La Fuerza Aérea de Estados Unidos desplegó recientemente nuevos sistemas anti-drones en apoyo a su ala de bombarderos estratégicos durante un ejercicio realizado en la Base Aérea de Minot, Dakota del Norte. En el marco de estas operaciones, el Comando Norte (USNORTHCOM) certificó de manera operativa el denominado Counter-small Unmanned Aerial System Fly-Away Kit, una nueva capacidad móvil destinada a detectar, rastrear e interceptar pequeños drones que puedan amenazar instalaciones y aeronaves militares.

El ejercicio tuvo como propósito comprobar la capacidad de despliegue rápido del sistema, desde su traslado aéreo e instalación hasta la ejecución de misiones de defensa activa y posterior repliegue. En el transcurso de las operaciones se llevaron a cabo más de un centenar de interacciones simuladas con objetivos aéreos, lo que permitió certificar el conjunto como una herramienta operativa capaz de ofrecer protección inmediata ante amenazas de UAS en territorio continental.
El fly-away kit es un sistema modular que integra sensores y efectores para detectar, rastrear, identificar y mitigar amenazas de drones. Entre sus componentes figuran el remolque sensor Heimdal (radar, ópticas térmicas y sistema 360°), los interceptores autónomos Anvil, el efector de guerra electrónica Pulsar —orientado a detección y negación de señales RF— y el sensor infrarrojo Wisp, con capacidades de análisis por inteligencia artificial. La gestión y enlace entre sensores y efectores se realiza mediante la arquitectura de mando y control Lattice.

Es importante mencionar que la certificación del USNORTHCOM adquiere una relevancia particular al haberse llevado a cabo en Minot Air Force Base, instalación que alberga parte de la flota de bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress. La actividad coincidió además con un nuevo despliegue de estas aeronaves en el marco de misiones de patrullaje y presencia global en el Caribe , reforzando la necesidad de contar con sistemas capaces de proteger unidades y activos de alto valor frente a amenazas como los drones. En ese sentido, el ensayo permitió evaluar el empleo del kit en un entorno operativo real, asociado a operaciones de la fuerza estratégica de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Con esta certificación, USNORTHCOM pone en servicio una nueva capacidad de defensa móvil antidrones, pensada para proteger instalaciones estratégicas y activos de alto valor en Estados Unidos. El sistema —ya probado en el ejercicio Falcon Peak 25.2 en Eglin AFB— marca la transición de la fase experimental a la operativa, consolidando una capacidad de respuesta rápida frente a amenazas emergentes en el espacio aéreo militar.
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