Buscando brindar certezas para el programa tras diferentes idas y vueltas al respecto observables desde principios de año, las autoridades de la Fuerza Aérea de Portugal han indicado que continúan proyectando al F-35 como el reemplazo de sus cazas F-16, manteniéndose a la espera de una decisión política definitiva que les permita avanzar en las adquisiciones. La novedad en cuestión fue una de las apuntadas por el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea portuguesa, general Cartaxo Alves, durante una entrevista brindada recientemente a medios locales.

Recogiendo algunas de sus propias declaraciones: “Corresponde a la Fuerza Aérea determinar cuál es la mejor solución militar para una capacidad determinada. Naturalmente, corresponde entonces al poder político tomar la decisión final, sopesando ventajas, desventajas y riesgos, y decidiendo si se sigue o no ese camino (…) Somos plenamente conscientes de la firme postura adoptada por la mayoría de los países. Pero también debemos considerar factores como los plazos de entrega, tanto para aeronaves de quinta como de sexta generación. Estas opciones no son incompatibles. Si Portugal actúa correctamente, podríamos tener aeronaves de quinta generación y, posteriormente, de sexta generación entrando en servicio dentro de ese plazo.

F-35 - EE.UU.

Si bien de manera oficial el general sostuvo que el país se encuentra evaluando un amplio abanico de opciones respecto de cuál será la plataforma que reemplazará a los F-16, las palabras anteriormente citadas ineludiblemente apuntan a la intención de incorporar al F-35 y abrir el camino en el futuro hacia un modelo de sexta generación, contando hasta entonces las capacidades mas modernas con las que operan las Fuerzas Aéreas de Europa y sin caer en brechas de capacidades. Ello no necesariamente significa que se descarten por completo las compras de plataformas de cuarta generación, sino que mas bien, tal y como indicó el propio general Alves, podrían tener un rol complementario con las aeronaves de origen estadounidense.

Cabe recordar en este sentido, tal y como reportamos a finales del pasado mes de octubre, que Airbus ha buscado impulsar al caza Eurofighter como uno de los candidatos a reemplazar al F-16 como columna vertebral de las capacidades de la Fuerza Aérea de Portugal. Particularmente, la compañía incluso ya tiene firmado un Memorando de Entendimiento (MoU) con el Clúster Portugués de Industrias Aeronáuticas, Espaciales y de Defensa (AED Cluster Portugal), lo que le permitió iniciar estudios para perfilar una propuesta de venta concreta que también involucre a la industria local. Otras alternativas posibles yacen en los modelos Gripen E de la empresa sueca Saab, como así también los cazas Rafale, producidos por la empresa francesa Dassault.

Dos cazas F-16 de la Fuerza Aérea de Portugal

En cuánto a la cantidad de aeronaves que serían adquiridas, aún se mantiene sin especificar el número, pero la citada autoridad brindó una franja estimada de entre 14 y 28 aviones en total; un margen que no debería modificarse mas allá de la plataforma que sea finalmente seleccionada. Desde el aspecto financiero, el general Alves estimó que la inversión a ser realizada por Lisboa giraría entre los 3.000 y 4.800 millones de euros, una cifra menor a los 5.000 millones originalmente previstos pero que también está a la espera de una definición a pesar de que “las cifras no difieren mucho entre las distintas soluciones.

Independientemente de ello, resulta menester recordar que la flota de cazas F-16 en manos de la Fuerza Aérea portuguesa lleva operativa desde el año 1994, lo que implica una vida en servicio que ya supera las tres décadas. Aún cuando estos ejemplares fueron sometidos a programas de actualización MLU, las autoridades de la institución consideran que hace años era necesario avanzar en un proceso de que les brinde una aeronave sustituta de mayores capacidades, tomándose como ejemplo para ello los casos de Dinamarca o Noruega; países que hicieron lo propio entre el 2008 y 2009.

Un caza F-16 de la Fuerza Aérea de Portugal

Citando nuevamente al general Alves: “La Fuerza Aérea nunca había tenido un avión en servicio activo durante tantos años consecutivos: 31 años en el caso de los más recientes y casi 40 años en el caso del más antiguo de la segunda generación de F-16. Este proceso tuvo sus inconvenientes porque comenzó tarde, pero es positivo que haya comenzado (…) El reemplazo del F-16 debe ocurrir bajo todas estas circunstancias. De lo contrario, no cumplirá su propósito previsto. Está claro que el F-16 será reemplazado; este proceso se llevará a cabo y se está discutiendo con las autoridades pertinentes. Actualmente estamos ultimando todos los detalles.

Finalmente, resulta menester destacar que si bien Portugal apunta a la adquisición de una nueva flota de aeronaves, el proceso de modernización ha de concebirse desde una lente mas amplia. Algunas de las cuestiones incluidas en este listado, en absoluto exhaustivo, son la necesidad de sumar nuevos radares y sistemas de defensa aérea para fortalecer las capacidades de responder a potenciales amenazas; incluyendo también aquellos desplegados en territorios de ultramar. Para ello, el país se verá beneficiado por un impulso económico cercano a los 180 millones de euros que provendrían del programa SAFE, un nuevo mecanismo de financiamiento de la Unión Europea que busca reforzar las arcas de los miembros del bloque para llevar a cabo adquisiciones de defensa.

*Imágenes empleadas a modo ilustrativo

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