Acorde ha sido deslizado por fuentes familiarizadas con la operación a medios especializados, los EE.UU. dieron su visto bueno a Australia para poder avanzar en la adquisición del nuevo misil aire-aire de largo alcance AIM-260A, lo que convertiría al país en el primer comprador internacional del armamento. La operación estaría destinada a reforzar el arsenal de los cazas de la Real Fuerza Aérea Australiana, cuya columna vertebral está compuesta por las aeronaves F/A-18F Super Hornet y F-35A Lightning II, aunque se trata de un acuerdo que busca traccionar al misil en cuestión para otras naciones aliadas de Washington en el Indo-Pacífico.

Profundizando en algunos de los detalles que se han dado a conocer, resulta destacable que el potencial contrato abarcaría un total de 450 misiles AIM-260A, como así también 30 ejemplares para ser empleados en pruebas. En conjunto, Canberra debería invertir una suma que gira en torno a los 2.600 millones de dólares por los misiles, monto que ascendería hasta 3.100 millones si se consideran también los diversos equipos y apoyo logístico adicionales para su incorporación a la ya mencionada institución. Mas aún, se espera que los primeros lotes sean entregados a partir del tercer trimestre del 2033, fecha que se condice con los cronogramas de entregas previstas para las tropas estadounidenses.
Cabe destacar en este punto, que la novedad resulta sorpresiva en tanto los EE.UU. aún no han publicado fotografías u otro tipo de material que permita brindar mayores precisiones sobre el AIM-260, siendo la US Navy la única que indicó que el misil se encontraba siendo sometido a pruebas a inicios de este mismo año; también manteniendo los pormenores al respecto bajo llave. En este sentido, el hecho de que se especule con una potencial venta a Australia resulta un indicativo de los avances logrados en el desarrollo, del mismo modo que ocurriría en caso de que se publiquen acuerdos similares con otros aliados estadounidenses interesados.

En línea con ello, ha de considerarse que el nuevo misil hasta ahora aludido no está plenamente operativo en la Fuerza Aérea de EE.UU. según ha sido indicado a medios locales durante el mes pasado, denotándose tan solo unas pocas unidades que forman parte de la capacidad operativa inicial que se habría alcanzado junto a la flota de cazas F-22; con otras variantes a la espera de seguir el mismo camino. Una vez se complete este proceso, se prevé que el misil pueda consolidarse como un sistema prestaciones considerablemente mayores a las del actual AMRAAM en términos de distancia, con estimaciones de analistas que rondan entre los 200 y 320 kilómetros.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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