En línea con los planes de modernización de la institución, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos continúa dando pasos hacia adelante en el retiro de sus cazas F-15C Eagle de sus antiguos puntos de despliegue, esto tras mas de cuatro décadas en servicio que tiene la plataforma en su haber. Particularmente, en fechas recientes se ha observado la partida de los tres últimos de estos cazas pertenecientes a la 104° Ala de Cazas que tenían asiento en la Base de la Guardia Nacional Aérea Barnes, situada en el estado de Massachusetts, hacia el llamado “cementerio de aviones” que existe en la Base Aérea Davis-Monthan localizada en Arizona.

De esta manera, los F-15C de la USAF han puesto un cierre a la historia de dieciocho años que los ha vinculado a la mencionada base Barnes, punto desde donde han fungido como parte de los escuadrones de alerta temprana bajo el mando del North American Aerospace Defense Command (NORAD). En el futuro cercano, las capacidades de la 104° Ala de Cazas se verá renovada de forma considerable con la llegada de hasta 20 cazas furtivos F-35 fabricados por Lockheed Martin en su línea de ensamblaje de Fort Worth (Texas), los cuáles deberían arribar a manos de los pilotos de la unidad durante el próximo verano.
Recogiendo algunas declaraciones oficiales al respecto, es posible citar al teniente primero Kyle Eckert del 131° Escuadrón de Caza, quién llevó a cabo el vuelo de despedida de una de los tres ejemplares recientemente retirados: “Fue un momento agridulce poder ser el último F-15 en despegar de Barnes y cerrar oficialmente ese capítulo para nosotros; fue una sensación muy surrealista y especial, sin duda.” Los otros dos pilotos restantes fueron el coronel David Halasi-Kun y el teniente primero Erik Flynn, el cuál ya está a la espera de llevar a cabo su adiestramiento en el F-35 junto al propio Eckert.

Si ampliamos la lente sobre el proceso de modernización en el que se encuentra inmersa la institución, resalta a la vista que los planes originales planteaban el retiro de la plataforma F-15C para el año fiscal 2026 con el objetivo de hacer lugar a las aeronaves de quinta generación antes citadas, arguyendo entre otras cosas que cerca del 75% de la flota de estos cazas ya muestran limitaciones técnicas en términos de velocidades o fuerza G que son capaces de soportar durante el vuelo debido a su fatiga estructural. Muestra ilustrativa de ello puede hallarse si se observa el caso de las aeronaves otrora desplegadas en Japón, específicamente en la Base Aérea de Kadena, donde la fuerza prefirió retirar al F-15C de una zona estratégica marcada por creciente poderío aéreo chino.
No obstante, tal y como reportamos el pasado 6 de noviembre, en el documento titulado “Long-Term Fighter Force Structure” la Fuerza Aérea estadounidense deslizó la posibilidad de que las aeronaves aún operativas extiendan su servicio en la institución hasta el año 2030. En números concretos, se recoge que unos 42 ejemplares podrían llegar hasta el año 2028, mientras que 21 de ellos permanecerían en los inventarios de la USAF hasta inicios de la próxima década; cuando el F-15C sería retirado por completo. Pensando hacia adelante en el tiempo, la fuerza buscará que el vacío dejado por esta decisión sea llenado por la mas moderna variante F-15EX, como así también por los F-35 y, de manera temporal hasta que se completen las flotas, por despliegues temporales de cazas F-16 y F-22.
*Imagen de portada: Melanie Casineau – USAF
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