Ante un entorno regional marcado por el incremento de la actividad militar de China en el Indo-Pacífico, Japón está buscando reforzar sus capacidades militares a través de una importante incorporación de sistemas no tripulados. En ese contexto, y dentro del presupuesto de defensa para el año 2026, el Ministerio de Defensa de Japón anunció la creación de una defensa litoral sincronizada, híbrida, integrada y mejorada, denominada SHIELD (Synchronized, Hybrid, Integrated and Enhanced Littoral Defense), como una de las prioridades estratégicas de su nueva planificación militar.

En tal sentido, el informe del presupuesto señala que la iniciativa busca establecer una arquitectura de defensa asimétrica basada en sistema no tripulados – aéreos, navales y submarinos – que refuercen la capacidad de respuesta ante amenazas en el entorno marítimo y costeros japonés. El documento oficial señala que el objetivo de SHIELD es adaptarse a la rápida evolución tecnológica y al incremento del uso de plataformas autónomas por parte de potencias extranjeras, subrayando que “la naturaleza de la guerra ha cambiado significativamente con la proliferación de sistemas no tripulados y el avance de la innovación tecnológica en varios países”.
Según el presupuesto, el programa SHIELD contará con una inversión de 128.7 mil millones de yenes ( alrededor de USD 850)durante el ejercicio 2026, destinados al desarrollo de vehículos aéreos, de superficie y submarinos no tripulados. Entre las plataformas incluidas se encuentran los Small Attack UAV I, II y III, los UAV lanzados desde buques, los vehículos de superficie no tripulado (USV, por sus siglas en inglé) , los vehículos no tripulados submarinos (UUV) de menor tamaño y nuevos drones de ataque y reconocimiento diseñados para reforzar la vigilancia y defensa costera.

El Ministerio de Defensa planea además la introducción de un sistema de control temprano y simultáneo que permita la operación conjunta de estos distintos medios no tripulados bajo una sola red de mando y control. Este enfoque integrará las capacidades de las Fuerzas Terrestres, Marítimas y Aéreas de Autodefensa (GSDF, MSDF y ASDF), conformando una defensa costera en capas que combine vigilancia, respuesta y ataque en tiempo real.
Actualmente, Japón cuenta con una cartera variada de sistemas aéreos no tripulados (UAV) que se encuentran en distintas fases de operación, prueba y desarrollo, en el marco del proceso de modernización de sus Fuerzas de Autodefensa. En el ámbito de la vigilancia marítima y de largo alcance, la Fuerza Marítima de Autodefensa (JMSDF) opera los drones MQ-9B SeaGuardian, empleados para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) sobre amplias áreas oceánicas. Asimismo, en enero de 2025, la JMSDF seleccionó al dron V-BAT de la empresa estadounidense Shield AI como su futuro sistema embarcado para misiones ISR, destinado a operar desde buques de guerra, aunque su entrega aún está pendiente.

Finalmente, es importante remarca que la implementación de SHIELD y los sistemas no tripulados responde directamente al entorno estratégico que enfrenta Japón en el Indo-Pacífico, caracterizado por la creciente actividad militar de China y el incremento de incursiones aéreas y navales cerca del archipiélago. Una de las últimas actividades tuvo lugar en el mes de septiembre cuando autoridades de Japón y Taiwán informaron sobre la presencia de drones y un avión de vigilancia Shaanxi Y-9 de las Fuerzas Armadas de China sobre el estrecho de Miyako.En los últimos años, las Fuerzas de Autodefensa han registrado una intensificación de vuelos de drones, aeronaves de reconocimiento y patrullas navales chinas, especialmente en torno a las islas Senkaku y al Mar de China Oriental, zonas donde Pekín sostiene reclamaciones territoriales.
Para Tokio, reforzar la defensa litoral no solo busca garantizar la seguridad territorial y la disuasión frente a incursiones en sus áreas de responsabilidad, sino también fortalecer su capacidad autónoma de respuesta ante contingencias.
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