Durante el curso del día de ayer, la Real Fuerza Aérea británica dio a conocer que ha reforzado las defensas aéreas de Bélgica con el despliegue de sistemas anti-drones, respondiendo ello a un pedido de asistencia por parte de Bruselas para contrarrestar la creciente actividad de sistemas no tripulados que carecen de la autorización para sobrevolar sus cielos. La novedad en cuestión, se produce en momentos donde los países de la OTAN se mantienen en alerta constante por las amenazas híbridas que enfrentan de forma diaria, especialmente en torno a sus principales aeropuertos y bases militares.
Refiriéndose a la decisión tomada, el secretario de defensa John Healey afirmaba: “Cuando nuestros aliados de la OTAN nos necesitan, respondemos. Bélgica solicitó apoyo urgente para contrarrestar la actividad de drones no autorizados en sus bases militares, por lo que he ordenado el despliegue inmediato de un pequeño equipo de especialistas de la RAF. Ante el aumento de las amenazas híbridas, nuestra fortaleza reside en nuestras alianzas y en nuestra determinación colectiva para defender, disuadir y proteger nuestra infraestructura crítica y nuestro espacio aéreo.”

En otro fragmento del mismo comunicado oficial que fue publicado por la RAF, el mariscal del aire Harv Smyth se manifestó en la misma línea, deslizando que Rusia es la principal impulsora de estas amenazas híbridas a la par con el avance de las nuevas tecnologías; antes consideradas armamento no convencional, y ahora, parte de la actividad cotidiana para la defensa de los países occidentales. En ese sentido, destacó que el Reino Unido ha realizado importantes inversiones en sistemas capaces de contrarrestarlas, como así también en la formación de personal para consolidarse en Europa como uno de los países mas abocados al abordaje de esta creciente problemática.
Ampliando en detalles, podemos mencionar que en el caso de Bélgica, se desplegó a personal altamente especializado en el combate anti-drones perteneciente al Ala n°2 de Sistemas Aéreos No Tripulados del Regimiento de la RAF junto a equipos avanzados para proteger infraestructura crítica. Desde la empresa italiana Leonardo, se indicó que se trata de los sistemas ORCUS (la versión británica del sistema Falcon Shield), los cuáles cuentan con la capacidad de detectar y neutralizar la amenaza que representan los sistemas no tripulados de forma rápida, reduciendo así el peligro tangible que estos representan para actividades de relevancia tales como lo son los vuelos civiles o para la propia seguridad de las bases militares.

Resulta de utilidad destacar además, que desde Francia y Alemania también se decidió aportar unidades especializadas en el combate contra amenazas no tripuladas para reforzar la defensa aérea belga, configurando en conjunto una importante red de cobertura sobre instalaciones clave. A la par que estas cuestiones tienen lugar, Bruselas avanza en un plan de emergencia que le facilite la adquisición de equipos para derribarlos y sistemas de radar avanzados para ampliar el rango de detección actual.
Finalmente, es menester considerar que el despliegue sobre territorio belga no es el único que las unidades de la Real Fuerza Aérea británica han concretado en los últimos meses para contribuir a la defensa de sus aliados contra las amenazas híbridas hasta ahora aludidas, resultando un ejemplo ilustrativo el caso de Dinamarca. En el mes de octubre, se dio a conocer que la institución brindó apoyo a Copenhague con los mismos sistemas ORCUS mientras la ciudad era anfitriona de dos importantes cumbres políticas en el marco de la Unión Europea, ocasiones en las que también se sumaron equipos desde otros aliados continentales con el mismo fin.
*Créditos de las imágenes: Real Fuerza Aérea británica
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