Sandia National Laboratories, en conjunto con la National Nuclear Security Administration (NNSA), llevó a cabo una serie de pruebas de vuelo del arsenal estratégico en el Tonopah Test Range, Nevada. Las operaciones, que contaron con el apoyo logístico y la generación de aeronaves desde la base de la Fuerza Aérea Hill en Utah, se desarrollaron entre el 19 y el 21 de agosto y concluyeron con resultados positivos. Durante los ensayos, unidades inertes de la bomba nuclear de caída libre B61-12 fueron transportadas y liberadas por un cazabombardero F-35A Lightning II, lo que permitió evaluar el desempeño del sistema.

Las pruebas de agosto fueron las únicas del año en las que se emplearon ensamblajes de prueba conjunta de la B61-12 en un F-35A. Con ello se verificó la confiabilidad integral del avión, su tripulación y el sistema de armas en misiones completas. Además, esta campaña incluyó por primera vez la preacondición térmica de un ensamblaje de prueba antes de su porte en un F-35A, lo que permitió validar los requisitos ambientales de la B61-12 en un escenario operativo real.

A Sandian confirms that telemetry is working properly with an F-35 aircraft, equipped with a B61-12 joint test assembly

Jeffrey Boyd, responsable de vigilancia de los programas B61-12 y B61-13 en Sandia, destacó el esfuerzo conjunto realizado para concretar los ensayos. “Estas pruebas de vuelo de la B61-12 con el F-35A y el ensayo de transporte cautivo fueron el logro final de una enorme cantidad de planificación y trabajo por parte de todos los involucrados, no solo en Sandia, sino también en muchas otras agencias”, señaló. Añadió que estos ensayos “representan la culminación del mayor número de pruebas de vigilancia de vuelo de la B61-12 realizadas en un año hasta la fecha y el mayor volumen previsto en los próximos años”.

Por su parte, Brian Adkins, gerente del Tonopah Test Range, explicó que los días de prueba exigen ajustes permanentes para garantizar una ejecución segura. “La coordinación expedita de todo el equipo de prueba resultó en dos días exitosos de ensayos para evaluar tres activos”, afirmó.

La cooperación entre Sandia, el personal de pruebas operativas del polígono y la Fuerza Aérea de EE.UU. contribuye a la evaluación continua de la precisión y confiabilidad del F-35A para diversas misiones. Los datos obtenidos serán analizados para fortalecer las capacidades técnicas de Sandia y apoyar su misión en materia de seguridad nacional. En 2024, la NNSA completó el programa de extensión de vida útil de la B61-12, que prolongará el servicio del arma por al menos dos décadas.

Two B61-12 joint test assemblies loaded on an F-35 aircraft for a flight test on Aug. 19

Contexto: reanudación de ensayos nucleares anunciada por el presidente Trump

El anuncio de estas pruebas ocurre en paralelo a una comunicación pública del presidente de los EE.UU., Donald Trump, quien declaró hace unas semanas su decisión de reanudar los “ensayos nucleares” tras más de treinta años sin detonaciones. En su red social, el mandatario afirmó: “EE.UU. posee más armas nucleares que cualquier otro país. Esto se logró, incluyendo una completa modernización y renovación del arsenal existente, durante mi primer mandato. Debido a su tremendo poder destructivo, ¡me resultó muy difícil hacerlo, pero no tenía otra opción! Rusia ocupa el segundo lugar, y China un distante tercer puesto, pero la situación se igualará en cinco años. Debido a los programas de pruebas de otros países, he instruido al Departamento de Guerra para que inicie las pruebas de nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Este proceso comenzará de inmediato. ¡Gracias por su atención! PRESIDENTE DONALD J. TRUMP”.

El mensaje presidencial implica un cambio respecto de la política que se mantenía desde 1992, año de la última detonación estadounidense, y de la moratoria que continuó tras el fin de la Guerra Fría. La decisión tiene efectos inmediatos en el entorno estratégico internacional, especialmente en un contexto marcado por el avance de las capacidades militares de Rusia y China.

A Sandia technologist keeps a watchful eye prior to loading a B61-12 joint test assembly into an F-35 aircraft for thermal conditioning tests

En el plano jurídico, el anuncio se relaciona con el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), adoptado en 1996. El Artículo 1 del instrumento establece: “Cada Estado Parte se compromete a no realizar ninguna explosión de ensayo de armas nucleares o cualquier otra explosión nuclear y a prohibir y prevenir cualquier explosión nuclear de esta índole en cualquier lugar sometido a su jurisdicción o control”. Si bien el tratado fue firmado por EE.UU., nunca fue ratificado, por lo que su entrada en vigor plena depende aún del cumplimiento de ese requisito por parte de varios Estados enumerados en el Anexo II.

La instrucción presidencial de reiniciar ensayos representa un punto de inflexión en la política de no detonaciones sostenida por más de tres décadas. Su implementación efectiva dependerá de factores técnicos, diplomáticos y políticos, así como de la capacidad del sistema internacional para ejercer mecanismos de verificación y presión en un escenario estratégico cada vez más competitivo.

*Imágenes obtenidas de Sandia National Laboratories.

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