El Grupo de Ataque del portaaviones de propulsión nuclear USS Gerald R. Ford (CVN-78), junto a sus respectivos buques de escoltas, iniciaron oficialmente sus operaciones en el Caribe bajo el área de responsabilidad del Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM). El despliegue forma parte de la campaña estadounidense para reforzar la presencia naval en la región y apoyar las directivas orientadas a desarticular Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs) que operan en América Central y del Sur.

El inicio de las operaciones se produce tras la orden emitida por el Secretario de Guerra, Pete Hegseth, para que el Grupo de Ataque apoyara la directiva presidencial destinada a contrarrestar a las TCOs y al narco-terrorismo. “Mediante un compromiso inquebrantable y el uso preciso de nuestras fuerzas, estamos preparados para combatir las amenazas transnacionales que buscan desestabilizar nuestra región” señaló el almirante Alvin Holsey, comandante de SOUTHCOM. “El despliegue del Grupo de Ataque del Portaaviones USS Gerald R. Ford representa un paso fundamental para reforzar nuestra determinación de proteger la seguridad del hemisferio occidental y la seguridad de la patria estadounidense”, añadió.
La llegada del portaaviones al Caribe marca una nueva fase del despliegue. El 24 de octubre, el Secretario de Guerra ordenó al grupo abandonar el Mediterráneo y dirigirse al área de responsabilidad de SOUTHCOM. El 4 de noviembre, el USS Gerald R. Ford cruzó el estrecho de Gibraltar escoltado por la fragata española Numancia (F-83), completando su tránsito hacia la región para integrarse formalmente a las operaciones.
El Grupo de Ataque se suma a unidades que ya operan en el área, entre ellas los destructores USS Stockdale (DDG-106) y USS Gravely (DDG-107), el crucero de misiles guiados USS Lake Erie (CG-70) y los buques anfibios USS Iwo Jima (LHD-7), USS Fort Lauderdale (LPD-28) y USS San Antonio (LPD-17). El Iwo Jima Amphibious Ready Group navega con la 22.ª Fuerza Expedicionaria del Cuerpo de Marines. De manera paralela, también operan en el Caribe los buques destructores USS Bainbridge (DDG-96) y USS Mahan (DDG-72), además del buque de mando para defensa aérea y antimisiles USS Winston S. Churchill (DDG-81), integrados al despliegue del Gerald R. Ford.

El contralmirante Paul Lanzilotta, comandante del Carrier Strike Group 12, destacó el rol asignado a la fuerza: “Los líderes de nuestra nación han recurrido al Grupo de Ataque de Portaaviones Gerald R. Ford como la plataforma más capaz, adaptable y letal del mundo para estar donde y cuando se necesite. Nuestra fuerza reforzará las capacidades existentes para proteger la seguridad y la prosperidad de nuestra nación contra el narcoterrorismo en el hemisferio occidental”.
El USS Gerald R. Ford opera con más de 4.000 marinos y docenas de aeronaves de combate y apoyo. El portaaviones, el más modernos de la Armada de EE.UU., puede desplegar y recuperar aeronaves de ala fija de manera simultánea, de día o de noche, en apoyo a las operaciones asignadas. El despliegue actual continúa las actividades iniciadas tras su partida del 24 de junio de 2025, cuando la fuerza llevó a cabo operaciones multidominio en el Atlántico, el Ártico y el Mediterráneo, participó en los ejercicios de la OTAN Neptune Strike 25-2 y 25-3 y realizó escalas en puertos de Croacia, Francia, Alemania, Noruega y España.
El 13 de noviembre, como parte del refuerzo de la presencia militar estadounidense en el Caribe, el portaaviones realizó maniobras conjuntas con un bombardero estratégico B-52H Stratofortress. La actividad también integró a ocho F/A-18E/F Super Hornet del Carrier Air Wing Eight y formó parte de las operaciones interagenciales destinadas a vigilancia, interdicción y desarticulación de redes vinculadas al narcotráfico y a organizaciones criminales transnacionales. Los escuadrones 31, 37, 87 y 213 operaron junto al B-52H como una fuerza conjunta multidominio, en ejercicios que también incluyeron al destructor USS Bainbridge (DDG-96).

Estas actividades se desarrollan en el marco de una campaña de vigilancia, patrullaje y disuasión mantenida por EE. UU. en el Caribe desde septiembre, reforzada con el despliegue de bombarderos B-1B Lancer, drones MQ-9 Reaper, cazas F-35B y unidades anfibias como el USS Iwo Jima. La operación se integra a los esfuerzos de Operation Southern Spear, iniciativa del Departamento de Guerra destinada a detectar, interrumpir y degradar redes ilícitas transnacionales en el hemisferio occidental.
Con este despliegue, las fuerzas militares estadounidenses buscan ampliar la capacidad de vigilancia y respuesta frente a actividades ilícitas en el Caribe y fortalecer la cooperación regional en materia de seguridad marítima.
*Imagen de portada obtenida del Comando Sur de los EE.UU.
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