El Ministerio de Defensa Nacional de Rumania confirmó que un nuevo escuadrón de cazas F-16 Fighting Falcon ha sido declarado operativo y se encuentra ya desplegado en misiones de Policía Aérea Reforzada (Enhanced Air Policing, eAP) bajo el mando de la OTAN. La ceremonia de activación se llevó a cabo en la Base Aérea 86 de Borcea, donde se destacó la importancia de este paso para la defensa del espacio aéreo nacional y la seguridad colectiva de la Alianza Atlántica.

Este refuerzo de capacidades se enmarca en el proceso de modernización de la Fuerza Aérea rumana, que en 2023 firmó un contrato para la compra de 32 cazas F-16AM/BM Fighting Falcon de segunda mano a Noruega. Según lo informado en septiembre de 2025, Bucarest ya ha recibido 21 de estas aeronaves, que se suman a los 17 F-16 previamente adquiridos a Portugal.
La decisión de reforzar las misiones de Policía Aérea también responde a incidentes recientes. En septiembre de 2025, cazas F-16 rumanos interceptaron un drone ruso que violó el espacio aéreo nacional, en un episodio que subrayó la vulnerabilidad de la región frente a amenazas híbridas y el papel esencial de la Fuerza Aérea en la defensa de la soberanía nacional.

Este tipo de incidentes ha llevado a la OTAN a mantener una presencia aérea reforzada en el flanco oriental, con rotaciones periódicas de cazas aliados y el despliegue de sistemas de defensa aérea adicionales en Rumania, Polonia y los Estados bálticos.
La activación de un nuevo escuadrón de F-16 no solo incrementa la capacidad de Rumania para responder a incursiones aéreas y proteger infraestructuras críticas, sino que también consolida su papel como actor clave en la seguridad del Mar Negro. Además, la experiencia adquirida con el F-16 servirá como base para la futura transición al F-35 Lightning II, aeronave de quinta generación que Bucarest ya ha manifestado su intención de adquirir en la próxima década.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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