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<blockquote data-quote="oscarteves" data-source="post: 608256" data-attributes="member: 268">La imposibilidad de un comando conjunto en Pradera del GansoLa mencionada orden del general Parada (Orden Preparatoria Nº 526/82 (Reserva), fechada el día 2 de mayo a las veinte) contenía un punto que resultaría infructuoso poner en práctica: que los elementos de la Fuerza Aérea asentados en el istmo estuvieran bajo el control operacional del teniente coronel Piaggi.Para los mandos de la Base “Cóndor” no se justificaba la existencia de un comando conjunto bajo las órdenes del jefe del Regimiento 12, argumento sostenido en que las operaciones de cada una de las fuerzas estacionadas en Pradera del Ganso estaban muy bien diferenciadas, y en que la doctrina militar vigente establecía las funciones de cada una de las armas. Según ella, y aplicada también en este caso en particular, de la Fuerza Aérea dependía el dar la seguridad interna al perímetro en donde estaban ubicadas las aeronaves de combate como así otros elementos propios, para evitar acciones del enemigo como sabotajes y / o golpes de mano. En contrapartida, la responsabilidad de la defensa del terreno fuera de los límites del aeródromo era para la unidad del Ejército que había sido designada para ejecutar tal misión.Esta circunstancia trajo aparejada una relación no exenta de tensiones entre el teniente coronel Piaggi y el vicecomodoro Pedrozo en determinados momentos y situaciones de la campaña, ya que a una misma dificultad se la solía apreciar desde dos distintos puntos de vista, aparentemente no compatibles entre sí. Además, el hecho de que Pedrozo fuera más antiguo que su par de Ejército tampoco contribuyó al objetivo perseguido por la directiva contenida en la mencionada orden. (c) Oscar Teves 2006</blockquote>

[QUOTE="oscarteves, post: 608256, member: 268"] La imposibilidad de un comando conjunto en Pradera del Ganso La mencionada orden del general Parada (Orden Preparatoria Nº 526/82 (Reserva), fechada el día 2 de mayo a las veinte) contenía un punto que resultaría infructuoso poner en práctica: que los elementos de la Fuerza Aérea asentados en el istmo estuvieran bajo el control operacional del teniente coronel Piaggi. Para los mandos de la Base “Cóndor” no se justificaba la existencia de un comando conjunto bajo las órdenes del jefe del Regimiento 12, argumento sostenido en que las operaciones de cada una de las fuerzas estacionadas en Pradera del Ganso estaban muy bien diferenciadas, y en que la doctrina militar vigente establecía las funciones de cada una de las armas. Según ella, y aplicada también en este caso en particular, de la Fuerza Aérea dependía el dar la seguridad interna al perímetro en donde estaban ubicadas las aeronaves de combate como así otros elementos propios, para evitar acciones del enemigo como sabotajes y / o golpes de mano. En contrapartida, la responsabilidad de la defensa del terreno fuera de los límites del aeródromo era para la unidad del Ejército que había sido designada para ejecutar tal misión. Esta circunstancia trajo aparejada una relación no exenta de tensiones entre el teniente coronel Piaggi y el vicecomodoro Pedrozo en determinados momentos y situaciones de la campaña, ya que a una misma dificultad se la solía apreciar desde dos distintos puntos de vista, aparentemente no compatibles entre sí. Además, el hecho de que Pedrozo fuera más antiguo que su par de Ejército tampoco contribuyó al objetivo perseguido por la directiva contenida en la mencionada orden. (c) Oscar Teves 2006 [/QUOTE]

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