Claro, podría ser. Hay un montón de excusas dando vueltas, pero cerrar el estrecho de Ormuz es jugar con fuego: sería arrinconar a Estados Unidos y, peor aún, a Trump en persona. Si le tocan el plan económico, nadie sabe cómo puede reaccionar. Por ahora, Irán va con cuidado, midiendo cada paso...