En medio de un intenso debate político, el gobierno del presidente Gustavo Petro defendió la reciente adquisición de 17 cazas Saab Gripen E/F destinados a reemplazar a la flota de cazas IAI Kfir de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC). La operación, valuada en aproximadamente 4.400 millones de dólares, incluye un amplio paquete de compensaciones industriales, mantenimiento, repuestos, transferencia tecnológica y apoyo logístico, consolidando uno de los contratos de defensa más importantes en la historia reciente del país.
A través de un extenso mensaje en su cuenta oficial de la red social X, el presidente Petro respondió a las acusaciones de sobrecosto difundidas por sectores opositores y algunos medios. Al respecto afirmó que “Con mucha ignorancia, periodistas de la oposición afirman que los aviones Gripen, comprados por mi gobierno, tienen sobrecostos. Ni siquiera se leyeron el contrato. Se olvidaron que son aviones nuevos con offset y mantenimiento incluido, con repuestos y transferencia tecnológica. Comparen con los F-16 que nos vendían de tercera mano, o con los Rafale franceses que estuve tentado a comprar”
Desde el Ministerio de Defensa se anunció que el contrato firmado con la empresa sueca Saab estipula la entrega escalonada de las aeronaves entre 2028 y 2032, con precios fijos y cláusulas de protección ante fluctuaciones del mercado. Además de las 17 aeronaves Gripen E/F, el paquete incluye radares AESA, sistemas IRST, guerra electrónica, armamento inteligente, un centro de simulación con cuatro cabinas interconectadas y acompañamiento técnico durante los primeros tres años de transición operacional.
Saab y el gobierno sueco confirmaron que no existen vetos ni restricciones de Estados Unidos sobre la transferencia tecnológica de los componentes incluidos en el acuerdo.Pese a ello, la compra ha sido blanco de críticas por parte de la oposición. Abelardo De la Espriella, candidato opositor que aspira suceder a Gustavo Petro en 2026, pidió públicamente al gobierno de los EE.UU imponer un veto temporal al contrato, apelando a la presencia de componentes estadounidenses, en particular, los motores General Electric F414G, bajo regulación ITAR. Su solicitud, dirigida al presidente estadounidense, al Departamento de Defensa y al Secretario de Estado Marco Rubio, busca congelar la exportación de dichos motores hasta que el próximo gobierno colombiano revise los términos del acuerdo. De la Espriella argumentó que la operación podría tener fines electorales y reclamó mayor transparencia sobre los costos y compensaciones del contrato.
El gobierno respondió a estos señalamientos asegurando que el proceso se desarrolló con total transparencia y que se llevaron a cabo reuniones públicas con autoridades de Saab en Estocolmo y Bogotá. Petro reiteró que su administración no ha permitido ni permitirá “pagos de comisión o actos de corrupción” en contratos de defensa. Subrayó que el acuerdo con Suecia no solo fortalece la capacidad militar de Colombia, sino que también permitirá una rápida integración industrial y tecnológica junto con Brasil, el otro operador regional del Gripen.
Las críticas sobre el incremento del costo unitario, el cual fue elevado de aproximadamente 110 a 120 millones de dólares estadounidenses a 250 millones por avión, fueron justificadas por el Ejecutivo al considerar que el monto final incluye mantenimiento, soporte logístico, entrenamiento, sistemas de armas y compensaciones industriales. Según el Ministerio de Defensa, el Convenio de Cooperación Industrial y Social (offset) asociado al contrato generará transferencia tecnológica y beneficios en áreas civiles como salud, vivienda y transición energética, fortaleciendo la base industrial del país.
Finalmente, Petro reafirmó que su gobierno continuará con la política de independencia en materia de defensa y anunció un nuevo Conpes para potenciar la producción nacional de armamento, blindajes, drones y equipos aéreos y terrestres. Con la llegada de los primeros Gripen prevista para 2027, la Fuerza Aeroespacial Colombiana iniciará una nueva etapa de modernización, situándose junto a Brasil como los dos únicos países de América del Sur en operar los nuevos cazas suecos.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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