Blas de Lezo

Blas de Lezo: Azote de Inglaterra



Almirante español, nace el 3 de febrero de 1689 es Pasajes, Guipúzcoa, en el seno de una familia noble de profunda tradición marinera. A los 12 años se enrola como guardamarina al servicio de la corte del conde de Toluse, Alejandro de Borbón.

Tres años más tarde estalla la Guerra de Sucesión Española. Borbónicos y austricistas al mando de Felipe de Anjou y Carlos de Austria pelean por la sucesión al trono del finado Carlos II, que sube a los cielos sin descendencia alguna.

El 24 de agosto de 1704 tiene la lugar la batalla naval más importante del conflicto. Blas de Lezo recibe su baustismo de fuego. Frente a Vélez-Málaga de baten en duelo las escuadras franco-española y anglo-holandesa compuestas por 96 y 68 navíos, y com 1500 y 2700 bajas respectivamente. En aquel combate una bala de cañón le destroza la pierna izquierda, teniéndosela que amputar por debajo de la rodilla sin anestesia. Tenía tan sólo 15 años. A tenor del valor demostrado en el combate de Vélez-Málaga, Blas de Lezo es ascendido a Alférez de Bajel de Alto Bordo.



En 1706, al mando de una pequeña flotilla y con gran astucia, rompe el cerco inglés de Barcelona. Despliega paja huméda en ascuas, creando una gan pantalla de humo a modo de defensa y dispara material incendiario contra los buques británicos. Los británicos se ven impotentes ante tal despliegue de ingenio.



Durante la defensa de Tolón, siendo Teniente de Navío y con una hoja de servicio excelente, una esquirla de metralla le destroza el ojo izquierdo. Tenía 18 años.

En 1710 era ascendido a capitán de fragata. Por aquella época se dedica a escoltar convoyes en socorro de Felipe V y, almando de una fragata, logra capturar 11 buques británicos, entre ello el legendario Stanhope (70), comandado por John Combs, que le triplicaba en fuerzas. En los abordajes, los españoles casi simepre superaban a sus rivales. En aquella ocasión, Blas de Lezo, que incluso fue herido, se dió un festín de gloria.





En 1714, al mando del Campanella (70), durante el segundo sitio a Barcelona, pierde su brazo izquierdo. A los 25 años, de Lezo era ya cojo manco y tuerto y seguía luchando. En aquel entonces lo llamaban Patapalo o Mediohombre.

En 1723, se hace al cargo de la escuadra encargada de limpiar de piratas los Mares del Sur. Ya forjada su fama, los corsarios ingleses huyen a la voz de ¡barco viene!.

En 1730 es ascendido a jefe de la Escuadra Naval del Mediterráneo. En la República de Génova logra recuperar 2 millones de pesos pertenecientes a España retenidos en el Banco de San Jorge y, bajo la amenaza de bombardear la ciudad, ordena a sus habitantes rendir tributo a la bandera real española.



En 1732 parte hacia Omán con 54 buques y 30.000 hombres y toma la ciudad. A su partir, el pirata argelino Bay Hassan reúne tropas suficientes y sitía la plaza. Blas de Lezo al mando de 6 navío y 5.000 hombres vuelve en socorro y hace huír al bucanero. Perseguido por el marino español, éste se refugia en la bahía de Mostagán, protegida por 2 castillos y 4.000 moros. Blas de Lezo, despreciendo el incesante fuego, logra destruír su navío y causa grandes daños en las dos fortificaciones.

En 1739 estalla la Guerra de la Oreja de Jenkins. Julio León Fandiño, apresa el navío corsario de Robert Jenkis y le corta la oreja a éste al tiempo que le decía «Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve». Inglaterra declara la guerra a España y se predispone a tomar sus posesiones allende del mar.





Tras la destrucción de Puerto Bello (actual Portobelo, Panamá), la flota del almirante Edward Vernon, la mayor vista hasta entonces (186 naves -60 más que la famosa Gran Armada de Felipe II-, 2.620 piezas de artillería y más de 27.000 hombres) se dirige a Cartagena de Indias. La plaza estaba defendida por Blas de Lezo.





Apenas contaba con la ayuda de Melchor de Navarrete y Carlos Des Naux, una flotilla de seis naves y una fuerza de 3.000 hombres entre soldados y milicia urbana a la que se unieron 600 arqueros indios del interior.

