Con un fuerte mensaje de confianza en la industria aeronáutica nacional, el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, general Sohn Seok-rak, participó recientemente en un vuelo de prueba del nuevo caza de generación 4,5 KF-21 Boramae. La actividad tuvo lugar en la Base Aérea de Sacheon, provincia de Gyeongsang del Sur, donde Sohn evaluó personalmente las capacidades de la aeronave desarrollada por Korea Aerospace Industries (KAI).
Durante el vuelo, realizado junto a otro piloto de la fuerza, el jefe de la ROKAF puso a prueba los sistemas de control de vuelo, aviónica y motores, ejecutando maniobras de ascenso, virajes y vuelo a alta velocidad. Asimismo, verificó el rendimiento del radar AESA (Active Electronically Scanned Array) y empleó el Sistema de Entrenamiento Electrónico (ETS) para simular el lanzamiento de un misil aire-aire, en un ejercicio orientado a validar la integración operativa del sistema de armas.
El programa KF-21 Boramae es uno de los desarrollos más ambiciosos de la industria de defensa surcoreana y de la Fuerza Aérea. Iniciado en 2016, el proyecto es llevado adelante por KAI en cooperación con Indonesia, que se comprometió a financiar alrededor del 20% de los costos a cambio de transferencia tecnológica y la futura producción de 48 aeronaves para su propia fuerza. Pese a los retrasos en los pagos por parte de Yakarta, los vuelos de prueba realizados por pilotos indonesios entre 2023 y 2025 consolidaron la voluntad de ambas naciones de mantener el programa conjunto.
En cuanto a su estado actual, el KF-21 ha superado con éxito múltiples pruebas de vuelo y armamento, encontrándose ya en la fase de preproducción del Bloque I, compuesta por 40 aeronaves, cuya entrega está prevista a partir de 2026, con finalización en 2028. Posteriormente, se iniciará la producción del Bloque II, que comprenderá 80 cazas con capacidades ampliadas en combate aire-aire y aire-tierra, extendiendo las entregas hasta 2032. En conjunto, la Fuerza Aérea de Corea del Sur proyecta incorporar 120 unidades, destinadas a reemplazar a los F-4E Phantom II ya retirados y a los F-5 Tiger II aún en servicio.
Es importante mencionar que posteriormente, el Bloque I dará paso al Bloque II compuesto por 80 aeronaves con capacidades expandidas en términos de combate aire-aire y aire-tierra, en línea con la maduración de la plataforma, y fijando que la entregas se extiendan hasta el año 2032. En línea con esto último, la Fuerza Aérea de la República de Corea proyecta contar con una flota de hasta 120 KF-21 Boramae, los cuales se constituirán como el reemplazo definitivo de los F-4E Phantom II ya dado de baja y F-5 Tiger II.
Desde el punto de vista técnico, el KF-21 Boramae cuenta con una autonomía estimada de 1.550 millas náuticas, un peso máximo al despegue de 56.000 libras y una carga útil de 17.000 libras. Su planta motriz está compuesta por dos turbofanes General Electric F414-GE-400K, capaces de proporcionar un empuje combinado de 44.000 libras y alcanzar velocidades de hasta Mach 1.8. Si bien no alcanza el nivel de furtividad de un F-35, su diseño de baja observabilidad y costo reducido lo posicionan como una alternativa estratégica para reforzar las capacidades aéreas surcoreanas con tecnología propia.
Finalmente, una de las últimas noticias se dio el mes pasado, cuando se confirmó que MBDA y Korean Aerospace Industries (KAI) firmaron un nuevo Memorando de Entendimiento (MoU) para la integración del misil aire-superficie SPEAR, marcando un nuevo avance en la cooperación entre ambas compañías y busca fortalecer las capacidades de ataque de precisión del nuevo avión de combate surcoreano. El misil, propulsado por un motor turbojet y equipado con una ojiva de precisión y un buscador multisensor avanzado, puede atacar una amplia gama de objetivos terrestres y marítimos más allá del horizonte visual.
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