El Ejército de Tierra de España lideró recientemente el ejercicio avanzado multinacional CIERVO IV, adiestramiento que se centró en el uso de tecnología de sistemas no tripulados. En el marco de la Multinational Brigade Task Force Slovakia, personal español encabezó las actividades que se centraron en el uso de drones así como en la evaluación u puesta en práctica de contramedidas.
Uno de los objetivos de CIERVO IV es ampliar y consolidar el uso de tecnología relacionada con sistemas no tripulados, aspecto que gran relevancia actual, tal como se puede apreciar en los campos de batalla de Ucrania, por ejemplo. Para este ejercicio, que se desarrolló en el campo de maniobras MTA Lešť, Eslovaquia, se contó con la presencia de efectivos pertenecientes a contingentes de España, República Checa, Eslovaquia y Portugal.
De acuerdo con lo informado por el Estado Mayor de la Defensa de España (EMAD), durante CIERVO IV “…más de 30 UAS volaron simultáneamente, combinando plataformas comerciales, drones FPV (First-person view) —capaces de enviar imágenes de vídeo en directo—disponibles en el mercado, además de sistemas de dotación del Ejército de Tierra, con el fin de reproducir escenarios realistas de saturación aérea…”.
De esta manera, las tropas de la OTAN intentan replicar condiciones de combate lo más próximas a la realidad, tal como se puede apreciar en los frentes de batalla de Ucrania. Vale destacar que, tanto las Fuerzas Armadas ucranianas como rusas, hacen un uso extensivo de sistemas no tripulados, los cuales no solo se limitan a los aéreos, sino que se han expandido a las dimensiones terrestres y marítimas.
La aplicación masiva de los drones ha llevado al concepto de “campo de batalla transparente”, donde son pocos o casi nulos los espacios sobre los cuales no hay algún tipo de control por parte de vehículos aéreos no tripulados. Además, la mejora de autonomía y alcance de los drones ha incrementado las distancias respecto a las líneas de contacto, ampliando considerablemente la brecha entre zonas calientes y seguras. Esto ha tenido un impacto directo en varios aspectos, desde el logístico al táctico.
Adiestramiento con drones y con el sistema CERVUS
Teniendo a cargo el desarrollo de CIERVO IV, Ejército de Tierra español realizó tres fases de adiestramiento. En la primera, se brindó instrucción a los operadores de drones, los cuales tenían como misión “…sostener un número constante de aeronaves en el aire y ejecutar cometidos de reconocimiento, transporte y suelta de cargas, así como misiones simuladas de impacto, coordinando acciones entre unidades y gestionando el espacio aéreo, las interferencias producidas y colisiones potenciales…”.
La segunda fase de CIERVO IV se centró en la instrucción del sistema de detección y anti-drones CERVUS. A lo largo de las actividades desarrolladas en el campo de maniobras MTA Lešť por las distintas unidades de maniobra, los equipos equipados con CERVIS detectaron y gestionaron “…un volumen excepcionalmente alto de drones simultáneos, lo que permitió evaluar su capacidad para procesar información compleja en ventanas de tiempo muy reducidas…”.
Por último se ejecutó la fase de verificación de capacidades de CERVUS, ocasión en la cual el sistema “…demostró un rendimiento solvente ante escenarios altamente dinámicos y de gran densidad aérea, confirmando su madurez operativa en escenarios complejos. Asimismo, el ejercicio permitió identificar aspectos que contribuirán a optimizar aún más sus capacidades y a reforzar su integración en el conjunto de la defensa C/UAS…”, detalló el EMAD en su comunicado.
Desde el Estado Mayor de la Defensa español se considera a CIERVO IV como un punto de partida para el desarrollo de las capacidades de drones y contramedidas, en el marco de la Multinational Brigade Task Force Slovakia, con la proyección puesta en explorar e implementar un concepto de protección basado en capas complementarias.
Imagen de portada: EMAD
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