Luego de más de seis décadas de servicio en tareas de exploración, patrullado marítimo y lucha antisubmarina, la Armada Argentina concretó oficialmente el retiro de sus aviones Grumman S-2T Turbo Tracker. La ceremonia de despedida tuvo lugar en la Base Aeronaval Comandante Espora (Pcia. de Buenos Aires, Argentina), donde la aeronave característica 2-AS-23 realizó su vuelo operativo final. La noticia, confirmada por Zona Militar el mes pasado, marca el cierre de una era que comenzó en 1962 con la llegada de los primeros Tracker al país.
Durante la tarde del 2 de diciembre, el 2-AS-23 despegó por última vez sobre los cielos de Bahía Blanca y, tras su aterrizaje, ejecutó su característico plegado de alas ante la presencia de las máximas autoridades de la Armada. Presidieron la ceremonia el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Carlos María Allievi; el Vicealmirante Marcelo Ricardo Flamini; el Contraalmirante Gustavo Fabián Lioi Pombo; y el Contraalmirante Román Enrique Olivero. También estuvieron presentes Veteranos de la Guerra de Malvinas, personal militar y civil de la Base Naval Puerto Belgrano, familiares y antiguos integrantes de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, quienes despidieron con emoción a uno de los símbolos más emblemáticos de la aviación naval moderna.
El acto incluyó una reseña histórica sobre las distintas generaciones de Tracker que sirvieron en el país. Las primeras seis unidades S-2A arribaron el 31 de mayo de 1962 a bordo del portaaviones ARA Independencia, marcando el inicio de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina. En 1978 se sumaron seis aeronaves S-2E, que ampliaron la capacidad operativa de la Armada en un contexto geopolítico complejo, particularmente en el sur del país. Estas aeronaves, por su singular capacidad de búsqueda y detección antisubmarina, fueron desplegadas durante las operaciones en el Canal Beagle en diciembre de 1978 y, luego en 1982, en el Conflicto del Atlántico Sur.
Durante el conflicto de Malvinas en 1982, los Tracker desempeñaron un papel fundamental. Inicialmente embarcados en el portaaviones ARA Veinticinco de Mayo, participaron en operaciones de exploración y patrulla antisubmarina sobre el Atlántico Sur, y tras el repliegue del portaaviones continuaron operando desde Río Grande y Río Gallegos. Su misión consistía en detectar la presencia de submarinos británicos y apoyar las operaciones de la Flota de Mar, volviendo a demostrar su valía en condiciones de combate real.
La oficial de ceremonia, Teniente de Fragata Soledad Ledesma, destacó que “En el año 1993, llegaría un importante salto tecnológico generacional para el 2-AS-23 al convertirse en el primero de su clase en ser enviado a Israel para su modificación según el proyecto ‘TATA’ (turbinización del avión Tracker argentino). Desde entonces, el Turbo Tracker continuó adiestrando tripulaciones, participando en ejercitaciones conjuntas y combinadas, operando en apoyo a las unidades de la Flota, realizando operaciones de exploración antisubmarina y de superficie, vuelos de control de espacios marítimos sobre la milla 200 y guardia SAR sobre aguas de jurisdicción nacional”.
Previo a su desprogramación, el 2-AS-23 protagonizó una emotiva gira de despedida que incluyó su paso por la Escuela de Aviación Militar en Córdoba. La visita fue registrada por numerosos fotógrafos aeronáuticos, destacando el interés que aún despierta el bimotor antisubmarino, última aeronave en servicio de su tipo en América del Sur. Días antes también había participado en la jornada de puertas abiertas en la Base Aeronaval Punta Indio, donde cientos de visitantes pudieron verlo de cerca por última vez.
En su discurso, el Comandante de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, Capitán de Corbeta Norberto Baumgartner, destacó la importancia del 2-AS-23 como testimonio vivo de la historia aeronaval argentina y la presencia de un Veterano de Guerra de Malvinas, el Capitán de Navío (RE) Juan José Membrana, como parte de la última tripulación. En este sentido expresó “A vos, querido Grumman Tracker, en todas tus versiones: este AS-23 representa nuestro cariño y respeto a tu nobleza. Gracias por cuidarnos y devolvernos a nuestros hogares”.
Seguidamente, el plegado de alas del 2-AS-23 simbolizó el cierre definitivo de una epopeya de la Aviación Naval. El S-2T Turbo Tracker deja tras de sí un legado de servicio y compromiso con la vigilancia y control del mar argentino. Su historia, forjada entre el rugir de las turbinas, el viento del Atlántico Sur y el sacrificio de sus tripulaciones, permanecerá grabada en la memoria de quienes vieron en él más que una aeronave: un guardián del mar y un emblema de la Armada Argentina.
