Motor: 2 General Electric T700-GE-701C, 1940 HP cada motor, Velocidad máxima: 283 km/h a 4.000 pies; 294 km/h a 2.000 pies, Velocidad de crucero: 130 nudos, Autonomía: 2 horas sin tanques externos, 7,21 horas con tanques externos, Alcance: 315 mn (363 millas; 584 km) con tanques externos de 460 galones (1.741 L) 880 mn (1.012 millas; 1.630 km) con tanques externos de 1.360 galones (5.148 l) 1.200 mn (1.380 millas; 2.220 km), Techo operacional: 19.150 pies, Tripulación: 7, Armamento Misiles antitanque SpIke ER y LR, antiestructura Spike NLos, Ametralladoras multitubo GAU-19A calibre 0.50, tanto en los planos como para artilleros de compuerta, 2 Lanzacohetes del 70mm del tipo SkyFire-70 M1 y M2 o FAT EMA-66.
Reseña:
La Fuerza Aérea Colombiana incorporó en el año 1988 sus primeros UH-60 Black Hawk, destinados principalmente a tareas de transporte y misiones de asalto aéreo. Al presente la fuerza se ha convertido en uno de los principales usuarios a nivel mundial, con amplia experiencia en su utilización. De estas experiencias en operaciones contra la guerrilla surgió la necesidad y posibilidad de artillar a los UH-60, que hasta ese momento operaban en pares junto a los Bell 212 artillados, donde la diferencia de capacidades entre ambos helicópteros generó diversos inconvenientes. De esta necesidad surgiría el programa Arpia.
Los primeros estudios realizados mostraron que los UH-60 eran compatibles con diverso armamento utilizado por otras aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana. Luego de diversas evaluaciones y trabajos de adaptación el primer UH-60 artillado vería la luz en 1995, dando origen al estándar Arpia I. Esta primera versión estaba equipada con dos coheteras de 19 proyectiles cada una y dos pods de ametralladoras calibre .50; a su vez, se reforzó aún más la capacidad de fuego de los artilleros de compuerta que emplearían ametralladoras GAU-2B de 7,62 mm.
La combinación entre los UH-60, “Halcón”, y los AH-60L, “Arpía”, rindieron excelentes resultados en los despliegues realizados por la Fuerza Aérea Colombia contra las guerrillas irregulares. A las misiones de cobertura y protección de los UH-60, se sumaron misiones de apoyo de fuego requerido por las unidades en tierra. La situación llego al punto tal que las propias tripulaciones requirieron mayor capacidad de fuego para apoyar los despliegues. De esta manera surgiría un nuevo estándar denominado Arpía II.
Una de las criticas recibidas fue la poca capacidad de munición que poseían los pods de ametralladoras, limitados a 250 proyectiles cada uno. Dicha cuestión se solucionaría con el reemplazo de dicho armamento por ametralladoras GAU 19 de .50 mm que serían alimentadas con cajas de munición localizadas en el interior de helicóptero. A su vez las ametralladoras GAU-2B de 7.62 mm de las compuertas también fueron reemplazadas por las GAU 19 de 50.mm. No obstante, la principal característica fue la adición de un radar meteorológico aumentando su operatividad en el difícil y cambiante entorno selvático. También cabe destacar que la Fuerza Aérea Colombiana poseía la capacidad de vuelo nocturno desde 1992 con la incorporación de los primeros equipos NVG ANVIS 5.
No obstante, la versatilidad del diseño de los AH-60L permitía aún más margen de mejoras. Así en el año 2002, luego de estudios realizados junto a Sikorsky y Elbit se presento el nuevo estándar denominado Arpía III. La nueva versión incluía mejoras sustanciales como un Sistema Integrado de Entrega de Armas, que permitía una mejora en el desempeño, reduciendo el desgaste del armamento y munición.
El piloto y copiloto se vieron beneficias con la inclusión de nuevos cascos equipados con HUD (Head Up Display), que provenían disponer de información básica de la aeronave sin perder de vista los objetivos. Además, se equipo a los AH-60L de nuevos sistemas ópticos e infrarrojos, telemetro láser, y cámara CCD. El sistema EOP (Electro Optics Payload) permitía “enganchar” blancos que encuentren estáticos o en movimiento, a la par que brinda coordenadas de los mismo.
A nivel de protección los AH-60L fueron equipados con contramedidas de misiles con los cuales hacer frente al equipamiento mostrado por las guerrillas de las FARC, entre las que se encontraban misiles SAM 7. En total fueron modernizados a este estándar 12 unidades.
Frente a la disminución del conflicto irregular en Colombia, se sumó el fortalecimiento de las capacidades militares de países vecinos como Venezuela. Frente a esta situación, en el año 2015 se presento una actualización de las capacidades de los Arpía, conocida como estándar IV, que aumentaría sus capacidades para combatir a blancos terrestres.
Al ya presenté armamento montando entre ametralladoras de .50, coheteras, y capacidad de operación todo tiempo, los Arpia IV se verían reforzados con la inclusión de lanzadores de misiles antitanque. El modelo seleccionado sería el misil Spike fabricado y distribuido por la empresa Israelí RAFAEL. La aviónica de los helicópteros seria actualizada por medio del reemplazo del instrumental analógico restante por pantallas cuatro LCD multifunción. Los cascos de los pilotos serían modernizados con nuevas miras y display integrados (HMD) ANVIS/HUD-24.
Los sistemas de protección antimisil fueron cambiados por los más modernos “All in Small” de Elbit. Como características, los helicópteros fueron dotados de sistema Data Link que mejoró la coordinación y operatividad entre unidades.