En horas de la tarde, sistemas de seguimiento online dieron cuenta de una importante novedad en la región del Caribe, por la cual dos cazas embarcados F/A-18 Super Hornet, presumiblemente operando desde el portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, realizaron un sobrevuelo sobre el Golfo de Venezuela. La presencia de estas dos aeronaves de combate, las cuales estuvieron apoyadas presumiblemente por otros activos, se suma a los recientes despliegues que la Armada de Estados Unidos viene realizando en la región, en el marco de la estrategia de la Casa Blanca de continuar presionando al Régimen Bolivariano, encabezado por Nicolás Maduro.

Siguiendo lo reportado desde diversas fuentes, las dos aeronaves realizaron un vuelo de cuarenta minutos de duración sobre espacio aéreo internacional del Golfo de Venezuela y poseían los indicativos “Rhino 11” y “Rhino 12”. Si bien no se han brindado detalles oficiales por parte de la Armada, como del Departamento de Guerra, ambas aeronaves pertenecieran al Grupo Aéreo Embarcado del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, el cual se encuentra operando en la región desde el pasado mes de noviembre.
Recientemente, el buque de propulsión nuclear y líder de nueva clase Gerald R. Ford, destinado a reemplazar a la actual clase Nimitz, completó una escala logística y descanso en las Islas Vírgenes de Estados Unidos. Desde diversas fuentes abiertas de información (OSINT) fue indicado que el buque zarpó desde el puerto de Frenchman’s Cove, en St. Thomas, poniendo rumbo hacia el sureste.
Posteriormente, y coincidiendo con esta novedad, desde la Armada de Estados Unidos publicaron en sus redes sociales la realización de operaciones en el Mar Caribe por parte del portaaviones, con especial protagonismo en sus aviones caza Super Hornet, y destacando el apoyo brindado en el área de responsabilidad del Comando Sur de EE.UU. y la Operación SOUTHERN SPEAR impulsada por el Departamento de Guerra.
En cuanto al área geográfica del despliegue, y al actual contexto de tensión que se vive en el Caribe, no puede dejarse de mencionar que los F/A-18 estadounidenses, en vistas de las distancias comprendidas dentro del golfo, podrían haber incurrido en una violación del espacio aéreo venezolano, provocando, o no, una respuesta por parte del régimen bolivariano.
Por brindar una mera descripción, el Golfo de Venezuela es un cuerpo de agua de aproximadamente 120,7 km de largo, de norte a sur, y 241,4 km de ancho, de este a oeste en sus puntos más extensos, mientras que su abertura en dirección al Mar Caribe, ubicado al norte, solo posee 83,7 km de ancho, y donde el espacio aéreo soberano de Venezuela, desde la costa, se extiende 19,3 kilómetros desde cada lado.
No obstante, y si bien no ingresaron también al Golfo de Venezuela, los sistemas de seguimiento también dieron cuenta de la presencia de aviones de guerra electrónica, también presumiblemente del USS Gerald R. Ford, los cuales realizaron una serie de órbitas sobre el Mar Caribe mientras los Super Hornet realizaban su vuelo.

La realización de este nuevo despliegue por parte de activos militares estadounidenses se suma a una cada vez más creciente lista registrada durante las pasadas semanas, la cual ya tiene en su haber la presencia de bombarderos estratégicos B-1B Lancer y B-52H Stratofortress, junto a cazas furtivos F-35B del Cuerpo de Marines; estos últimos operando desde Puerto Rico.
Actualmente, y reforzado por el arribo en noviembre del más moderno portaaviones nuclear de la flota de superficie norteamericana, se registra un despliegue de 15 mil efectivos en la región, junto a buques como destructores de misiles guiados, buques de asalto anfibio, tanto LPD como LHD, como embarcaciones de apoyo, al igual que aquellos activos desplegados desde Puerto Rico y, como los observados con el despliegue de radares, en Trinidad y Tobago.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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