Si el Hombre Sin Cartas dificulta alcanzar un acuerdo, entonces tiene algunas cartas ¿No?.
Más en serio, me parece que Estados Unidos, frustrado con sus rebeldes, esta dispuesto a abandonar a Ucrania a su suerte. Habrá que ver si los Dispuestos pueden hacer más, además de envalentonar a Ucrania.
Porque, por lo visto, tanto Ucrania como los Dispuestos parecen aferrarse a la misma postura maximalista desde el principio de la guerra y sostener la confrontación hasta que Ucrania alcance una, cada vez más utópica, posición de fuerza para negociar. Básicamente, alargar la guerra indefinidamente. A Estados Unidos ya no le interesa eso, pero los Dispuestos y Ucrania parece que sí y lo adoptaron como agenda propia.
Lo cual también da a entender que, contrario a lo que se pensaba, Estados Unidos no tiene pleno control de lo que hacen Ucrania ni Europa. El llamado "Occidente" tiene varios caciques y no queda claro si Estados Unidos conserva el título de Gran Cacique.
Una de tantas consecuencias de esto es que Rusia apostó durante todos estos años a resolver este conflicto en una negociación bilateral entre Estados Unidos y Rusia. Entendiendo que el Gran Cacique tiene capacidad de imponer su voluntad en su zona de influencia. Al comenzar su mandato, la Administración Trump dio a entender que compartía esto.
Pero si hasta el Sin Cartas puede sacar alguna carta de la galera, entonces esa expectativa se frustra. Los Dispuestos logran meterse en la mesa de negociaciones que Estados Unidos y Rusia le retaceaban, pero en el mismo acto Estados Unidos abandona la mesa. El resultado es que Rusia se encontraría ante si con muchos interlocutores, cada uno con sus propia agenda, pero ninguno dispuesto a negociar nada.
La pregunta que me hago, si Ucrania y los Dispuestos son unos rebeldes testarudos que no se desaniman conque el Gran Cacique los abandone a su suerte, entonces ¿qué analizará y hará Rusia?
Parece, desde la perspectiva rusa, que la relación con Estados Unidos puede efectivamente normalizarse, incluyendo asuntos en otras regiones del globo y la normalización de los negocios. Constituiría un gran alivio por ese nado que le facilitaría sostener el conflicto con fuerzas renovadas.
Pero el conflicto en sí puede alargarse tanto que, sin diplomacia que ayude, se parece cada vez más a una guerra total de duración indefinida que sólo puede terminar con la derrota total del más débil o el primero que tire la toalla.
Me parece que si no hay novedades pronto, las esperanzas para alguna forma de paz se vuelve a alejar.
Más en serio, me parece que Estados Unidos, frustrado con sus rebeldes, esta dispuesto a abandonar a Ucrania a su suerte. Habrá que ver si los Dispuestos pueden hacer más, además de envalentonar a Ucrania.
Porque, por lo visto, tanto Ucrania como los Dispuestos parecen aferrarse a la misma postura maximalista desde el principio de la guerra y sostener la confrontación hasta que Ucrania alcance una, cada vez más utópica, posición de fuerza para negociar. Básicamente, alargar la guerra indefinidamente. A Estados Unidos ya no le interesa eso, pero los Dispuestos y Ucrania parece que sí y lo adoptaron como agenda propia.
Lo cual también da a entender que, contrario a lo que se pensaba, Estados Unidos no tiene pleno control de lo que hacen Ucrania ni Europa. El llamado "Occidente" tiene varios caciques y no queda claro si Estados Unidos conserva el título de Gran Cacique.
Una de tantas consecuencias de esto es que Rusia apostó durante todos estos años a resolver este conflicto en una negociación bilateral entre Estados Unidos y Rusia. Entendiendo que el Gran Cacique tiene capacidad de imponer su voluntad en su zona de influencia. Al comenzar su mandato, la Administración Trump dio a entender que compartía esto.
Pero si hasta el Sin Cartas puede sacar alguna carta de la galera, entonces esa expectativa se frustra. Los Dispuestos logran meterse en la mesa de negociaciones que Estados Unidos y Rusia le retaceaban, pero en el mismo acto Estados Unidos abandona la mesa. El resultado es que Rusia se encontraría ante si con muchos interlocutores, cada uno con sus propia agenda, pero ninguno dispuesto a negociar nada.
La pregunta que me hago, si Ucrania y los Dispuestos son unos rebeldes testarudos que no se desaniman conque el Gran Cacique los abandone a su suerte, entonces ¿qué analizará y hará Rusia?
Parece, desde la perspectiva rusa, que la relación con Estados Unidos puede efectivamente normalizarse, incluyendo asuntos en otras regiones del globo y la normalización de los negocios. Constituiría un gran alivio por ese nado que le facilitaría sostener el conflicto con fuerzas renovadas.
Pero el conflicto en sí puede alargarse tanto que, sin diplomacia que ayude, se parece cada vez más a una guerra total de duración indefinida que sólo puede terminar con la derrota total del más débil o el primero que tire la toalla.
Me parece que si no hay novedades pronto, las esperanzas para alguna forma de paz se vuelve a alejar.