*Créditos de las imágenes: Gaceta Marinera – Armada Argentina.-
Tal vez te interese: El patrullero ARA “Contraalmirante Cordero” y un P-3C Orión completaron nuevas operaciones de control y vigilancia del Mar Argentino
La pregunta es,cierra la escuadrilla aeronaval antisubmarina??
Entiendo que han sido reemplazados recientemente por unidades más modernas recién llegadas al país
Este avioncito le salvó el pellejo al portaviones 25 de Mayo en la guerra de Malvinas, de hecho los P3 Orion pueden llegar a reemplazarlos pero no vendría mal equipar a la flota con helicópteros más modernos.
Helicópteros antisubmarinos es lo que necesita ahora la escuadrilla aeronaval antisubmarina, sería el reemplazo acorde a los Tacker, puesto que el Orion, además de ser cuatrimotor y gastar mas, el Tracker era bimotor,si bien son antisubmarinos, ellos operan desde la escuadrilla aeronaval de exploración y su función principal es la vigilancia del mar argentino para el control de pesqueros ilegales, no tienen la función antisubmarina como principal misión, por algo operan en otra escuadrilla, por eso, el reemplazo de los Tracker deberían ser helicópteros antisubmarinos especificos que tengan la misma función del Tracker.
No entiendo, si el avión anda bien, y puede mantenerse operativo…porque se lo desprograma..aunque sea para vuelos fotográficos
Creo que si estos aviones estan operativos tienen que seguir operando
Si no hay otro remplazo
Dificultades para conseguir repuestos, ese es el argumento principal sumado al vencimiento de sus horas. Lo volvieron a poner en servicio para hacerle una despedida en estado operativo, este es el argumento de la Armada.
Cuando hice mi servicio militar mi primer destino después de recibir instrucción en Pto. Belgrano, fue la Base Aeronaval Ate. Zar en Trelew, allí tuve el placer de conocer un Tracker y subir a él. Jamás había visto un avión de guerra pero me llamó poderosamente la atención el espacio reducido de su interior y cantidad de aparatos e instrumentos que tenía. Gracias a la vida por darme ese placer.
Ahí estuve en 1979/80, los miraba al salir a patrullar y volver, lento y pesado en la altura, rápido por lo bajo; un gran honor haberlos conocido al igual a los otros aviones Navales como el aermacchi y A4Q…!!!
Considero que si llegó el momento de plegar sus alas, hay motivos suficientes, repuestos, mantenimiento, su vida útil llegó a su fin y como un grande pasó a retiro. 🇦🇷🇦🇷🇦🇷👏👏👏
Hice mi servicio militar en la Base Aeronaval Comandante Espora, pertenecia al comando de la Fuerza Aeronaval Nro. 2, donde la Escuadrilla Antisubmarina de los Tracker junto a las otras 4 Escuadrillas, integraban la Fuerza, lo conoci en vuelos de instruccion normal por la zona, para mi y a esa edad una experiencia de la que no me olvido hace ya mas o menos 50 años. Gratos recuerdos me trae la nota periodistica. Gracias
Un gran recuerdo de.mi querido Amigo Francisco Javier Diamante y a su Familia Ana Sofia, Sofia, Ernesto, Sebastian, Paquita y Ernesto. Javier perdió su vida piloteando e instruyendose a bordo de un Tracker. Hoy la noticia del plegado de las alas del último Tracker en servicio me llenó de emoción.
Tengo hermosos recuerdos de mi infancia cuando lo visitaba con mi hermano a mi padre suboficial mayor Juan Frete en el hangar cuando hacia guardia el estuvo hasta 1973 que se retiro, poderoso el Traker en su tarea antisubmarina.
Allá por el año 58 estaban los anfibios Catalina .
Buenos días!! Yo hice el servicio militar en esta base Aeronaval Comandante Espora!! Soy clase 72, y pude disfrutar mientras hacía la guardia de estos hermosos aviones desplegar sus alas y su sonido ,por eso lleva ese nombre por el ruido de sus motores, pude ver también a los super entendard, los helicópteros siking,los Alouette, llamados mosquitos ,que orgullo haber hecho el servicio militar!! Una pena que no se los dejen aunque sea pasear en el aire!!!
Gracias por todas las reseñas a este veterano del aire marino! Como admirador de todo lo que vuela, y si es un avión, mejor, me sensibiliza la baja de un noble avión como el Tracker! Puenso que tal vez se debería formar un grupo para tratar de conservar estos caballos de. Batalla , ya que somos más de un millón de “aeroadmiradores” que podemos “invertir” u$s 10 por año con estos fines y comprar los “restos” de estos aparatos que aún está enteros. Ya hay antecedentes, como el piloto de Sunchales que recuperó de Estados Unidos su avioneta con los que combatió en Malvinas! No se lo deberíamos haber comprado nosotros, los argentinos que le estamos tan agradecidos? Pongamos un poco de patriotismo y reconocimiento a nuestros Héroes, y si estan vivos, mejor!! Gracias!