pueden soportar cómodamente el aumento de resistencia exigido por el acrecimiento del resultado balístico; pero no es conveniente colocarles frenos de tiro automáticos a dichas cureñas, pues no lo soportarían. Si La Nación, en vez de aconsejar la transformación para simple cartucho metálico la hubiera aconsejado para tiro rápido, aún que cometiendo error, la hallaríamos más cerca de la verdad y más posesionada de la dificilísima cuestión que se avocaba, pues está en la conciencia de los entendidos que esta última clase de material es la que se impone hoy y la que llena cumplidamente las necesidades de la época; pero a nuestro distinguido colega no se le ocurrió esto por una sencillísima razón: porque ni sospechó siquiera que eso fuera lo oportuno, lo práctico y lo sensato. Está perfectamente demostrado, y la actual guerra chino-japonesa lo ha comprobado, que es la artillería de tiro rápido la que lleva hoy la supremacía en la guerra moderna y que su acción eficientísima está por sobre toda demostración después de la terminantísima prueba a que ha sido sometida en los combates librados en aquella campaña y en los que ha desempeñado un papel que excusa toda ponderación. ………………………………………………………………………………………….. Fuente: El Tiempo, 15 de enero de 1895)”…….
Clarito no?????????
Se ve que este muchacho sabía lo que decía, no era periodista de “sociales”…..era un verdadero experto o estaba muy bien asesorado
Pero en definitiva solo se hizo el cambio de bloque de cierre, por lo que se consiguió un cañón de “fuego acelerado”, que salvo el sistema de freno arado-resorte era similar a los que se estaban comprando nuevos
Estos datos coinciden con lo publicado en la “Historia Argentina Contemporánea 1862 – 1930”, De la Academia Nacional de la Historia que en su Capítulo V – Ejercito Nacional escrito por el Coronel Augusto G. Rodríguez, en su apartado Armamento (volumen II, pg. 364 y 365),figura que en una Publicación del Senado de la Nación de 1908 indicaban por ejemplo
· 180 cañones 7,5 - L28 – M.98 (tiro acelerado)
NO de TIRO RAPIDO es decir sin freno hidráulico (fíjense la diferencia que hay entre tiro rápido y tiro acelerado)
Y al año siguiente se compraron 72 Cañones de 7,5cm L13 de Montaña Modelo 96 – 1896 (figuran en el mismo listado presentado en el trabajo del Gral. Dick)
Estos cañones usaban munición con el proyectil engarzado a la vaina de 75x195mm con una longitud total del conjunto de 425mm
En la foto siguiente se ve gravado sobre el cierre de un cañón modificado, Fried:Krupp – Essen 1884 – Nº 50T y sobre el soporte de la mira está grabado Nº56.

Queda claro que es un 1884 modificado en 1898 cambiándole el cierre Krupp por el cierre “sistema Maxim Nordenfeld” que usaban los 1895 y 1898.
Para el Museo de Armas del Círculo Militar, estos cañones modificados son 7,5cm L23, ya que para colocarle el nuevo cierre se le cortó el bloque trasero, se hizo rosca en el tubo-cañón, y allí se roscó en nuevo cierre como si fuese una cupla (luego compararemos el diámetro exterior de esa cupla con el bloque de cierre de los cañones de fábrica). De hecho se nota que el vástago del sistema de elevación del cañón queda detrás del cierre (ver posición del volante de elevación), de manera que para poder utilizarlo se le agregó una prolongación (una lengua, ver flecha roja) debajo del bloque y así no tener que correr para adelante al sistema completo
Pido disculpas si en algún momento parezco agresivo, pero quiero que se entienda que conceptos dichos por personajes de importancia (historiadores y hasta por el Sr. Ministro de Guerra en su momento) que carecen de fundamento técnico, mecánico, matemático, y que a las claras han producido resultados diferentes a lo que estos Señores han indicado, deben ser aclarados porque si no se sigue arrastrando esos errores por medio del copie-pegue.
Esto sigue.....
Saludos Cordiales
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