Como parte de su proceso de modernización y adaptación a las nuevas amenazas, la Marina de Brasil activó oficialmente su Escuadrón de Drones Tácticos de Reconocimiento y Ataque, una unidad dependiente del Cuerpo de Fuzileiros Navais. La ceremonia tuvo lugar en el Batallón de Combate Aéreo, con asiento de paz en el Complejo Naval de la Ilha do Governador, en Río de Janeiro. Con esta medida, la institución busca consolidar un salto tecnológico y doctrinario, alineando su estructura con las fuerzas armadas más avanzadas del mundo y reforzando su capacidad para operar en entornos donde la información y la precisión son determinantes.
Al respecto, el Comandante de Operaciones Navales, Almirante de Esquadra Claudio Henrique Mello de Almeida, destacó que la creación de esta unidad marca una nueva etapa en la doctrina de los Fuzileiros Navais, quienes deben mantenerse “en la vanguardia tecnológica y operativa”. Asimismo, expresó que el objetivo no es solo incorporar nuevos medios, sino dominar las técnicas que permitirán combatir en escenarios de creciente complejidad. Por su parte, el Almirante de Escuadra (FN) Carlos Chagas Vianna Braga, Comandante General del Cuerpo de Fuzileiros Navais, señaló que el nuevo escuadrón representa un cambio de paradigma ya que “Por mucho tiempo enseñamos a operar máquinas; ahora debemos aprender a operar con ellas, lado a lado, en un entorno donde muchas son autónomas”.
El Capitán de Mar y Guerra Rodrigo Rodrigues Fonseca, al mando del Batalhão de Combate Aéreo, resaltó que esta activación es mucho más que una reestructuración administrativa, puesto que se trata de la consolidación de un concepto operacional avanzado donde tecnología, información y precisión se integran para ampliar la capacidad de defensa del país y anticipar amenazas. Los drones de reconocimiento del nuevo escuadrón operarán con sensores electro-ópticos, infrarrojos y térmicos, lo que permitirá generar una conciencia situacional en tiempo real, elemento esencial para la toma de decisiones críticas en operaciones de combate o apoyo humanitario.
El componente no solo aporta capacidad de ataque mediante plataformas capaces de ejecutar misiones de ataque controlado, sino que también refuerza la capacidad disuasoria de la Marina, permitiendo respuestas calibradas y efectivas ante posibles agresiones. En paralelo, los sistemas de drones podrán emplearse en tareas de búsqueda y rescate, monitoreo ambiental o apoyo en situaciones de desastre, evidenciando un enfoque dual en su utilización. La institución ya proyecta la creación de una Escuela de Drones en el Centro de Instrucción Almirante Sylvio de Camargo (CIASC) y el fortalecimiento de la Unidad Fabril Expedicionaria (UFEx), capaz de fabricar y mantener componentes en campaña.
Esta tendencia no es exclusiva de Brasil. En octubre, el Ejército Colombiano activó su Batallón de Aeronaves No Tripuladas (BANOT), destinado a la detección, neutralización y operación de drones en el marco de su lucha contra amenazas aéreas no convencionales. Al igual que la Marina de Brasil, Colombia busca integrar de manera formal sistemas no tripulados en su estructura militar, reconociendo que el dominio del espacio aéreo mediante drones se ha convertido en un componente estratégico de la defensa moderna. Ambos casos evidencian una clara tendencia regional hacia la introducción de sistemas no tripulados y autónomos en el campo de batalla, donde la información y la autonomía tecnológica serán los nuevos pilares de la superioridad operacional.
*Créditos de las imágenes: Marina de Brasil.-
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