Vernon ordenó bloquear el puerto el 13 de marzo de 1741, al tiempo que desembarcaba un contingente de tropas y artillería destinado a tomar el castillo de San Luis de Bocachica. Lezo dirigió cuatro de las naves en ayuda de los 500 soldados que defendían la posición con Des Naux a la cabeza, pero los españoles hubieron de retirarse finalmente hacia la ciudad, que ya estaba comenzando a ser evacuada por la población civil. Tras abandonar también el castillo de Bocagrande, los españoles se reunieron en la fortaleza de San Felipe de Barajas. Fue entonces cuando Vernon cometió el error de dar la victoria por conseguida y mandó un correo a Jamaica comunicando que había conseguido tomar la ciudad. El informe se reenvió más tarde a Londres, donde las celebraciones alcanzaron cotas aún mayores , llegando a acuñarse medallas conmemorativas en las que aparecía Blas de Lezo arrodillándose ante Vernon.



Pero para desgracia de Vernon, lo que estaba por llegar no era la tan esperada victoria británica. La noche del 19 de abril se produjo un asalto a San Felipe que se juzgaba definitivo, convenientemente ayudados por la oscuridad y el constante bombardeo procedente de los buques. Al llegar ante las murallas se encontraron con que éstas eran más altas de lo que parecían y las escalas se quedaban demasiado cortas, de tal manera que no podían atacar ni huir debido al peso del equipo. Aprovechando esto, los españoles abrieron fuego contra los británicos, produciéndose una carnicería sin precedentes. Al amanecer, los defensores abandonaron sus posiciones y cargaron contra los asaltantes a la bayoneta, masacrando a la mayoría y haciendo huir a los que quedaban hacia los barcos. A pesar de los constantes bombardeos y el hundimiento de la pequeña flota española (la mayoría por el propio Lezo, para bloquear la bocana del puerto), los defensores se las ingeniaron para impedir desembarcar al resto de las tropas inglesas, que se vieron obligadas a permanecer en los barcos durante un mes más sin provisiones suficientes. El 9 de mayo, con la infantería prácticamente destruida por el hambre, las enfermedades y los combates, Vernon se vio obligado a levantar el asedio y volver a Jamaica. Seis mil británicos murieron frente a menos de mil españoles, dejando algunos barcos tan vacíos que fue preciso hundirlos por falta de marinería. La mayor operación de la Royal Navy hasta el momento se saldaba también como la mayor derrota de su historia.



Tan colosal derrota de los ingleses aseguró el dominio español de los mares durante más de medio siglo hasta que lo perdió en Trafalgar, cosa que la historia inglesa no reconoce. Humillados por la derrota, los ingleses ocultaron monedas y medallas grabadas con anterioridad para celebrar la victoria que nunca llegó. Tan convencidos estaban de la derrota de Cartagena que pusieron monedas en circulación que decían en su anverso: «Los héroes británicos tomaron Cartagena el 1 de abril de 1741» y «La arrogancia española, humillada por el almirante Vernon».



Fue justo lo contrario. Fue la derrota más importante que tuvo nunca Inglaterra. Con sólo seis navíos y 2.830 hombres, y mucha imaginación, Blas de Lezo derrotó a Vernon, que traía 180 navíos y casi 25.000 hombres.

Blas de Lezo falleció meses más tarde en el olvido, al contraer la pesta a consecuencia de la putrefacción de tal cantidad de cuerpos insepultos.

Fuentes: Enciclopedia Larousse y Wikipedia

SALUDOS
 
Gravcias ! muy buena historia y aporte sobre este almirante que lleva el nombre de una de las fragatas AEGIS F-100 ..... mejor dicho al reves :yonofui:
 

MAC1966

Colaborador
Colaborador
Excelente homenaje al gran Blas de Lezo,en nuestra querida España a día de hoy..........con una docena como él me conformo,al paso que vamos tendriamos que resucitarlo,o mejor aún,clonarlo.

Y de paso,aviso para navegantes:

De Eduardo Marquina. «En Flandes se ha puesto el sol»

¡Por España,

y el que quiera defenderla,

honrado muera;

y el que, traidor, la abandone,

no tenga quien le perdone,

ni en tierra santa cobijo,

ni una cruz en sus despojos,

ni las manos de un buen hijo

para cerrarle los ojos!
 
Y como no podría faltar de ninguna manera: Una humilde instantánea de la F-103 Blas de Lezo; que de igual, como fuera el ilustre almirante: punta de lanza de la Armada.



SALUDOS
 

bagre

2º inspector de sentina
estimados foristas
como pasan los siglos y algunas historias respectos de los "venerables" britanicos se parecen y coinciden, lastima que algunos de los descendientes de aquellos bravos marinos españoles no se hayan empeñado con tanto ingenio contra los ya mencionados "venerables" se perfeccionaron en la compra de conciencias...
saludos
¡cierra españa!
bagre
 
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